Partida Rol por web

Cuando Saki llega, se queda boquiabierta con lo que encuentra.

https://www.youtube.com/watch?v=IsQ5Eoc4lMM

Había una persona colocando el último libro que se había caído en la estantería, quedando todo como estaba a un principio.

Esta persona parecía una chica, bastante más joven que Saki, seguramente más que Lylia... pero iba desnuda.

Saltaba a la vista que no era una chica normal. Su cuerpo desnudo era fino y de un aspecto aterciopelado, pálido como si no hubiera visto la luz del sol. En sus pechos no había pezones. Se intuía una forma redondeada y turgente, pero nada más. Más abajo del ombligo, tampoco se intuía ningún género para ese personaje. Era una superficie lisa.

Pero si todo eso no era suficiente para convencer a Saki de que esa chica (o lo que fuera) era especial, lo hacía el aura que emanaba de ella. Le recordaba a Tsukihime.

Al darse cuenta de la presencia de Saki, la chica se gira y sonríe. Tiene el pelo corto, blanco, cosa que no ayuda especialmente a hacer contraste con el resto de su cuerpo, y tiene los ojos de un color azul muy claro, como si fuera hielo. Su sonrisa, de labios pálidos también, era lo más cálido que había en ella.

Se acerca... y apoya su cabeza en el pecho de Saki, de forma cariñosa, y cierra los ojos.

Saki ha estado paralizada todo el rato. Aquello tenía que ser un Arcano... ¿Pero de quién? ¿Era acaso Tsukihime? ¿O quizás sólo tenía alguna relación con ella? No podía quedarse callada eternamente... 

- ¿Quien eres...? - Dice sólo moviendo la boca, ningún otro músculo de su cuerpo. 

La chica misteriosa se aparta levemente de Saki. Niega con la cabeza.

Entonces con sus dos manos agarra la cabeza de Saki. Era un tacto suave y delicado.

La chica comienza a elevarse del suelo, como si flotara. En dos segundos ya estaba todo su cuerpo horizontal, como si flotara en una piscina invisible, cara a cara a Saki, a su misma altura. La chica le da un beso en la frente a Saki y se eleva aún más, dirigiéndose al techo. Se suelta de la cabeza de Saki y Saki intenta alcanzarla para que no llegue al techo...

Pero en un pestañeo, nada de eso había ocurrido. La chica estaba enfrente de Saki, con los pies en el suelo, negando con la cabeza.

- C-creo que quieres decirme algo, ¿No? - Dice Saki, bastante confusa frente a la escena que acaba de presenciar. - Aunque por lo que parece no puedes hablar... - Saki la mira durante un rato, con el ceño fruncido. - No creo que merezca la pena intentar que escribas, pero... ¿Me entiendes? ¿Puedes acompañarme? 

La chica hace que sí con la cabeza y se coloca delante tuyo con los pies juntos, esperando a que te muevas.

Saki asiente satisfecha y vuelve hasta su puesto. Retira la placa de "Ausente" y se sienta. Entonces se acerca la hoja y el lápiz y mira a su acompañante. 

- ¿Sabes... escribir? - Pregunta dubitativa. - Si no... También puedes dibujar lo que me quieras explicar... 

"Aunque lo primero sería que pudiera coger la hoja y el lápiz con las manos... Eso ya es mucho pedir..." 

- O si no... Podría escribir letras... Y tu podrías señalarlas para decir palabras... 

Saki le acerca el papel y el lápiz a la "niña" y saca otra hoja y un boli. Comienza a escribir las letras de abecedario con una separación entre ellas suficiente. 

La chica coge el lápiz y se pone a dibujar algo en la hoja.

Su capacidad artística no era especialmente buena, pero en cuanto terminó el dibujo Saki sabía lo que era.

La chica había dibujado un perro. Feliz, moviendo la cola y las orejitas, y sentado sobre su trasero. Quizá no era tan mala si se podía entender tan bien el dibujo.

Y cuando vió a Saki mirándolo, la chica señala a Saki.

Saki levanta una ceja, exceptica. 

- Soy... ¿Soy un perro? 

"¿O realmente se refiere a mí? Sin duda Tsukihime tenía bastante de perro la primera vez que la vi..." 

Asiente con la cabeza.

Hace como si ladrara y sale un sonidito super mono. Casi te da un ataque al corazón de la ternura. Luego, aún sonriente, se palpa la cabeza, por el pelo, y te señala.

"¿Pelo? ¿Cabeza? ¿Me está diciendo que tengo su pelo o su cabeza? O quizás... No, definitivamente necesito una aclaración."

- Disculpa... Eso no lo he entendido... - Dice Saki, algo confusa.  

Vuelve a asentir, ahora más enérgica.

Se pone las manos por encima de la cabeza, con las palmas de las manos mirando hacia ti, una a cada lado.

- ¿Orejas? - Saki se palpa la cabeza de forma instintiva. 

Saki tiene puestas las orejas. Como cuando se fusionaba con Tsukihime. La diferencia era que no sentía a Tsukihime.

Cuando Saki se palpa la cabeza, la chica asiente, y vuelve a hacer ese ladrido.

Saki está sorprendida al principio, pero después respira aliviada.

"Si las orejas siguen aquí es que realmente ella no se ha ido... Quizás sólo este... ¿Durmiendo? Tengo que saber la forma de hacerla volver..." 

¿Pero sería cosa de aquella niña que las orejas hubieran aparecido? Por algún motivo, Saki sentía que podía hacerle preguntas directa a aquel ser sin ningún miedo. Quizás fuera por el hecho de que no respondía hablando. 

- Las... ¿Las has hecho aparecer tú? 

La niña hace que no con la cabeza y con las manos, con cara de preocupación.

- No, yo no. Orejas ahí antes.

Pues sabía hablar... y su voz era suave y dulce.

"Así que sabe hablar... Pero no parece que tenga mucha práctica..." 

- Tu... ¿Sabes porque están ahí? 

Hace que no con la cabeza.

No parecía que pudiera colaborar mucho con tu problema. Una leve posibilidad, la posibilidad de que fuera la chica a la que se refería Mei, comenzaba a desvanecerse.

En un momento de despiste, la chica misteriosa cogió uno de los papeles que había sobre la mesa, que usabas para hacer origami. Y le estaba dando un buen uso.

Un pliegue por aquí, otro para allá. Coge otro papel. Los une. Más pliegues.

...

La velocidad a la que hacía figuras era impresionante, y su realismo aún más.

Si la figura que acababa de generar no era un modelo a escala de Ayoik, Saki ya no sabría en qué creer. La chica mira a Saki expectante y señala a la figura de papel.

"Esta niña... O lo que sea... Sabe más de lo que parece... Quizás será mejor tomar una estrategia más directa... Y por supuesto, debería comenzar por dónde debería haber comenzado, ahora que se que habla..." 

Saki mira "Ayoik" durante unos segundos y asiente con aprobación para demostrarle a la niña su interés. Pero finalmente termina por ignorarlo y la mira fijamente.

- ¿Cómo te llamas? 

La chica te mira y se encoge de hombros mientras hace que no con la cabeza. De nuevo no estaba hablando.

Realmente esto muy parecido a la presentación de un Arcano.

Saki frunce el ceño, quizás simplemente no tuviera nombre... 

"¿Por que tiene que ser tan complicado...? Quizás simplemente estoy mal acostumbrada a tratar con Arcanos más habladores..."

En todo caso, ¿De quién diablos sería ese Arcano? ¿De su jefa? Aquella niña pequeña no le pegaba para nada... Pero no había nadie más en la biblioteca... ¿Quizás alguien afuera? 

- ¿Has venido sola hasta aquí?