Partida Rol por web

Lylia se despierta. Parece que había conseguido dormir un poco, al final. Pero debía haber llorado en sueños, pues sus ojos estaban húmedos.

Haciendo el menor ruido posible, Lylia bajó a desayunar algo, pero se relajó al ver que su madre aún dormía. Pudo desayunar tranquila y salir a la calle.

Justo al salir de su casa, una vecina la detiene.

- Oh, Lylia cariño. ¿Qué tal estás?

Yuko era una abuelita enternecedora. Siempre sonreía y nunca se quejaba de nada. Parecía feliz. No solía encontrarla a esa hora fuera de casa.

[Antes de salir me maquillo un poco para que no se me note la bofetada del día anterior.]

Miro a Yuko, me quito los cascos y le respondo con una sonrisa que intento que parezca lo menos forzada posible.

- Con la rutina ¿Qué hace a estas horas señora Hisakawa? -

- Sabes que puedes llamarme Yuko, cariño. - hace otra sonrisa - Toma. Tienes que comer bien.

Yuko le tiende un bento a Lylia. Por el peso, parece bien cargado.

Sonrío de vuelta a Yuko y digo. - Muchas gracias, Yuko. Pero ya tengo mi bento preparado. - 

Le entrego de vuelta la comida. 

Justo de irme, dándome cuenta la hora que era pregunta. - ¿Lo habías hecho especialmente para mi? - Por mi preguntaba parece que ahora pueda caer en esa posibilidad.  

Yuko asiente, y vuelve a tenderte el bento.

- No puedes decirle que no a una abuelita cuando te ofrece comida. Jejeje. Adelante, cógelo sin miedo.

Lo cojo y digo. - Muchas gracias Yuko.- Lo guardo en la mochila y pregunto de nuevo. 

- ¿Cómo que estás a esta hora fuera de casa? -

- La brisa de la mañana es agradable, ¿no crees? Además, una persona mayor como yo no tiene muchas más cosas que hacer. Quizá deba ir al parque a echarle pan a las palomas. Que tengas un buen día.

Y con ello, Yuko se vuelve a meter en su casa.

- Pase un buen día.- Me despido de Yuko y sigo mi camino. 

Voy al tren con mala cara. Más que alegrarme el detalle de la señora Hisakawa me ha entristecido por comparación. 

Te resulta especialmente extraño que no estuviera Satoshi en el tren. Mirando a lo largo del vagón no lo encuentras. Después de casi dos semanas seguidas viéndolo, era bastante raro.

El tren se pone en marcha, y en la parada habitual suben Akito y Kyoya.

Cuando llegan Akito y Kyoya voy a saludarlos. 

- Buenos días. - Lo digo aunque no creo que quieran empezar una conversación. 

Akito saluda haciendo un gesto con la cabeza, punto en el que termina la conversación. Está claro que no tiene ningunas ganas de hablar.

En vista del éxito, te sientas y te vuelves a poner los cascos hasta que llegas al instituto.

Ya allí, Saburou te saluda con el entusiasmo de siempre:

- ¡Lylia! ¿Qué tal va todo? He estado pensando y lo he comentado ya con algunos. ¿Durante las vacaciones de verano os apetecería seguir viniendo por las mañanas a ensayar? No será difícil conseguir permiso de los profes.

Llego a la realización que estamos cerca de las vacaciones de verano. 

La propuesta de Saburou me parece bastante buena, pasarme un verano en casa es lo que menos deseo ahora mismo. Planeaba pasarme los días en la biblioteca pero ensayando la obra me atrae más. 

- Me va bien. - Contesto casi automaticamente y añado. - A mi me apetece bastante ensayar en verano. -

- ¡Maravilloso! Así será pues. ¿Sabes? Estoy terminando de escribir el primer acto. Estuve toda la tarde de ayer escribiendo. Pero quiero saber opiniones. ¿cuál crees que sería un buen final para el primer acto?

La mirada de Saburou era expectante. ¿Qué esperaba de ella? Ella actuaba, no escribía guiones.

- Hmmm. - No tengo muy claro que decir por lo que tardo unos momentos en contestar. 

- Algo impactante. - y muevo las manos como para dar importante a mis palabras. - Dejar que el final del primer acto sea un punto de inflexión en el cual se vea que la protagonista se de cuenta que no puede volver a su vida anterior sino ir hacía delante. - 

- Lo de impactante estaba claro. Pero eso de que la protagonista se de cuenta de que solo puede ir hacia delante... es bueno, sí. No esperaba menos de ti, Lylia. Y si tienes alguna idea más, no dudes en decírmela.

El resto de la mañana lo pasáis entre ensayos y retoques del guión. Lo que ha escrito Saburou era algo nuevo y potente. Nada parecido a lo que había estado viviendo Lylia. O al menos en sucesos "físicos", porque si Saburou describe así los sentimientos y pensamientos de la protagonista, podría ser que la sensación que transmiten los Arcanos son parecidas para todo el mundo.

Tras las clases, Saburou anuncia a todos que han aceptado su petición para utilizar el instituto en verano. Además, no estarían limitados solamente a la sala de ensayos siempre y cuando mantuvieran todo ordenado. ¡Podrían usar incluso el escenario del instituto!

Alrededor de la cabeza de Saburou rotaban sus máscaras, pero siempre se mantenía por delante la máscara sonriente. No era extraño considerando lo animado que estaba.

- ¿Te quedarás ensayando esta tarde, Lylia? - dice finalmente Saburou

Digo. - Sí, me quedaré esta tarde. - Después de lo que paso ayer quiero hablar con Saki pero creo que lo mejor será esperar un poco para que se calme la situación. 

Lleváis un rato ensayando.

- "¡Pero Miyuki!" - dice un compañero de clase de Miyuki - "Yo lo he visto. Ese ser... ¡no era humano!"

- "Entonces... tu también los ves, ¿no?" - respondía Lylia

Al final la protagonista se llama Miyuki. Lo decidió Saburou la noche anterior en un "golpe de inspiración", según sus propias palabras.

En esta escena, Miyuki descubría que un compañero de clase suyo también tenía un Arcano. Según comenta Saburou, más adelante Miyuki empezará una relación romántica con ese compañero, el cuál aún no tiene un nombre definitivo (aunque el nombre provisional es Satoshi, cosa que te hace sentir rara al actuar con él). Esta relación traerá problemas a ambos, cosa que acrecentará el drama en algún punto de la historia.

Mientras hacéis la escena, Lylia ve una cosa que, aunque pueda no importarle en absoluto, como mínimo se le hace muy extraña y le hace perder el hilo, por lo que reiniciáis la escena.

Por la ventana has visto pasar a Akito caminando junto con Natsuko. Era... inesperado.

- ¡Un pequeño descanso!

La gente se relaja y comienzan a hablar entre ellos.

- Lylia, vas muy bien. Ha sido un acierto ponerte como la actriz principal. - Saburou mira a la ventana y luego vuelve a mirar a Lylia - Venga, descansa unos minutos.

- Un guión muy bueno hace mucho por los actores. - Le guió el ojo a Saburou. Aunque se nota que mi atención está puesta detrás de él. 

Me acerco a Saburou para poder ver mejor por la ventana y observo a Akito y Natsuko para ver qué están haciendo. 

Parece que hablan mientras caminan, y pasan de largo.

No van cogidos de la mano ni nada por el estilo, pero aún así se hace raro.

Saburou vuelve a mirar hacia la ventana:

- ¿Les conoces?

En ese momento, por delante de la ventana, pasa Ayoik, el jabalí gigante de Akito, que se dirige hacia Natsuko y Akito. Se para y Akito y Natsuko comienzan a hablar alrededor suyo.

La cara de Saburou era indescriptible. Las máscaras que rondaban por su cabeza estaban como locas. Cambiaban de expresión a cada segundo que pasaba y no paraban de dar vueltas a su cabeza. Si Lylia no supiera lo peligroso que era eso, resultaría hasta cómico. No podía culparle. Al fin y al cabo había pasado un jabalí gigante por delante de sus narices.

- ¿Son amigos tuyos, Lylia?

Su voz parecía nerviosa.