Partida Rol por web

Os despertáis tirados en un suelo frío de color blanco. Lo último que recordáis es un proceso de selección, un trono y un extraño olor que hizo que vuestros párpados pesaran de más y os hundierais en la oscuridad.

Estáis encerrados en una especie de cúpula de color celeste que crea su propia luz, una energía potente que aumenta vuestro dolor de cabeza tras un sueño obligado. Antes de que podáis tocar nada escucháis una voz que resuena con fuerza entre las paredes de vuestra pequeña prisión.

Ya era hora de que despertaseis, tengo mucho que explicaros y aún más cosas que probar con vosotros. Como sabéis si lográis pasar las pruebas y experimentos de mis instalaciones accederéis a un puesto en la cúspide de la sociedad, puede que incluso trabajéis a mi lado. Pero obviamente no será tarea fácil. Tenéis ocho días para completar un recorrido por las instalaciones, superando numerosas pruebas que conllevan grandes riesgos. Os mostraré un mapa de las instalaciones.

Sobre la superficie celeste de la cúpula se dibuja con rapidez un mapa del lugar en el que os encontráis, con los nombres de cada estancia escritos.

Vuestro objetivo es llegar a S, la habitación central, antes de que se acabe el tiempo. Si no lo lográis todos moriréis. Además debéis saber que solo podréis cambiar de habitación dos veces al día, justo cuando suene un timbre. Si alguien intenta moverse sin mi permiso será ejecutado sin dilación. Las normas están para cumplirse ¿no creéis? -pregunta la voz continuando con su tono robótico y monótono -Os encontraréis durante las pruebas muchas posibilidades, algunas os reportarán beneficios, otras muerte, debéis elegir sabiamente si merece la pena arriesgaros o no. Algunas puertas estarán cerradas y solo se abrirán con llaves o resolviendo ciertos puzzles. Además os he dejado por las instalaciones ciertos útiles que os pueden venir bien para defenderos, incluso algunos que os pueden convertir en algo más poderoso que un ser humano ¿estaréis dispuestos a perder parte de vuestra humanidad para ganar? Yo espero que sí.

La voz se apaga y la cúpula comienza a descender, revelándoos que estáis en una gran estancia cuyas luces comienzan a encenderse.

Una cosa que se me olvidaba, durante el proceso de selección se han colocado ciertos elementos rebeldes que, probablemente, quieran destruir las instalaciones y asesinaros a todos. La verdad, me ha parecido algo digno de investigar por lo que les he dejado formar parte de las pruebas así que os aconsejo que no os fiéis de nadie, de absolutamente nadie -concluye la voz volviendo a surgir para revelaros tan inquietante información.

La habitación en la que estáis, la 1 según está señalado por un gran número en el suelo, tiene dos puertas. Una de ellas tiene una placa con un número 2 escrito y la otra tiene una con un número 10 y una señal de peligro. Además veis un par de conductos cerrados por unas rejas en una de las paredes, un gran cable de un grosor de unos veinte centímetros y una serie de ordenadores y monitores encendidos en una esquina.

Tratas de calar a la mujer pero ni siquiera habéis hablado una sola vez por lo que no puedes sacarle nada de información. Tal vez al siguiente día...

Me levanto y me estiro para desentumecer bien los músculos y recuperar la circulación sanguínea, ya que entre el sueño y lo de estar tirados en el suelo estoy algo agarrotado.

Emito un leve gruñido de asentimiento antes las instrucciones de la voz antes de decir simplemente:

- Me llamo John.

Tras decir esto me acerco al cable para examinarlo y saber si está conectado a algo o si está suelto.

Reina se incorporó despacio y miró alrededor. Estuvo en silencio mientras la robótica voz hablaba y se aseguró de memorizar todo lo que decía, podría serle útil más adelante.

Es un placer. Dijo la anciana, inclinando la cabeza con cautela. Mi nombre es Reina.

La anciana miró a la niña y la expresión de su rostro cambió. Sus ojos brillaron unos instantes al ver a la joven en un lugar como aquel, pero agitó la cabeza para volver a centrarse. Tenía que llegar a la habitación S como fuera...

No me gusta demasiado esa señal de peligro. Comentó en voz alta, pero más para sí misma que para los demás.

Abro los ojos y tengo que entrecerrarlos por la luz que hay en la estancia. ¿Donde narices estoy? - me pregunto mientras trato de recordar lo último que ha pasado. Agito mi cabeza y escucho una voz, que nos avisa de lo que nos vamos a encontrar aquí y lo que espera de nosotros. Ahora es cuando empiezo a plantearme si en verdad ha sido buena idea lo de apuntarme a estos experimentos...

Seis personas más se encuentran en la sala Uno, entre ellas una niña pequeña, me sorprende encontrarme a una infante entre los voluntarios de estos experimentos, pero si la han seleccionado sera que tiene potencial o Atlas ha visto algo que les puede ser útil.

Me incorporo con calma del suelo, acostumbrándome a la luz y esperando que el maldito dolor de cabeza desaparezca paulatinamente.

- Buenas a todos, soy Nicolai. Alguno tiene algún analgésico, maldito dolor de cabeza... Vosotros ¿que tal estáis? - pregunto por educación para estirarme y empezar a observar la estancia en la que nos han encerrado. Mis ojos se posan en primer lugar en la puerta numero 10 y la señal de peligro, creo que ya tengo elegido a donde voy a moverme cuando llegue el momento.

Comienzo a explorar la habitación en busca de algo que me pueda ser útil y tras eso me dirijo a la zona de los ordenadores para ver si puedo averiguar algo más del complejo en el que nos han introducido, y demás.  

Me levanto del suelo y me acerco a los ordenadores para ver que puedo hacer con ellos

Me despierto en el frío suelo de una habitación desconocida, algo aturdida. Intento abrir lo ojos con dificultad mientras noto cierto dolor de cabeza. La sensación no es muy agradable. Miro a mi alrededor y recorro la estancia entera con la mirada. Allí conmigo hay otras seis personas, todas adultas -Esperaba encontrar alguien de mi edad -De repente, comienza a hablar una voz que nos explica el funcionamiento de las pruebas a las que nos exponemos por estar en este lugar.

Dice algunas cosas que me preocupan, como el hecho de que pueda haber gente que quiera hacernos daño -¿podría haber gente mala aquí? ¿cómo se le iba a escapar eso a Atlas? -no entendía muy bien cómo era posible, pero nos advertían de que tuviésemos cuidado con quien nos rodeaba.

Además de eso, el propio Atlas nos pondría a prueba con algún tipo de trampas que podrían hacernos perder la vida. Ahora mismo comenzaba a pensar que no había sido tan buena idea venir aquí.

En cuanto la voz terminó de hablar, los individuos que me acompañaban en la habitación comenzaron a presentarse. Uno de ellos, una mujer anciana me miró con una cara extraña que me produjo un escalofrío. Su mirada me heló la sangre, no sabía si podía tener algún tipo de inconveniente con respecto a mí. Agaché la vista rápidamente para no seguir mirándola.

Después de eso me acerqué despacio, de uno en uno, a cada uno de los presentes mientras les tendía mi mano en señal de saludo -Encantada, mi nombre es Carol y tengo 11 años -Dejé a la señora anciana para el final, me acerqué a ella temerosa y repetí mi saludo añadiendo -Ha puesto una cara muy rara al verme

Tras la presentación doy una vuelta por la habitación a ver si encuentro algo que me llame la atención.

Tirada de investigar la sala en general

Tirada de inteligencia para observar esos conductos

Carol va acercándose hasta donde nos encontramos cada uno de nosotros, presentándose y extendiendo su mano para saludarnos. Sonrío cuando llega a mi altura, una niña nos acaba de dar una pequeña lección de modales y educación. 

- Un placer, Carol - respondo estrechando su mano - Soy Nicolai, pareces una niña muy avispada para tu edad. Voy a investigar la sala, ten cuidado que esto no va a ser tan sencillo como pensabamos - añado dejando que siga presentándose al resto. 

Cuando la niña se acerca a mi, me acuclillo para estar a su altura, la miro a los ojos y le acepto la mano.

- Hola.

Digo simplemente antes de volver a examinar el cable y los conductos de ventilación.

Mientras reina se encontraba inspeccionando la estancia la niña se le acercó y le preguntó por la mirada con la que le había mirado antes. Sonrió, con cierto aire de tristeza, antes de contestar.

-No tengas miedo. Eran sorpresa y melancolía juntas, niña. Por si aún no te has dado cuenta, este lugar es muy peligroso y las posibilidades de morir son muy grandes. Yo ya soy muy anciana, he vivido mucho y nadie me quitará eso. Desde mi perspectiva, no apruebo que alguien de tu edad participe en este tipo experimentos sin haber intentado antes llegar a lo más alto de otra forma... Pero no te culpo. La anciana puso una mano sobre el hombro de Carol. Posiblemente porque yo también habría hecho lo mismo de joven si se me hubiera presentado esta posibilidad.

Le dedicó una última sonrisa a la niña y siguió buscando algo en aquella habitación antes de dirigirse a los ordenadores.

Solté un suspiro de alivio al escuchar las palabras de la anciana, al menos no era que no le gustase sino que se preocupaba por mí. Asentí ante sus palabras y cuando se dio la vuelta para seguir inspeccionando la estancia la seguí, hablándole -Verás Reina, es que me gustaría poder volver a ver a mi papá. Cuando mi mamá murió me separaron de él porque no podía ocuparse de mí él solo y el gobierno me llevó a un internado para estudiar y formarme -dije muy rápido, casi sin parar para respirar y seguí -Me he esforzado mucho estudiando hasta ahora, pero esta es una oportunidad para volver con papá lo antes posible -en esos momento ya me había colocado justo delante de Reina y la miraba fijamente a los ojos -Entiendo que este no es un sitio adecuado para una niña como yo, y más después de lo que acaba de decir esa voz. La verdad es que ha hecho que me arrepienta de estar aquí, pero... -agaché la vista al suelo con pena -creo que es la forma más rápida de conseguir ver a papá de nuevo.

La determinación de la niña hizo que Reina volviera a sonreír de forma triste.

-Me gusta tu determinación. Si sales de aquí llegarás lejos, niña. Créeme, yo casi llegué a lo más alto antes de que... En fin, eso da igual ahora. Aunque la voz haya dicho que no confiemos en nadie, a mí me dijeron que debía colaborar para poder salir de aquí con vida. Meditó unos instantes antes de asentir y le tendió la mano a la niña. Quieres que investiguemos juntas, Carol? Cuatro ojos ven más que dos.

De nuevo las palabras de Reina me hicieron sonreír, parecía que yo le gustaba y eso me alegraba. Al menos no me sentía sola en aquel lugar lleno de desconocidos. Agarré la mano de Reina -Será un placer ir contigo -la miré desde mi pequeña altura y le sonreí -¿sabes que en el internado me reñían un poco mis profesores porque decían que hablo como una locomotora? -comencé a caminar de la mano de Reina -me recuerdas a una señora que conocí en el proceso de selección, se llamaba Julia y me hablaba como tú, tampoco le gustaba que una niña estuviese aquí. Creo que también la han seleccionado, espero encontrarla por aquí. ¿tú qué opinas, Reina? -la miré de nuevo desde abajo después de recordar sus palabras anteriores -¿y tú por qué estás aquí? has dicho antes que casi llegas a lo más alto...