Partida Rol por web

Tras salir de su escondite esbozó una ligera sonrisa -No he sido yo, es probable que haya sido Ginnei y esté mintiendo, o que haya sido el sacerdote... Mi técnica no daña al usuario, por lo que no despierta el Nen... De todos modos- Dijo esbozando una sonrisa más amplia, más siniestra -Hubiera tenido que despertar su Nen tarde o temprano- Dijo entonces dando a entender que tenía formás de hacerlo... Quizás igual de violentas que las de Kuroko

Entonces sacó su papel del bolsillo y lo mostró -171... Si hubiera tenido que Cazar a Kuroko seguro me hubiera dado su placa, es bastante probable que ya tenga un buen número... Comienzo a pensar que lo que buscaba con esas 5 placas era hacerlos pelear a ustedes- Dijo entonces recordando las 5 placas que estaban tiradas cuando llegaron -Es decir... Si buscaba placas se hubiera largado con placas y cadáveres y todo!- Dijo haciendo un gesto con la mano.

-En fin... Volvemos??- Dijo entonces guardando el papel.

Finalmente me dejó arrastrar al interior del portal, encontrándome entonces en ese gran salón con un aspecto bastante espartano, una decoración sobria que aún así resultaba hermosa. Las puertas era quizás lo que más desentonaba, siendo de los más variados colores y hechuras, lo que me hace pensar que este lugar quizás me resulta fascinante porque recuerda a ella, cosa muy lógica al ser su técnica.

Esos extraños trabajadores con forma de peluche, al igual que los exploradores, se afanan en construir el lugar mientras su dueña estaba por el mundo, aunque mirar al techo me produce un ligero mareo por los datos a medio computar, esto parece Matrix.

​Tomo su mano con suavidad y la sigo mientras miro todo con interés (también, es la primera vez que camina delante de mí con ese traje tan ajustado, algo más que mirar). La puerta verde lleva a un lugar de aspecto confortable, me siento un poco más relajado solo con contemplar el lugar, escuchando sus instrucciones. Se nota que la limitación de tiempo me disgusta un poco, sobre todo porque da la sensación de decir que una vez salgo no puedo volver a entrar en todo un día con su explicación, así que ahora no tengo forma de conseguir agua... bueno, no sin quedarme atrapado fuera o dejar que Phryne haga todo el trabajo en el exterior mientras yo me encargo del proceso aquí dentro, cosa que tampoco me atrae. Aunque tengo la garganta algo reseca, prefiero no quejarme al respecto, forma idiota de protegerla.

Verla tumbada en la cama así hace que trague un poco de saliva, y obedezco quitándome la chaqueta para quedarme solo en camiseta y jeans. Entonces me acerco a ella, apoyando una rodilla en la cama y otra sobre su cadera para inclinarme y darle un beso en los labios. Era intenso, si bien no tan vehemente, con tanta tensión liberada como aquel del barco que puso fin a todo ese tiempo de deseo reprimido. Cuando me separo con lentitud la miro con claro deseo en mi mirada, pero entonces hablo.

- ​Te ves increíble ahora mismo... y no hablo del traje, o no solo. Me gusta cómo te desenvuelves en el mundo que has creado, y que lo hayas compartido conmigo. Gracias.​ -le digo colocando uno de sus mechones de ese color tan característico detrás de su oreja.

La tensión que emana de mí es tan solida que podría cortarse con un cuchillo (coño, esto requiere más autocontrol que Hades), porque sé que no podré frenarme a mí mismo si tira de mí a menos que algo vaya muy mal, y en la situación actual... Digamos que no es óptima, aunque eso le importa poco a la atracción que tiene hacia mí.

Pero no tiene sentido, si esperara que peleáramos por las chapas pensaría que somos egoístas por naturaleza, comportamiento que el no mostraría porque como tu has dicho te daría su placa sin mucho problema. – Agite un momento la cabeza comprendiendo que el comportamiento de Kuroko posiblemente fuera mas errático de lo que pensaba.

Si, volvamos, tenemos que cazar a cierta persona.- Digo mientras camino hacia donde habíamos dejado a Mugen.- Después de todo entre matar a Ginnei y a Ruud, creo que al segundo disfrutare mas haciéndolo. ¿Por cierto, te comiste la fruta que trajiste?.- Le pregunte como quien no quería la cosa.

Estoy esperando que me apruebes lo del offtopic para poner turno

-Lo sé, tampoco tiene sentido darle Nen a una pandilla de lunáticos armados, verdad??- Dijo riendo -No sé que tenga en la cabeza, aveces pienso que solo busca problemas y ya- Soltó en un tono apático, como si no le importara mucho lo que Kuroko hacía y sus razones

Sacó entonces una de las frutas y del bolsillo y mirándote dijo -A tu salud- Y le dió un bocado -Meh, normal...- Dijo entonces con cara de desagrado al probarla. Sin embargo sabía que era la única comida que tendría en este tiempo, y no tenía más opciones que comérsela

Mugen no alcanzó a decirles nada cuando Mary y Rellik fueron tras Ginnei y Phryne. La rubia pareció no pensar que podía ser una trampa y fue de inmediato tras ellos, se ve que la información de que el predicador iría tras ella fue un buen anzuelo sea verdad o mentira. Pero para Mugen algo no olía bien, no porque haya usado una capacidad deductiva poco usual y pudo averiguar la verdadera intención de ese mensaje, sino porque su olfato le decía que había algo detrás, ya el muchacho con doble personalidad había dejado ir a su mejor amigo y eso dejó al balandra con cierta desconfianza hacia él, además tenía una lógica bastante extraña. Matar, curar, luego matar para después curar.

En el rato que quedó solo, terminó la precaria tumba de Tadashi, las advertencias de Mary sobre los animales saqueatumbas no le importaron, si lo hacían, allá ellos, él hizo lo que debía. En ningún momento el rubio jugó a traición con él, y aunque el examen lo permitía y no le debía nada, se mantuvo siempre verdadero, tal vez era otra mente simple como Mugen, alguien que las conspiraciones y complots no le eran de agrado y prefería arreglarlo directamente a la fuerza.

-Ojalá tuviese un trago- se dijo a sí mismo, no lo tiraría al suelo como el clásico "para los que ya no están", quería para él, hacía varios días que no se relajaba.

Giró su cabeza hacia la hoja en el agua dentro de la cáscara de fruta, se acercó y se sentó frente a ella, recordando las instrucciones de la rubia. Sus dedos estaban a los lados pero nada pasaba.

-¿Tocar el agua a través de la cáscara?- pensó tratando de comprender lo que significaba.

De repente, sentía la acuosidad en la yema de los dedos, la humedad parecía estar allí pero nada tocaba sus dedos. Su atención pasó de sus extremidades al agua dentro de la cáscara, comenzaba a tornarse turbia hasta terminar de color rojo. Sorprendido como un chico que ve un truco de magia, moja uno de sus dedos y prueba el agua, tenía el mismo sabor a agua común y corriente, no era vino para su desgracia. En ese momento, aparecieron sus dos compañeros, Mugen se levantó y se dirigió hacia ellos.

-¿Qué tal les fue? ¿Obtuvieron alguna otra información? Mientras se fueron, hice que el agua se volviera roja- les dijo señalando la cáscara de fruta.

Cuando volvimos y escuche las palabras de Mugen coloque una pequeña sonrisa en mi rostro.- Emisor como yo entonces.- Digo mientras echo un vistazo a como había quedado la tumba.- Venga movámonos, no me gusta estar parada en el mismo sitio mucho tiempo si no esta bien asegurado. Usaremos el mismo plan que formulamos al principio y mientras no haya objetivos Rellik y yo te explicaremos como usar tus nuevos poderes.

Ah, según Gin fue Ruud quien os enveneno y provoco el estado en el que entrasteis, también esta tras mi chapa así que probablemente venga tras nosotros.- Dije tranquila mientras nos poníamos en marcha.- Técnicamente esta solo así que no debería dar muchos problemas.

Cita:

-No se que es eso, pero debe querer decir que tenemos mucho en común y podemos...- responde Mugen tratando de acercarsele con sus manos extendidas y su sonrisa vulgar, pero es detenido por ella con una mano. Sus manos tratan de llegar al torso pero visiblemente molesta se lo saca de encima empujandolo.

-Esta bien, esta bien, ya habrá tiempo para eso, jeje.

Cita:

-Yo no confiaría tanto en las palabras de Gin, detrás de esa cara de monaguillo afeminado hay un bastardo traicionero, no creo que falte mucho tiempo para que abandone también a la tabla de planchar que lo acompaña. Pero que Ruud esté detrás de tu placa no cambia mucho las cosas, seguimos teniendo que cuidarnos de cualquier ataque, y si hay que matarlo, hay que matarlo, pero estoy seguro que ya se hizo de otro grupo, además el mocoso estaba en su grupo y si no vino con estos dos de recién, debe estar con el predicador- hace una pausa como si algo se le cruzara por la cabeza de repente - Pueden explicarme desde el principio que carajo son estos poderes, pero antes que nada, ¿hacia donde vamos?

Tendida en la cama, Phryne lo siguió con la mirada, contando con el hecho que se le acercaría, deseaba que lo hiciera y la besara, pero claro que no se lo diría, aún estaba molesta por sus malas decisiones, por Ruud, por cómo había quedado todo y sabiendo que ahora estaban en desventaja. Phryne recibe aquel beso, sus palabras se diluyen en el calor que encendía sus mejillas cuando lo siente sobre de ella, sosteniéndose con sus brazos para no caer en su pecho.
— no veo porqué te sorprende — susurró antes de darle un golpe, algo duro, en el costado, en sus costillas, haciendo que el chico se quejara —  ese beso no me hará olvidar las tonterías que hiciste hoy — se sienta en la cama, cruzada de brazos, frunciendo los labios, fingiendo molestia, aunque no lo estaba del todo.
—  ve a lavarte, la fruta que hemos comido hoy nos ha quitado un poco la sed, pero iré por agua, deberás esperarme aquí — queda sentada y acaricia su mejilla, a veces no podía creer que estuviera pasando algo entre ellos, eso la tenía ligeramente asustada aunque no lo demostrara.

Arruga el ceño, la fotografía que tenía más cerca del mar aún así eran a lo menos 20 minutos de distancia, y en ese momento, la playa podría ser muy concurrida, si, sola no era el mejor plan, aunque no hubiera pasado anda de esto si le hubiera hecho caso desde el principio con el tema de buscar comida y agua y asegurar la supervivencia. Phry se volvió a molestar y le dio un golpe en el brazo, apretando lo dientes de la rabia.
— te odio  — reclama dejándose caer en la cama, con su brazo sobre sus ojos —  pero está bien, iremos juntos, ahora solo descansemos bien y durmamos, aunque antes podríamos darnos un baño, no sé si habrá funcionado o como se siente  — lo mira sin en esa posición.
— ven, bésame de nuevo, me debes compensar todo lo de hoy... y debes prometerme que dejaras tu obsesión con Ruud — no le iba a decir que apenas lo vea, lo intentara matar, no dudaría.
—  Gin... nos falta solo una chapa para terminar, solo tendríamos que sobrevivir todos los días que quedan  — le sonríe, esperando que él volviera a tocarla, descubriendo cuando deseaba que lo hiciera. No estaba acostumbrada a sentir aquello por una persona.

- ¡Ouch! -me quejo cuando me golpea de nuevo, aunque sea tan pequeñita mierda que sí sabe golpear.

Igualmente parece que salgo "ganando" con mi lógica para no marcharse. Su propuesta del baño hace que la mire de reojo, no hace mucho que tuvimos una escena similar, aunque hoy no lo rechazaría si sugiere que sea juntos...

- No lo voy a perseguir activamente... No esperaba que un cojo corriese tanto. -comento con una mueca, obedeciendo en inclinarme a besar sus labios con unas ganas nada disimuladas de llevarlo más allá, notándose en cómo acaricio su figura, respetando sus "zonas íntimas" para que no me atice otra vez tras la amenaza de anoche pero claramente tratando de hacerme una idea de cómo quitarle el traje por si la cosa va a mayores.

- Lo sé... -respondo con escasa preocupación por la prueba ahora mismo- Te quiero, Phryne. -añado entre besos.

No tardó en tocarla, se sentía vulnerable con él, y a pesar de que no debería permitirlo, sin embargo ahí estaba con él encima tocándola, pasando sus manos por su traje, en apariencia era delgado u casi podía sentir los dedos de él contra su piel.
—  y yo, Gin, te quiero  — ahora era ella la que tocaba debajo de la polera de su amigo, levantándola, nuevamente comiéndole la boca, aumentando la pasión de esas caricias, hasta que recuerda algo, y suelta un enorme rígido, o quejido, que la hace bajar sus manos, a pesar del calor que sentía.
—  ¿no tienes condones, cierto? — le preguntó sin más, no estaban ahí para jugar para darse besitos locos, eran adultos, por lo menos Gin.
—  mejor dejemos esto hasta aquí... — se mordió el labio inferior, era obvio que lo que decía no era de su agrado para nada, que deseaba, pero no era idiota, y sus mejillas estaban rojas. Tragó saliva, y volvió a poner sus dedos en el abdomen de él, sus músculos marcados.
— ¡al agua! — exclama, mordiéndose el labio inferior.

Recorro la delgada tela, disfrutando esa cercanía de casi poder tocar su piel, notando cómo reacciona su cuerpo ante mi contacto con un escalofrío de placer, comenzando a perder la cabeza con cada beso y consciente de sus manos sobre mi torso.
Cuando me pregunta mientras beso su cuello me detengo por un momento, tardando un poco más de lo que acostumbro en procesar lo que dice, soltando un quejido de protesta antes de levantarme sobre mis brazos. Tras un instante sonrío y respondo:

- Se me ocurren cosas para las que no hace falta... -respondo con sonrisa y aspecto traviesos.

Ciertamente, he fantaseado de demasiadas formas con Phryne.

Lo empuja un poco con el hombro, sentía una profunda atracción por Gin, un deseo adolescente que podría nublarlos, pero esa sensación de que era algo más que solo sexo, que era mucho más que eso.
— *hablas como si solo quisieras acostarte conmigo * — suspira, haciendo un puchero u robándole un pequeño beso— * Gin, tenemos todo el tiempo del mundo... o eso quiero creer.. * — le dio otro pequeño beso, y otro, hasta que suelta otro resoplido para no seguir con aquellos besos.
— * además, por ahí no me gusta, olvídalo * — le da un toque en la nariz, poniéndose de pie, la computadora se acerca a ella y Phry teclea algo en especial, su traje cambia en medio de pixeles en un traje de baño, un bikini de color azul, Gin nunca la había visto con tan poca ropa.
— ¿vienes conmigo? — le tendió una mano, si rostro era dulce, Gin conocía esa ternura, pero ahora se manifestaba con mayor naturalidad.

Finalmente se pone firme en detenernos, así que me dejo separar cerrando los ojos un instante para volver en mí. Sus primeras palabras hacen que me separe un poco más, mirándola sin saber por dónde empezar a negar eso, aunque ella misma parece saber que no es así al venir a besarme de nuevo.

- Vale, Phry, esperaré. -respondo sonriendo suavemente y respondiendo más tranquilo a sus siguientes besos.

Las siguientes palabras me dejan un poco extrañado al principio, pero al entender me echo a un lado mientras río de buena gana al tiempo que el notebook se acerca a ella.

- ¡Jajaja! No me refería a eso, Phry. -prosigo con diversión- No te pediría eso tan pronto... Y visto lo visto creo que más tarde tampoco. -comento mientras su ropa se cambia por algo más ligero - Sexy. -comento simplemente ante el cambio, mordiéndome el labio mientras me levanto y le tomo la mano para ir hacia el baño, dándole un beso en ella sin aclarar a qué me refería si no era eso, total, tiene bastante idea como para entender.

Entran en el baño termal, el agua despedía un reconfortante vapor, aquello no era real, pero se sentía como tal, el Aura de la chica había creado un lugar fascinante para el descanso y seguramente así podrían descansar y sanar heridas. 
Phryne entra en el agua, aún tomando la mano de Gin, no se iban a poder contener, lo sabía, tarde o temprano iban a caer, necesitaban liberarse de esa tensión que se traían desde hace tiempo, averiguando de paso si aquello que sentía era solo deseo sexual o era algo más. Phryne se apoyó en el borde de la piscina, en ella cabían fácilmente las cinco personas las que podrían relajarse en aquellas aguas tibias.
— deberíamos... — le dice mirándolo a los ojos pero se sonroja, justo en eso entra un moogle con una ensalada de frutas, era lo último que quedaba de lo que habían encontrado y les ayudaría a pasar la sed, aunque él hambre sería otro tema.
— ... está bien ¿no? — preguntó, con el posillo en sus manos, comiendo fruta. Sentía calor y tener a Gin ahí, la estaba volviendo loca.

Antes de entrar a la sala de aguas termales, me detengo en el cambiador a quitarme la ropa que me queda, manteniendo solo los boxer. Dado que ella no se ha desnudado por completo me parece mejor alternativa mantener esa prenda. Joder... Pienso al ver lo evidente que resulta mi excitación, tratando de acomodar mis atributos para que sea lo menos notorio posible a la hora de ir con ella.

Entro en la sala, deteniéndome lo menos posible precisamente para no dejar mucho tiempo como para que se fije en ello, metiéndome después en el agua no muy apartado de ella. Caliente y húmedo, mala combinación para alguien con la mente alterada, aunque lo cierto es que se está muy bien y no me costaría mucho relajarme.

Entonces habla mirándome, pero no completa la frase, así que simplemente pregunto:

- ¿"Deberíamos"? -a la espera de que complete la oración, podía haber pensado demasiadas cosas como para arriesgarme a imaginar.

Uno de esos extraños criados trae la fruta hecha piezas en una pequeña fuente. Tomo un pedazo con los dedos índice y corazón y comienzo a llevármelo a la boca, pero a medio camino me detengo y con una sonrisa la miro.

- Aaaaa. -la instruyo, pidiéndole que abra la boca para darle el pedazo de fruta.

Compongo una media sonrisa no obstante para responder:

- Está muy bien. -respondo simplemente, y al mirarla contemplo una de sus pequeñas cicatrices y la acaricio con mucha suavidad.

Contemplo el cuenco de fruta mientras una idea se comienza a formar en mi mente... Dios, para esto sí que me tiene que funcionar la cabeza, no me extraña que Phry piense que soy un pervertido a veces...