Partida Rol por web

Acercándome al cable y a la palanca no conseguí absolutamente nada, me resultaba muy frustrante no encontrar una solución, luego estaban los tubos y las pantallas. Tres dilemas y ninguna ninguna respuesta. Pantera se acercó con la misma duda que tenía yo, la forma de pasar al siguiente nivel. -No lo sé, puede ser una entrada o el final, pero es arriesgado probar.- me encogí de hombros y sonreí.

Una voz inundó la sala y me giré, Conrad había pulsado el intercomunicador, la frase que salió del altavoz me pareció importante pero no tuve tiempo para pensar en ella. Cuando los animales, por llamarlos de alguna forma, entraron en la sala, me puse recta y en guardia, empezaba el juego. Mire a Pantera y asentí. -Es una forma fácil de deshacerse de nosotros.

Las bestias, unos seres con la piel viscosa, os rugen enseñándoos sus colmillos mientras dan vueltas a vuestro alrededor, preparados para atacar como una manada. Sus músculos parecen ser fuertes pero notáis que, pese a estar simplemente caminando, se tropiezan y erran al colocar sus garras pues algunas de sus extremidades son más largas que otras. Lo que más os choca es la ausencia total de órganos oculares, seguramente os detecten haciendo uso del olfato.

Por todo ello parece que algunos de vosotros estáis más preparados para luchar y os lanzáis contra ellas antes de que puedan atacaros.

"Bestias que se guían por el olfato y yo con estos pelos". Le mujer estaba preocupada, había ido a la entrevista con sus mejores galas y bien perfumada, no se esperaba que nada más llegar la hicieran entrar a participar. 

Con un movimiento rápido se agachó para sacar de la caña de su bota un cuchillo pequeño, poco más que una navaja para pelar fruta. Con un movimiento torpe trazó un arco frente a ella con la esperanza de que las bestias se acobardasen.

-No estoy hecha para estas cosas.-se quejó.

Rodrik no había tenido tiempo ni de tocar los botones cuando las compuertas se abrieron. De ellas estaban saliendo las bestias que se encontraban en la sala de la pantalla y el cientifico no pudo sino sentirse frustrado por no haber sido lo bastante rápido para pulsar ambos botones y eliminarlas. Con ira golpeó ambos botones con frustración al tiempo que se giraba a encarar la reciente amenaza.

Lentamente llevó su mano a la espalda para sacar el cuchillo que llevaba en la cintura. No es que fuese muy diestro en el combate, mas bien era nulo. Pero con el cuchillo en la mano podría defenderse de aquellas criaturas con un poco de suerte. 

Rodrik alzó una cuchillada como pudo contra uno de los perros, tenían la ventaja del numero y esperaba que al menos eso les ayudase a sobrevivir. Con cuidado se colocó sin dar la espala a ninguno de ellos y esperando que sus compañeros le cubriesen las espaldas. 

Pantera echó un vistazo rápido a la situación, sacó de su bolsillo un cuchillo pequeño y se lanzó directamente a por el más cercano de los monstruos, tratando de aprovechar su aparente ceguera para llevar la hoja a su cuello. No le gustaba en absoluto mostrar sus cartas tan rápido, pero no parecía haber otra opción. Su vida estaba en juego mucho antes de lo que habría esperado.

La situación me había dejado tan traspuesta que solo consigo percatarme de que esto no es un sueño cuando unas extrañas bestias nos rodean. Maldición ¿donde estará ese cuchillo que me dieron? -pienso mientras rebusco entre mis ropas.

Os lanzáis contra las bestias usando vuestros cuchillos, tratando de evitar que ellas os devoren. Pese a sus evidentes malformaciones las bestias logran esquivar los ataques de Conrad, Maira y Pantera. Por su parte Joe, Rodrik, Endor y Fiora hacen gala de una gran destreza y clavan sus cuchillos en los cráneos y patas de las bestias, matando a dos de ellas.

Las dos restantes se lanzan contra Rodrik y Maira, aunque esta última se tropieza y cae de bruces frente a la mujer.

Mantuve la posición de defensa plantando bien los pies en el suelo, un resbalón sería mortal frente a esos monstruos. Observé como algunos  atacaban primero, sin embargo no fue capaz de atacar, estaba bloqueada, tendría que esperar el ataque para tratar usar el cuchillo en el momento justo. Solo deseaba que el tiempo de inactividad no me hubiera pasado factura, era demasiado pronto para morir.

Cuando esos animales que parecían perros atacaron, clavé el cuchillo con todas mis fuerzas en el primer sitio que pillé. Dos de los bichos cayeron y los otros dos fueron a por la mujer y a por Rodrik, no relajé mi postura por si cambiaban de dirección y volvían a por mí, aún podía recordar lo importante que era la paciencia durante un enfrentamiento.

Sonreí al ver que, el que se lanzó contra la mujer, resbalaba y caía, parecía que íbamos a sobrevivir.

"Parece que el cuchillo y los litros de perfume amedrentan a estas cosas"

Con decisión aprovecho que la bestia tiene la cabeza gacha y contra el suelo para clavar el cuchillo en el nacimiento de la nuca con la esperanza de darle un golpe mortal.

Pantera contempló con fastidio cómo su golpe fallaba y su objetivo seguía intacto. Por suerte otros tuvieron más tino y el número de enemigos se reducía rápidamente dando al hombre cada vez más esperanzas de salir con vida del combate. 

En cuanto pudo se giró, buscando con la mirada una nueva bestia a la que atacar y, viendo que la mujer parecía tener al suyo bajo control, se acercó con paso flexible y veloz hacia el animal que se dirigía al hombre, con la intención de atacarlo por la espalda.

Esbozo una sonrisa por la muerte de la bestia y con decisión saco el cuchillo de su cráneo.

Resulta interesante ver como la adrenalina mejora mis actos en este momento. Nota mental para futuro estudio.

Me giró hacia una nueva bestia y atacó. 

Habían eludido su primer ataque, aunque afortunadamente, la mitad estaban ya muertas, y sólo uno del grupo parecía peligrar. Conrad se lanzó hacia la bestia que atacaba a Rodrik para intentar evitar cualquier baja en el grupo.