Partida Rol por web

Por suerte, ya estaba todo listo. Ameiko y Sandru habían completado las compras y preparado los caballos para partir, y aún era pronto por la mañana.

Por fin estaba la caravana, ahora apodada "El espíritu de Tsutamu", preparada para partir. Ameiko había dejado la posada "The Rusty Dragon" en manos de sus ayudantes en la taberna, quienes estaban perfectamente preparados para encargarse del negocio en su ausencia. Iban a pasar un largo tiempo alejados de Sandpoint, para algunos era la primera vez que se alejaban de la ciudad mientras que otros, como Sandru, pasaban más tiempo fuera que en Sandpoint.

Koya tenía un ritual antes de partir de viaje con su hijo adoptivo, siempre lo hacía y esta no iba a ser una excepción. Comenzó su rezo a Desna al mismo tiempo que una gran cantidad de Mariposas se pusieron a revolotear a su alrededor. “Desna, diosa de la libertad y de la suerte, creadora de paraisos. Con tu autoridad máxima sobre los viajes, pedimos que bendigas el nuestro a través de las tierras de Varisia. Pedimos tu gracia, tu suerte y el mantenernos a salvo de los peligros del camino". Sandru contestó, y tras él los hermanos. "En el nombre de Desna rezamos".

Una brisa de aire fresco acarició las copas de los árboles mientras el colorido populacho de mariposas elevaba su vuelo hacia el cielo. Las últimas estrellas del cielo tintinearon, dando a entender que Desna había oído a aquellos que la rezaban.

Tras la salida, a paso ligero, de la ciudad de Sanpoint un hueco inundó alguno de los corazones de los miembros de la caravana. ¿Volverían de aquel viaje o sería la última vez que vieran su hogar? A ambos lados del camino, los granjeros quedaban prendados por la belleza de la caravana avanando sobre el camino. Por fin, marchaban en dirección a Birnewall.

Debbe estaba encantada con el viaje, a ratos se asomaba por la ventana para disfrutar del aire o, incluso, se atrevía a trepara para viajar en el tejado de la misma. La joven estaba ansiosa por vivir su primera aventura y lo que menos la gustaba de aquello era permanecer quieta en la caravana.

La dirección del primer viaje era Galduria. Y el primer día había transcurrido sin problemas. Al acercarse el atardecer, Sandru consideró que era ya momento de parar. Los rayos del sol se estaban marchando y lo mejor era pararse a acampar. En una hora, se hubieron colocado todas las trampas y dispositivos para estar seguros.

Entonces, encendieron un fuego y todos se sentaron alrededor del mismo para la cena. Sandru parecía animado. Pero Koya estaba muy seria.

Grongar rió acerca de una broma que le había gastado Ameiko acerca de la comida.

-Tienes razón, quizás pensé que los demás comeríais menos que Drommbar. Fallo por mi parte jajaja-rió pero se fijo en la seriedad de Koya- ¿Que ocurre? Pareces preocupada-la interrogó.

Koya está muy seria...¿Por qué sera?

Mientras el fuego crepitaba con fuerza, probablemente debido a las ramas de brezo que le hacían saltar y bailar, Debbe se acercó a unos matorrales y colocó una trampa para ver si tenían algo de suerte y conseguían atrapar algún animal que les sirviese de desayuno. Se habían dado cuenta tarde de que tenían que haber llevado más comida, como les había advertido Ameiko, pero Saleshu era buena exploradora y seguro que cazaba algo. Además, si en la trampa caía algún animal ya sería todo perfecto.

Oye Sandru, ¿cuantos días de viaje serán hasta el castillo? Es un asco estar todo el día en la caravana sin poder estirar las piernas...— comentó cuando terminó de colocar la trampa —

- Este viaje... - dijo - No va a ser un paseo, Grongar. Me da mala espina.

- No se bien cuanto tiempo será de viaje hasta Brinewall. Si que se que hasta Galduria serán 3 días de viaje, si todo va bien. A partir de ahi, se poco. - se rasco la cabeza - No muchas caravanas se dirigen al norte, ahora el comercio se hace por mar.

Sandru rió.

- Me encanta estar sentado en la caravana. Notar el aire en la cara mientras arreas a los caballos. Es una sensación que no se tiene en la ciudad. Ya la echarás de menos, Debbe. - Se le notaba que adoraba su caravana siempre que hablaba de ella.

-Tuvimos que enfrentarnos al esqueleto vuelto a la vida del guarda espaldas de la familia de Ameiko y por poco nos cuesta la vida, claro que no va a ser un viaje tranquilo-dijo el enano mostrando seguridad- pero no debes preocuparte, al fin y al cabo vosotros sois unos verdaderos, y reconocidos, aventureros y nosotros... bueno-dijo con una sonrisa como la de un niño pequeño-nosotros sabremos apañarnoslas.

Tu estas tomando el aire,como dices pero yo estoy dentro... si no hubiese salido al tejado me hubiese cuelto loca tantas horas ahi dentro. —La chica se quedó pensativa...comercio por mar...aquello era o el máximo exponente de la libertad o de la prisión según se viese.— De todos modos me alegra estar fuera un rato. Quizás tenga que replantearme el oficio y conducir...bueno, mejor no...que soy capaz de tirar la caravana por un barranco. Por cierto, aprovechando que no estas conduciendo, te compré un detalle, con lo que sacamos del tesoro del mencionado guardaespaldas.—dijo mientras le entregaba una botella al joven. No es gran cosa, pero no es Vvvvhiskky.

La joven se recostó en la hierba aspirando los aromas de la noche y escuchando hablar a los demás. Las preocupaciones de Koya eran lógicas pero apresuradas.

Aun no hemos llegado Koya, ya nos preocuparemos cuando haya que preocuparse

- Pero... pero... - Sandru se quedó mirando la botella, pensativo. Y entonces, arrancó de nuevo con su humor y alegría. Agarrando a Debbe por el hombro dijo - ¡No te tenias que haber molestado! - sonreía ampliamente - Pero si es Brandy varisiano. ¡El mejor de todo Golarion! - La estrujó fuertemente contra él - Daremos buena rienda de él esta noche. Y brindaremos por nuestro viaje.

Mientras, Koya sonreía, un poco, ante las palabras de Grongar. Aunque su semblante seguía diciendo que estaba preocupada.

Bah, que menos que un detalle por incluirme en la caravana— respondió la chica poniendose roja y tratando de respirar entre risas.—De todos modos para que esta el oro si no es para compartirlo ¿acumularlo? tonterías...

La noche parecía que iba a ser divertida y tranquila... pero nunca se sabía. De todos modos poco preocupaba eso a la pícaro. Estaba demasiado feliz por las circunstancias como para preocuparse de los malos presagios que intuía la sabia Koya.

Kevan se dirigió sonriendo a Koya.

- No te preocupes amiga, yo inventaré algún truco parecer más llevadero el camino.

Kevan hace un pequeño truco de manos, haciendo aparecer una moneda de la oreja de Konya.

En cuanto tengo un momento busco a Debbe (¡Maldición! esta tonteando con Sandru) y los enanos.

- Vamos cortos, muy cortos de provisiones. Necesitamos que la exploradora cace todos los dias. Y aun así ...

- Lo cierto, Debbe - Sandru se llevó las manos al bolso - Es que yo también estaba buscando el momento para hacerte un regalo. - Sacó una piedra, muy parecida a la que tenía Grongar en su cabeza -  Es una tonteria, y ya no funciona como antes, pero me sacó de  algún apuro. Usala bien, ya sabes que no me gustaría que usaras las cosas que te he enseñado para lo mismo que lo usaban nuestros hermanos.

Sabes - dijo bajando la voz - Es por eso que no quiero ir a Riddleport. Alli hay gente sin escrúpulos. Incluso dicen que el propio gobernante, es el más ilegal de ellos. No quiero pisar esa ciudad, ni por todo el oro del mundo.

Koya sonrió alegre, y le puso la mano en el hombro a Kevan. - Ay, joven Deverin, si me hubieras hecho caso y te hubieras metido en la escuela de adivinación, dejarías de hacer trucos de niño pequeño y practicarías algo de mágia de verdad. - rió. Al menos, le había quitado ese gesto amargado y podían disfrutar de una noche divertida, tal y como aseguraban Sandru y Debbe.

Kevan sonrió ante las palabras de su amiga.

- Sabia Koya, sabeis que me falta paciencia para una disciplina como la adivinación. Tal vez me habría evitado algunos problemas trabajar esa senda, pero mi temperamento no es el apropiado. Las mujeres, los duelos, la aventura ... son demasiado atrayentes para mí.

Mientras hablaba sus ojos iban hacia Debbe y Sandru.

Y ahora él la regala un colgante ... que rídiculo hice pensando que Debbe me miraba como algo más que un compañero ...

Muchas gracias, Sandru—dijo la chica sonriente mientras cogía la piedra que pareció cobrar vida propia y ponerse a flotar alrededor de su cabeza— Si hiciese lo mismo que el imbecil de Kagein...yo...yo... Siempre me he preguntado como flotaran estas cosas...

La chica dejó de seguir la piedra con la mirada y volvió a posar los ojos en Sandru con seriedad. No la hacía ninguna gracia hablar de su hermano ni mucho menos que la comparasen con él. Había sido un buen maestro y había aprendido muchas cosas gracias a él (aunque Kagain pensaba que era más torpe que una piedra con ojos) pero no quería bajo ninguna circunstancia que la relacionasen con él. Era la razón por la que nunca usaba su apellido.

No hay gobernante bueno—añadió ante el comentario de Sandru sobre Riddlepoint—O al menos yo no conozco a ninguno.

La risa de Koya la hizo girarse y escuchar sus palabras. La chica recordó uno de los pocos trucos de magia que había visto hacer al mago y sonrió con ingenuidad mientras exclamaba.

¡Pues hace unos trucos increibles, Koya! En la cueva levantó una lampara sin tocarla... flotaba sola y la movía...sin cables ni nada oculto

Kevan sonrió humildemente ante los halagos de Debbe.

- Son trucos menores. Con el tiempo espero poder dominar aun más el Arte y realizar verdaderos prodigios.

Pero mientras ...

Las palabras de Kevan Deverin terminaron con una pequeña flor sacada de la capucha de Debbe, y con el magus susurrando con expresión arrepentida.

- Espero que ese malentendido de ayer no suponga un problema para sigamos siendo amigos, Debbe, te pido disculpas si te molesté.

Drommbar ya estaba durmiendo, aprovechando el tiempo antes de tener que hacer su guardia. Grongar sin embargo estaba como un niño pequeño impaciente por que le contasen cosas. Siempre había viajado de aquí para allá bendiciendo posadas y tabernas a cambio de unas monedas pero eran pocas las veces que había participado en una aventura y allí estaba, con un verdadero grupo de aventureros.

-Dime Ameiko-le dijo a la mujer que estaba sentada junto a la elfa- ¿no has vuelto alli? A... tu casa... ya sabes. me gustaría poder imaginar como es y que nos encontraremos allí.

Ameiko miró sorprendida a Grongar. El enano no se habia enterado muy bien de lo que pasaba.

- Grongar, yo nunca supe que mi familia había vivido en Brinewall. No conocí a mi abuelo, mi padre nunca hablaba de él y me tenía siempre ocupada en mis clases de magia, música y diplomacia. ¿Como iba a volver a un sitio que nunca pisé? Yo siempre he vivido en Sandpoint. Es mi hogar, siempre lo ha sido.  Las primeras noticias que tengo de mi abuelo son las que están escritas en esa nota. Es por eso que quería venir, quiero saber de dónde vengo, quiero saber qué pasó entre mi abuelo y mi padre.