Partida Rol por web

Victoria se muerde el labio y aprieta los puños. Sería tan fácil acabar con todos ellos de golpe. Pero eso sí sería fácil. Quería hacerles sufrir. Que viesen la muerte con sus propios ojos. No iban a irse de este mundo tán facilmente. No cuando se habían metido con Victoria.

Camina despacio, sigilosa. Cosa que no le cuesta mucho gracias a sus habilidades vampíricas, y eso que va con tacones. Piensa acabar con ellos de uno en uno. Dejándoles desangrarse, y sin darles tiempo a verle la cara antes del ataque.

 Mientras te acercas paso a paso, puedes oir sus chanzas mucho mas cercanas, lo que le piensan hacer en cuanto comience a hablar y diga todo lo que sabe.

Victoria lo tenía claro. Sabía que su mejor carta era la seducción, pero no le apetecía en absoluto y lo dejaría como plan B. Por lo que se decide a hacerles sufrir como en su vida han sufrido.

Intenta acercarse al más apartado de ellos y con un golpe seco dejarle sin sentido. De momento solo quería quitarse obstáculos de enmedio. El segundo sería su pequeño aperitivo, y bebería hasta dejarle sin fuerzas. El tercero sería su primer plato y bebería de él hasta dejarle agonizando y al último, a este lo llenaría de agujeros.

En caso de que algo saliese mal, utilizaría su encanto para llevarles a su terreno y dejarles fuera de combate igualmente.

 Caminas por el lugar con los tacones, sorteando los trozos que se han desprendido del techo o de las paredes. 

Victoria sonríe satisfecha y suspira al ver que ha hecho demasiado ruido.

Con la mayor cara de inocencia y a la vez la más seductora, sale de su "escondite" caminando de forma felina.

Tu compañero ha salido a fumar. Me ha dicho que quizá vosotros podríais ayudarme a encontrar el camino de vuelta a la ciudad... Dice como si fuese un perrito abandonado, caminando lentamente hacia el soldado y jugando con su dedo índice en el pecho del hombre.

 Uno y otro se miran incredulos sin saber bien qeu puedes hacer aqui ... sonrien de manera lupina mientras uno se acerca

Victoria intenta disimular su enfado con el nuevo grito de Sergio.

Claro, por supuesto... pero... Mira hacia abajo fingiendo inocencia. ..de uno en uno, por favor. Dice haciendole señas al primero para que se acerque a ella con el dedo de forma insinuante, para poder llevárselo algo apartado y poder dejarle sin conocimiento de un bocado.

 Sonrien los dos...Hubiera preferido que ... se miran mientras se lamen los labios y se frotan las manos al unisono como dos lobos frente a su presa. 

Vamos pues, hay un pequeño rincon donde podemos pasar un rato agradable y divertirnos los tres.

En un rincon entre las sombras hay un cojin algo roto, con manchas que casi prefieres no saber y que parece ser el lugar que ha elegido.

Victoria sonríe traviesa, mirando el lugar. Qué asco. Aunque eso no se refleja en su cara.

Asiente de falsa forma infantil, y empieza a caminar con ellos hacia el lugar. No había colado, pero bueno, solo debería dejarse babear un poco para pillarles desprevenidos a la vez. Gages del oficio.

Espero que me lo hagáis pasar tan bien como se lo están pasando ahí dentro... Dice pillina, aunque con rabia por dentro.

 No te gustaria tener lo que hay ahi dentro, el pobre loco no nos dice lo que queremos y esta pasandolo mal. Pero si te gustan esos juegos no voy a negartelos te traigo un par de esposas, te ato al colchon y te doy duro sonrie mirandote mientras se acerca. Es mucho mas alto que tu y corpulento seguro que cree que podria hacerte algo si te resistieras.

Un nuevo grito y una voz que dice matadle, no sabe nada pero que sepan el mensaje

Vale. Se había acabado el tiempo.

Victoria hace que le salta al cuello para besárselo pero en realidad le arranca un trozo y le rompe la yugular y mientras el otro en estado de shock. Cuando termina con el primero salta sobre el segundo haciéndole lo mismo. Quería hacerles sufrir pero no había tiempo.

Debía llegar donde Sergio, ya.

 El primero cae cuando llegas al segundo y te aceleras hasta llegar, a la puerta. Dentro hay tres personas alrededor de una cuarta en una silla, uno tiene una pistola en las manos y le esta apuntando.

Matale, que el mensaje llegue a sus amigos, no queremos intrusos en la ciudad y mucho menos a alguien como él. Lo hiciste mal, debiste haber sido mucho mas listo y no dejar que viniera

Lo primero que debía conseguir era que apartasen esa pistola de él. Lanza cualquier trozo de madera o hierro a uno de los hombres.

¡Oh! Me he equivocado de puerta... Dice de forma inocente con las manos en la espalda. ¿No iréis a matar a alguien delante de una dama? Pregunta de nuevo con el mismo tono.

Realmente no tenía un plan, pero almenos dejarían de apuntarle a él.

 Recibe el golpe de la madera y luego se gira mientras te miran.

El plan de Victoria es esquivar las balas acercándose a ellos dejándoles KO de un mordisco o golpe.

Este es el momento, en que sus habilidades vampíricas salen a la luz. Sin mucha dificultad, Victoria esquiva las balas, que le pasan bastante cerca pero sin rozarla si quiera. Esto provoca que los secuestradores se queden algo alucinados, emoción que ella aprovecha para darles un buen bocado a cada uno, y acabar escupiendo el trozo de carne, que deja a los hombres tirados en el suelo de dolor.

Mientras se dirige al último, se limpia la boca con asco, como si hubiese mordido a una mofeta y le coge del cuello levantándole unos centímetros y mirandole con real rabia.

Iba a darle la oportunidad de huir, pero no se lo merecía ni tampoco tenía ganas de dejar a alguien suelto por ahí que fuese testigo de la masacre. Así que con una falsa sonrisa, le baja y ríe para que él ría, y cuando lo está haciendo, le rompe el cuello en un movimiento seco. Luego, sin demora, se agacha junto a Sergio.

 Los cuerpos muertos, desangrandose en el almacen mientras Sergio respira con dificultad, mientras tiene un labio partido, la ceja abierta, un ojo completamente hinchado por los golpes, magulladuras por todas partes y  la ropa rota mostrando las heridas que hay sobre su piel

Victoria, por primera vez, cambia su expresión de rabia y odio, por una tierna y cariñosa al mirar a Sergio y sobretodo su estado. Le desata y le acaricia la cara con dulzura. Por suerte, ya les había hecho pagar todo.

Calla... vámonos... Le casi ordena, pero con mucho cariño. Luego le ayuda a levantarse. Le dejaría en un hospital antes de volver a casa para cumplir su misión. Eso sí, no sin antes incendiar aquel lugar para no dejar pruebas.

 Le cuesta levantarse y trastabillea un poco apoyandose en ti.  La herida de la frente esta sangrando, parece que le dieron bien, el labio partido, un ojo hinchado a punto de reventarle, dedos rotos...te fijas por primera vez en el crucifijo que lleva al cuello, nunca se lo habias visto.

Victoria, deberias dejarme e irte, es tarde y seguro ue voy a morir...me duele el costado creo que me han perforado un pulmon

No digas tonterías... Le dice seria. Pero era cierto que tenía muy mala pinta, se queda mirando el crucifijo y Sergio se percata de ello.

Ella luego, coge el móvil y marca el número del hospital. Voy a llamar a una ambulancia. No te preocupes, te pondrás bien... Le dice.

Mientras llegaba la ambulancia incendiaría el lugar. Todo quedaría en un accidente. Y sí, se le había pasado por la cabeza transformarle, pero era la última de las opciones y tampoco está segura de que lo sea.