Partida Rol por web

Kevan guardo un discreto silencio, observando lo delicado de la situación.

El tercer día también fue un día sin contratiempos de ningún tipo. Algunos de los integrantes de la carvana se desesperaban de ver siempre los mismos paisajes, pero sobre todo eran los 5 nuevos integrantes de la misma, Sandru y los demás parecían disfrutar de la soledad de la carretera.

Debbe estaba más relajada, había hablado con Sandru y aunque le parecía que el chico era demasiado moralista habían hecho las paces...No dejaría de ser ella misma pero trataría de no hacer ese tipo de cosas delante de Sandru. Al fin y al cabo no tenía nada de malo hacer según que cosas. Además... Sandru la había dado una idea... aquello de robar a los ricos para darselo a los pobres no estaba tan mal si el rico era mala persona... Realmente a Debbe no la interesaba el dinero, pero si el vivir intensamente. El pensar en vivir como una campesina toda su vida, sin ver mundo y sin vivir realmente la ponía los pelos de punta.

Y, finalmente, llegaron a Roderic´s Cove. En cuanto al tamaño de la urbe, no era excesivamente grande, parecido a los anteriores asentamientos de Wolf´s Ear o Galduria. La mejor noticia de todas era que, según el itinerario de Sandru y dado que queria evitar la ciudad de Riddleport prácticamente a toda costa, el siguiente objetivo sería un largo viaje entre esta ciudad, Roderic´s Cove y el objetivo, Brinewall.

-¿Cómo?-preguntó el enano mientras revisaba un mapa con Sandru- ¿esta es la última parada antes de llegar a Brinewall? Que gran noticia-exclamó- pero tendremos que comprar mas provisiones aún. Ameiko, ven conmigo a la posada. Me gustaría tratar de sacar unas monedas bendiciéndola y ya de paso probar la calidad de la cerveza de aquí. Si la paga es buena te podré pagar un pichel a cuenta de éste enano-dijo sonriendola animado.

Al llegar al pueblo, Debbe buscó un lugar donde vender que estuviese alejado de Sandru pero para su sorpresa el vasiriense comenzó a seguirla. FInalmente  y, tras hacer como pensaba donde se colocaba en un par de sitios, Debb preguntó algo enojada ¿Qué pasa Sandru? ¿No te fías de mí?

La chica siguió caminando y se situó junto a una taberna con cara de malas pulgas. Aquel día Sandru era su sombra...no podía vender a su estilo ¡y no entendía porqué! No hacía nada malo. Es más,la mayor parte de la gente sabía que las historias no eran verdad pero le gustaba oirlas.

Articulos de porcelana...Los mejores...bueno,obviamente no son los mejores del mundo pero los artesanos son buenos.Decoradas con delicad...bueno,bastante bien decoradas... parecía que Debbe no encontraba el equilibrio entre sinceridad y don de ventas. Además, la presencia de Sandru la ponía nerviosa. ¿Hace falta que me vigiles? No señor, los vasos no son resistentes a la caida pero si me compra cuatro y una tetera le regalo dos mas...

Kevan sonrío al escuchar a Debe vender (o no) las piezas de porcelana.

Siguió a Grongar mientras le comentaba al clérigo:

- Sospecho que el viaje puede ser más duro esta parte. Si hay un largo trecho, es más fácil encontrar bandidos, deberíamos aprovisionarnos al máximo y poner guardias  todo el camino.

Ameiko y Grongar se fueron a la taberna con intención de sacar algo. Lo que consiguieron fue alguna cerveza gratis para el enano, pero nada de dinero.

En cambio, Sandru y Debbe se pusieron a vender la mercancia. Y consiguieron venderla y sacar algo de beneficio. Esta vez, sin tratar de timar a nadie, lo cual hizo que incluso Sandru se pusiera a vender con ella para tratar de hacerlo antes.

Al caer la noche estaban todos juntos. Sandru fue el primero en hablar.

- Nos quedan unos siete u ocho días hasta llegar a Brinewall. Pero esta es la última parada. No sé si deberiamos de vigilar o deberiais de seguir buscando comida. Si pasa algo y se complican las cosas, más nos vale tener provisiones. No obstante, tenemos para unos 10 días. Asi que no deberia de haber mucho problema. ¿Qué opinais vosotros?

Kevan se frotó la barbilla pensativo.

- Creo que el mayor peligro será cuando empecemos a estar lejos de las ciudades. Los dos primeros dias Shalelu puede cazas y después no dedicaríamos a vigilar. Si vemos que las proviciones empiezan a escasear, volveríamos a cazar. ¿De acuerdo?

Drommbar gruñó pensativo cuando Sandru dijo aquello. Los enanos solían ser precavidos o impulsivos, pero el término medio era raro en su raza. Y sin duda, Drommbar no pertenecía al primer grupo.

- Si sólo faltan ocho días, yo voto por no gastar dinero inútilmente -rezongó-. Prefiero el oro a la comida...

Aquella era, sin duda, una posición arriesgada... pero la mente del enano funcionaba así y era inflexible. Además, no se le ocurría ningún imprevisto que pudiera demorarles más de uno o dos días por grave que fuese, con lo que tenía muy claro que contaban con provisiones suficientes. Ni siquiera se le pasó por la cabeza que el tiempo podía no darle la razón y meterles en un grave problema si no eran previsores...

-Bien, pues si ya tenemos todo lo necesario será mejor que partamos-dijo el enano algo molesto por que en la taberna, más pequeña de lo que él pensaba, hubieran prescindido de sus servicios-. Hasta ahora hemos tenido un viaje muy tranquilo, si no fuera por la falta de provisiones-dijo evitando mirar a Debbe y a Sandru- espero que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. y mas nos vale estar atentos, malo sería tener un mal encuentro ahora que estamos tan cerca de nuestro destino-dijo pensando en que le parecía que se le había hecho muy corto un viaje en el que llevaban mas de una semana.

Finalmente el grupo se puso en movimiento. Por un lado, a algunos se les habia pasado rapidamente el viaje y no les importaba seguir unas cuantas millas más, pero otros estaban deseando llegar a Brinewall, en especial Ameiko. Desde que salieron, se le notó mucho más nerviosa de lo habitual... inquieta.

Debbe viajó aquel día junto a Sandru. Quería ver como manejaba la caravana ya que consideraba que era importante saber manejarla. Nunca se sabía cuando podría hacer falta. En un momento concreto,la chica se inclinó hacia Sandru y le preguntó en voz baja para que no lo oyese el resto.

¿Sabes que lepasa? Entendería que estuviese emocionada pero no parece muy...feliz precisamente...

- Bueno, va a enfrentarse a una parte de su vida a la que no le había plantado nunca cara. Sabe quién es su padre, pero esa carta... Realmente no sabe de dónde procede. Y ahora, ella es la única superviviente de los Kaijitsu, nadie puede decirle quién es, salvo ella misma.

El viaje continuaba y Drommbar empezaba a preguntarse cuándo dejaría de ver tanto árbol y la luz del sol, para encontrarse de nuevo en una acogedora caverna enana. Otros en su lugar habrían deseado justo lo contrario, e incluso habrían disfrutado de un viaje como aquél, tranquilo y sin sobresaltos... pero él tenía sangre enana y además amaba la lucha. Si aquello continuaba así, iba a acabar poniéndose fofo...

Pero sabía que quedaban pocos días para llegar a Brinewall, y la perspectiva del tesoro lo animaba a ser un poco más paciente.

Grongar había hablado un rato con Ameiko, parecía nerviosa y a medida que pasaban los días mas se excitaba. La mujer traida de cabeza al enano que intentaba estar allí siempre que ella lo necesitase, pero no quería presionarla por lo que la dejaba a su aire. Aún así el enano apenas podía reprimir la curiosidad que sentía por todo aquel asunto.