Partida Rol por web

- ¡Desde luego! -contestó la muchacha sonriendo.

- Vale... Trataré de recordarlo, Alese... -dijo Yoru con gesto de satisfación. Se sentía orgulloso de si mismo por que su primer acercamiento social hubiera resultado con éxito. Ahora a ver que tal seguía...

Envy se sintio alegre y sonrio al ver acercarse al lobo. Le hizo mucha gracia como este habia mirado a su "amo" en forma de consulta. Era raro ver a un ser lobuno doblegarse al dominio de un humano. Esta relacion debia ser mas de amistad, sino no estaria libre y con poder de acercarse a extraños.

Cuando se acerco y llego hasta ella, ella extendio confiensudamente su mano y le acaricio la cabeza, rascando debajo del hocico y detras de las orejas. -Eres un buen chico...- Le susurro. Luego dio una mirada al hombre el cual viajaba con el lobo, era el que intentaba hablar con la mujer que lloraba. Luego por una serie de sonidos no muy humanos, se hizo entender con el lobo, que ella queria que le dijera que tan clase de persona era su amigo. Este obviamente no podia decirle mucho, pero tampoco podia mentirle, si habia algo maravilloso en los animales, eran que no podian mentirte. Diablos... ¿cuando me traeran la bebida esa mujer desagradable?

Con un gesto, insito al lobo a que se sentara. Y siguio dandole mimos. Ella debia parecer una de las cosas mas raras del lugar. Mas incluso que el elfo que habia cruzado la taberna, mas que el gigante que tenia detras y mas que el bigotudo con la cicatriz enorme... y todo porque ella era la unica que se habia atrevido a sentarse cerca del gigante, y tambien habia llamado a un enorme lobo a que se acercara a ella, la cual le habria dejado como una niña inocente e idiota que no sabe de los peligros que corre.

Algo raro pasaba allí.Había algo que no terminaba de convencer al viejo guerrero.Llámalo sexto sentido o como quieras pero la escena que tenía delante era de todo menos normal.

Demasiada gente de fuera del pueblo en un mismo sitio,en un mismo día,a una misma hora.

Esta tierra elije su propio destino.-pensó.A ver que es lo que nos aguarda a todos

Seguia sentado en el suelo en la misma posición esperando su comida cuando una joven, entró en la taberna y, a pesar de haber varias mesas libres, se sento carca de él. Era la primera vez que un humano se sentaba cerca de él en la posada, normalmente estos le temian por ser, como ellos lo llamaba, un "monstruo". Recordó como ese calificativo le habia perseguido desde su infancia, y le habia cerrado muchas puertas en la vida.

Que raró,  es como si no tuviese miedo. -pensó, y por una vez en su vida, no se sintió diferente.

Siguió contemplando la escena con una sonrisa en la cara, pudo ver como un elfo salia de una puerta al fondo de la taberna y se sentaba con la joven clerigo, y se ponian a hablar, el ambiente en la taberna seguia siendo frio, pero se oian algunas risas provenientes de la clerigo. Vio como la joven que se habia sentado cerca de ella, llamaba al lobo que acompañaba al hombre de la barra, que tras pedirle permiso a su amo, corria hacia la joven. Definitivamente, esta joven no tiene miedo, quizás pueda entablar conversación con ella - pensó y tras dudarlo unos instantes le dijo:

Parece que no eres una humana normal - comenzó- "mierda, eso suena mal"-me explico, te has sentado cerca de mi cuando los demás huyen, cosa que agradezco, y tratas a un lobo como al más docil cachorrillo, cosa que otros humanos no hacen. Me llamo Thokk.- Terminó intentando hacer, lo que los humanos denominaban una sonrisa.

- ¿Conoces a alguien más de los presentes? -Preguntó la joven al elfo.

El lobo acepto satisfecho las caricias de Envy aunque ella no fuera miembro de su grupo

El lobo le dijo a Envy que Igor era su compañero de caza, anteriormente la manada habia sido de tres miembros pero el antigüo alfa fallecio siendo ahora solo dos, el lobo respetaba mucho a Igor y lo veia como el legitimo sucesor del fallecido alfa aunque no le daba mucho sentido a esa palabra cuando solo son dos.

- A nadie, Alese -contestó Yoru- Pero me resultan peculiares, la verdad. Habeis venido todos en un lapso de tiempo muy breve. ¿Venías en una caravana o algo así? -dijo Yoru alzando una ceja- Resultan... -una nueva sonrisa de sorna saltó a su cara- ...Pintorescos. Sobre todo aquel grandote. Ese lleva la palabra "problemas" pintada en la cara. Lo que no se es si el es quien los provocará o se provocarán alrededor suyo. Esta noche esperaba algo de tranquilidad y con que alguien se pase de la raya con sus prejuicios o el alcohol puede haber jaleo...

- Quizás, pero tengo ganas de averiguarlo. Es un tipo fuerte y esos nunca sobran... ¿Me acompañas?

Y sin esperar respuesta, la sacerdotisa se levantó de su mesa y fue a sentarse en la misma mesa que la hechicera y el semiogro.

- Hola, soy Alese, soy nueva por aquí y llevo tiempo viajando sola -dijo ofreciendo la mano al enorme guerrero-. Pareces forastero como yo...

Tenía una voz agradable y la piel muy suave. También era hermosa, sumamente hermosa.

- ¿Un grupo...? -una ceja se alzó con cínismo- Claro, ¿por que no...? -Yoru se levantó de su asiento y acompañó a Alese. Dejó que ella hablara mientras calibraba al enorme tiparraco que parecía conglomerar en su anatomía rasgos de humano, ogro, orco y vete tu a saber que mezcla... Cuando Alese le tendió su mano a aquel tipo, Yoru cruzó una fiera pero sutil mirada mientras apoyaba casualmente su mano en el pomo de una de sus armas, que dejaba bien a las claras que iba a estar especialmente al tanto de su trato con Alese y esperaba de él un dalicadeza extrema... Para apoyar aquella actitud sesgó la mirada y le dedico una sonrisa lobuna desde detrás de la muchacha.

Interesante.-pensó el viejo guerrero mintras engullía un nuevo trozo de estofado.Incluso yo me lo hubiera pensado dos veces antes de acercarme a esa montaña de músculos,o la chica es muy buena,o está totalmente loca.

Pero aún así, el que le sorprendió de verdad fue el elfo,parecía que se acababan de conocer y la mirada y la postura esa eran de total protección hacia la chica.Puede que en verdad tenga algo especial.

Apuró el plato y la bebida,hechó un vistazo a la chica que lloraba y a sus dos acompañantes,se recostó en su silla,y con la espada siempre a mano se dispuso a disfrutar de lo que se le antojaba un buen espectáculo

Cita:

Envy solto una pequeña y alegra carcajada al escuchar esa frase, la cual no le tomo por sorpresa, pero la cual reconocia que se debia a por sus actos y no porque el giganton supiera de ella. Y ella giro su mirada hacia el, admirando con mas detalle al grandote. Sintio su olor, si, podia oler la mesclas de sangre... llevaba sangre mestiza, sangre de ogro para ser mas precisos. Pero mas alla de su apariencia ella no podia ver malas intenciones en el. La mayoria no lo podria ver, la simple idea de que alguien emparentado con un ogro no tuviese malas intenciones les parecia antinatural. O simplemente no podian ver mas alla de sus facciones, su verdadera identidad.

Cita:

-Mi nombre es Envy... No huyo de ti porque no hay razon para hacerlo, y me siento cerca tuyo porque provocas un agradable ambiente de tranquilidad...- Le dijo sonriendo de forma sincera y sin rastro de doble sentido o maldad en sus palabras. Muchos simplemente dirian que era una niña loca. Por un segundo volvio su atencion al lobo, sabiendo de su historia ahora. Pero siguio hablando para Thokk. -No hay razon tampoco para temer a un lobo, no lo trato como un docil cachorro, le doy el respeto que simplemente merece y quiero recibir de el...- Luego su frase murio en el aire, debido a que fueron interrumpidos por dos personas que por extraño que parecieran venian a presentarse. Una joven que debia tener una edad muy cercana a la suya... olia bien, realmente bien, y desperto su curiosidad. Para empezar, tenia curiosidad porque una joven como ella, que no tenia apariencia de rayada como ella, se acercaria a Thokk, y ademas al parecer le habia ignorado por completo a ella. A pesar de que era notorio que ella y Thokk estuvieran hablando, ya que tenia el cuerpo girado en su direccion. Tambien al parecer esta habia ignorado el detalle de su cercania con un enorme lobo.

Habia tambien otro olor, un elfo, era imposible de confundir a esos amantes de los bosques, siempre los llevaban encima, incluso los que llevaban años en la ciudad. Pero ella noto la actitud hostil y de desconfianza a Thokk. Incluso le miraba de una forma que en el mundo animal, dejaba en claro su rivalidad, intentando marcar terreno por una hembra o territorio. A todo esto ella veia como su mano estaba sobre su arma.

Por lo que ella se hizo notar dejando salir un pequeño gruñido y con su especial comunicacion con el lobo, provocar que este tambien gruñera y dejara en claro su hostilidad al elfo y la mujer. No le gustaba que trataran asi a Thokk, por mas que lo acabara de conocer, ella sabia que era ser diferente.

Ahora su mirada era señuda, fruncida, en abierto demostracion de combate, como la que entablarian dos lobos, solo que aqui no habia dos lobos, habia uno, y estaba de su parte apoyandola en la defenza de su... ¿Amigo?

Alese miró a la otra muchacha, no llevaba armadura pero sí componentes de conjuro. Probablemente una maga.

- Siento haberos interrumpido. Mis disculpas. Mi nombre es Alese como le decía a tu amigo, soy sacerdotisa, básicamente una sanadora. Y como ya dije acabo de llegar y me interesa conocer gente por aquí, siempre es mejor que alguien pueda ponerte al día de como se vive en un sitio, sobre todo si no eres fuerte ni utilizas magia poderosa como es mi caso ¿Puedo saber tu nombre?

La sonrisa era franca, abierta, sin dobleces. Había empezado por el gigantón precisamente porque era el "más raro" pero no había tenido intención alguna de robar protagonismo ni de interrumpir la conversación, simplemente quería unirse a las presentaciones que se estaban produciendo como si el presentarse fuese lo más natural del mundo.

Thokk pudo observar como,tras soltar una carcajada, la joven le inspeccionaba. Parecia que le esta oliendo. No hay duda, esta joven es salvaje y sin duda es mucho más de lo que aparenta. -pensó

La joven se presento como Envy, y comenzó ha hablar con Thokk sobre los motivos de su comportamiento, explicandole que, por extraño que le pareciese a él, le provocaba un ambiente de tranquilidad. Era la primera vez que le decian eso, pero la joven sonreia de forma sincera, lo que indicaba que no habia maldad en sus palabras. Derrepente, la joven clerigo se levanto de su asiento y se sentó en su mesa seguida por el elfo, que en vez de sentarse se quedo de pie, mirandole amenazadoramente con la mano en la empuñadura de la espada. Esa reacción, nada extraña para Thokk, no les gusto nada a Envy y al lobo ,quienes habian sido despreciados, que no dudaron en lanzarle un gruñido al elfo.

Hola Alese, me llamó Thokk- comenzó intentando relajar el ambiente de tensión mientras estrechaba la mano de Alese con delicadeza.-Llevo un tiempo vagando a traves de esta extraña niebla y he llegado a parar a esta posada.- terminó su presentación- y esta joven que me acompaña se llama Envy, aunque no puedo deciros más pues habeis interrumpido nuestra conservación... Por cierto elfo, será mejor que te relajes, no vas a necesitar usarla y podrias resultar herido.- le dijo mientras dirigia su mirada a la enorme hacha que estaba apollada en la mesa al lado de Thokk. - ¿Tienes nombre elfo?- dijo descuidando totalmente sus modales, aquel elfo no se parecia a la joven clerigo, era hostil y con unas maneras nada propias de la sutileza de los elfos.

Al parecer la sonrisa lobuna y la actitud no sumisa de Yoru había centrado la atención de los dos nuevos contertulios sobre su persona. Era de esperar que su actitud contrastara con la bondad y el candor que emanaban de Alese, y Yoru se rio interiormente de la ironía que aquella situación suponía.
Aquella defensora de los parias, Envy, no dudaba en defender a quienes creía oportuno, pero tenia prejuicios contra aquellos que nada habían dicho pero cuyo aspecto no le gustaba. Aquellas cosas son las que le daban la razón y por las que se preguntaba cada día porque se jugaba el cuello por ellos sin esperar nada más que desconfianza a cambio. Yoru les ponía nerviosos y en seguida habían saltado, a diferencia de Alese, mucho más calmada.
Yoru entonces agudizó la anchura de su lobuna sonrisa y afiló los ojos. Sin embargo algo cambio. Los ojos empezaron a inyectarse en sangre y volverse saltones; la testa comenzó a adoptar un aspecto más rotundo y definitivamente monstruoso, con colmillos aguzados y fosas nasales más abiertas; el tono de piel verdeó y amarilleó y el pelo se volvió negro, áspero y largo, menos un mechón blanco en el centro del craneo; los músculos de su cuerpo aumentaron así como su altura y su robustez; pequeños cuernos crecieron en su testa y la barbilla se estiró en sus bordes afilando la imagen.
Cuando el cambio se completó, Yoru tomó asíento y miró el hacha con el que sutilmente le habían amenazado. Soltó un bufido de desdén y miró al mestizo a los ojos.
- ¿A quien llamas elfo? -esa sonrisa suya tan lobuna aumentó más todavía, mientras un semiogro miraba a otro semiogro...

Ahora la que soltó una carcajada fue Alese.

- Pues yo soy tal y como me veis, de lo más normalita e insignificante. Y sinceramente, no veo razón por la que nadie haya de ponerse a la defensiva, todavía no he percibido ninguna amenaza en ninguno de los presentes.

La mujer que sollozaba levantó la vista y vió a aquellos dos rodeandola y dirigiéndose a ella, de pronto se fijó también en el extraño grupo que se había formado más atrás. La mujer se secó las lágrimas y miró a ambos con los ojos rojos del llanto.

¿El motivo de mi pena? Precisamente fue mi marido, señora, la que me ha dado esta pena. Una pena tan grande que no me cabe en el corazón y que no se va de mi aunque lo intente. ¡Nada! No lo consigo y hace ya más de tres meses que la llevo conmigo...

Llevo más de tres meses sin saber de mi marido, se adentró en Barovia porque quería dar caza a unas terribles criaturas que rondaban la zona, pero nunca me dijo nada... Solo sé que hace más de tres meses que se marchó, si lo encontraseis decidle que aún le espero, y si... - la mujer hace una pausa mientras se mira el dedo donde lleva un anillo de oro - y si... por el contrario, Pelor no lo quiera, encontraseis... su cadáver... me gustaría recuperar el cuerpo y el anillo que llevaba idéntico al mío...

Esta incertidumbre me está matando... necesito saber lo que sea ya...

Entonces la mujer vuelve a inclinar la cabeza susurrando... ayudadme, por favor...

En ese momento la camarera de la taberna va cargada con unos cuantos platos que pone a cada comensal, luego lleva un puchero y sirve en cada uno de ellos una plasta entre marrón y verde que no llega a estar caliente del todo. De ahí, vuelve con una especie de líquido espeso amarillento y tibio al que hace llamar cerveza y pone una a cada una. - Son dos piezas de cobre. Os va diciendo.

Cuando llega al último encapuchado este justo se levanta golpeando por accidente a la mujer y tirando su plato al suelo. El hombre la ayuda a limpiarse y a levantarse, el otro hombre encapuchado se levanta a la vez y se dirige a ayudarse. Entre la confusión Alese y Yoru reconocen que ambos llevan colgando el símbolo de Pelor, pero no idéntico al de Alese, tiene una ligera modificación y es una I está en el centro del símbolo. Entonces cuando se miran y ven que tienen los símbolos fuera de la túnica no dudan en volver a guardárselos y se dirigen a vosotros dos.

Se paran ante vosotros y echan un vistazo al semiogro y la pequeña que están conversando con vosotros. Entonces sin decir nada más os dice uno de ellos:

¿Fieles, verdad? - dice mientras se frota su símbolo sagrado por encima de la túnica. - Precisamente estamos buscando sirvientes de Pelor para que nos ayuden. Necesitamos ir en busca de nuestra líder Ashlyn. Nos ha avisado de que necesita refuerzos y que una horda de zombis la tiene asediada en el centro de la plaza de Barovia. Por favor, ayudadnos!! No hay tiempo que perder!!!

En ese momento ambos salen corriendo de la posada y os gritan. ¡Seguidnos!

Justo en ese momento se chocan con un pequeño hombrecillo que casi se cae al suelo y mira de forma enojada a los dos tipos que se marchan de allí corriendo. Después hace un gesto malhumorado, se sacude el barro de sus botas con grandes pisotones, para después avanzar con pasos confiados y arrojar varias copias de una misma carta sobre la barra y las mesas de todos los clientes de la taberna.

El pueblo de Barovia necesita héroes, dice con un fuerte acento, seguro que cualquiera de vosotros es tan bueno como cualquier otro.

Sin más palabras se da la vuelta para irse de allí.

- Bueno Yoru, tú que llevas ya un tiempo por aquí ¿Cuántas trampas nos han soltado...?

 Vaya, eso me pasa por ser amable y preguntar pensé mientras acariciaba dulcemente la cabeza de la mujer. En fin, parecía que me tocaba ayudarla.

Tranquilícese, saldré a buscarle, no hay nada por ahí fuera que me de miedo. Buscaré a su marido.

Supongo que ya estará muerto, pero no se lo puedo decir.

Acto seguido dos hombres salieron corriendo gritando no se qué de unos zombis y otro trajo una carta buscando héroes.

Bueno, parece que todo me hace salir de esta taberna

Di un rápido vistazo y vi a toda la gente (rara, por cierto) que había por allí. Les miré, no parecían que tuvieran intención de moverse.

Bueno, señores, ¿alguno se une a la causa? Porque yo voy a salir a hacer unos cuantos arreglos en esta ciudad del demonio dije mientras, descuidadamente (claro está), mi capa se deslizaba hacia un lado y dejaba ver un poco de mi impresionante y bella pierna

Ante sus ojos, el elfo se transformo en un semiogro, pero aquello no borro la sonrisa de su cara, seguia ahí provocandole. Inspiró hondo, intentando relajarse cuando los dos encapuchados pidieron ayuda a Alese y se fueron corriendo. Un hombre entro gritando que Barovia necesitaba heroes y colgó un cartel en la pared. La mujer de la barra pregunto quien se unía a la tarea, sin ni siquiera leer el cartel.

Cuenta con mi hacha, pero primero será mejor que leamos los detalles - dijo mientras se ponia en pie. Era consciente de que habia dejado al elfo esperando su respuesta, pero habia tomado la determinacion de no hacer caso a sus bravuconerias. ¿Por qué no haces el favor de leernos los detalles, ya que esas al lado? - pregunto amablemente a la joven que les habia pedido unirse. Bueno, Alese, parece que hasta aqui a llegado nuestra conversación, diría que ha sido un placer aunque vista la aptitud de tu compañero...- dijo a modo de despedida. - Lo de Barovia puede resultar interesante, ¿Te apuntas Envy? - Aquella joven le habia caido bien, no solo no le habia juzgado a primera vista sino que además se habia molestado cuando el elfo se mostro hostil hacia él.