Partida Rol por web

Desfasar divirtiéndose y acabar con el culo dolorido no era un sentimiento novedoso, así que se acarició las nalgas, o más bien las frotó, como si eso hiciese sanar el golpe de la caida. Le devolvió la risa al chico hiena, aunque era más por su forma aguda de reir, que le hacía gracia, gente así no le daba ninguna confianza pero a la vez era divertida, porque de tanto salir de noche se había encontrado cada elemento... Que se acostumbra una a tratar con quien sea. Escuchó por ahí la voz de su amigo y- ¡Yeeah! -gritó de vuelta alzando la pelota de voley.

Se distrajo con Vanessa, comiéndole los morros principalmente*, y cuando quiso darse cuenta ya era tarde para intervenir entre Wyatt y Lincoln, que de raro estaba siendo algo gilipollas, lo bueno es que ya estaba allí y no tendría que pasar con él toda la noche, se iría a buscar a cualquier otro o a ver si se encontraba con sus amigos, extrovertida era un rato- ¡No te enfades! ¡Pásate luego y pilla algo, es para quien quiera! -dijo aun así a Wyatt, aunque ya se encargaba alguien más de reconfortarle. La pelirroja no entendía aquellas actitudes de unos y otros, las fiestas eran para divertirse y compartir, no para ver quien la tenía más grande... salvo que estuviesen pedo, tuviesen un metro y fuese una competición, entonces si, literal. Ella tenía un Top 10.

- Gracias por el viaje -dijo a Kennedy tras ver descargada su lancha de neveras y cajas, a poder ser con ayuda de los demás y más pendiente de la morena que tenía al lado que de mover pesos. Se pintó la nariz y unos bigotes felinos con la pintura corporal, se puso una diadema con orejas de zorra, que por color hacían más o menos juego con su pelo, y si se dejaba le pondría otra de conejita a Vanessa.

Puso los pies en la playa con la pelota Wilson, su amiga y un pack de seis a ver a quien se encontraba por allí aquella noche. Seguramente la primera con la que se cruzarían sería Renata, su presi de teatro. Eufórica de adrenalina tras el atraque se acercó a ella con pasitos ligeros y abriendo los brazos- ¡Reni! -la estrechó y besó con su simpatía pegajosa habitual y luego señaló con las cervezas hacia las neveras- Hay más ahí, ve y pilla -no se iba a parar, siguió su camino, más tarde iría a pasar un rato con ella, antes quería darse un paseo y ver quienes no habían ido al rollo de la montaña, ah, y conocer gente nueva...

La primera cara no tan conocida que cruzó era la de un chico que iba junto a Kelly, no la buena sino la de marca blanca, aunque en realidad le resultaba familiar, de haberlo visto por la high school antes o de una noche loca de fiesta, vete a saber- ¡Ey! ¿Como te va? Uuh -se inclinó hacia un lado y ladeo también la cabeza, no para "veeerle el cuulo mejor"; eso es de lobo feroz, no de zorra alcohólica; sino para fijarse de que sabor eran las patatas, en el bar del puerto sólo encontró de las normales.

*Se distrajo en la lancha por las palabras de su amiga y decidió tontear con ella un rato- Claro que si, así tengo las manos libres para lo más bonito de este barco -la miró con complicidad y en vez de a ella lo que hizo fue abrazar con cariño contra su pecho a la pelota Wilson. Se rio tras la broma tonta y entonces ya si, se arrimó a ella y se la comió a besos, el último siendo todo un morreo con sus cinco segundos en los labios. Estaba de subidón ella también y la morena iba a "sufrirlo" más que nadie.

Miró la mano del nuevo con algo de confusión y duda, pero finalmente optó por ser amable y darle la mnao, algo poco común en él - El mundo está lleno de zorras, yo soy la peor de todas, y simplemente se lo recuerdo a la gente, además me ahorra tener que recordar los nombres de la gente, sientete especial cuando deje de llamarte zorra, eso será que me importas más que la mayoria de los aqui presentes - En ese instante un fuerte estruendo sonó por toda la playa, al girarse con cara de indiferencia ve a la pelirroja subida a una lancha - Esa chica pelirroja de ahí es Candy, está cómo una puta regadera - dice mientras saluda con la mano en la que no tiene la copa de vino a la juerguista - Te apuesto una cena a que acaba borracha y desnuda en la playa - en ese instante una cerveza voladora aterrizó en las manos del nuevo - Buenos reflejos - añadió girandose y guiñandole un ojo a Al - ¡¡ESPERO QUE EL NIÑO ESTÉ BIEN CUIDADO!! - le dijo levantando la mano de la copa cómo haciendo un bridnís desde lejos - Ese es Al, es parte del triunvirato del terror... - le añadió dando un tono misterioso a la frase - El es la parte violenta, la que te puede destrozar el cuerpo, tambien estás el que te deja sin nada y el que te destroza la reputación, procura evitar molestarles.

Entonces el chico se movió a ayudar, Dorian tenia clarisimo que el no iba a ayudar pero tampoco iba a quedarse ahi sólo así que le acompañó 

Veo que muchos andarán con resaca mañana en la escuela. ¿Hacen esto seguido por aquí?

- Eso para los que vayan mañana a la escuela, no es algo de todos los días, pero se hace de vez en cuando... noto que tienes un acento raro ¿de donde eres? - ciertamente el coqueteo de Dorian no era en absoluto sutil, pero a estas alturas a ninguno de los presentes le parecía extraño.

Su compañera, la Reina, estaba demasiado ausente como para poder ser de utilidad, con lo cual se limitó a encogerse de hombros y sacar rápidamente el móvil para teclear algo, aunque aún podía observar cómo la lata era bien interceptada en el aire y sonrió en un gesto de aprobación. Tras enviar el corto mensaje volvió a concentrarse en su entorno.

¡Bebemos cuando queremos!

Dijo, alzando una cerveza fresca en su diestra y brindando con el aire antes de beber medio bote de un trago. Al terminar exhaló con placer mientras el líquido frío terminaba de recorrer su garganta.

¡Sí, joder!

Aunque al escuchar a la arpía describiéndome frunció el cejo y puso su mejor cara de malo destructor de planetas, cosa que con una cerveza en la mano no resultaba demasiado muy eficaz. Aún así, los que le conocían sabían que sus músculos en plena acción solían intimidar más que su rostro.

¡Te tocaba a tí!

Respondió al brindis de Dev, riendo y sin querer marrones que no eran suyos. Remató la cerveza y mientras unos y otros se comenzaban a mover, silvó, cogió una botella de algo marrón que no sabía muy bien qué era, probablemente ron, y lo mezcló con cocacola y limón exprimido, unas gotas. Algo sencillo y eficaz para comenzar.

Caminó hacia la coneja de Vanessa y le pasó el brazo por encima del hombro.

¿Quieres un trago?

Le ofreció un vaso vacío, o el suyo, a su gusto, sin perder la vista algunos culos que empiezan a moverse para su propio deleite personal, sin hacer demasiado caso a algunas caras que no conocía o identificaba.

Así que todos eran zorras según ese muchacho. Asintió ante su respuesta mientras estrechaba su mano. -Entendido. Todos somos zorras- le sonrió. Sería interesante entonces ver a quíén llamaba por su nombre, y una manera fácil de detectar quién realmente le importaba. Antes que pudiera decir otra palabra, una lancha arribó a la playa de manera algo violenta. Miró por sobre el hombro de Dorian, algo preocupado. 

Así que Candy... el español arqueó las cejas ante la apuesta de su compañero y parpadeó varias veces -¿Suele acabar así seguido?- preguntó algo curioso mientras observaba a la muchacha agruparse no muy lejos de ellos -Y esa apuesta no sería justa. Es obvio que tú la conoces y yo terminaría perdiendo. Deberás pensar mejores maneras de conseguir que te pague una cena- le dijo arqueando una ceja y sonriendo de costado. No caería en esa trampa.

Luego de atrapar una cerveza y tomar unos tragos, el español escuchó la descripción de otro de sus compañeros -Parecen un grupo bastante particular. Vamos, realmente no pueden ser tan malos...- respondió como quitándole importancia a la situación. Lo cierto era que en cierto punto estaba algo asustado. Toda ese gente parecía tener personalidades bastante fuertes y Matías temía no encajar con ellos. 

Siguió al muchacho mientras comenzaban a caminar hacia donde el grupo mayor se encontraba. -Ya veo, debí haber pensado eso- se rió mientras se acomodaba el pelo que se le mecía con el viento. Por supuesto que de seguro más de la mitad de esa gente faltaría a clases al día siguiente. Al fin y al cabo no era la gran cosa faltar el primer de clases. No se perderían de nada. Miró al muchacho cuando le preguntó lo del acento -Sabía que no podría esconderlo por mucho tiempo...- respondió irónicamente -Llegué hace poco al país, soy de España.- En ese momento se debatió en si debía darle más información como el por qué o el cómo había llegado allí, pero decidió dejarlo ahí. No era el momento para ponerse profundos.

Tomó otros tragos de cerveza mientras se unían al grupo mayor, en donde logró reconocer un par de caras del grupo de Whatsapp. -¿En qué puedo ayudar?- se ofreció con amabilidad.

Danny llegó junto con Al, pero estaba claro que a la reina no le iba todo el alboroto que se había montado con la llegada de Candy así que se mantuvo un poco ausente al principio de todo. La reina hacía honor a su nombre con un vestido medio transparente que medio dejaba entrever el bikini que llevaba debajo.

Tras unos minutos en la fiesta miró alrededor. No encontró algo y siguió a lo suyo, fue a coger bebida, pues creía que falta le hacía, y con su natural elegancia volvió junto a Dorian, que estaban conociendo a un chico nuevo. Conocer gente nueva siempre era del agrado de la reina del instituto. 

Bienvenido. Le dijo con una amable sonrisa y tendiéndole la mano. Soy Danny y para empezar podrías ayudar... dándolo todo en esta fiesta y hacerla inolvidable. Le dijo guiñándole un ojo. Así lo iba a hacer ella.

Eddy se mantenía ocupado observando a los que serían sus nuevos compañeros y compañeras de clase. Por la forma de hablar o de callar, podía irse haciendo una idea de la forma de ser que tenían, aunque claro estaba, hasta conocerlos no se podía decir nada seguro. Nunca había sido de los que prejuzgaban y le ponían la cruz a las personas sin conocerlas, pero ir intentando calar a la gente era algo gratuito y no suponía riesgo de la manera en que lo hacía.

Sin duda, había buen rollo, o al menos eso le parecía. Se colocó de cuclillas cerca de las bolsas que había traído y empezó a sacar cosas. - Latas de cerveza, normales y con limón. Patatas fritas normales, con sabor a queso y con sabor a... ¿chili?... no sé, algo picante. - iba diciendo mientras sacaba las cosas en el orden que las mencionaba, dejándolas sobre su propia toalla para que la gente cogiera o al menos supieran que estaban allí para cuando las quisieran.

Lo último que sacó de una de las bolsas fue un pequeño altavoz que solía usar en su habitación o en cualquier lugar en el que pudiera escuchar música y bailar o imaginar alguna coreografía. Lo colocó sobre la toalla, aunque con mucho más mimo, y se echó la mano al bolsillo, sacando su inseparable iPod.

Una vez estaba todo listo, volvió a mirar al grupo, prestando especial atención a la pelirroja que se había dirigido a él. Parecía que tenía ganas de fiesta y de participar. ¿Alguien mejor para escoger la primera canción de la noche?

- He traído cositas para escuchar música, por si además de alcohol queréis que la fiesta tenga algo de ritmo. - dijo con una sonrisa, para justo después mirar a la pelirroja. - ¿Alguna idea para empezar?

El rey del instituto tardó bastante en hacer su acto de aparición. Quizá fuera por mero cuestión de "protocolo" o un intento por crear expectación por su llegada, o simplemente las circunstancias habían hecho que Roland Plissken fuera uno de los últimos en llegar.

Había optado por un look playero de capas superpuestas. Llevaba una camisa vaquera desabrochada con una camiseta interior blanca debajo, además de unos pantalones cortos de tonos beiges que le llegaban por la rodilla.

Al llegar a la playa, Roland saludó a todos con un gesto de mano y una cordial sonrisa. Sorprendía, sin embargo, que no sólo no llegaba sólo, sino que lo hacía en compañía de Holly Bain, la joven deportista. El rey avanzaba con la pelirroja tomada de su mano, muy juntos. Apenas media hora atrás, Roland había recogido a la chica en su casa, disculpándose con ella por haberla hecho tardar más de lo esperado. Según le dijo, había tenido que ayudar a su padre a reparar una librería hasta tarde en su casa, impidiendo poder haberse arreglado para la fiesta antes.

-¡Al! ¡Danny! -saludó, al matón y a la reina del instituto, sorprendido de verles juntos. Buscó a Jesse Shepard con la mirada, aunque no lo divisó por ninguna parte. Una pena, ya que quería hablar con él-. ¡Dorian! ¿Qué pasa, tío? -le preguntó a la zorra más zorra, aunque por supuesto no le diría zorra a la cara. Luego se fijó en Candy, que también había llegado ya a la fiesta y se imaginó que seguro lo había hecho con una entrada triunfal-. ¡Candy! ¿Cómo está mi segunda pelirroja favorita?

- Si, claro, déjame a mi -la zorra, y me refiero a la borracha del disfraz, no a la zorra-zorra, se arrodilló frente al iPod y se puso a ver que podría endulzar el ambiente mientras se abría una lata del pack de seis que llevaba consigo y empezaba a dar los primeros de muchos tragos de aquella noche. Suspiró con gusto porque estaban heladas, recien sacadas de las neveritas- ¿Quieres una? -le ofreció al chico de las patatas, puesto que ella ya se había tomado la libertad de abrirse una bolsa de sabor a queso y estaba ahí dándole al ñam-ñam- ¿Eres universitario? Lo pareces -la pelirroja se conocía a los fiesteros de Daring y el chico no se veía menor que ella, así que si no lo ubicaba tal vez era por eso...

Al mirar a su conejita se dio cuenta de que Al ya se había arrimado a saludar. Verlos juntitos le daba un poco morbo- Yo si quiero ¿Que es? -pero sabía que era un imposible, Vanessa era lesbiana, pero eh, fantasear es gratis... Se levantó para abrazarle y plantarle un beso en la sien. En lo que iba de día no dejaba de convertirlo en un sandwich.

- Ey, Roland -saludo también al rey de la high school al verlo pasar, sin soltar ella misma a su traga-pizzas favorito, sólo agitando la mano. Al fin aparecía y junto a su mejor amiga. A ella le sonrió de la manera más cómplice y pilla que era capaz, realmente feliz por verla así. Supuso que para todos sería lo normal, dos "populares" juntos y eso, pero para ella era un poquito más especial, conocía bien a Holly y quería apoyarla. Ya había puesto de su parte aquella noche no yendo con el bikini que el rey escogió para ella. A ella no le habría importado, pero tenía claro que no iba a mandar el mensaje equivocado ni a interponerse. Quizá debiera emborracharlos, drogarlos y soltaros a solas tras algunos matorrales con maría, las orejas de animales y mucha, mucha pintura corporal... y dejar que pase lo que tenga que pasar...

Conforme el sol terminaba de desaparecer por el horizonte, los jóvenes fueron encendiendo los fuegos. Con la costa orientada al este y la montaña de la isla entre ellos y la ciudad pronto fueron la única fuente de luz en el suelo. En el cielo por contra las estrellas se manifestaban más abundantes y hermosas que nunca. Si alguien les prestase atención de normal diría: "¿Qué está pasando esta noche?" Pero no había apenas ningún interesado en astronomía por allí, aparte del polifacético rey del instituto que pudo notar que hoy parecía que la contaminación lumínica y ambiental parecía desvanecida. Entre sus pensamientos sobre pelirrojas se coló, además, la idea de que era un afortunado por poder contemplar un eclipse lunar, con una luna llena, en un día despejado. Además Isla Daring se encontraba en la linea del mapa que marcaba donde el eclipse seria total.

Los amigos (o la corte) de Dannielle también aparecieron por la playa con las bebidas y suministros que la reina había preferido no traer en persona. Pronto el "clap" seguido del burbujeo que delataba que alguien había abierto una lata fue un sonido muy común.

-¿Y a ese que le pasa? ¿Se la ha fumado verde?- Preguntó al aire, refiriéndose a Wyatt. Acto seguido cogió una de las bolsas "con solo lo imprescindible" de Candy y la saco de la lancha haciendo todo lo posible por parecer que podía de sobra con el peso, aunque hubiese agradecido disponer de un puente grua. En ese momento alguien desde fuera de la playa le grito también que era un subnormal total y que él y su vaca debian avergonzarse ¿Qué significaba eso? Estaban locos los habitantes de esa isla?

El delincuente oficial del curso se paro en secó cuando Al empujó a Wyatt. -Ay dios- murmuró para si mismo. Por suerte no paso nada, así que siguió su rumbo de interrupción. Un minuto despues ambos chicos tenían su propia hoguera crepitante. O tenian conocimientos de supervivencia o habian traido algun combustible químico. Robert charlaba animadamente con Wyatt y este recuperó la sonrisa.

La aspirante a reina asalto al chico de la lancha, por el camino saludo a cuantos se le cruzaron por el camino, deshaciéndose en sonrisas y alagos, al menos a los populares. Finalmente llegó a donde la lancha había tomado tierra. O mejor dicho donde Candy la había encayado en la arena. Ambos hablaron en la penumbra. Posiblemente renata solo se estaba presentando, pero los que la conocian sabían que estaba tratando de camelarse al misterioso desconocido.

Leo termino de encender el fuego. En teoría. Marcus le estaba ayudando, pero en cuanto sonó musica, el chico se puso a danzar alrededor de las llamas. Quiza fuese la cerveza, o las estrellas o la musica, pero una sensación maravillosa le invadió. Supo que aquella noche iba a ser uno de esos momentos que uno no olvida en toda su vida, Un éxtasis o revelación sobre si mismo. Era tal su entusiasmo que se olvido del móvil.

-¡Por supuesto!- La chica tomo el vaso vació y esperó a que Al se lo rellenase, Cogió el vaso a medias de Al para que este tuviese las manos libres. Cuando ambos vasos estuvieron llenos, la chica se tomó el primero de un trago, se lo devolvió vacío a Al y le dio un pico en los labios, asegurándose de hacerlo cuando Candy mirase. Despues les sonrió y se marcho con el vaso lleno. -Voy a ver que se cuece por ahí- comentó encaminándose hacia las hogueras y haciéndose la interesante.

Kelly miró en todas direcciones, ni de palo habían traído "mierdas para hacer fuego" (Aka troncos) Ella prefería adoptar la estrategia de la tía pili (acoplarse en casa de los parientes para pasar un par de días y quedarse un mes) Evaluó las hogueras disponibles: Las dos reinas (en sus propias palabras "le sudaba el coño" si Renata o Dannielle ganaban la guerra que tenían por la corona): ni de coña. Wyatt... no, demasiado mal humor en el aire... Leo... Si, Leo estaba "que se le caían a una las bragas" y Markus parecía que estaba de buen humor, así que se marcho para allá y dos minutos después estaba bailando "en plan guarro" con Markus aunque era evidente que no estaban flirteando sino pasándoselo pipa con la musica.

No lo sé.

Respondió Al a la pregunta de Candy, después rellenó el vaso de Vanessa y no rechazó el beso como pago, aunque sabía que aquel beso no era para él, se encogió de hombros y miró aquel trasero marcharse antes de encaminarse hacia el Rey, que venía en compañía de la Deportista. Su sonrisa se afiló como la de un lobo.

¡Roland! Se te ve en buena compañía. ¡Holly! ¡Bonito bañador! No usas de esos en clase... ¿dónde lo has comprado?

Tras mostrar sus dientes alzó el vaso hacia uno de los nuevos, el español, pero sin moverse.

¿España? ¿Olé olé? -preguntó, alzando la voz- Hay vino chileno.

Señaló con la cabeza una de las bolsas que había traído. Vio como unos y otros comenzaban a montar diferentes hogueras, él por el contrario se desabrochó la camisa para quitársela y también hizo lo mismo con los pantalones, para mostrar un bañador morado. Libre de ropa se sentía mejor, observó alrededor, pero aún no hizo nada más, salvo terminarse la copa y servirse otra.

Deveraux torció el gesto al escuchar la respuesta del nuevo, quedó un poco confuso, no sabía si estaba consiguiendo flirtear o era un hetero-aburrido que se iba a resistir a sus encantos, cuando iba a proceder a seguir con sus "sutiles" intenciones la reina entró en escena, Dorian pasó su brazo por la cintura de la reina sujetandola de forma cariñosa - Danny, esta zorra es Matty - le dijo a la reina guiñandole un ojo al nuevo - ella es... la chica más maravillosa del insti.

Cuando el rey se acercó y le saludo no perdió la oportunidad - ¿Que pasa zorra? - le dijo guiñandole un ojo y añadiendo un mordisco para luego dirigirse al grupo aunque en especial a Candy - Oye ¿porque no estamos borrachos todavia?

Como era de esperar en una fiesta donde la gran mayoría se conoce, todos iban y venían de una hoguera a otra, saludando a unos y a otros sin llegar a asentarse.

Eddy miraba a todos, tratando poco a poco de relacionar caras con nombres cuando la pelirroja cogió el iPod que le ofrecía y puso música. Lo cierto era que no resultaba complicado encontrar algo del gusto de todos ya que aquel reproductor de música tenía de todo.

Cogió la bolsa de patatas y le tendió una de las cervezas. - Claro, ¿por qué no? - respondió cogiendo la lata.

La gente seguía llegando, al final habría más gente en aquella playa que en el resto de la isla. Eddy dio un par de sorbos a la cerveza, mirando de nuevo a la pelirroja. - Las patatas son para todos, además de la bebida que he traído, con una condición. Que cuando alguna nevera se quede un poco más libre, metamos mis bebidas en las neveras. Al fin y al cabo, ¿a quién le gusta la cerveza caliente? - dijo con una sonrisa en el rostro, haciendo gala de su característico buen humor natural.

Durante unos instantes, se quedó escuchando las conversaciones de las personas que le rodeaban, encontrando en una de ellas algo que le llamó la atención. El que parecía ser el otro nuevo de aquel curso tenía algo diferente al resto. Un acento que Eddy sabía reconocer. - ¿eres de España? - preguntó finalmente en un casi perfecto español. Tal vez lo hubiera dicho en algún momento, pero lo cierto es que Eddy no se acordaba de haberlo escuchado.

Mientras seguía atento a lo que iba pasando por todas partes, y esperaba la respuesta de Matias, dio un par de sorbos más a la lata y empezó a despojarse de la camiseta de tirantes que llevaba. Mejor era darse un baño en aquel momento antes de que la noche se cerrara más, impidiendo que se pudiera ver.

Danny dio gracias a que vino Dorian y la cogió de la cintura, porque si no se habría desmayado allí mismo. Sus ojos se abrieron y hasta le costaba tragar. Su amigo le estaba presentando a alguien y como buena reina, respondió y sonrió al presentado.

Encantada y bienvenido. Se llevó una mano a la garganta. Me ha entrado sed de golpe. Si me disculpáis iré a por algo de beber. Algo muy fuerte. Piensa para sí. Cualquier cosa que necesites, no podrías estar mejor acompañado. Dice refiriendose a Dorian, con una sonrisa menos brillante de lo normal.

Dicho esto, se dio media vuelta y se dirigió en dirección contraria a la que estaba. No iba a quedarse viendo esa escenita ni un segundo más.