Partida Rol por web

La confusion de Rever dura varios segundos ante la mirada atenta de Mitsuki. Una vez parece recobrar el sentido, se mira las manos y se pregunta por que tiene las hojas afuera y con el traje embutido. Vuelve a su estado normal sin saber realmente que ha ocurrido. Podria deberse a un ataque mental del enemigo?

Mitsuki cargó los trastos en el carrito y continuó avanzando por la calle. La mujer que había conocido el día anterior se cruzó con ella al salir, pero Mitsuki no dijo absolutamente nada a su paso.

Sin embargo le pareció interesante que alguien como ella tuviese que gestionar un restaurante... a menos que fuera algo más.

Continuó avanzando lentamente, cada vez más cerca de Kaito. Y... éste se transformó, sin más.

Lo cierto es que Mitsuki sospechaba que aquel chico era la identidad tras la máscara de Rever... pero también sospechaba que había llevado la armadura en aquella grande mochila del día en que le conoció, jamás hubiese imaginado que pudiera transformarse sin más en... aquello.

Se lo quedó mirando extrañada mientras este se encaraba a ella, aparentemente confuso... y volvía a su forma normal.

Mitsuki avanzó los últimos metros que le separaban y se quedó frente a él en silencio. Incluso con las gafas de sol puestas se podía notar que le miraba reprobatoriamente y que esperaba una explicación.

Levanto la extraña esfera hasta tenerla frente a mis ojos, no se cómo explicarlo pero siento algo, no es una bola normal y corriente. Me la guardo en un bolsillo, puede serme util para ver quien o que ha entrado aquí.

Me mantengo en segundo plano mientras la reportera habla con el chico, por ahora no me ha reconocido, perfecto. ¿Una muestra para analizar? ¿Qué clase de periodista es esta?

Las placas de la armadura se replegaron, dejando libre de nuevo al joven Kaito. Todas las piezas que componían aquella cosa se deslizaron unas sobre otras, encogiéndose como si tuviesen vida propia, hasta desaparecer en la espalda del chico, que quedó de rodillas, respirando con dificultad por la súbita transformación y regreso sin saber muy bien por qué.¿Se estaba descontrolando... o era algo más...? La transformación apenas había empeorado los jirones con los que cubría su torso, restos de la ropa desgastada que había usado hasta el incidente con júpiter, y que por supuesto no había podido sustituir.

Estando agachado y de rodillas, tratando de recuperar el aliento, Mitsuki pudo ver unas marcas negras en la espalda de Kaito. No eran tatuajes, puesto que tenían relieve y un ligero brillo.

El chico alzó la mirada, confuso, y se dio cuenta de que en efecto, era ella la que estaba delante suyo. La chica del pelo plateado y la máscara demoníaca. Si había alguna posibilidad de que la noche de la bomba no hubiese deducido su identidad, ahora ya estaba claro del todo. Le había visto transformarse en directo. Sólo esperaba que nadie más le hubiese visto. La única ventaja que le ofrecía la vida como vagabundo era el anonimato.

Se quedó mirando a la chica, y se incorporó con dificultad. Parecía que ella esperaba una aclaración de lo que acababa de pasar. Desgraciadamente, Kaito no la tenía. Miró a su alrededor ¿Quizás algo de lo que estaba haciendo había activado la armadura? Sólo recordaba estar buscando comida... y entonces vio el fruto morado y mordido. Era lo último que había hecho antes de volverse Rever. Morder, con cierta desesperación, aquella cosa. Lo recogió y lo examinó cuidadosamente.

Mientras se colgaba la acreditación al cuello, realizó una leve reberencia a las chicas de la taquilla.

- Muy amables señoritas. Me dirigiré arriba a preguntar.

Al llegar arriba, buscó con la mirada al policía que le habían indicado que se encontraba en el lugar.

Tras ser mordido, aquel fruto que cayo al suelo, se deshizo lentamente hasta desaperecer.

Te colocas el identificativo, y subes las escaleras tras pasar por el hombre mayor que revisaba las entradas. La ambientacion del museo es moderna y las diferentes esposiciones estan situadas en salas donde trabajadores controlan el acceso segun la tarifa que hayas pagado. Algunos carteles anuncian la exposicion sobre la tematica del demonio y hechos sobrenaturales. La zona está cerrada por cortinas y cintas que la separan del resto. Un policía joven está parado controlando el acceso.

Yo directamente no tengo las herramientas necesarias, pero una amiga si que lo podrá identificar y estudiar. Mirando hacia la cortina. Pero vosotros dos que haceis aqui adentro? Como se entere el policia estaremos en problemas.

El joven se giró hacia Hikaru, mirándole como si fuera la primera vez que lo viera allí. Probablemente había asumido que se había marchado.

- Oh... eh... - no alcanzaba a dar una respuesta - Está en lo cierto, no dispongo de autorización por parte de las fuerzas de autoridad locales. Usted tampoco, señorita, e imagino que él tampoco.

Se quedó mirando a Hikaru unos largos segundos, le señaló como queriendo decir algo, pero luego negó.

- Le acompañaré a ver a su amiga - afirmó rotundo, e hizo un ademán hacia la cortina.

Si, tienes razón, no tendría que estar aqui, pero una periodista de investigación debe buscarse las noticias, y esperar a recibirlas. Y lo siento, pero no puedo permitirte que me acompañes. Son temas de trabajo, lo hago sola.

Parpadeó un par de veces al escuchar su respuesta, y luego asintió lentamente.

- Claro... no le acompañaré. Es su trabajo - respondió. Sus ojos se clavaron en los de la periodista, fijamente, y luego alzó la mano a modo de despedida - Encantado de hablar con usted.

Se volvió para marcharse, dio dos largos pasos, y se giró hacia el otro joven. 

- Suerte - dijo, sincero, y salió por la cortina.

La nativa tenía razones para no permitirle acompañarle. Si disponía de información clasificada que le daba acceso a dispositivos secretos, no querría compartirlos con cualquiera. Si bien era una costumbre egoísta y arcaica para Malakhai, entendió que en una sociedad tan poco desarrollada como aquella los seres humanos se vieran obligados a competir los unos con los otros por gloria personal. En el Imperio cada indivíduo trabajaba de forma que el conjunto se viera fortalecido.

Salió del edificio y buscó un lugar desde el cual seguir a la periodista. Probablemente iría directamente hacia su "fuente".

Kaito maldijo a media voz. Definitivamente, esa cosa que había mordido era sospechosa. Una fruta normal no se deshacía de esa forma. Siguió buscando si había quedado algún resto. Aunque sabía cómo analizarlo, no tenía ni idea de dónde podría hacerlo.

Akai mira a la mujer serpiente y señalandole con el dedo dice:

Tu... ser oscuro, suelta a los que tienes atrapados y lucha contra mi... yo te destruire, ellos no tienen nada que ver contigo.

Cierra los ojos un segundo y dice mientras se concentra:

¿Porque estas aqui ser malvado y que es lo que quieres?

Mientras trataba de leer la mente de ese ser esperando averiguar sus intenciones

Mitsuki observó en silencio a Kaito tras su transformación.

-Pensé que era un traje. -dijo escuétamente con su voz de pesadilla- Ahora veo que eres un monstruo como yo, o que lo tienes dentro... Y que no le controlas.

Siguió observando qué hacía. Sin comprender.

-¿Ayudo?

Me acerco, mostrando mi identificación, al policía que hay en el lugar. No cabe duda de que es la zona que Gabriel está buscando, a juzgar por las cintas de la policía y el propio vigilante que han dejado allí.  Al llegar, le saludo con un asentimiento de cabeza.

- Buenas, oficial. Soy el detective Kauffman. Ya he trabajado antes con su departamente. Estoy investigando sobre el robo y su posible conexión con un caso de desaparición que estoy llevando a cabo. ¿Podría echar un vistazo rápido? Siempre bajo su supervisión, por supuesto. - Sin duda, la policía era la autoridad y tenía que tratar de convencerles para poder echar una ojeada al lugar.

De las cercanias empezais a escuchar sirenas de varios coches de policia que pasan corriendo velozmente y un par de ambulancias tambien por la calle trasera. Las voces de unos transeuntes explican algo de un robo:

Estan robando el banco central.  Vamos a ver que pasa!

Se puede ver como un grupo de chavales pasa corriendo en la misma direccion que los coches de policia.