Partida Rol por web

Las marcas de arrastre y las huellas procedentes del carromato llevan a las ruinas erosionadas por el tiempo de una antigua estructura. Nada queda por encima de la superficie excepto el muñón de una pequeña torre, y piedras amontonadas donde se encontraban sus muros protectores. Montones de arena, y resistentes matorrales rodean los muros. En la base de la torre, descubrís un tramo de viejas escaleras de piedra que descienden hasta una puerta de doble hoja.

Kriv observa la torre unos instantes, imaginando como debía ser originalmente y que pudo llevar a su abandono y erosión.

No sabia si las leyendas de que antes todo era verde eran ciertas, pero imaginar ese panorama solo añadía tristeza al lugar.

El Dray contempló la posibilidad de hacer guardia fuera de la puerta hasta que sus ocupantes salieran a por otra presa ... pero la posibilidad de que hubiera supervivientes destinados a ser comidos o peor desalentaba esa posibilidad.

Bajó por los escalones y apoyó un lado su reptiliana cabeza en la puerta, escuchando si había alguien detrás de ella.

Mientras Kriv pegaba su oído a la puerta y escuchaba, Chaedi rebuscó por el suelo y lo que quedaba de los muros, buscando algo que le llamara la atención. Parecía un topo husmeando por los rincones, acuclillada, silenciosa.

Parece que no hay suerte.

Lanza una mirada hacia atrás para saber quien está cerca de el y si tiene que abrir la puerta o esperar.

Vayamos con cuidado!!

No sabemos lo que podemos encontar, ni siquiera sabemos que clase de criaturas pueden habitar ahora los restos de esta construcción.- Dijo en un susurro

Kavaki bajó junto a donde estaba Kriv y miró las pesadas puertas.

- No tiene sentido esperar aqui eternamente. Y supongo que si es una emboscada es mejor que yo vaya primero - dice antes de empezar a abrir la puerta

Kriv hace un gesto con la mano, como cediéndole el paso.

Luego prepara su espada y se pone detrás.

Luusi se colocó a un flanco del grupo y comenzó a recitar unas ensalmaciones, preparando sus hechizos, para esta vez, intentar desempeñar un papel más importante en la batalla.

- Ten cuidado, Kavaki. - Dijo al mismo tiempo que sacaba su maza de la funda y se preparaba para lo inesperado.

Abrís la puerta.

Esta gran bóveda guarda unos cuantos sarcófagos antiguos de piedra, y una cisterna baja llena de agua. El techo está parcialmente colapsado, y se han formado grandes montones de cascotes.
La habitación está invadida de un rancio olor a reptil. Restos inmundos consistentes en huesos mordisqueados, cajas de embalaje rotas, y pieles hechas jirones, cubren el suelo. Los carreteros
desaparecidos están atados en una alcoba, contra la pared más lejana. Dispuestos a través de la sala hay otros cinco correpolvo y un salvaje reptiliano más alto, un ssurran. Sisean desafiantes cuando os ven.