Partida Rol por web

- Decencia mis cojones.- Mascullé sin con una mueca de fastidio. Puede que la idea de Dwight fuese una barrabasada de base, peor ahora mismo el cuerpo de Evvie o de cualquiera de mis compañeros no me podía importar menos. La reacción de Troy me parecía más propia de un born again cristianito que de alguien en una situación desesperada, el rebelde se erigía lidercillo de aquella comparsa de chalados, whatever. Cuando Aimee comenzó con la nueva estrofa de su eterna canción dudé entre unirme a ella en los coros o acercarme a darle otra bofetada, pero así posiblemente solo llegaría antes a las manos con el chuletas y lo necesitaba, nos necesitaba, para salir de allí. Tremenda jodienda.

Asintió a Troy enjuagándose las lágrimas con el brazo. Iban todos en pelotas, pero eso poco importaba, ¿Hacía frío allí dentro? Porque todo el cuerpo le temblaba, y solo podía ser por eso, por el esfuerzo de su frágil cuerpo o por la situación que estaba viviendo. Quizás fuese por todo sumado. 

-No se ve nada que pueda servirnos para salir. Solo ese maldito panel...- Y no tenían ni puta idea de qué código lo abría. 

Troy tenía razón en eso de que lo tenía que hacer por Evolet, porque su amiga del alma había muerto, muerta de nuevo, y no habían ni respetado eso, su cuerpo inerte. Tenía que encontrar las respuestas y conseguir que llevasen su cuerpo a casa para darle el entierro que merecía, una despedida por todo lo alto.

No veía nada que pudiese ayudarles a salir de allí, y no estaba segura de que lo mejor fuese esperar a que alguien abriese aquella puerta. ¿Y si les estaban observando desde alguna cámara de vigilancia? 

-¿Cuántas combinaciones puede tener ese maldito panel? ¿Y si lo rompemos?-

Ante las palabras y reacción del Rey del instituto, Troy tomo de la nuca a Gordon, y juntaron las frentes, como dos toros que estaban empezando a golpearse. Le dijo unas palabras y luego lo solto, para hablar con Jackie en privado, ignorandolo.

Mira, yo no te agrado, y tu no me agradas, pero estamos juntos en esto. La débil mental de Aimee, la Pija de Jackie, el gafas están a punto de desmoronarse, y si sigues por este camino, los vas a acelerar en el proceso. Entonces, seamos aliados, como cuando jugamos al rugby, y cuando estemos fuera, nos daremos de golpes, mediremos quien mea mas lejos, o la clase de competición que elijas, donde te pateare el culo, pero ahora, trabajemos en el mismo equipo. ¿Si, Campeon? Por cierto, me alegra que estes vivo

Le dio un leve empujon con el cual se separaron ambos.

La Porrista estaba temblando, y el Rebelde la tomo de la nuca con suavidad, apretándola de la espalda hasta que quedaron pegados. En otra ocasión, solo el verla desnuda hubiera bastado para que estuviera dándole toda la noche, hasta quedar deshidratado, pero ahora, el Rebelde parecía poder contenerse.
Eso si, eso le permitió a Jackie, ver que el tenia algunos tatuajes encima, Numeros, Letras Chinas, y en el antebrazo, el tatuaje de un triangulo invertido con una ola, un clásico tatuaje de surfista de california.

Cuando ella podía sentir la musculatura de Callahan contra ella, él le susurro al oído.
- Sacarnos de aquí está fuera de mis competencias, se lo dejo a Gafas o a Connor, pero si no logramos encontrar la salida, tengo un plan. Porque este lugar es mantenido regularmente. Eso quiere decir que eventualmente alguien vendrá aquí, nena. Y ahí es donde te necesito. Eres la única con capacidad de actuar de los que están aquí adentro. Por eso, cuando venga alguien, tu deberás hacer lo que deba hacerse para ganar la confianza. Gánatelo. Y cuando lo hagas, yo hare lo que tenga que hacerse, apenas se descuide, y sacaremos a todos de aquí, y tu podrás honrar a tu mejor amiga. ¿Puedo contar contigo?

Misteriosamente, en medio de todo aquella desconfianza que extraía lo mejor y lo peor de cada uno, el panel de acceso de la puerta se encendió y tras unos segundos, un mensaje apareció en él.

Una luz verde iluminó todo el reborde de la puerta y esta se abrió, dejando ver a una mujer que había al otro lado, delante de un pasillo.

-Siento haber tardado tanto, pero he tenido que anular todos los protocolos de seguridad para llegar hasta aquí -dijo, como si vosotros pudierais entenderlo. Entonces se entretuvo un instante en miraros a todos, uno por uno -. Me alegra ver que estáis bien... pero falta...

Entonces vio a Evolet en el suelo, sangrando, y muerta.

-Supongo que no lo consiguió -comentó, con tristeza.

Cuando Dwight observó que Troy había agarrado de la nuca a Gordon y juntaban las frentes, tuvo la sensación de que iba a besar al rey del instituto de un momento a otro, en lo que habría sido sin lugar a dudas un nuevo giro de los acontecimientos. Pero no. Troy le dijo algo a Gordon y luego se alejó a hablar con la pobre Jackie. Algo le decía al nerd que el rebelde se había encaprichado con la animadora después de la orgía de la pasada noche.

Entonces entró aquella mujer, quien a la vista de lo que estaba diciendo, todo apuntaba a que sabía del motivo por el que habían despertado en ese lugar.

-Este sitio... ¿Qué es? -le preguntó el nerd a la desconocida. Dirigió una mirada molesta al cadáver de Evolet, aún apenado de saber que la popular muchacha había muerto-. ¿Por qué está muerta? ¿Qué clase de experimento retorcido es este?

El momento de tristeza fue sustituido rápidamente por miradas curiosas y las preguntas de aquel chico, que sin duda deseaba saber por qué estaban allí, y dónde era allí, por supuesto.

-¿Tú eres Dwight, verdad? Sí, eso es. Dwight. Ahora no tenemos tiempo. Debemos salir de aquí antes de que los vigilantes descubran lo que he hecho y que estáis despiertos. La alarma suele activarse cinco minutos después de producirse la apertura de cualquier cápsula, por lo que no creo que tarde mucho.

Después, miró a todos.

-Venga, vamos. No disponemos de todo el día. Intentaré explicároslo por el camino.

Curiosamente las palabras de Troy eran justo lo que necesitaba para recomponerme un mínimo. Si, había que sobrevivir y salir de allí, ya tendríamos oportunidad de medirnos las pollas, a ser posible dentro de una tercera persona que actuase como juez.

Derrepronto se abrió la puerta y apareció aquella buitra plateada, ¿Sería ellka voluntaria para nuestra competición? bueno, eso tendría que esperar, ¿Qué carajo? Lo primero era lo primero, y sie lla se ofrecía como guía poca opción veía.

- Pues que así sea, joder. Vamos, niños, a ver dónde nos lleva esto.- Mascullé dirigiéndome hacia ella, es decir, hacia la entrada.- Hop, hop, ¿Por dónde, señora? ¿Con qué nos podemos enfrentar?

Troy observo la llegada de la mujer, girándose y especulando sobre si creerle o no. Se dio cuenta que no importaba, la opción era quedarse allí, mejor seguir en movimiento.
Se giro hacia Jackie y le dijo:
- Recuerda mis palabras. –
Y fue hasta donde estaba Emily, y Aimee, buscando la correa de cables de la chica, tironeo para que la pequeña morena lo siguiera.
Mientras lo hacía, le causo gracia que incluso los desconocidos pasaban de Dwight. Había algo en el que hacía que la gente lo tomara como un chiste y lo ignoraran.

- Vámonos –

Locos. Todos estaban como unas jodidas cabras. ¡¿Por qué Dwight y Gordon intentarían abrir la capsula usando el cadáver de Evolet?! Sin duda la más cuerda empezaba a ser Aimee. Todo era tan chocante que se quedó dónde estaba, cruzado de brazos y con cara de WTF en el rostro. Llegó un momento en el que ya dejó de oírles, dejando que su mente se marchara a sitios más agradables.

Entonces la puerta detrás de él se abrió y una mujer entró soltando más cosas que no le aclararon nada. En esos momentos, solo quería salir de ahí y recibir algunas respuestas, así que debían seguir a la extraña que posiblemente fuera la responsable de meterles en esos tubos. 

-Si. ¿Por qué no? Seguirle es lo más razonable ahora mismo- ella les conocía, por nombre, aunque quizás no por la cara, pues apenas reconoció al nerd… de reojo miró a Aimee-. Oiga. ¿Ella es peligrosa? Si nos van a perseguir gente rara, estar atada puede ser contraproducente.

Seguramente ella sabría todo, porque les quiso matar, la muerte de Evolet, que hacían allí, que era ese maldito lugar… muchas respuestas a las que podrían no estar preparados. Vamos que en cinco minutos le reventaron la cabeza a una amiga por estar desesperados.

-Sangre fría Connor, como cuando estuviste encerrado…- en cuyo momento comenzó a charlar con un cadáver. Quizás no fuera el mejor ejemplo de estabilidad mental.

Troy tiraba de mí como si fuese un animal, pero no estaba en disposición, ni tenía la fortaleza suficiente para protestar o rebelarme contra ello. Las palabras de Troy sobre Emily debían haberme dado que pensar, pero ni siquiera eso me importaba. Nada importaba ya para mí.

Miré a Emily de reojo y descubrí que ya no lo hacía como antes. Por un momento, al principio de habernos despertado, sentí que era mi único apoyo, pero en ese momento, aquella sensación había desaparecido.

Estábamos todos desnudos pero yo me sentía mucho más que eso. De nuevo pensé que había sido violada por algo o alguien que había utilizado mi cuerpo para algo que no deseaba. Y lo peor era... que todavía podía escucharlo en mi cabeza. Era una Aimee alternativa, que se sentía desagradablemente familiar.

La aparición de aquella mujer simplemente constituía una pieza más en aquel rompecabezas incomprensible.

Oiga. ¿Ella es peligrosa? Si nos van a perseguir gente rara, estar atada puede ser contraproducente.

La voz de Connor alertando sobre mí despertó la primera sonrisa desde que habíamos recuperado la consciencia, pero no fue por que me pareciera divertido, sino porque me pregunté, desde cuando la mosquita muerta daba tanto miedo.

-¿De verdad tienes miedo de mí, Connor? Estoy atada y por lo que yo recuerdo, jamás te hice nada, de verdad. Y aún así... ¿quieres dejarme atrás porque no te fías de mí?

-Al contrario, quiero que no estés atada como un animal salvaje... ¿Y qué mejor que probar tu inocencia preguntándole a esta mujer rara que nos liberó de las capsulas raras?- dijo con un deje entre irónico, desesperado y nervioso-. Seguramente tú también querrías tener esa seguridad, de que no hiciste nada de eso.

Se encogió de hombros, ya había vivido suficientes penurias como para andarse de santo o de diablo, sencillamente se volvió mas practico y quizás un poquito empático. Solo un poco. Aún seguía creyendo que era el mejor y debía demostrarlo siempre que pudiera.

Bien pensado, era cierto lo que había dicho. No quería que estuviese atada.

-Esto... gracias entonces, por confiar en mí. T-te aseguro que no era yo quien... bueno, no era yo misma. No sé cómo fui capaz...

De lo que no era capaz era de terminar la frase. Me resultaba muy complicado decir en voz alta algo de lo que había sucedido, si bien parecía que ni siquiera eso era cierto. ¡Menuda comedura de tarro!

-Gracias, Connor, de verdad, pero no importa. Prefiero que todos esteis tranquilos con respecto a mí.

Troy tironeo de la soga con la sujetaba a la chica, frunciéndole el ceño, dándole a entender de que no debía hablar tanto.
Las mano del se poso en la cintura de Aimee, acercándola peligrosamente a su entrepierna, y le susurro al oído.

- Creo que has malinterpretado los dichos de Connor. Dice que nos conviene tenerte suelta porque eres una amenaza. Porque eres peligrosa. No le importa tu bienestar, solo tener una aliada en todo esto. No creas que ha olvidado que quisiste cortarle los huevos, solo quiere tener una herramienta de su lado. –

La mujer empezó a caminar, alejándose de la sala de las cápsulas por el pasillo, moviéndose como si quisiera darse prisa pero ser sigilosa a la vez. Parecía algo angustiada, pero a la vez, emocionada por lo que estaba haciendo.

-Esto... no es un experimento. No, no, no, nada de eso -comentó, mientras continuabais vuestro camino, a través de aquel pasillo o corredor, que parecía no tener más puertas o ventanas. Solo después de un rato, llegasteis a otra puerta, y la mujer se giró hacia vosotros, mirandoos de abajo a arriba -. Siento no haber traído ropas,, pero no tenía tiempo. Me ha costado mucho sacaros de allí y ni tan siquiera sabía si al final lo iba a conseguir... ni cuántos seríais. Tuve que forzaros al máximo para lograrlo.

Entonces, inspiró profundamente. Delante de ella, la puerta mostraba otro panel de seguridad que la mujer tecleó, dando acceso al siguiente pasillo, otro igual o muy parecido al que acababais de dejar atrás. Pero antes de seguir, se volvió de nuevo hacia vosotros.

-Supongo que ninguno de vosotros recordará haber venido aquí, ¿verdad? ¿Al Centro Soylent? No, ya me lo figuraba.

Como un gato, aunque un poco inseguro en algunos pasos, pero intentando no mostrar la mínima debilidad, Troy seguía a la mujer, mientras marcaba el Ritmo de la soga para que Aimee no se quedara detrás de el, tironeando y hasta arrastrándola si era necesario.
En todos o tres ocasiones se le cruzo por la cabeza derribarla y obligarla a colaborar, pero decidió no hacerlo, pues quería ver adonde llevaba todo esto. Y lo que decía carecía de sentido aun, pero eso no quería decir que no estuviera lentamente armando los hilos de lo que ocurria.
Otro pasillo igual al que estaban. Si no estaban en un experimento, ¿en que estaban? Y en qué lugar los habían encerrado, con tanta seguridad? Esto no era algo barato. El gobierno tenía que estar de por medio. ¿Y por qué tenerlos en una simulación? ¿Y si no era la última simulación en la que habían estado?

¿Y si en esta otra simulación el malo habia sido el y no Aimee? ¿Habia sido esa forma de forzar la situación a la que hacían referencia? Y si el Doctor en realidad le hablaban a Emily y Aimee era en realidad alguien interactuando con ellas fuera de la capsula.
¡Demasiados interrogantes! Sacudio la cabeza, la situación le causaba pinchazos en su cráneo. Mordio los dientes y tironeo un poco de Aimee, tenia que aferrarse a lo seguro.

-Solo evita cualquier agresión sobre mi… o mejor, sobre mi… ya sabes- incluso no le molestó tanto que le quebrara la pierna hasta que amenazó con cortarle el pene, ahí fue cuando todo su mundo amenazaba con derrumbarse. Si bien era un atleta y perder una pierna seria gravísimo, en su mente, perder el pene era muchísimo peor.  

La señora esa, habló algo, sin aclarar lo de la posible loca del grupo, o del motivo por el que estaban ahí o que les pasó. Cuando les dio una mirada a sus desnudos cuerpos, Connor se puso las manos en la cadera, soltando un.

-No hay nada de qué avergonzarme- y le dedicó una más que evidente sonrisa. Aun así, le gustaría tener algo de ropa, para no sentirse tan vulnerable. Por suerte el frio no le estaba afectando aun-. No, no recuerdo haber venido a que me entuben.

Ya estaba perdido y solo recorrieron un par de pasillos. Todos eran condenadamente iguales y no logró ver ningún cartel o indicador en ningún sitio. De no tener una guía, estarían dando tumbos por todo el lugar. Amen que parecía necesitar una clave para todo… Estiró el cuello, tratando de leer el código que usaba esa mujer.