Partida Rol por web

De pronto Saki salta desde el lugar desde donde está, y rápida y sigilosa se acerca al puente y salta sobre su superficie. Tras unos pasos se sitúa por detrás de Natsuko y la agarra por los brazos. 

- ¡Cabrona egoísta! - Suelta de pronto Saki, sus palabras están cargadas de rabia. - ¿¡No te das cuenta que muriendo no eres mejor que ellos!? Le das la victoria a tus enemigos y la tristeza a tus amigos, ¿Es que no te das cuenta? ¡Nadie sale ganando en algo así! Si no te gusta tu vida o no te gustas tu misma, te jodes. Afronta la realidad y nunca te rindas. Si tu objetivo en el mundo fuera morir estarías sola. ¡¡Pero no estás sola!! Y mientras que tengas un motivo para existir, mientras tengas algo que te una a otras personas. Que tu por tu cuenta decidas que quieres morir solo te convierte en alguien egoísta. 

Parece que Saki está algo más calmada, pero tiene los ojos rojos. 

¿A quien le estaba gritando Saki? ¿Era a Natsuko o era a ella misma? 

La muerte había pasado por su cabeza cientos de veces. ¿Pero tenía miedo de dar el paso o realmente se creía lo que le había dicho a Natsuko? Realmente algo más fuerte que ella la había obligado a decir eso. Una rabia que siempre guardaba muy en su interior. 

Suspiro aliviado al ver que la chica ya no puede saltar. Para luego frustrarme con Saki que parece una histérica. Chillarle de esa manera no la va a convencer de nada y llamarla egoísta tampoco. No sé si lo que yo le iba a decir iba a ayudarla mucho más, pero me da la sensación de que la explosión de Saki era más para si misma que para ayudar a Natsuko. Y al final menos mal que estaba ahí Lylia porque sino...

Pienso en todo lo que iba a decir por fin en voz alta, y me doy cuenta de que probablemente nunca más tenga la ocasión, y la poca ligereza que había logrado notar en mi interior se vuelve aún más pesada que antes. En fin, esto no iba de mí sino de ella, aunque al final sea más bien de Saki de quien ha sido. Suspiro una vez más y siento como la oscuridad vuelve a llenar mis pensamientos. Creo que ahora soy yo el que está deprimido... 

Abro los ojos como platos al ver como Natsuko se escurre entre los brazos de Saki y corro hacia la barandilla deseando que Lylia la haya cogido. 

Me giro hacia Saki furioso y le grito.

- ¡Si la agarras hazlo bien maldita sea! - y añado murmurando - Tú sí que has sido una egoísta...

Saki esta aturdida. Las palabras de Akito apenas alcanzan su mente.  

Se veía incapaz de volver con el grupo en esos momentos, no después de lo que acababa de hacer. Ahora necesitaba tiempo para que las cosas se calmaran, y no lo que menos quería era tenerlos a ellos revoloteando alrededor. De todas formas tampoco podía tardar en llegar a casa, y no sabía cuando iba a durar eso. 

Con esa idea en mente, Saki aprovecha el momento en que todos se reúnen alrededor de Natsuko para escabullirse lejos de allí lo más rápido que puede. En dirección a su casa. 

Todos los presentes estaban boquiabiertos.

Unos, por que conocen a Saki y no esperaban esto.

Natsuko, por otra parte, es atacada por alguien que ni conoce ni sabía que estaba ahí. Pero la sorpresa es más fuerte que el miedo, y su única reacción es una cara de sorpresa hacia Saki y los ojos abiertos como platos.

Tras las palabras de Saki, se calma hasta el punto en que no se mueve ni dice nada, y poco a poco afloja la presión sobre los brazos de Natsuko.

Natsuko parece querer moverse... pero resbala. Saki intenta agarrarla instintivamente, pero Natsuko está cayendo.

D-Five grita fuerte el nombre de Natsuko, pero abajo, Lylia estaba preparada para esto y la niebla detiene la caída cerca del agua, y de una ráfaga lanza suavemente a Natsuko a la orilla, donde está Lylia, y donde todos os reunís tras el incidente. Parece que Natsuko se ha desmayado.

Estando con D-five en la orilla saco el movil y digo.

- Llamaré a una ambulancia o al menos a emergencias para que la lleven a un hospital. Creo que necesita ayuda profesional. -

- N-no. Creo que mejor no. Le harán demasiadas preguntas, y te aseguro que ella no quiere. Creo... que lo mejor será llevarla con Mei, si no tenéis ningún problema con ello.

Os mira a todos y dice:

- ¿Y Saki? ¿Dónde está?

- Creo que vale como la opción profesional. - 

Marco el numero de Mei para contarle lo ocurrido y ver como llevamos a Natsuko.

Saki se marcha de la escena sin que se den cuenta, aunque termina por un camino algo más largo.

Tsukihime se separa de ella y vuelve a ser Saki. La loba camina a su lado, en silencio. Saki sabe que Tsukihime no está segura de qué decir en este momento.

Ignoro totalmente la pregunta de Daichi sobre Saki. Y digo.

- Si tú lo piensas así. - Hago una pausa y llamo - ¡Ayoik!

El jabalí gigantesco aparece y señalo diciendo - Creo que tardaremos mucho menos así. 

Puesto que hay sitio para todos, montáis en Ayoik y vais a toda velocidad por las calles, derrapando justo antes de llegar a un cruce y acelerando brutalmente tras ello.

En algún punto del viaje, parece que Natsuko se ha despertado, y ahora habla con D-Five en susurros. Ella tiene lágrimas en los ojos.

Tras un par de minutos más, llegáis al templo. Ayoik ha subido hasta las escaleras con vosotros encima.

Mei, que había sido alertada por Lylia, ya estaba esperandoos y os invita a entrar, que ha preparado té.

Ya dentro de casa de Mei, estáis todos reunidos alrededor de la mesa.

Natsuko mira fíjamente al suelo, sin decir nada, con lágrimas aún corriendo por sus mejillas.

D-Five, al lado, no sabe si tomar o no la iniciativa.

Pero es Mei quien la toma:

- ¿Alguien podría explicarme exactamente qué ha pasado?

- No te cortes. - Dice de pronto Saki, no lo piensa, lo dice sin importarle de que alguien pueda escucharla. - Necesito que alguien me de la bronca, aunque si puedes ser directa mejor. 

Saki camina mirando al suelo, necesitaba relajarse así que el último tramo hasta su casa lo alarga a propósito. 

Tsukihime asiente.

- Lo primero, quiero que seas consciente de que esto lo has hecho tú, y solo tú. No he intervenido en absoluto. De hecho, no te hubiera dejado hacer algo tan irresponsable. No estabas hablando con alguien cualquiera. Esa chica estaba a un paso de intentar suicidarse y Akito lo tenía bajo control. Conozco bien tus circunstancias y sé que estás molesta con ella y más contigo, pero debías demostrar que eras la mayor del grupo manteniendo la situación bajo control tu también.

Tsukihime respira. Parece que no había respirado desde que empezó la bronca.

- Por otra parte, me alegro de que tomes alguna iniciativa, aunque no apruebo que sea así. Y aunque puede que esto te ayude a entenderte mejor a ti misma, y ya lo creo que lo hará, no creo que haya sido algo propio de ti. Y por si fuera poco, te marchas como un ratero después de cometer un crimen. Una disculpa en ese momento y se te hubiera perdonado. Pero ahora costará más... de primeras, te recomiendo que te disculpes en cuanto te sea posible. Es lo mínimo que puedes hacer.

Al ver que nadie se lanzaba, Kyoya decide hablar:

- Bueno... D-F.. Daichi nos avisó de que necesitaba ayuda y fuimos al puente de piedra rápidamente. Una vez allí, vimos que Natsuko intentaba...

Kyoya se detiene un segundo mirando a Daichi, pero éste asiente y Kyoya continúa:

- Natsuko parecía con intención de suicidarse. - le costó decirlo, y Natsuko agachó aún más la cabeza - Intentamos tener controlada la situación para que no recibiera ningún tipo de daño con la caída. Akito intentó que ella mantuviera la calma, y lo consiguió durante un rato. Y Saki... bueno, Saki saltó rápidamente a gritar a Natsuko tras escuchar algo de lo que dijo ella...

Natsuko interrumpe a Kyoya.

- Me quejaba de que mi familia está rota. Pero su mirada... no me miraba a mi. Ese odio no fue dirigido a mi, aunque no me resulta un consuelo. Tras eso resbalé y caí, y durante la caída perdí el conocimiento.

- Y tras eso, te hemos llamado y hemos venido aquí en cuanto nos ha sido posible.

Tras la última frase de Kyoya, Mei levanta su taza de té y da un largo sorbo.

- Comprendo... Natsuko, ¿estás mejor ya?

Saki se para en seco y tarda varios segundos en volver a hacer ningún movimiento. Su mente estaba en blanco. 

Como si se tratará de la maquinaria de un robot, Saki lleva la mano hasta su bolsillo y saca el móvil. Mira el grupo de Whatsapp, y una idea pasa volando rápidamente por una parte lejana de su mente "Es la primera vez que voy a escribir y es para esto...". Comienza a teclear un mensaje, con parsimonia pero sin pausa. 

Lo siento, no debí comportarme como lo he hecho. Si dijera que no se lo que me ha pasado mentiría, así que solo os puedo pedir perdón. Decidselo a Natsuko, no se merecía que le hablara así. Espero que las cosas vayan bien.

Saki mira el mensaje durante unos segundos, y durante un tiempo que se le hace eterno baja el dedo para pulsar el botón para enviarlo. Una vez que lo ha hecho, se guarda el móbil y sigue caminando. En silencio.