Partida Rol por web

Mensaje de Whatsapp:

Lilya: Bienvenida Chika!  ¿De qué os conocéis las dos?

- Oh, Saki, tu bus.

Otro clásico.

- ¡Que vayan bien las clases!

Mientras Saki sube al bus, Chika saca el móvil.

Suena el Whatsapp.

"Eso ha sido... eficiente." 

Realmente Saki le daba demasiadas vueltas a las cosas. Con encogimiento de hombros para ella misma, saca el libro que estaba leyendo y se sumerge en otro mundo, mucho más tranquilo y, lo más importante, totalmente ajeno a sus problemas. 

Saki consigue sumergirse en su mundo como antaño, y llega a la universidad antes de que se dé cuenta.

Era un día más o menos importante, porque los profesores harían repaso para la siguiente semana, en que había bastantes exámenes.

Pero como es habitual, Saki llega y solo está Watanabe, sentado, mirando por la ventana. Al llegar, Watanabe dice:

- Buenos días Saki. ¿Lista para el aburrimiento?

- Nunca se está lo suficientemente listo... - Saki deja sus cosas en la primera fila pero luego va hacía donde está Watanabe y se sienta cerca. - Apenas he tenido tiempo para ponerme a estudiar en serio, nunca había tenido tantas ganas de que llegara el verano. 

- Sólo una semana. ¡Una semana!

En ese momento, entra otra persona en la clase.

La persona que entra es nada más y nada menos que Atsuko.

- Buenos días.

Y con la prepotencia habitual, camina con su bolso bien agarrado hasta su sitio, por el centro de la clase.

- ¿Habéis empezado a estudiar ya?

Saki estaba lo suficientemente mosqueada para no aguantar el carácter de esa mujer en ese momento... Le vino a la idea la proposición de Tsukihime de tirarle del pelo a Atsuko, pero se aguanto la sonrisa. Lo único que le quería mostrar a esa mujer era frialdad. 

- ¿Y a que viene la curiosidad, si se puede saber? - Dice con un cierto tono burlón. - ¿Te ves incapaz de tomar apuntes por ti misma y nos vas a pedir que te los prestemos? 

- Hahaha. - una pequeña risita - Quizá sería así si creyera que hay posibilidades de que me los dejarais, pero sé que vosotros no. Es solo pura curiosidad... de ver como respondías. Siempre cumples mis expectativas.

Atsuko se sienta en su mesa y cruza las piernas de forma muy femenina. En el proceso, crees haber visto sus bragas de reojo.

- Dime Saki, ¿dejarás de estar a la defensiva conmigo alguna vez? Debo reconocer que es divertido verte así, pero me hubiera gustado encontrar una amiga en ti.

"Desde luego es insistente hasta la saciedad... Pero le encanta provocarme, si me quedo callada será predecible, si vuelvo a responderle de forma agresiva será predecible..."

Saki de verdad tenía ganas de pillarla por sorpresa.  

Saki suspira y de pronto se levanta de su sitio. 

PASOS SONOROS

Saki está frente a Atsuko y literalmente parece que estampa las manos contra la mesa. La mira de forma amenazadora y deja que sus ojos se transformen en los de un lobo para crear un mejor efecto. Sus caras se quedan muy cercanas. 

- Eres peor que un grano en el culo. Me rindo. - Pequeña pausa. - Es evidente que las indirectas te van a seguir resbalando así que iré directa a lo que nos interesa. Nunca, jamás, ni en tu sueños, seré amiga de una persona como tú. - La coge de la barbilla, para que la mire directamente a los ojos. - Pero como parece que no quieres entenderlo, buscaré perderte de vista por otro camino. 

Se aparta de Atsuko y se apoya en la mesa de detrás. 

- Haremos un trato. Yo te explicaré lo que tanto ansias saber. Pero una vez te lo explique no pienso ayudarte, ni responder a tus preguntas. Pero para que yo haga eso tienes que elegir entre dos alternativas... - Levanta un dedo. -  Deja de incordiarme hasta final de curso y entonces te lo contaré, pero una vez te lo cuente no vuelvas a dirigirme la palabra. O... - Levanta un segundo dedo. - Explícame aquí y ahora que quieres cambiar, que te arrepientes de tus actos pasados. Convenceme de que merece la pena ayudarte. - Se encoge de hombros y se cruza de brazos. - Y quizás entonces nuestra relación no sea tan efímera. 

Durante todo el discurso de Saki, daba gusto ver la cara de Atsuko. Sin duda la había sorprendido. Y mucho. En algún momento Saki casi podría haber asegurado que Atsuko tenía miedo.

Pero tras el discurso, la respuesta fue una sonrisa.

https://www.youtube.com/watch?v=zHuSaKByXf0

- Vaya Saki, esta vez si me has sorprendido. Si hasta me he creído que ibas en serio.

Baja de la mesa y queda de pie, enfrente tuyo. Sus ojos le brillan... pese a no haberte visto en el espejo en esa situación, sospechas que es así como se te deben ver a ti cuando te convierte en loba. Eso significa...

- Pero no creo que estés en posición hacer demandas.

Atsuko sonríe, mostrando todos los dientes. Sus colmillos son largos y puntiagudos.

En ese momento, hace un leve gesto con su falda, y a medida que la hacía girar, Atsuko desaparecía. El proceso dura menos de un segundo, y cuando Saki intenta reaccionar, Atsuko estaba detrás suyo, hablándole al oído.

- Siempre me pregunté por qué en las películas los hombres lobo son los peores enemigos de los vampiros. Ahora lo sé.

Atsuko había abierto la boca, y la tenía cerca de tu mejilla. Tenía un colmillo puesto en ella y te rascaba con él. Estaba muy afilado. Se aparta, y vuelve a reaparecer delante tuyo.

- ¿Crees en serio que voy a arrepentirme de algo que haya hecho porque tú me lo digas? ¿O que te pido información sobre los Arcanos para poder librarme de él? ¡Debes estar de broma! Es lo mejor que me ha pasado jamás.

Vuelve a sonreír. Toca la punta de sus colmillos con la lengua.

- Son todo ventajas, Saki. No veo por qué querría librarme de esto. Y si eres inteligente, pensarás como yo. Seguro que puedes hacer muchas cosas que antes no podrías.

Se vuelve a sentar en su mesa.

- Pero bueno, nada que no esperara. Saki, la loba solitaria que se pasa el día leyendo y le asusta cualquier mínimo cambio en su rutina. - se inclina levemente hacia delante - Y yo, la carismática vampiresa que goza del favor de prácticamente todo el sector masculino de la clase y parte del femenino. ¿Crees poderme hacer chantaje a mi? Soy la reina de esta clase, guapetona.

Por primera vez en su vida, Saki siente ganas de matar. Quizás la idea se le había pasado por la cabeza otras veces, pero de alguna forma ahora sentía que era en serio, que haría lo que fuera por ver el cuerpo inerte de aquella mujer. Pero una fuerza más poderosa le impedía moverse, una especie de miedo instintivo que le gritaba que aquello era peligroso, que no sabía donde se estaba metiendo. Su lucha mental la estaba dejando paralizada. 

Saki intenta por todos los medios mantener la compostura, pero tenía que acabar con aquello rápido, no podría aguantar mucho tiempo más. 

- Has perdido tu oportunidad. - Es lo único que consigue pronunciar sin perder la seriedad.

Una vez dicho esto vuelve hacía su sitio con un paso que expresa la máxima dignidad que se puede permitir. 

Cualquier palabra que dijera Atsuko después no llega a los oídos de Saki. Una vez que esta de espaldas a ella y sentada, se encierra en sus propios pensamientos. Podría haber comenzado a entrar gente en la clase, que ella no se habría dado cuenta. Pero, ¿Cual tenía que ser su próximo movimiento? La confusión y la rabia se apoderaban de ella, últimamente no paraba de hacer enemigos... Y no conocía la forma de acabar con ninguno.

Saki pasa ausente todo el rato. Su cuerpo estaba en el aula, pero su mente no. Había tenido días de universidad poco productivos, pero ese se llevaba la palma.

Cuando las clases terminan y Saki está recogiendo, cuando aún hay gente en la clase, Atsuko se acerca de nuevo. ¿No se cansaba?

- Siento no poder quedarme a discutir nuestra situación con más calma, pero me voy a ir pronto que hoy tengo una cita. Creí que sería de tu interés.

Y se va sin más, con esos caminares propios de ella.

No, no era del interés de Saki. La vida privada de Atsuko no le importaba lo más mínimo pero... el tono en que lo había dicho le ponía los pelos de punta. Y había ido expresamente a decirle eso. ¿Qué tramaba?

Un escalofrío baja por la espalda de Saki tras las palabras de Atsuko. Por un instante se le pasa por la cabeza una persona, alguien que podría ayudar a Atsuko a conseguir la información que necesitaba. 

"Mei..." 

Si Mei había contactado con Atsuko, y había quedado con ella... Ya no tendría nada con lo que chantajearla, lo que daría sentido a la confianza de Atsuko. Pero aquello solo era una idea, no podía ser que Mei volviera a estar involucrada, ¿No? Pero Mei sabía demasiado, y Saki suponía que tenía alguna forma de saber donde estaban todos en cada momento... ¿Habría contactado con ella de esa Atsuko de esa forma?

"¡Basta! Que te comas la cabeza así es lo único que busca Atsuko..."

Pero, y si de verdad había quedado... ¿Con quien podría ser, si no? Fuera lo que fuera había insinuado que sería del interés del Saki... Tenía que descubrirlo. 

"Tsukihime... ¿Podrías seguirla por mi?" 

"No puedo alejarme tanto de ti, Saki. Vigilar la sala contigua de la biblioteca es posible, pero seguirla a-saber-dónde me temo que no. ¿Por qué no la sigues tú si tienes tanto interés?"

Era una propuesta seria, no estaba recriminando nada a Saki. Tsukihime proponía, directamente, seguirla ambas.

"No puedo faltar a mi cita con Natsuko... Ni arriesgarme a llegar tarde, después de lo que le hice..." 

Podría intentar seguir un rato a Atsuko... Quizás saltándose la comida... Pero Atsuko solía comer en el restaurante así que no ganaría nada. Si al menos supiera si iba a quedar cerca de aquí o no... 

"De momento lo mejor será bajar al restaurante, al fin y al cabo siempre como allí, no me apetece que sospeche que tramo nada... Pensaré algo mientras tanto." 

Saki recoge sus cosas y baja a comer. 

Saki baja a comer, y cuando llega a su mesa con su comida, Atsuko ya estaba comiendo en otra mesa de su tupper.

Poco después, Watanabe llega y se sienta con Saki.

- ¿Conoces a Atsuko de algo a parte de lo obvio?

- No tanto como creía, parece ser. - Dice Saki sin apartar la vista del plato, e intercalando sus frases con bocados. Parece que coma sin ganas, pero va bastante deprisa. - Nunca me ha caído bien esa mujer, pero había mantenido las distancias... Hasta que hasta poco ella se acercó a mi, indagando sobre los Arcanos. No tolero su actitud de superioridad que muestra delante de la gente, así que me negué a ayudarla. - Se encoge de hombros. - Ha estado incordiandome desde entonces. Nada grave en el fondo, pero su sola presencia ya me molesta. - Aparta la vista de la comida y mira a Watanabe, cuando se da cuenta de que le falta algo que decir. - Siento que hayas tenido que presenciar esa escena, no me gustaría que la tomara contigo ahora también... 

- No te preocupes, su trato conmigo ya es "especial" - hace unas comillas con sus manos - desde hace un tiempo. Mientras que siempre se acerca mucho a los otros chicos y los pone calientes para que le dejen los apuntes o le hagan los trabajos, a mi no se digna ni a mirarme.  No sé como interpretarlo. Visto lo visto, debo alegrarme, pero me da que pensar. ¿Qué tendré yo que no tengan los otros?

Y mira pensativo a Saki, aunque no parece esperar respuesta. Comienza a comer también.

- ¿Qué te ha dicho al terminar la clase?