Partida Rol por web

¿Diego? ¿Hardestat? Más nombres, maldición... Esto está lleno de chupópteros. ¿Tanto ha cambiado el mundo?

Er... hola. Saludó seco como siempre Henri mientras movía la cabeza a modo de saludo. ¿Esto está plagado de gente como nosotros o qué? Recuerdo que hace mucho tiempo no había tantos vampiros... ¿qué ha pasado con nuestra especie? ¿Habéis Abrazado hasta el hartazgo o qué?

Henri se acercó hacia el recién llegado y le tendió la mano y se quedó allí esperando que se la estreche.

Niego  y me rio por las preguntas mientras Diego le estrecha la mano Digamos que algunos han sido muy prolificos, pero otros no damos nuestros dones asi como asi.

Diego es del clan Assamita, no le mires asi, le eligieron no por el color de su piel, sino por sus cualidades como guerrero. Simbolo de la gehenna.

Dejo lo que tengo en las manos en una mesa bueno Diego nos traera a tu sire, sabra enocntrarle. ¿Tienes hambre?

¿Asamitas? Es extraño verlos por aquí... suponía que estarían encerrados en sus guetos del desierto, cazando magos vampíricos o algo así. Supongo que el odio que tienen por los Tremere aún estará latente. Los años no quitan el odio que pueden sentir por otro clan... además, según tengo entendido, los magos se la han jugado con la supuesta maldición.

Buenas noches, Diego. Encantado. Es extraño ver a un miembro de tu Clan por estos lugares. Pensaba que os gustaba el desierto o cosas así. En mi "época" estabáis más... hum... centralizados por decirlo de alguna manera. Dijo Henri mientras lo miraba con sus ojos de lobo.

Después se giró hacia su rescatadora y negó con la cabeza.

No, estoy bien.

Le miro y niego Yo no soy el resto de mi clan. Naci en España, cuando aun estaba dividida en dos grandes reinos y el musulman. Miro a Ana y sonrio levemente antes de volver a ponerme serio

La verdad es que la culpa de que sea como soy no solo es por mi educacion, sino por cierta Ravnos que conoci hace tiempo. Conozco a tu sire y hare lo que pueda para reuniros, aunque no sera facil, Los rumores lo situan en algun lugar del norte de Europa.

Deberias comer, la noche puede ser muy larga. De Madrid llegan malas noticias. Monçada esta moviendo ficha y no puedo hacer nda por impedirlo.

Habláis de Clanes y de Vampiros como si fueran lo más normal de este mundo. De dónde vengo, hablar de ello era... bueno, simplemente no decíamos nada sobre los demás. O estaban con nosotros o los cazabamos como a zorros, así de sencillo.

Montçada... otra vez ese nombre.

¿Quién es Montçada? ¿Qué es lo que está preparando? Parece bastante poderoso... ¿Y Madrid? ¿Estamos lejos de la capital?

Esto es bastante extraño. Parece como si tuvieran miedo de lo que pueda llegar a pasar.

Te miran ambos y te pasa una especie de dossier para que leas donde pone

Arzobispo Ambrosio Luis Monçada, plenipotenciario y guardián de la Fe

Clan: Lasombra

Poco se sabe acerca de los primeros años de vida de Monçada; la mejor versión puede ser que llegó a Madrid con la repoblación de Alfonso VII como un sacerdote asignado a la iglesia central de la ciudad, dónde se esforzó en la medida de lo posible (incluso construyó una mezquita). Monçada era un hombre de ambición, talento y fe, que ascendió rápidamente en la jerarquía eclesiástica (como acreditan algunos documentos de la época.) Con el tiempo, ganó el rango de arzobispo, pero fue prevenido de intervenir en política en contra del Papa. Era una época en la que proliferaban los "Papas" y los "Anti Papas", y no había lugar en la jerarquía para alguien que no respetase a sus poderosos patrones. Por ello, Monçada redujo su ambición a las tierras de Iberia. En la época en que la Reconquista se balanceaba a favor de los cristianos, el arzobispo vio numerosas posibilidades de aumentar su poder. Sin amenaza alguna, Monçada alcanzó la posición más alta posible. Para sorpresa de todos, el se dedicó a la autocontemplación recluyéndose en un monasterio. El arzobispo no ansiaba las cacerías, los banquetes y las lascivias a las que se dedicaban sus iguales, él tenía su fe, siempre buscando luchar por las causas del Cielo. Durante la edad en la que los corruptos clérigos llegaron a ser habituales, Monçada fue como una torre, una torre que constituyó un acertijo que los Lasombra que tenían grandes intereses en la Reconquista juzgaron interesante. El Abrazo cambió a Monçada menos de lo que se podía esperar. Muchos de sus hermanos de sangre habían sido confesados por él; otros eran patrones de sacerdotes que Monçada conocía o que incluso le habían ordenado a él. En unas semanas, el arzobispo se aclimató a su nuevo estatus y se renovó su búsqueda de poder. Claro que, desde aquél momento, sus anteriores aspiraciones le parecieron banales, sólo la supremacía entre los Lasombra le satisfaría; no era por la gloria de Monçada, era por la gloria de Dios. Estaba claro que su Abrazo había sido la voluntad de dios, y que él tenía toda la eternidad para realizar la tarea de Dios. La influencia del arzobispo se influyó rápidamente tanto en la sociedad mortal como en la inmortal. El trabajo de confesor real y el ocasional tutelaje le permitía entrenar su comunicación y persuasión. Iglesias y monasterios florecieron, y muchos tenían su génesis en el corazón de Monçada, que los extendía como fortalezas. En la Reconquista, el peso del clero sirvió para soportar los intereses políticos de los Lasombra, que habían tomado partido por el bando Cristiano. Las centurias pasaron, y algo sucedió a la fe del arzobispo. Sin proponérselo comenzó a creer en que un oscuro sino le perseguía, y tomó la determinación de aprender sobre dicho sino para poder vencerlo. Monçada creía, con su perfecta fe, en la redención y la Resurrección. Con resignación, tenía que aceptar que no habría salvación para él o para su Estirpe, y Dios les había condenado. Por ello, algunos estudiosos Cainitas crearon la Senda de la Noche siguiendo los pasos de Monçada, como un tributo tanto a su fe como a su influencia en los otros miembros de su Clan. La posición de Monçada dentro del Sabbat y de su Clan se consolidó y después expandió. Fue el guía espiritual para muchos miembros de su Clan y obtener la confesión del arzobispo era un honor (al menos para los Lasombra Católicos). Su influencia política, no obstante, no es tan grande como se podría pensar (muchos miembros del Sabbat piensan que gasta demasiado tiempo en cosas espirituales en lugar de las temporales, siempre persiguen la voluntad de Dios. Actualmente, Monçada está confinado por sí mismo en su refugio, protegido por un laberinto de corredores y santos lugares de Verdadera Fe. Cuando el mundo necesita consejo de Monçada, él lo da; no tiene interés en salir de su refugio y salvo que se le requiera de forma urgente, permanece como una araña en una red blasfema.

Ah, interesante... papeles con letras... Creo que no han tenido mucho contacto con gente como yo. Supongo que todavía no se han dado cuenta que esto para mí no significa nada, absolutamente nada.

Henri cogió los papeles y les hechó un vistazo. Estuvo mirándolos durante unos cinco minutos y después, sonrió y los dejó sobre la mesita que tenía a su lado.

¿Y qué significa todo esto? Es decir... ¿queréis matarlo? ¿Hacerlo desaparecer de esta no-vida? Dijo Henri al mismo tiempo que miraba a sus dos interlocutores.

Este tiempo me va a terminar matando.

Has dicho que no sabias quien era Monçada asi que te lo presento- Bueno mejor no en persona pero bueno el dia que te lo encuentres corre por si acaso.

Miro a Diego y sonrio No, no quiero yo matarle y al menos no nadie que yo conozco pero el muy bastardo si que se lo merece. Aunqeu donde esta no nos permite hacer mucho, creo que el mismo se matara cuando llegue el momento.

Y ahora las buenas noticias, tu sire por lo que me ha dicho esta en Madrid asi que tendremos que viajar hacia alli a buscarle.

Madrid. Hace siglos que no escuchaba hablar de Madrid.

Si es allí dónde se encuentra Teiwaz, es allí dónde iré.

Simple.

Pensamiento Gangrel decía mi antepasado.

Bien. Si él está allí, ese es mi destino. ¿Algo más que deba saber antes de marcharme? 

Niego y sonrio.
Nada, solo portate bien, no hagas nada que yo no hiciera.
Te dare mi numero de telefono por si tienes problemas, daselo a alguien para que lo marque el y luego hablas al aparato que te den.

Hare que unos amigos te ayuden en Madrid, pero el resto ya es cosa tuya.

Henry me alegro mucho de que estes con nosotros.

¿Estar con ellos? Supongo que se referirá a estar caminando junto a ellos.

Yo no soy de nadie.

Por lo menos no antes de conocerlos profundamente y claro, luchar codo a codo.

No respetes a nadie que no haya luchado junto a ti... o contra ti... Eso decía Teiwaz y ahora iré a por él.

Muchas gracias por la hospitalidad que me habéis brindado, os lo agradezco de corazón. Dijo Henri con una media sonrisa. Gracias por esto. Continuó mientras cogió el papel y saludó con la mano a ambos mientras se retiraba.

Nuevamente, solo.

Mejor solo que mal acompañado.

Sonrie mientras te marchas, pero su acompañante no hace nada, ni sonrie ni nada solo se  queda callado esperando tal vez que digas algo o te vayas.

Cuando sales y te marchas, en la puerta hay un coche que te llevara la aeropuerto y a Madrid, parece que todo son facilidades. Una cosaque no has visto en tu vida y que supuestamente le llevaria pro el aire sin sostenerse en nada hasta volver a tomar tierra.

El piloto es humano y no hace muchas preguntas mientrs espera que subas o hagas algo.

¿Estó que demonios es? ¿Un carro de acero tirado por... caballos? Nunca había visto nunca algo así...

¿Y qué demonios es un avión?

Henri se acercó al coche y comenzó a olfatearlo por todos lados.

Era interesante ver al vástago intentando comprender como va a hacer para ir a Madrid con este aparato y lo más importante, dónde tiene que subirse.

En un momento, saltó hacia el techo del coche y se sentó.

Miró al tío que estaba allí y le señaló hacia delante.

¿Vamos?

 El humano sonrie y asientne mientras te señala el avion Tiene que subir ahi caballero, le llevara a su destino, estara mucho mas seguro que si va aqui. Sus ventanas estan preparadas para la luz del sol.

Espero que tenga un buen viaje por que ha sido un placer llevarle a todos lados. 

Gracias. Gruñó Henri entre dientes y se metió al coche.

Una vez dentró, intentó acomodarse en esos asientos de cuero mullidos.

Los tocó, los olfateó, y se acomodó de una forma y de otra.

Pero se sentía incómodo.

Necesitaba tener los pies en la tierra... necesitaba el aire...

Tocó un par de botones de una consola hasta que el techo se abrió un poco, dejando entrar la brisa.

Ahora sí. Podemos partir, caballero. Le dijo al chofer.

 El chofer parece murmurar algo mientras arranca y comienza a conducir.

Estaba ofuscado por la cháchara del chófer, una charla que no paraba y no paraba. No dejaba de ofrecerme cosas, por "un módico precio". Hay cosas que no cambian aunque pasen miles de años. Es simplemente lo que hay, pero parece ser que en esta época, el tema del dinero está mucho más... a flor de piel.

En ese momento, algo golpea el aparato en el que viajaba y una cabeza se asoma por la ventanilla, rodeada de pétalos de rosa.

¿Si quiero jugar con ella?

- No se jugar, niña. - Le respondí casi sin abrir los labios.

 Hago un mojin mientras me deslizo hacia dentro y le saco la lengua...

¿Rubio con armadura?

Por un momento mi mente pensó en Armand, pero sólo por un momento.

Se giró hacia la chica cuando saltaba del coche e intentó detenerla con su mano sobre un tobillo, pero ella era demasiado rápida como para poder pillarla.

Se volvió a sentar mirando hacia delante, con la mente pensando en si en realidad era Armand al que se refería, pero rápidamente descartó esa idea.

¿Faltará mucho para llegar?

Henri se puso a pensar en otras cosas, para olvidarse de lo sucedido.

 El cielo sigue oculto por las nubes, no se ven estrellas, se siguen oyendo las risas a lo lejos bajo la musica de la radio.