Partida Rol por web

¡Eh! ¡Tíos! No me-me-me dejeis aquí...
Vuelvo a examinarme la herida con detenimiento,  haciendo caso omiso al dolor e intento vendarla. Apremiado por el hecho de que me voy a quedar solo.

Antes de continuar, Jeremías consigue vendarse su herida con un trozo de su propia ropa de presa, con lo que su hemorragia se detiene. Junto con Rogelio, ambos entráis por la puerta de la izquierda, por la que antes había pasado Ricardo, y os lo encontráis a él allí en una nueva sala. Esta sala contiene varios elementos a destacar:

1- Lo que parece un foso circular en el centro de la misma.

2- Dos salientes en los muros del norte y del sur de la sala, colocados a cierta distancia del suelo, cada uno a un lado del foso.

3- Una cuerda colgada del techo justo sobre el foso en cuyo extremo parece haber atada una pistola.

La cuerda se encuentra a suficiente altura como para que resulte imposible alcanzarla desde el suelo. La única manera de llegar hasta ella es trepando por la pared hasta alguno de los dos salientes y desde ellos saltar hacia la cuerda, con el riesgo de caer en el foso si uno se queda corto en el salto.

Esta habitación parece no tener ninguna otra puerta, salvo la puerta de entrada a ella (colocada en su muro de la derecha).

Mientras recobras el aliento tras el primer intento fallido de trepar hasta el saliente, observas a Rogelio y Jeremías entrando juntos en la sala. Jeremías parece haberse vendado su herida con su propia ropa.

Con gran agilidad cruzas el pasillo exactamente cuando el haz de luz desaparece, dando una voltereta en el suelo. Satisfecho contigo mismo, te diriges hacia la puerta, pero antes de abrirla te detienes a inspeccionarla un poco. Puedes ver que se trata de una puerta normal y corriente (como todas las demás del laberinto) y que no parece presentar ningún tipo de truco o trampa. En cuando a tu intento por oír algo al otro lado de la misma, nada consigues oír.

Tengo una idea, ¿porque no uno de nosotros trata trepar y saltar por la pistola mientras los otros dos estan preparados para recogerlo si falla el salto? De esta manera seria mas seguro y conseguiriamos un arma al menos. Mira a sus compañeros esperanzado.

Podemos intentarlos y realmente no quisiera morir en ese pozo pero creo que lo mas probable es que alguno intenta atraparme si fallo...Riccardo agacha la cabeza en silencio mejor no pensar en eso piensa antes de empezar a trepar nuevmaente Si no quieren atraparme los entiendo les dice mientras cuelga desde la saliente y unas gotas de sangre empiezan a caer al suelo.

Decidio que era mejor no esperar mucho en la saliente y hacer que sus brazos se cansen pero el temor de fallar y caer al pozo hizo que tardara un poco mas de la cuenta hasta que por fin salto y aunque  por un momento penso que habia quedado corto llegabo limpiamente a la soga y quedo sujetandose Uf...uf...ahg comenzo a jadear por el esfuerzo Tengan cuidado, tal vez solo este descargada pero no quiero que un tiro espontaneo mate a nadie.

Decido abrir la puerta y asomarme, como siempre con prudencia, como he visto que las puertas tienden a cerrarse despues de pasar, me aseguro de sostener la puerta para evitar que se cierre, o en caso de algun peligro en la siguiente estancia, cerrarla yo mismo.

Ricardo trepa ágilmente hasta el saliente y de él, casi sin pensárselo dos veces, salta hacia la soga, aferrándose a ella con fuerza y descolgando la pistola. Una vez la tiene en su poder, se tambalea un poco colgado de la cuerda para coger fuerza y propulsarse para caer limpiamente en el suelo de la sala junto con sus dos compañeros.

Ahora que miráis la pistola más detenidamente, veis que se trata de un revólver con seis balas, ni una más y ni una menos.

Abres la puerta colocando tu mano sobre su superficie y en un principio tratas de sostenerla para que no se cierre tras pasar tú por ella, pero descubres que eso es imposible, pues si permaneces bajo ella, la puerta te aplastará, por lo que decides pasar a la siguiente habitación.

Observas que esta sala es rectangular y alargada. Hay tres puertas en total en la sala: una en el muro izquierda (por la que has entrado tú), otra en el muro sur (muy cerca de la del muro izquierda) y una última puerta en el muro norte (al fondo de la sala). Para llegar a la puerta norte hay que atravesar toda la habitación, sin embargo ésta posee algunos elementos sospechosos.

Hasta más o menos la mitad de la habitación el suelo parece normal y corriente, pero a partir de ese punto y hasta el fondo de la sala el suelo está formado por una serie de losetas muy extrañas, decoradas con símbolos que parecen aztecas o de algún otro tipo de pueblo ancestral. Además de eso, todas las losetas poseen en su centro un pequeño agujero.

Para llegar a la puerta del norte de la habitación hay que pasar irremediablemente por ese suelo de losetas. Si se quiere ir por la puerta del sur no hay ningún problema.

Bien ya estamos armados ahora tenemos que salir de aqui ahora mismo! quedense atras porque pienso llenar de plomo al primer bastardo que nos crucemos y pienso guardarme una bala para el que nos encerro aca.

Ricardo empezo a avanzar otra vez hacia la habitacion y se acerco a la puerta donde estaba el pendulo de la muerte una de estas ya me costo una linda cicatriz mejor me ando con cuidado. Miraba y buscaba una manera de evitar morir en el intento de cruzar.

¿Se-se-seguro que no podemos de-de-detener la cuchilla con una de esas co-columnas?
Pregunto sin separarme de Ricardo, ahora que está armado, me conviene llevarme bien con él. Echo un vistazo a las columnas para comprobar si se podría detener la trayectoria de la cuchilla con alguna.

No creo que podamos mover ninguna de esas columnas pero podes intentarlos, yo quiero ver si le puego pegar un tiro a eso le responde Ricardo señalando a lo que sostiene a la cuchilla Rogelio ayudalo a ver si se puede empujar una de las columnas le ordena a su otro compañero mientras mira fijamente la cuchilla y como poder dispararle a lo que la sostiene.

Me acerco a alguna e intento balancearla.

Volvéis los tres tranquilamente a la sala de la cuchilla, confiados y contentos por poseer un arma con que defenderos... cuando observáis que ahora la habitación no se encuentra sola...

Junto a la cuchilla observáis a una mujer con un extraño traje azul, ligeramente diferente a los vuestros grises. Pero eso no es todo: al otro lado de la cuchilla veis a otra persona, un hombre oriental también vestido con un traje azul. Dada la cantidad de columnas que hay en la sala no alcanzáis a ver nada más (si es que hay algo), pero os percatáis de que ellos también os han visto.

A Ricardo los ojos se le abren completamente por la sorpresa y en su cara aprece el miedo, no importaba lo que habia dicho antes al memento de la accion sabia que podia dispararle a otro hombre asi como asi, era un maldito musico no un asesino! Se dio vuelta y entro de nuevo a la habitacion arrastrando a sus compañeros por las dudas que el otro grupo tuviera armas de fuego Quien demonios esta ahi? no se acerquen! grita frenetico apenas asomando su cabeza para ver a los que estaban dentro de la habitacion.

si veo accion hostil disparo

¡Maldita sea Ricardo dispara! Le grito muy cerca de la cara mientras le agarro de una manga y le doy pequeños tirones.
¿A qué-qué estás espe-pe-peeeeerando? ¡Dispaaaraaaaa!

Al entrar a la habitacion me quedo pensando un momento... Rapidamente hago un plano mental de los lugares que he cruzado y tomo mi decision.

- No tengo necesidad de arriesgarme por la puerta que esta mas lejana, con eso extraño suelo, ademas hacerlo posiblemente haria que estuviese mas cerca de regresar a la primera habitacion antes que alejarme de ella. Si, lo decidido en un principio queda, si hay una salida, esa es alejandome de donde me encontraba al principio - y dirijo mi vista a la puerta que tengo mas cerca. Me encamino hacia ella y prudentemente me preparo a abrirla.

Por un momento echo un vistazo de nuevo al suelo con las marcas extrañas y luego a la puerta norte mientras pienso en "mis compañeros de presa", con la esperanza de verlos aparecer por alli, pero desecho la idea de inmediato, si el tal Ricardo se ve tan despierto como parecia, el tampoco estaria dando un rodeo para regresar a la habitacion del principio "A menos que los peligros lo obligaran"

Tomo un respiro y continuo con mi peligroso recorrido hacia la libertad...