Partida Rol por web

Calabaza... En fin...

No estaba de acuerdo con la decisión de mis compañeros y así lo exprese

Sigo en mi postura. Yo voy a ver a Madame Eva. Puede que sepa lo necesario, puede que no, pero no me precipitaré en más ataques sin saber algo más.

Id con ellos, no importa. Soy fuerte, poderosa, guapa y sexy. Y si me atacan y no puedo con ellos, también se correr. Así que aquí nos separamos

Llevé una mano a mi boca y les lancé un beso a todos... Bueno, a mis compañeros, a los santísimos les lanzaría sólo por un precipicio.

Nos veremos, supongo

Y me encaminé hacia mi destino

No me habeis entendido, yo ire con ellos si aceptan mi ayuda, el resto creo que deberiais ir a ver a Madame Eva. - se explicó Thokk

- Pues a mi van a tener que aguantarme, jijiji... -dijo Yoru al semiogro. Después le hizo una seña- Vamos grandullón... que todos te han entendido perfectamente... Ellos con la madama esa... Tu yo con los ilimadillos esos, como un par de amigos de toda la vida yendo de juerga... Nos ligaremos unas cervezas y nos beberemos a unas guapas jovencitas... ¿Vienes o que?

bien , creo que hemos tomado una decisión y lamento ver como nuestras diferencias han sido lo bastante fuertes como para separarnos.Me dirijo a Yoru mirandole fijamente .Yo os estoy muy agradecido por la ayuda que nos prestasteis y espero que nunca tengamos que devolveros el favor pero si eso llegara a pasar nunca me permitiría regodearme con la situación.Hago una reverencia amodo de saludo y me posiciono al lado de mis compañeros iluminadores.

-Bien, si es lo que tu decides Jefe...- Dijo sin poder sentirse algo extraña, ante la decision de Thokk. Al parecer, el musculoso tenia sorpresas por todos lados. -Entonses, el resto vamos a por Madame Eva, y luego nos volvemos a juntar-

-Espera Quenya, nosotros vamos contigo!- Al ver que la chica verde ya estaba tomando camino, y se separaba de ellos. Con lo cual empezo a correr en su direccion, para apenas dados unos pasos, girarse y con sus dos brazos extendidos hacia abajo y con expresion de impaciencia. -Vamos, ¿que esperan? Ya hubo suficiente chachara, esta decidido, a moverse-

El veterano guerrero iría donde la joven Alese fuera

Igor tras no ver contestada su pregunta y que el grupo se enzarzaba en un nuevo debate airado se retiró hasta donde se encontraba Leo y esperó entre paciente y resignado a que la diatriba concluyera sin prestarle mayor atención, ni siquiera a las payasadas de Yoru, más atento a que aquellas voces fuera de tono pudieran atraer a desagradables visitantes.

No sabía que llevaba al caballero de su lado a esperar allí, el sullo era claro, no sabía ni donde se encontraba la Madame ni donde se encontraba el santuario, y con tanto no muerto por allí suelto no le apetecía deambular por aquél pueblo sin un rumbo fijo.

- De acuerdo Tokk, iré a ver a esa señora, diles a los iluminadores que no tengan prisa, intentaré convencer al grupo de que tras hablar con esa Madame vayamos hacia la capilla. Yoru, procura no entrar en pelea, si os atacan ven a buscarnos rápidamente para poder ir en su ayuda. Nosotros haremos lo mismo.

Escuchó tranquilamente las palabras de la pequeña curandera con cara impasible, no pudo evitar sonreir al oir el sermón, era lo que le quedaba por escuchar, prefirió no responder... y asintió una vez más.

Estaba empezando a hartarse bastante de la panda de desquiciados que andaban por ahí sueltos, como podía ser que levantaran por encima de su cabeza a un compañero y acto seguido el mismo se prestaba a ayudarlos, tan pronto los odiaban como sentián pena por ellos y para colmo tenían que ir acompañados por el farsante, pero no podía quejarse había pedido ayuda y se la prestaban. Gracias Thokk, tu brazo es bien recibido, Pelor ha de recompensaros por vuestras acciones, una cosa os he de pedir, dejad a mi orden en paz, vivid vuestra vida como deseeis pero absteneros de denunciar la nuestra...

Miro de soslayo una vez más al elfo chiflado y emprendió el camino con ánimo...

Me parece bien - dijo Thokk. -Desde ahora hasta que volvamos a juntarnos todos, obedecere lo que tu digas Ashlyn.  Luego se acerco Haiayel, Te pido disculpas, en ocasiones soy algo impulsivo. -dijo tendiendole una mano en señal de amistad. Tened cuidado chicos!  Se despidio Thokk del otro grupo mientras saludaba con el brazo.

Me sorprende en sobremanera esa forma de actuar de Thokk, hace solo unos momentos me parecía un auténtico bárbaro solo capaz pensar con los músculos, pero aquella petición de disculpas...

-Te pido disculpas yo también, pues estaba equivocado: una bestia no reconocería un error. - Contesto con total sinceridad.

Estrecho su mano, es una situación rara con la diferencia del tamaño de las manos. Solo espero que no apriete demasiado.

Alese vio la sonrisa condescendiente de la paladina, pero prefirió no añadir nada más.

Realmente se creía superior a todos, eso parecía obvio, pero la experiencia de Alese le indicaba que ese tipo de rasgos de personalidad eran tan profundos que muy difícilmente cambiaría. Como consecuencia práctica estaba el problema de la desunión que eso causaría en el grupo, por lo demás le daba igual, no había pensado en ningún momento que pudieran ser amigas, así que no lo sintió como un fracaso o una traición. Sólo era alguien con quien combatiría un tiempo antes que los caminos se separasen.

Lo único que lamentaba era que alguien así proclamase su fe en Pelor, hacía su trabajo mucho más difícil.

Yoru asintió, con dos dedos sobre su frente a Alesse y el gió un ojo, cómplice.

Luego, el elfo chiflado olfateo a la paladina, y después hizo lo propio con aquellos dos que parecieron rectificar y se dieron la mano.

- Veis como cuando quereis ya no apestais tanto... -dijo con un encogimiento de hombros- Un poco de perfumado sentido común y unas gotitas de respeto hacen un aroma maravilloso... -entonces dió unos pasitos rápidos hasta colocarse junto a Ashlyn, a quien giró el rostro con una amplia sonrisa y clavó su desquiciada mirada mientras caminaban

- Vos y yo no somos tan distintos, ¿sabeis milady...? -le dijo el elfo chalado, en un susurro, a la paladina; su tono ahora completamente serio y cabal, como si lo que hubiera dicho fuera un axioma divino o un dogma, más que una opinión- Pero eso es algo que vos aun no habeis descubierto... Pero tranquila, ya lo descubrireis... -y haciendo aparecer de la nada un sombrero sobre su cabeza, el elfo hizo una elegantísima genuflexión, volvió a colocarse el sombrero, el cual volvió a desaparecer, y se descolgó unos pasos hasta ponerse a la altura de Orphanos. Allí instalado, comenzó a silvar una cancioncilla pastoril, digna de un niño de 5 años...

Observo desde mi asiento la composición de los grupos. Parece que todos los que acatan sin dudar la voluntad de los dioses toman el mismo camino, o casi. Mi destino y mi camino por tanto han de ir con ellos. 

Me levanto apesadumbrado. No deseo dividir el grupo, pero no hay opción. Mi espada debe servir a Heironeous y estará mejor con los siervos de Pelor, así que me encamino tras ellos para continuar mi viaje.