Partida Rol por web

- Yo - dijo el mediano - No puedo ayudaros más. No sé nada más, de verdad. Los goblins son impredecibles, deberiais de ir cuanto antes si quereis enfrentaros a ellos. - Asomó un poco más la cabeza. Y visteis que su gesto era afable, no era de preocupación - Yo no sé combatir, no puedo ayudaros.

Kevan se adelantó e hizo sus preguntas. El mediano se sintió un poco intimidado.

- Eso he oído. Ultimamente se están moviendo mucho. Y lo lógico parece ser el pensar que, al menos, existe la posibilidad de que los rumores sean verdad y el pueblo esté en peligro. ¿No creeis? - Hizo una pausa escuchando las palabras sobre el clan exterminado - Si, eso es cierto. Pero ahora tienen esas armas explosivas. Esta vez sería diferente.

Cuando Debbe hizo el comentario sobre la respiración del mediano, se hizo un silencio de unos segundos en el cual se escuchaba perfectamente la respiración, un tanto asmática, del mediano. No sabía que contestar.

- Eh, mmm, ehh - dudaba - ¿Miedo de qué? Yo no tengo miedo. Pero vosotros teneis prisa y yo muchas cosas que hacer. Tuve problemas con una gran serpiente y me mordió. Y ahora estoy sufriendo los estragos del veneno. Es por eso que lo que quiero es tumbarme cuanto antes y descansar. Os invitaría a pasar, pero me temo que mi casa está hecha un asco y además no estoy en condiciones de atender invitados. Os ruego que me disculpeis.

Por más que le das vueltas al asunto, algo no te encaja. Cada palabra que suelta te da la impresión de que está ocultando una gran verdad oculta. Y no sabes qué puede ser. Pero algo de lo que dice no te acaba de encajar.

Por más que le das vueltas al asunto, algo no te encaja. Cada palabra que suelta te da la impresión de que está ocultando una gran verdad oculta. Y no sabes qué puede ser. Pero algo de lo que dice no te acaba de encajar.

Grongar lo tenía claro. No les estaba contando la verdad, al menos no toda. Parte de lo que decía no cuadraba pero no podía saber que era así que se centró en las preguntas que no había contestado.

-Sabemos que tienen explosivos pero...¿sabéis voz como los han conseguido? No creo que ellos se dediquen a fabricarlos o habrían reventado en el intento.

Miró de soslayo a Debbe pues parecía tener mayor don de la palabra y quizás lograse sacarle algo ella.

Kevan se centró en lo urgente. -¿El veneno? ¿tumbarte? Estás loco. Si te tumbas no te volverás a despertar.- La cara de Kevan denotaba gran preocupación. -Si te ha mordido una serpiente lo último que tienes que hacer es tumbarte, ven aquí ¡Tenemos un clérigo! Seguro que él puede echar un vistazo a tu herida.

Además así veré que tal es en faena. Tiene pinta de compentente... pero nunca sabes.

Se acercó y tendió la mano al mediano, el pobre no sabía a lo que se exponía.

El enano miró asombrado a Kevan. O aquello era un truco para desenmascarar al mediano o de verdad se había creido todo aquello. Por la estatura de aquel medio hombre si le había mordido una serpiente venenosa no estaría en ese estado. Por no mencionar que no había respondido a ninguna pregunta acerca de los fuegos de artificio de los goblins o de la criatura que los devoraba.

Grongar se quedó en la misma posición sin hacer ningún gesto por ayudar al mediano, no al menos hasta que les dijese que tramaba.

Mirando al enano con cierto gesto molesto respondió de mala gana.

- No sé porqué pensais que tengo información sobre los goblins. Os he dicho que no se nada más. Yo no les molesto y ellos no me molestan a mi. Mis serpientes les mantienen alejados. - entonces se giró hacia Kevan, mostró durante unos segundos una cara de gran preocupación. Abrió la puerta y salió hacia el grupo.

- ¿Podeis ayudarme con el veneno? - dijo con los ojos muy abiertos - Os estaría muy agradecido, de verdad. - Se acercó. Entoneces pudisteis ver el sudor en su frente, seguramente a causa también del veneno. Andaba arrastrando un poco los pies. Se le notaba muy débil.

Al  ver que Kevan miraba al enano y éste le devolvía la mirada, juzgando también sus vestimentas, supo quién era el clérigo y se acercó a él. - ¿Me... me ayudarás? - dijo con voz temblorosa a Grongar.

El enano chasqueó la lengua. Desde luego no iba a dejar que se muriera pero el por aquellas cosas cobraba y Walthus no parecía ni querer hablar con ellos. Al menos esperaba que se mostrase un poco agradecido.

-Esta bien, acércate y dime donde te ha mordido. Debes ser un poco raro si te dedicas a criar serpientes venenosas-le dijo mientras examinaba su herida-espero que te hayan picado hace poco o estas en un lio.

Drommbar observó el cambio de actitud del mediano y no pudo reprimir una media sonrisa. Desde que lo había visto había sabido que no era un ser valiente... pero ahora podía constatarlo. Esas ansias por salvar el pellejo eran algo que el enano pelirrojo despreciaba, aunque tenía que reconocer que él también tenía cierto instinto de supervivencia. Sin embargo, el jamás habría saltado fuera de la casa de esa forma, casi mendigando la cura. Un enano tenía su orgullo.

- Más vale que después de esto se avenga a ser un poco agradecido y nos eche una mano para que no nos perdamos por estos parajes -comentó, en voz deliberadamente alta para que Walthus le pudiera oír.

El mediano le mostró el brazo, donde tenia la mordida de la serpiente. - Ha sido hace relativamente poco. - dijo.

Por lo que pudo ver Grongar sí que se trataba de lo que parecía una mordedura de serpiente. Y desde luego que, por los síntomas, parecía estar envenenado. Pero el efecto del veneno ya había hecho mella en el mediano. Si quería curarle, tendría que recurrir a sus conjuros.

-Muchacho, esto no tiene buena pinta necesitas ver a un médico que te saque el veneno o no se yo si seguirás entero dentro de un par de noches. No se como se te ocurre dejar morderte por una serpiente-dijo chasqueando de nuevo la lengua, pero antes de que el mediano dijese algo siguió hablando-ahora calla, voy a ver si puedo hacer que te mantengas un poco, por lo menos para que no te quedes a medio camino. 

El enano puso la mano cerrada en un puño sobre la frente del mediano y cerró los ojos. Empezó a murmurar unas palabras mientras ejercía un poco de presión con el puño en la frente del mediano, sin hacer fuerza apenas. Tras un par de minutos abrió los ojos y retiró el puño.

Sabía que el veneno seguía ahí dentro pero al menos tendría mejor color y quizás asi razonase un poco y fuese al pueblo a buscar una cura.

-¿Mejor?

Por suerte la conversación continuó sin que pudiera abrir de nuevo la boca con los acontecimientos, porque yo le hubiera dicho que eso no se lo creía ni él y que nos estaba tomando un poco el pelo, pero al parecer mi incredulidad había fallado esta vez y resultaba que sí, que le había dado un mordisco un bicho.

- ¿ Es que a quién se le ocurre vivir en un sitio como este? Lo menos que te puede pasar es algo así... o que te salga moho en la piel...

Yo de cómo curarle ya no entendía, pero ya había quedado claro que Gromgar era clérigo así que mejor que en sus manos no podía estar, o eso creía.

Simplemente me aparté un poco de la puerta, dejándole espacio para hacer y vigilando un poco nuestro alrededor. Seguro que no tardaba en dejarlo como nuevo.

Mientras Grongar sacaba a relucir sus talentos curativos, Drommbar hizo lo que mejor sabía. Darse la vuelta y vigilar. Era algo que llevaba dentro. Incluso cuando no había peligro, incluso estando en el sitio más seguro del mundo... Drommbar se sentía más seguro con la espalda cerca de una pared y la vista libre para vigilar el entorno.

- Un sitio encantador... -gruñó por lo bajo, observando el pantano.

No parecía que nada se moviera por los alrededores de la cienaga. Pero con la niebla y el silencio que había, interrumpido sólo por el sonido de los mosquitos y de las ranas, teniais una cierta sensación de incomodidad. ¿Cómo podría alguien vivir en aquel lugar?

El mediano sonrió. Se encontraba ciertamente mejor, aunque aún podría encontrarse mejor y así se lo hizo saber.

- La verdad es que me encuentro mejor. Pero aún no estoy perfecto, siguen doliendome brazos y piernas. - Su tez seguía blanca y el sudor seguía manando de su frente. No quería pedir más curación. Ya lo había insinuado y era labor del clérigo hacerle caso o no.

Grongar movió la cabeza y suspiró.

- Necesitas descansar y también que te vea un médico-le dijo al mediano- a partir de ahora depende de ti salir vivo de esta -se giró hacia sus compañeros- será mejor que nos pongamos en marcha, esos goblins no se van a cazar solos y me gustaría estar de vuelta para la cena. Aquí ya no hacemos nada, así que andando.

Cuando volveis a mirar al halfling os dais cuenta de que la piel de su cara tiene como ondas. Es como si su piel se moviese lentamente a la altura de la sien. También os parece notar ese mismo temblor en parte de la palma de la mano, pero en seguida cesa.

No me pasaron desapercibidas las palabras del enanito " gruñón ", vamos, el hermano del clérigo, pero era cuanto menos gracioso para verlo, pues a mí tampoco me parecía el sitio más acogedor del mundo.

- Sí, es precioso... - Le respondí como si sus palabras requirieran que dijera algo del estilo.

El mediano por lo que pude oír no se curó del todo o quizás, era que necesitara más tiempo para terminar de recuperarse, una nunca sabía de estas cosas, pero lo podía deducir por Grongar.

Por lo demás, parecía que ya nos podíamos poner en marcha así que...

- Bien. - Me di la vuelva para mirar al que habíamos ido a molestar. - Gracias y mejórate.

Así me puse de nuevo en marcha, quería llegar cerca de nuestro destino pronto.

Drommbar se dio la vuelta al comprobar que Grongar había terminado. Torció el gesto y un gruñido gutural escapó de su garganta.

- Un momento... ¿le curamos y ya está, se ha acabado? -preguntó con fastidio-. Debería mostrar un poco de agradecimiento, al fin y al cabo le hemos salvado la vida.

Aunque sabía que sus compañeros no estarían muy por la labor de presionar más al mediano. Todos se ponían en marcha para encontrar rápidamente a los goblins.

- Ya nos cobraremos la deuda -dijo ceñudo, mirando fijamente a Walthus y siguiendo a Debbe.

-¡Eh, eh un momento!- dijo Kevan parpadeando como si no se creyese lo que veía.- Walthus... ¡tu piel se mueve! ¡Se está moviendo! ¡qué demonios pasa aquí!.

El ya no tan joven "noble" llevó sus manos a la cara del mediano, ¡podía jurar que había visto moverse la piel! ¿Que criatura podía ser? ¿Uno de los legendarios seres llamados Doppelgänger? 

Desde luego Walthus les estaba ocultando muchas más cosas de las que parecía. Si es que era Walthus.

Las palabras de Kevan me hicieron darme la vuelta, pues estaba mirando a " babia " con el enano ya, sin hacer caso al mediano, pues creía que nos íbamos a marchar ya. Claro, cuando a una la dicen que a alguien se le mueve la piel, tiende a... bueno, no lo tenía claro, porque nunca había escuchado nada del estilo, por lo que terminé mirando de nuevo al " mediano " y con el estoque en la mano.

- ¿ Qué eres y dónde está el mediano?

Entrecerré los ojos queriendo poner mi cara más amenazante para hacerle cantar.

También podría ser que en el pueblo se creyeran que era un mediano pero en realidad fuera cualquier otra cosa disfrazada, pero una vez había hablado, era mejor esperar a que se sintiera un poco amenazado y colaborara.