Partida Rol por web

Ender no podía si no apoyar a sus compañeros, tendría que cambiar sus conjuros si quería ser de más ayuda, viendo las tacticas habituales que usaban. Sin más remedio disparó una salpicadura de acido al troglodita, ya que las ranas eran muy pequeñas y temía darle a a alguien. Pero aun así falló, tal vez debería continuar atontando a sus oponentes.

Como una exhalación o como un torbellino, los exploradores la tomaron contra aquellas ranas propinando golpe tras otro de una forma insistente. La bomba de Alexander aniquiló a una de ellas, no fue el único que demostró una inusitada fuerza, pues Ghion y Valk hicieron también sendos destrozos. Pronto los enemigos estaban todos en el suelo, uno de ellos sobre el charco de grasa.

En lo alto de la sala, sobre la fuente, había una gema iluminando la estancia, quizás para que los sapos pudieran ver con claridad. Esa gema parecía tratada mágicamente para brillar de manera eterna y pareciendo valiosa, la tomaron para guardarla entre sus pertenencias.

Entonces constataron que algo más sucedía, de la sala de al lado se acercaron un nuevo grupo de trogloditas, asomándose a la entrada. Les guiaba una corpulenta luchadora junto a algunos de los suyos. La hembra reptil observó con un odio lacerante a los asaltantes.

- *¡Pagaréis con la vida por asaltarnos! ¡Tirad las armas, estáis a tiempo de servirme y evitar así la muerte!*

Exclamó en dracónido alzando estrepitosamente la voz.

- ¡No te ofendas, sucia lagartija evolucionada...! ¡Bueno, pensándolo mejor, oféndete! ¡No pienso tirar mis armas a este frío suelo lleno de vuestra propia mierda maloliente! ¡Si las queréis, venir a por ellas! - Espetó el alquimista a aquellas criaturas.

Mientras hablaba, Xander se había desplazado junto a Ghion y al acabar su discurso, agitó uno de sus viales alquímicos y se lo bebió de un solo trago.

Tan pronto algún compañero le traduce el mensaje de la troglodita corpulenta, Ghion niega con la cabeza. Sin saber si le entienden, responde en común. Nadie va a rendirse. Venid a por mí si os atrevéis!

Siendo el combatiente más cercano, rodea con precaución el charco de grasa (mal momento para otro ridículo...) y se sitúa en el camino de sus enemigos, adoptando una posición netamente defensiva.

*Hemos venido a conquistar este lugar, huid si quereis vivir.

Dicho lo cual empezó a conjurar** para traer a otro ser al combate.

Miró a Ghion, y reprobó su decisión tacticamente, ¿por que no defenderse detrás del conjuro de grasa?

-Argt!!- Al ver que sus compañeros no cedían, Pitu avanzó, rodeando el suelo grasiento, mientras seguía llenando las cavernas con su voz rezumante de energía.

Esta vez tenía la sensación de que ellos eran los malos, después de todo habían entrado en su casa y los habían matado. Era necesario para vivir ya tendrían tiempo de estudiar las implicaciones morales de sus actos. O no... Al bravo Pitu le importaba poco.

La troglodita se disgustó ante las amenazas de los humanos, antes de cargar, su rostro se distorsionó por la rabia.

- ¡SIN PRISIONEROS, MATADLOS A TODOS, HUMANOS INMUNDOS!

Simplificando el gran elenco de razas a las que representaban los héroes, los trogloditas corrieron hacia delante. El enorme martillo trató de aplastar a Ghion, mas éste resistió el fuerte embite plantando delante su propia arma. El sonido del golpe resonó en la sala y Ghion suspiró aliviado sólo un segundo, pues a gran velocidad la troglodita apartó el martillo ¡y golpeó entonces su abdomen con inusitada fuerza! Sus aliados buscaron todos la forma de luchar, soltando garrotazos poco certeros, salvo el dirigido a Valk, que hubo de defenderse también para evitar un golpe en el rostro.

Apretó fuerte el mango de sus cuchillas y rajó con frenesí salvaje a la enorme jefe de aquella tribu. -Artg!!!- Su ímpetu restó precisión a los ataques y no consiguió encajar ninguno. 

Aun así no desesperó y siguió transmitiendo su fuerza draconil transmitida por la voz.

Con los brazos enormes y largos, producto de todo el mutágeno yviales que se había bebido, Xander da unos pasos rápidamente mientras rebusca en su cinturón unos componentes y los mezcla sobre la marcha. Cuando está listo, sonríe y mira al enemigo.

- Tu te lo has buscado, feucha. Aún estáis a tiempo de salir corriendo. ¡Aquí tenéis un regalito, cortesía del amigo Xander! - Dijo al lanzar su bomba.

Ender acabó su conjuro y del suelo tomó forma un pequeño elemental de tierra, que flanqueando con Ghion intentó golpear a la jefa.

El mago no dió su acción por acabada y lanzó rapidamente otro conjuro, una explosión de partículas estalló casi encima del elemental.

El paladín se sorprendió ante la ordenada defensa que habían confeccionado los trogloditas. Sin embargo no se dejaría amilanar. Esforzándose más en impactar que en dañar, ya que seguía teniendo problemas para manejar esa extraña espada, atacó al ser que estaba junto a Ghion, pues parecía haber recibido un tremendo impacto y no estaba seguro de si aguantaría otro similar.

Ouch! Ghion se dobla sobre sí mismo por el golpe recibido, sin duda su abdomen tardará días en recuperarse... haciendo de tripas corazón, nunca mejor dicho, se prepara para seguir recibiendo embites de la corpulenta guerrera lagarto, al tiempo que lanza un conjuro sin dejar de esquivar, buscando que la magia potencie su propia capacidad de ataque.

Ambos grupos se enfrascaron en una encarnizada pelea, la troglodita no cesaba de proferir iracundos gritos. Estaba deseando causar el mayor daño posible, razón por la que dejó caer el martillo recurriendo a sus garras y mordiscos.

Ghion logró evitar males mayores mientras conjuraba, la suerte se había puesto de su lado pues ni la bárbaro ni el otro troglodita que tenía enfrente lograban hincarle, ni arañarle. Aguantó todos esos ataques. Por el contrario, Valk fue mordido y luego desgarrado con las sucias uñas de uno de los lagartos.

Alexander recurrió a sus bombas, cuando lanzó una de ellas sobre un enemigo lo lanzó volando hacia atrás con un agujero en el pecho. El que tenía a su lado ardió mínimamente y la mujer logró apartarse gracias a una gran velocidad adquirida por su poderoso entrenamiento.

Ender también quiso poner en práctica sus dones, tras haber traído una figura pétrea que se unió a la batalla, arrojó una nube de destellos que estorbaron la vista a varios de los enemigos. La jefa también se sobrepuso de aquello, parecía una luchadora imparable.

Valk había rajado la cara de un oponente sin llegar a dejarlo fuera de combate y Pitu trató de hacer algo con sus afiladas armas pero no lograba hundirlas.
 

Animado por el éxito de su ataque anterior, el paladín acomete otro prudente trajo contra el que le está impidiendo el paso para rodear a la que parece la principal de sus enemigos.... ¿Quiza se ha pasado de prudente? él mismo nota que ha sido un golpe flojo que a penas ha penetrado en el rival

La partículas que cubrieron la zona cegaron a algunos de los trogloditas, dado una importante ventaja a los supervivientes. -Arfgt!!- La voz del Halfling retumbaba y se repetía, debido al eco, en aquella húmeda caverna.

Con sus cuchillas se abalanzó al frente, intentando hundirlas en la carne reptiliana de la jefa. Solo una consiguió su cometido

- ¡Aaaau! -Gimió de dolor el alquimista.

Uno de esos trogloditas había conseguido herirle en uno de sus enormes brazos. Lejos de asustarse y huir, Xander dió un paso atrás si, pero para coger carrerilla. Lanzó otra de sus bombas al agresor y trató de sacar su ballesta.

Habiendo estudiado por unos segundos a su oponente, con un estilo de lucha brutal y directo, y una vez potenciadas sus facultades combativas con magia divina, Ghion pasa al ataque, abandonando su postura defensiva.

Con un movimiento rápido y sorprendente, voltea su mayal y lo incrusta en un costado de la musculosa criatura.

El elemental siguió golpeando a la jefa con sus dos brazos hechos de piedra mientras Ender cambió de objetivo, intentando atontar al troglodita de la izquierda, confiando en que el aluvión de golpes sería suficiente para acabar con la líder del lugar.

En un visto y no visto los luchadores desplegaron todo su potencial, Valk terminó de cortar, ahora sí, al troglodita que tenía cerca. Pitu demostró su dominio de las dos armas, sajando una vez a la bárbaro para a continuación girar sobre sí mismo, pareciendo que iba a perder el equilibrio, en realidad volvió a cortar ahora en la pantorrilla de la líder de aquél grupo.

Alexander incendió una de sus granadas y con ella impactó de lleno contra otro apestoso troglodita quien saltó hacia atrás rodando después por el suelo, inerte.

Ghion plantó su mayal sobre la mujer, escuchándose el sonido de un omóplato rompiéndose. La bárbara no gritaba de dolor sino de rabia, tratando de enderezar el martillo para seguir dando batalla. El elemental invocado por Ender anuló ese deseo primitivo, el puño de tierra hizo que la columna de la troglodita se quebrara, por lo que ella cayó sin vida al suelo.

No contento con eso, el samsaran realizó uno de sus conjuros más sencillos y con ello atontó al único que quedaba en pie. No podía siquiera reaccionar a derrota de sus camaradas.

Aprovechando el breve atontamiento mágico del último oponente, Ghion se mueve hacia un lado protegiendo al perro de Valk y tratando de llegar a una posición ventajosa en el combate fruto de la superioridad generada precisamente junto al paladín.

Además, aprovecha la inerca para pegarle otro buen golpetazo con el mayal al troglodita.