Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Tanya mira de reojo a Elena. ¿Que qué le han contado? Tenía muy claro que aquello no era asunto suyo y menos después de las advertencias que había recibido sobre ella. Pero también que la diplomácia era una pieza clave en esta misión.
Me han contado lo que debo hacer. ¿Qué puedes contarme tú?
Pregunta, volviendo a mirar al frente y con aquel frío tono de voz que utilizaba tan amenudo y hacia que se viera tan profesional. De hecho, lo único que necesitaba saber era cómo encontrar a aquella estúpida que se había atrevido a cometer tal ofensa.
VAle....replico mientras la miro de reojo.
La mujer a la que estas buscando, esta ahora mismo con alguien mas tras sus talones. Adelyne es, era mi sire aunque digamos que nunca se comporto como alguien adecuado.
Como todo lasombra es un claro ejemplo de los magistri, creo que eso la molesta de mi, que yo no soy tan como ella o mi difunta hermana Penelope. Una sonrisa en mis labios y me rio queda.
Por lo que parece se marcho del pais con algo que le robo a Monseñor, para mas datos deberas hablar con su manada, te llevare con ellos en cuanto desees pues se encuentran en Madrid.
Su lider es el que fue mi maestro en las artes del combate
Estupendo... si alguien sabía dónde había ido, sería el líder de su manada.
O al menos es un buen sitio por dónde empezar...
Las cosas se complicaban por momentos. Si Adelyne había salido ya del país, sería más difícil encontrarla... pero alguien tenía que saber dónde estaba. Alguien tenía que saber hacia dónde había huído. Alguien tenía que haberle proporcionado medios para partir... o incluso, alguien podría haber contactado con ella para conseguir lo que ella misma había robado.
Fuera como fuera, la encontraría.
¿Qué puedes decirme de tu... maestro?
Vuelve a preguntar, con la mirada fija en el frente, distante, y con un tono de voz frío... casi incluso demasiado.
Es un assamita asi que puedes imaginartelo como puede llegar a ser. Me enseño bien a hacer el trabajo que tenia que hacer y me enseño a hacer pocas preguntas a veces.
Cómo única respuesta, Tanya asiente.
Así que un assamita... Deberíamos entendernos bien.
Piensa para sí, sin olvidarse de no confiarse demasiado. Un auténtico assamita, como ella, siempre está alerta y preparado para cualquier imprevisto.
Será un honor conocerlo, entonces.
Enseguida vuelve a su silencio habitual. Ya había hablado más de la cuenta.
No pensaras lo mismo cuando te haga mil y una preguntas y encima luego te haga hasta dudar de lo que tienes o lo que sabes.
Tanya enarca una ceja al escuchar el primer comentario de Elena. No comprendía cómo podía estar tan segura de su comportamiento y de su posible reacción si apenas la conocía. Puede que la persona a la que fuera a conocer, el assamita lider de la anterior manada de Adelyne, fuera perspicaz... pero ella tenía nervios de acero, y hacía años que nadie confundía su mente o enrevesaba sus pensamientos. No iba a empezar a hacerlo nadie ahora, en una misión tan importante como esta.
Gracias.
Responde sin más, saliendo del coche y colocando su gabardina negra de cuero a juego con sus gafas de sol y las botas de tacón alto que se había visto obligada a usar para esta ocasión. Al entrar, recoge su cabello en un moño alto, desenfadado. Su paso es seguro y tranquilo, confiado, aunque a un buen observador no se le pasará el detalle que hace de ella una figura completamente antinatural. A pesar de su calzado, no emite ni un sólo sonido que delate su posición. No por nada empezaban a llamarla La Invisible.
Su mirada, tras esas oscuras gafas de sol, recorre ávidamente cada centímetro de suelo, pared y techo por el que pasa, alejando su situación real de la aparente calma y despreocupación de sus gestos.
El interior, sombrio, oscuro. A lo lejos en el centro de la sala, hay un hombre arrodillado rezando, puede que sea tu contacto por que es el unico que hay alli.
Bienvenida. Acercate soy Abdul, el lider de la antigua manada de Adeline. Pregunta y vere si puedes tener respuestas
Te mira de reojo antes de que puedas fijarte que tiene una mancha de sangre en su ropa, unas gotas que caen sobre su pecho, debe de haberse alimentado hace poco.
Tanya observa detalladamente a Abdul, con mirada fría oculta tras sus gafas de sol. Sin embargo, no tarda en quitárselas y colocarlas sobre su cabeza. No tenía nada que ocultarle y quería demostrárselo. Ella estaba aquí para hacer su trabajo, nada más. Y él, como assamita que era, debería entenderlo.
Ya debe saber cual es el motivo de mi visita, y con ella, mi primera pregunta se hace bastante obvia. ¿Dónde cree que pueda encontrarse Adelyne?
Pregunta sin apartar sus ojos de los de él, acercándose hasta quedar a varios metros. Una distancia cercana para demostrar confianza, pero lo suficientemente prudente para esquivar cualquier intento de ataque. De ese modo demostraba su profesionalidad y su estado de alerta en todo momento.
La miro mientras me levanto y me yergo en mi lugar. La estudio, la investigo.
Tanya se mantiene inexpresiva, aunque por su cabeza se pasa la idea de intentar agarrar del cuello al assamita que tiene delante. Al que cree que puede tratarla con ese desdén.
¿Compañero y amigo en el pasado? Con esa escasa información que tiene de su paradero no parece que tuviera demasiada confianza en vos...
Alarga la mano para tomar el papel antes de proseguir.
... O quizá le tiene demasiado aprecio como para poner en riesgo su no vida. Sea como sea, de compañera y amiga ha pasado a ser una traidora. No dudo de su lealtad, señor Hakim, ni como assamita, de su capacidad de destrozar los sentimientos que alguna vez pudo haber llegado a tener. No haga que me sienta decepcionada, por favor.
Dicho esto, sin apenas haber parpadeado y con un tono de voz tan frío como el hielo, Tanya hace una leve inclinación de cabeza y se dispone a dar la vuelta.
Si estos tipos saben algo, hablarán... y sino, me temo que volveré a hacerle una visita. No se aleje demasiado, si es posible.
Con esto dejaba claro que con cualquier intento de desaparecer de la ciudad, él iba a convertirse en un objetivo más.
Me rio mientras la escucho.
Sonríe de medio lado sin llegar a girarse. El sentido del humor de Hakim resultaba divertido a una assamita como ella. Quizá alguien más pasional podría llegar a sentirse ofendido por sus palabras, pero Tanya está por encima de eso, y así lo demuestra respondiendo a sus palabras con otras igual de frías, alzando algo más la voz para que recorran la distancia que ya los separa.
¿Un viaje a Sevilla? Será interesante... cuando acabe lo que tengo entre manos. Morir por la secta sería un gran honor... demasiado grande para alguien tan humilde como yo. Mejor os dejaré ese honor a vos y yo me quedaré con el de seguir derramando la sangre de nuestros enemigos.
Finalmente, llegando ya a la puerta y con la misma media sonrisa, gira levemente el rostro para mostrar su perfil al assamita que sigue en el interior de la edificación, un rostro medio bañado por la luz de la luna, medio oculto entre las sombras que esta misma crea, dando un aspecto de marfil a su pálida piel.
En cuanto a vuestro presente... me temo que me será imposible. Nunca se me dió bien hacer de niñera.
Dicho esto, baja sus gafas de sol desde su cabeza hacia sus ojos de nuevo, ocultando el brillo azulado casi blanquecino de estos y calmando en parte la gélida sensación que transmiten.
¿quien ha dicho que sea como niñera? seguro que estacada sera muy facil de traer de un lado a otro.
Tanya asiente una sola vez mientras entra en el coche.
Sí, tengo que analizar la información nueva... -No tenía mucho, pero al menos debía investigar algo sobre los individuos a los que iba a interrogar...
Voy a necesitar información sobre algunos de los nuestros... ¿Teneis algún archivo al que pueda acudir?
Quizá los neonatos debían ser registrados y así tuviera algo de información sobre los "amigos" de Adelyne antes de ir a verlos... información parcial y sin ningún tipo de adornos, para bien o para mal.
Una vez en el coche, echa un vistazo a la lista proporcionada por Hakim... Si había muchos nombres, estaría por aquí más tiempo de lo que pensó en un principio... y más tiempo de lo que le gustaría.
Asiento y subo al coche, arranco.
Te dejare en el refugio de mi manada, podras usar la informacion de la que disponemos y ademas si necesitas ayuda posiblemente alguno pueda ayudarte a conseguirla si no esta.
Muevo el coche mientras conduzco con suavidad. Lo que me recuerda que...na, no creo que sea importante pero en un momento de su vida creo que tenia relaciones con un vampiro de londres, un toreador sobrado de si mismo. Lo normal.
En el listado hay varios nombres
Tanya no puede evitar enarcar una ceja ante esta última información.
¿Recuerdas el nombre de ese toreador?
Si aquel nombre no estaba en la lista, ella misma lo añadiría. No creía que nadie pudiera ser tan estúpido de escapar e ir a esconderse junto a quien fue su amante, pero también sabía que nunca comprendería los sentimientos que conservan algunos de su raza. Quizá Adelyne es una de ellas y mantiene algún tipo de lazo con este sujeto... En cualquier caso, toda información será bienvenida.
Cuando su mirada azul llega al final de la lista, vuelve a sorprenderse por algo.
Y... ¿Sabes quién es o era Laura?
Era un britanico de rancio abolengo o eso decia siempre que hablaba de el. El amante perfecto, no se como podia pensar eso el amor es algo que no puede tenerse al morir.
Tanya medio sonríe al escuchar la opinión que Elena tiene sobre el amor. Ella no tenía una muy diferente. Habría añadido, sin embargo, que además es un sentimiento inútil. Peor. Sólo sirve para molestar y causar problemas. No es que ella hubiera experimentado en sus propias carnes algo así. Ni siquiera cuando era humana... siempre había estado demasiado ocupada en ser la mejor para preocuparse por tonterías de aquel calibre. Pero sí había sido testigo de varias trajedias debidas a ese sentimiendo.
Entiendo.
Afirma para dar a entender que había asimilado y comprendido la nueva información. Pero... ¿Qué debía tener Adelyne con aquella hembra en común?
¿Tienes alguna idea de porqué se llevaba bien Adelyne con ella?
Mientrastanto, mentalmente iba apuntándose los nombres de la lista y además, el de cualquier toreador llamado Henry que viva en Londres. A ver si al llegar al refugio puede encontrar información sobre todos ellos antes de ir a hacerles una visita.
Hago un gesto extraño con los ojos como si los achinara pero no es asi...