Partida Rol por web

- Si vas con ella no podrá ir corriendo a cuatro patas, tendría que esperarte, y se pierde su mejor baza. O va sola o vamos todos. No me parece mala idea que vaya sola, si promete huir en caso del más mínimo problema, y si es capaz de olfatear esos muertos para anticiparse a una emboscada.

Me crucé de brazos ante las palabras de Alese. 

La idea de visitar a Madame Eva fue mía, así que yo iré. No entiendo por qué tiene que ir sola, exponiéndose al peligro. ¿Y si la tienden una emboscada y no puede huir? Sólo pensamos en las alternativas color rosa.

Pero todos sabemos que esta vida no es de ese color y que, si algo malo puede pasar, es más que probable que pase.

Yo voy a ir a ver a Madame Eva. Si tu sientes la necesidad de ir a la capilla, ve.

Envy estallo en una carcajada al escuchar la testaruda protesta de Quenya y darse cuenta de la naturaleza de su idea de ir corriendo a cuatro patas. Se reia alegremente, algo que contrastaba bastante con el lugar, el pueblo... bah, con el mundo entero.

Y mientras hacia esto tomo su cimitarra y con la funda y se la paso a Alese quien era la unica desarmada, aun cuando no la supiera usar, tal vez le seria util. -Ten, cuidamela mientras no estoy- Luego quitandose su pequeña bolsa, en la cual llevaba todas sus poseciones, siguio con su ropa, tanto su holgada vestimenta como su ropa interior, sin pudor alguno ante miradas de sus compañeros masculinos o quien desde adentro de la taberna espiase, y guardo todo en su bolsa, en donde desaparecio "magicamente" sin generar abultamiento o cambiar de peso.

Presentaba un cuerpo joven, sin cicatrices mayores, solo una pequeña en su hombro izquierdo, incluso las de las flechas con punta de plata no desaparecian del todo.

-Hagamos esto Quenya, tu me ves salir ahora, si crees realmente que podrias correr a mi par me sigues...- Le dice sonriendo, sabiendo ella que al menos que fuera a caballo o tuviera la forma de volar seria imposible. Luego dio su bolsa tambien a Alese casi distraidamente. -Cuida tambien de esto-

Luego ya miraba bien en la direccion en que les habian dicho que se encontraba el campamente de Madame Eva. Se separo unos pasos del grupo, y luego se giro hacia ellos. -Intentare volver pronto, no se preocupen, no estoy indefensa, aun me quedan trucos bajo la manga, vallan a la capilla, cuiden a Thokk, me comunicare con Ocaso para saber donde estan y encontrarlos rapido-

Luego ya estaba dando un primer paso, cuando se volvio a dirigir a Alese. -Ah, me olvidaba, si cuando vuelvo estan luchando, me acercare a ti Alese, cuando cambie de forma, desenvaina mi cimitarra y arrojala al aire- Luego sin mas solto las ataduras de su bendicion, y un calor arraso por su cuerpo, junto a un dulce dolor de su cuerpo, cambiando, hueso, musculo, piel y carne. Al segundo, solo habia ahi una loba, fuerte, del pelaje negro, que era identico al del cabello de su forma humana. Luego solo corrio...

Una vez más, mis palabras eran ignoradas. La furia me invadió por un momento, así que no tuve ningún reparo en decirlo

No te molestes, Envy, pero tu no eres muy diplomática que se diga. ¿Gritarás también a Madame Eva si no te da la información o no te deja entrar en su casa? 

Se desnudó y cambió de forma. Claro, seguro que cualquier persona deja entrar a una mujer lobo en su casa, ¡bravo por la idea! grité enfadada.

Cogí las cosas de Envy de las manos de Alese y, a mi ritmo, fui tras Envy sin esperar a nadie

Alese se encogió de hombros, y comenzó a caminar tras la mujer verdosa.

Finalmente te transformas en lobo y te marchas de allí sin llegar a saber bien cuál es la decisión de tus compañeros si será solo Quenya la que te siga o serán todos.

El caso es que te marchas corriendo de allí, moviéndote prácticamente el doble de lo que lo haría un humano normal. 

Avanzas por el camino que indicaron los hombres de la taberna hasta que llegas a un río. El Río Ivlis, cuando te paras por un momento a mirar a tu alrededor ves que un bosque envuelve la vereda oeste del camino. Cruzas el río y observas el lugar, parte de tu instinto te indica que en el bosque sería un lugar feliz para ti, parece que haya animales semejantes a ti, más lobos, escuchas los aullidos que proceden de allí. El Bosque de Svalich parece tener gigantescos árboles y todo ello se ve envuelto en una bruma gris

Evitas distraerte con los aullidos de los lobos y continúas por el camino que te indicaron hasta llegar a una encrucijada:

Un viejo patíbulo de madera cruje bajo el gélido viento que sopla desde las tierras altas del oeste. Una cuerda deshilachada oscila en el travesaño del cadalso. El camino se divide en dos en este punto; un letrero enfrente del patíbulo apunta en tres direcciones: "Barovia" al este, "Estanque Tser" al norte y "Castillo Ravenloft" al sur.

Al otro lado del camino, un muro bajo, medio derruido en algunos puntos, rodea un pequeño grupo de tumbas; lo más probable es que en ellas descansen los que en su día bailaron al extremo de la soga.

Un grito llama tu atención, puedes ver como un hombre vestido con una armadura carga hacia el cementerio, mientras desenvaina una brillante espada de plata sin frenar su carrera. Un cuervo negro como sólo puede serlo un cuervo, vuela cerca de su hombro. Entonces puedes ver tres borrones de aire más oscuro, que lo rodean como si fuesen sombras proyectadas por las nubes. El hombre tiene el cabello largo y oscuro, así como una barba bien cuidada. Viste una armadura completa y empuña con destreza un escudo y una espada larga. Un amuleto con forma de cabeza de cuervo cuelga de su cuello.

Wolkot se encogió de hombros, y comenzó a caminar tras Alese.

Igor con Ocaso los siguió a todos.

Alese miró hacia atrás y soltó una cristalina carcajada.

- Quenya, espéranos, es absurdo que vayamos todos en fila de a uno.

Envy solo empieza a correr, y goza de esto. Se siente al fin libre, siente el suelo en sus almohadillas en sus patas, sus sentidos se extienden, y casi vuela sobre el suelo. Libertad, la mas pura y libre libertad.

Al avanzar, no puede evitar escuchar los sonidos atractivos del bosque, los lobos, todo lo que ella podria desear, pero no. Ella tiene una mision, y no piensa fallar. Por lo que los ignora y sigue corriendo estando atenta a peligros.

Solo se detiene al llegar a una encrucijada al ver como el camino se divide. Todo esta calmo, hay un cartel, y mas alla un cementerio. Solo se posa un segundo a pensar, mientras saca su lengua a fuera tomando algo de aire.

Al parecer una persona se acerca, esta siendo ascediada por valla a saber que criatura. pero ella no puede evitar reconocer por el brillo y valla a saber que sentido extra de lobo, que su arma esta hecha en plata. Mala juntas para ella. De todos modos, ella tiene deberes que hacer, y aun sintiendo una leve culpa por dejar al hombre solo, sigue camino al norte como dijeron los hombres... al Estanque Tser en busca de Madame Eve.

Avanzas por el camino que indicaron los hombres de la taberna hasta que llegas a un río. El Río Ivlis, cuando te paras por un momento a mirar a tu alrededor ves que un bosque envuelve la vereda oeste del camino. Cruzas el río y observas el lugar, escuchas los aullidos que proceden de allí. El Bosque de Svalich parece tener gigantescos árboles y todo ello se ve envuelto en una bruma gris.

Evitas distraerte con los aullidos de los lobos y continúas por el camino que te indicaron hasta llegar a una encrucijada:

Un viejo patíbulo de madera cruje bajo el gélido viento que sopla desde las tierras altas del oeste. Una cuerda deshilachada oscila en el travesaño del cadalso. El camino se divide en dos en este punto; un letrero enfrente del patíbulo apunta en tres direcciones: "Barovia" al este, "Estanque Tser" al norte y "Castillo Ravenloft" al sur.

Al otro lado del camino, un muro bajo, medio derruido en algunos puntos, rodea un pequeño grupo de tumbas; lo más probable es que en ellas descansen los que en su día bailaron al extremo de la soga.

Un grito llama tu atención, puedes ver como un hombre vestido con una armadura carga hacia el cementerio, mientras desenvaina una brillante espada de plata sin frenar su carrera. Un cuervo negro como sólo puede serlo un cuervo, vuela cerca de su hombro. Entonces puedes ver tres borrones de aire más oscuro, que lo rodean como si fuesen sombras proyectadas por las nubes. El hombre tiene el cabello largo y oscuro, así como una barba bien cuidada. Viste una armadura completa y empuña con destreza un escudo y una espada larga. Un amuleto con forma de cabeza de cuervo cuelga de su cuello.

Continúas avanzando ignorando al individuo que está luchando contra las extrañas criaturas, decides continuar tu misión y seguir adelante en busca de Madame Eva. Finalmente llegas a lo que parece el Estanque Tser.

La cúpula de bruma y ramas que hay sobre vuestras cabezas se abre súbitamente al cielo, aunque negras nubes de tormentas lo cubren por completo. Un círculo de coloridos carromatos y varias tiendas dispersas se apiñan alrededor de una gran hoguera, mientras un puñado de hombres y mujeres de vestidos llamativos se sienta en silencio cerca de las carretas. Al otro lado de este campamento, un pequeño lago refleja el iracundo cielo que se cierne sobre él.

Alese no duda ni un instante, acercándose un poco eleva su símbolo del Sol y pronuncia unas palabras hasta que un globo de luz la envuelve y se expande hasta alcanzar la zona donde el hombre parece luchar contra las sombras.

No me asustó tanto movimiento de pronto. Ya me parecía algo hasta normal por esas zonas.

Saqué mi arma y me preparé para el combate acercándome un poco al lugar donde provenía el hombre con su cuervo

Wolkot vio como atacaban a un camarada acorazado. Rápido, reacciona.....coff cofff. Casi le entra un ataque de tos por el esfuerzo, pero llegó a su destino.

Te ayudaremos, camarada.- dijo intentando acertar en una de aquellas extrañas sombras.

Muchas extrañas criaturas deambulaban por aquellas tierras.

Ella siguio su curso, lamentando en algun punto no haberse detenido por aquel pobre diablo. Podria haberlo ayudado, pero tenia cosas que hacer, y si iba por el camino distrayendose con cada uno que estuviera en problemas en este perverso mundo, pues no podria recorrer ni dos pasos.

Con lo cual siguio avanzando hasta llegar a un circulo de caravanas el cual parecia dar con la apariencia de donde imaginaba que estaria esta mujer, ahora... ¿Cual era?.

Ella se quedo a una distancia prudencial por un momento, acercandose y escuchando, tal vez conseguiria alguna informacion antes de mostrarse, cualquier dato le podria servir para saber como y con quien tratar del grupo. Pero al parecer era una noche silenciosa para estos hombres, ya que no parecia que ninguno hablara.

Con lo cual opto por arriesgarse, asi que controlando su cuerpo, tomo forma humana de nuevo, quedando desnuda de nuevo. Solo esperaba encontrarse con un grupo de personas... no malas.

Se acerco por el lado que dejaran de avertura en el circulo de carromatos, estando lista siempre a cualquier cosa. -Disculpen buenas gentes... ¿Podria alguien ayudarme?- Pregunto con una pequeña sonrisa timida -Busco a Madame Eve-

Igor al reconocer al enemigo y ver el peligro al  que se enfrentaban, se movió para flanquear a uno de los no muertos. Tras hacerlo atacó con sus armas mientras Ocaso se mantenía a su lado.

Urik no selo pensó dos veces. Cuando su ser detectó ese esomo de maldad en el cementerio no se lo pensó. Cargó contra la sombras que, poco a poco, tomaban forma.

Mientras desenvainaba su espada, Hurnn salió volando en dirección a las sombras. El enorme cuervo, mucho más grande del que cualquiera huibiera visto nunca, se lanzó hacia las sobras momentos antes de que el humano cargara contra ellos.

Un grito desgarrado surcó el viento justo cuando el humano descargó su espada contra una de las sombras. Su furia no tenía límite, no si delante se encontraba un engendro del mal.