Partida Rol por web

En un rápido movimiento, el drow disparó su brazo y agarró la garganta de la mujer. Pero al contrario de lo que en un principio mostraban sus intenciones, no hubo presión, ni asfixia. Sólo susurros...

- ¡Escúchame bien, mujer! Llevo ciento trece años aguantando palizas y latigazos de gente a la que temo y respeto más que a ti y no voy a permitir que ninguna "mascota" se imponga.

Con la otra mano, el drow desata su cinturón y lanza su espada a unos metros a la izquierda.

- Si quieres solucionar algo, hagámoslo ya.

"¡Por fin! Pero ¿qué es este sentimiento? Atento Vraek..."

El guerrero afloja su presa y retrocede unos pasos mientras se desabrocha la capa y la arroja al mismo lugar donde cayó la espada.

-Eres idiota si piensas que voy a pelear contigo, drow, ¿para qué? ¿qué solucionaría con ello? Yo también he pasado demasiado como para que tus palabras me afecten- diciendo esto le dio la espalda a Vraek y comenzó a caminar hacia sus compañeros- Ya te lo dije, no pienso matar a nadie si no es por dinero. Si no puedes respetarme, limitémonos a no hablar.
A pesa de su aparente tranquilidad, tenía firmemente agarrada una daga arrojadiza en una mano.
No debes permitir que te afecten sus palabras, ¿qué tiene de importante este maldito drow? Sólo alejate de él y evitarás problemas

-Pues si.-dije- creo que ya sabe la causa de que este distraido, ¿no?.
-Pues si, son esos dos que llevan todo el camino peleandose, pero de una forma especial.-le dije con un poco de prisa.
-¿Te apuntas a venir a ver que están cuchicheando estos dos?.-le dije esperando un si.

De nuevo un brusco movimiento y un tirón hicieron detener a la mujer. Vraek agarraba fuertemente su brazo izquierdo con su mano derecha. Sus ojos despedían chispas bajo aquélla luna, pero fue otro reflejo, causado por la misma luna el que lo frenó. La luz se posaba suavemente sobre la piel de la mujer. Las duras palabras murieron en los labios del guerrero...

"Otra vez... ¿Qué demonios me ocurre?"

La presión de su mano afloja, sus ojos pierden ese brillo amenazador. El drow aparta la mirada intentando disimular su aturdimiento con sus cínicas palabras.

- ¡Lárgate! No mereces una gota de mi sudor -tras lo cual añade algo para sí en su propio idioma- Ighfra dessil...

La suelta definitivamente y, dándole la espalda, se dirije hacia donde se ecuentran sus cosas...

No le niego, señor Flip, que es algo interesante... pero, hay cosas que se deben dejar en privado... tanto el problema como la solución... Claro que si tiene tanto interés, es libre de hacerlo, pero yo no me incluyo...

Al decir esto, Kenth inunda su naturaleza de gnomo entrometido, pero es algo que siente necesario...

Xhanty sintió un repentino ataque de pánico como reacción instintiva al brusco agarrón del drow. Sacó sutílmente su daga con la mano que le quedaba libre, un rápido movimiento hubiese sido suficiente para que esta terminase clavada en el abdomen de Vraek.
Vamos estúpida, reacciona, esta es tu única oportunidad antes de que te haga añicos- la joven clavó su mirada en los ojos violáceos ojos del drow, buscando en ellos una pizca de humanidad, entonces algo la detuvo- No quiero hacerlo...
En ese momento, y sin una explicación clara, el drow la soltó. Xhanty respiró aliviada, pero no se movió del sitio, sino que se detuvo un momento a observar el cuerpo del drow moviendose entre las tinieblas de la noche, recogiendo de lo que momentos antes se había desprendido.
Una sonrisa siniestra se dibujó entonces en su rostro acompañada de una leve sensación de poder.
-¿Un drow sintiendo compasión?- le dijo sin poder evitarlo, justo antes de desaparecer de la escena y unirse a sus compañeros.

-Vale.-le contesta Flip con una voz un poco acelerada.
-Mejor para mi, asi no tengo que aguantar con un peso mas y puedo pasar desapercivido mas facilmente.-pensó el pequeño gnomo.
Sin mas rodeos se dirigio al sitio donde estaban Xhanty y el drow, se coloco en un lugar donde ninguno de los dos le podian ver.

Tras la última frase de la mujer, el orgullo de toda una raza afloró y en un único movimiento, desenvainó su espada y la lanzó justo donde momentos antes se encontrara la mujer, que desaparecía entre la vegetación del lugar. La espada cimbreaba clavada en un tronco con ese sonido característico...

- No te confundas, mujer. Nosotros no sabemos qué es la compasión... -susurra.

Tras ajustarse de nuevo el cinturón y la capa, recupera sus espada de un fuerte tirón, poniéndola en su vaina. Alza su mirada hacia la luna y toma el camino de regreso al campamento.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Xhanty al oir el metal de la espada de Vraek clavarse en el árbol. Él sabía que ya te habías marchado, sólo pretendía asustarte. A pesar de estos pensamientos, la chica se sintió aliviada al llegar a donde se encontraban el resto de sus compañeros. Ignorando algunas miradas inquisitivas, Xhanty se dirigió hacia donde yacía Dalamar, se inclinó hacia él y le preguntó a Akiro.
-¿Ha habido alguna mejoría en él?

-No le cuesta tragar ese maldito liquido de moco, o lo que sea, y la Espada Matadrago.., la espada de Dalamar no es frecuente en Zyrion jejeje.- digo sonriendo y miro fijamente a Dalamar.

Tras el intento fracasado de fisgonear la conversación de Xhanty y el drow, se dirigio a la hoguera, y se puso en el sitio que iva a ser su cama por esa noche.
-Bueno chicos, hasta mañana, que tras un dia tan activo un pequeño gnomo como yo necesita descarsar y relajarse un poco.-dice con un tono general para todos los miembros que formaban el equipo de aventura.

Ya es un nuevo día,tenéis la sensaión de estar atados algo, os cuesta abrir los ojos por el sol en el cielo despejado sin nubes, alrededor vuestro podréis ver que hay hombres, unos 9, llevabn, espadas cortas, hachas, un par de ellos portan un arco largo y todos con armadura de cuero.

De repente entre esa compañía aparece Dartacan, parece enfandado ya que os mira a todos, que estáis atados en un poste:

-Os dije en el Lago de la Media Luna, hay os dije, no llegasteis, y os veo aquí acampando al aire libre.- me acerco a Xhanty y susurrandole.- No me gusta que la gente no cumple con lo debido.

-Que yo recuerde no dijo hora, señor- le dijo ella tratando de contener la rabia que sentía, ¿cómo se habían atrevido a tratarla de semejante modo?- No creo que este sea el mejor modo de tratar con mercenarios si de verdad le es necesario contratarlos para esos trabajitos que mencionó en la taberna, desde luego no es un buen método para ganarse su confianza... ni su lealtad.- su voz no pudo evitar el mostrar un pequeño asomo de amenaza a pesar de no hallarse en la mejor situación para ello.

Kenth despierta casi en pánico... con una inspiración profunda como si hubiese muerto y ahora volviese a la vida... Con un tono seco de recién despertado, Kenth se dirige a los "nobles caballeros"...

Disculpen, señores... ¿qué está sucediendo aquí?

-Ehem... maese Dartacan. Como tiene usted la cara de no decirnos hora y además atarnos a estacas como vulgares perros. ¿Sabe lo que es la tolerancia? Porque como sea usted tan amable de desatarnos me gustaría charlar con usted un rato...

-Pues mira no tengo el placer de desatar a un aprendiz de mago rúnico, la verdad no tengo ni siquiera tiempo de oiros. ¿ Venís conmigo? o ¿ morís?.- digo sacando mi espada y mis hombres en posición de combate...

Kenth busca con la mirada a Bernard, esperando algo de comprensión por las palabras que diría ahora...

Yo iré... tengo algunas cosas que quisiera conversar con usted, señor Dartacan... me encantaría que me desatara a la brevedad para proseguir con este viaje... no es que no me guste que me lleven, pero me incomodan las cuerdas....

Dice esto con tono calmado y alegre, esperando que lo liberen pronto...

-Yo también iré, no ls vendrán mal unos refuerzos a vuestras débiles armaduras...

Xhanty alzó la cabeza con gesto orgulloso, aquello no le gustaba nada y no creía que les fuesen a pagar por el trabajo.
Sin embargo no opuso resistencia a acompañarles. La vida de una asesina valía más que su orgullo, ¿de qué servía el orgullo cuando estabas muerto?