Partida Rol por web

Luusi, desde dónde se encontraba, podía ver muy bien a uno de los enemigos.

Comenzó a mover sus manos delante de su abdomen, en movimientos circulares mientras estas se tornaban rojas fuego...

Dos esferas igneas aparecieron en su mano mientras sus ojos, antes claros, ahora refulgían con un color igneo, con llamas que salían por ambos lados de sus ojos, como dos pequeñas hogueras.

Levantó sus manos con celeridad, y una columna de fuego nació desde la tierra, golpeando al correpolvo más cercano con un golpe de fuego.

El flamígero ataque de Luusi impactó certeramente en el CR3, dejándole muy justito de fuerzas.

Kavaki vuelve a atacar al incitador, propinándole un recio golpe

El fuerte ataque de Kavaki hiere al incitador, pero no consigue tumbarlo.

En su turno, el incitador ataca a Kavaki con su espada de hueso y acierta: 6 pg.

La espada de hueso se hunde en el abdomen de Kavaki y sólo la pura fuerza de voluntad de este evita que caiga al suelo y empiece a desangrarse. Sin embargo las heridas del goliat gladiador son terribles y es evidente que si no recibe asistencia médica en breve, caerá. Es imposible darse cuenta del gesto de dolor y el tambaleo del gladiador

Adran sedió cuenta de la dificil situación en la que se encontraba el gladiador, si alguien no hacía algo caería, pensó en acercarse, pero sus heridas eran demasaido graves.

En su mente soo había una palabara, debía hacer algo.

Adran se acercó espada en mano y al grito de

MUERE !!

Su espada aravesó a la asquerosa criatura de parte a parte

Adran, con valentía sin igual pese a sus graves heridas, ataca al CR3 finiquitándolo de un certero golpe.

El Dray se mueve para flanquear al reptil restante y meterle tres palmos de espada* por la espalda.

Kriv ataca al incitador, pero falla.

El ataque de Chaedi hiere profundamente al incitador, que sin embargo se resiste tozudamente a caer.

- Necesito curación - musita Kavaki a punto de desfallecer

Ya de nuevo entre ellos, de nuevo en el mundo ni que sea de arena y sangre, Chaedi acaricia la piel de su tamboril, mientras repiquetea en él. Canturrea, agazapada, hecha una bola terrosa.

A su canto el Oso espiritual abre su boca enorme, y enseña unos colmillos afilados como dagas, grandes como dagas. Y se lanza contra el cuello del último correpolvo, el incitador, que a pesar de sus heridas se ha revuelto furioso en su último ataque...

Chaedi invoca de nuevo a su compañero espiritual, que asesta un terrorífico golpe el último monstruo, pero éste parece tener una fuente de vida infinita, porque sigue de pie y se prepara para atacar a su vez.

Luusi se concentró.

Sabía que tenía que terminar esto ahora mismo, sino, todo podría acabar mal.

O peor.

Uno de sus compañeros estaba al borde de la vida y la muerte y el otro, Kavaki, estaba a punto de caer debido a los golpes que le habían propinado.

Entonces Luusi actuó.

Dos nubes de dagas comenzaron a crearse arriba de su cabeza, sus manos se movían mientras estas danzaban sobre su cuerpo, buscando un objetivo, esperando una órden de la maga para salir en busca del único enemigo que había en el lugar.

Entonces ella se movió.

Se movió lo justo para que su hechizo cayera sobre el enemigo y en ese momento, una lluvia de dagas el doble de grande, hizo llover muerte sobre el último correpolvo.