Partida Rol por web

Sentad@ delante de la pantalla del ordenador observas la ventana que se ha abierto mientras te envuelve el sonido de los tambores como de si una llamada se tratase. No lo piensas. O si. No importa. Haces click en el link que le acompaña y la pantalla comienza a emitir un fulgor verdoso cada vez más intenso.

Comienzas a sentir un extraño hormigueo en las puntas de tus dedos que va ascendiendo por tus manos. Al fijarte en ellas observas que te estas disgregando, como si estuvieras compuesto de arena. Cada célula, partícula, átomo e ión-electrón que conforman tu cuerpo comienza a separarse y a introducirse en el pc. En apenas unos segundos, sobre tu asiento, ya no queda nada de ti.

Lo siguiente de lo que tienes conciencia es de caer desde muy alto en medio de lo que parece un jardín hecho por ordenador. Observas tu alrededor. Hay más personas contigo diseminadas por el lugar. Muchas más. Al menos has contado 9.

Una vez más estoy aquí, pasando un informe que no me interesa para una persona que no me importa. Ya casi que escribo sin pensar, las palabras pasan de mis ojos a la computadora sin pasar por mi cerebro, lo que es bastante bueno a decir verdad. Lancé un largo suspiro y me froté los ojos con fuerzas, estirando mi cuerpo como si fuera uno de esos gatos gordos que se la pasa todo el día durmiendo y comiendo. Aun me queda bastante y el cansancio empieza a aumentar.

Cuando mi jefe se me acercó, cerca de la hora de la salida, y me tiró un “¿Cómo estas Max? Trabajando duro espero”, supe que me pediría algún favor. Y no me equivocaba, tenía que hacer un informe y redactarlo para el otro día, pues el tipo tenía que presentarlo ante la junta directiva. Obviamente me tocaba el trabajo duro y él se llevaría los créditos. Pero tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer.

El cartelito apareció en mi pantalla sin que lo notara, pues me encontraba en modalidad zombie y mi aletargada mente reaccionó solo por los tambores. No recordaba que hubiera parlante en esas tostadoras que aseguraban que eran computadoras.

-ADVERTENCIA. Éste no es un juego  cualquiera. Sólo los más…- empecé a leer sin ganas para dale click al enlace mecánicamente, sin cambiar mi expresión apática ni un ápice. Ni siquiera teníamos el buscaminas, así que un juego, por más que fuera un virus, era bienvenido. La pantalla se inundó en una tonalidad verde que me sorprendió pues ese monitor parecía heredado de la segunda guerra mundial y luego comencé a sentirme raro. Era como cuando me quedaba mucho tiempo en una posición y mi cuerpo empezaba a dormirse de a pedazos-. ¿Pero qué demonios…?- miré mi mano que empezaba a desintegrarse, como si me estuviera desmoronando. No sabía si gritar o asombrarme de no sentir dolor y mi mente solo reflejaba pensamientos estúpidos. Pero todo terminó sin darme cuenta, me terminé de desintegrar y la oficina había desaparecido, estaba parado en un lugar desconocido con gente desconocida. Solo atiné quedarme parado, moviendo mis ojos de un lado a otro y cara de sorpresa, esperando despertarme y que mi jefe me dijera algún sermón por dormirme en el trabajo.

Una sonrisilla aleteaba en sus labios rojos mientras movía el ratón.Estaba cerca,muy cerca y eso la ponía de muy buen humor.La excitación de la caza agarrotaba su estómago y hacía que su corazón y su respiración se acelerasen,no veía el momento de volver a tenerlo cara a cara,habían pasado demasiados meses sin haberle visto 

Su expresión cambió a una de sorpresa al clickear en la imagen que apareció y que sabía que era la correcta pero algo allí no estaba bien

-"¿Pero qué...?"-miró sus manos mientras éstas desaparecían de su vista al tiempo que el resto de su cuerpo.De manera inconsciente su duro entrenamiento la preparó para lo desconocido y tensando la mandíbula se preparó para lo peor mientras con un parpadeo todo a su alrededor desaparecía para reaparecer un segundo después en modo jardín en 3D

Miró a su alrededor con rapidez agazapándose por si algo surgía de algún lado e ignorando por el momento al resto de personas aunque por el rabillo del ojo vio a alguien conocido y sonrió triunfal sin poderlo evitar

-"Ya te tengo"-susurró para sí misma sin dejar de estudiar el terreno y cualquier movimiento que supusiera una amenaza para ella

Lo primero que recuerdo es haber llegado de la escuela, encendido el pc y bajé a la cocina para llevarme una bolsa de frituras de queso y un vaso de Coca-Cola; esta tarde iba ser épica, mi hermandad y yo habíamos planeado realizar una incursión en los pantanos de Nazmir o eso había pensado.

Me coloque los cascos mientras seleccionaba la música que escucharía para el juego, metí la mano en la bolsa de frituras y rápidamente comencé a masticar ruidosamente las frituras, active el discord y me prepare para esperar a los chicos.

Todo parecía normal fue entonces cuando una extraña página se abrió de golpe, el sonido de tambores la hacia interesante, -“Un nuevo juego genial”- recuerdo haber pensado mientras le daba click al enlace.

Lo que paso inmediatamente paso ni en mis mas extrañas fantasía hubiera sido posible y admito que realmente deseaba que pasara, la sanción de hormigueo continuo mientras incrédulamente mi cuerpo se desfragmentaba y era absorbido dentro de la pantalla y después vino la sensación de caer.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH- grite como damisela en apuros, admito que no fue la mejor entrada, pero eso había ocurrido y ahora estaba entre un grupo de personas de lo mas vario pinto en quien sabe dónde o más bien en que mundo, con todo esto podía ser abducido por un Alien, digitalizado en un mundo de juegos o simplemente haber caído en coma por el exceso de azucares, grasa y carbohidratos consumidos en mis 17 años de vida.

-Esto, es genial- grite emocionado - Siempre he querido ser como Kirito- me importaba muy poco, donde hubiera caído solo esperaba al menos que nos dejarán escoger un avatar, seguí pensando mientras observaba a los que me acompañaban.

Mientras no dejaba de tararear esa cancioncilla pegadiza del Zelda y de dar vueltas en la silla, esperando que la película para esta noche terminara de descargarse, la ventana apareció. Estaba pendiente del móvil, pero había algo que me hizo reaccionar. Por un momento pensé que era el aviso de que la descarga había terminado, pero a medida que lo leía, sentía que era algo más importante. "Virus, es un virus" pensaba, intentando ignorarla, pero antes de apartar la cabeza, ya le había dado. Cerré los ojos, cegada por un momento por la intensa luz de la pantalla, pero cuando los volví a abrir, algo le estaba pasando a mis manos y mi cuerpo. El ruido del móvil al caerse al suelo me hizo reaccionar.

- ¿Papá? - pregunté asustada. No sabía siquiera si estaba en casa. "No, no estaba pensando en esto. ¿Qué me pasa?" - ¡¿Papá?! ¡¿Qué meeeeeEEEEEEEE...?!

Mi habitación ya no estaba allí y sentía que el corazón se me subía a la cabeza, mientras la gravedad tiraba de mi cuerpo hacia abajo. Acabé chillando y tapándome la cara con las manos, aterrada por lo que vendría después. Aunque a los pocos segundos ya estaba en el suelo, me quedé allí hecha un ovillo un rato más. Sólo para estar segura de que no seguía cayendo. 
Al final reuní el valor para apartar las manos y ver dónde estaba y lo que vi me dejó sin aliento. Estaba segura de que me había quedado dormida en la silla, porque eso no tenía otra explicación. Aunque los demás que estaban allí también parecían confundidos. Me levanté poco a poco, intentando no llamar demasiado la atención, y me quedé cerca de alguna esquina, comprobando antes que era seguro. 

Miré sorprendida al que había mencionado a Kirito. Para eso tendría que haber llevado un casco de VR y no haber estado simplemente en el ordenador pero... ¿Sería posible? En la serie no especificaban muy bien cómo se hacía, pero me dediqué a "pulsar" mi brazo o a hacer gestos con los dedos, como si manejase un mando, buscando un menú de ayuda o algo parecido. Todo parecía un juego y no sería descabellado que se manejase de la misma forma. Si no fuese porque había conseguido moverme como lo hacía siempre...

Había regresado de la escuela estaba empapado por tanta lluvia que a habido esta noche, después de secarme y cambiarme que seria mejor para pasar una noche solos que jugar un videojuego,los últimos días e escuchado rumores acerca del anuncio de un juego que aparece de la nada lo cual suena demasiado increíble,pensé que tendría que buscar por horas aquel anuncio pero no pasaron mas de unos minutos desde que me sente a la computadora cuando apareció, estaba emocionado jamas había escuchado de este juego pero cuando le di click no sucedió nada estuve muy decepcionado, hasta que la pantalla del computador comenzó a fallar la imagen se distorsionaba salían chispas por un momento pensé que se trataba de la tormenta hasta que vi como mi cuerpo empezó a brillar y por un momento parecía desintegrarme no sabia que hacer estaba totalmente en shock cerré los ojos esperando lo peor, al abrirlos estaba en un lugar nuevo se parecía a esas imágenes de realidad virtual pero a la ves se veía tan real vi ha varias personas a lo lejos parece que les sucedió lo mismo que a mi.

- Pero... ¿Qué demonios es esto? -pensé mesándome la barba con un gesto que se había vuelto automático con el pasar de los años- . Y... ¿Quién es toda ésta gente?

- Debo haberme pasado con la infusión de esta mañana... -rumié mientras intentaba encontrar alguna relación entre aquel lugar y mi agradable cabaña.

Aún confuso, y algo desorientado, inhalé con suavidad varias bocanadas de aire y dejé caer la mirada por aquel extraño jardín, de senderos que se bifurcan, y por los individuos allí presentes.

No era la primera vez que experimentaba algún tipo de disociación de la personalidad, sin embargo, lo que ahora sentía, distaba mucho de una experiencia lisérgica ordinaria. 
 

No tenía ningún trabajo pendiente y no le había llegado el rumor de ningún otro al que poder optar, le iba bien, sus trabajos no habían sido complicados excepto por aquella mujer, pero nada que no pudiera evadir con más o menos dificultad.

En casa ya seguro sin que nadie le pudiera encontrar, encendió su ordenador para instalar esa nueva expansión que había salido hace poco, mientras dejaba descargando el juego, fue a la ducha, en ella escuchaba la música de este, parecía que la temática trol se había puesto de moda, tambores, sonrió mientras salía del baño, se había puesto algo más cómodo pues había quedado a la noche con una chica, vaqueros, camisa, algo habitual para el.

Iba a ir a la cocina pero ya el sonido de los tambores le llamaba más de lo normal, para su sorpresa no era algo del juego que había dejado descargando, había salido publicidad de otro, observó unos segundos la pantalla y se encogió de hombros, -¿Por qué no? dijo para si mismo, - mientras espero juego a esto.

Apretó el botón de jugar y esperó, de repente tiene que entrecerrar los ojos, demasiado verde para su gusto, pero aguantable a la vista, mientras esperaba el cambio de pantalla, un hormigueo cubrió su cuerpo. ¿tanto le había llamado la atención que estaba nervioso?, cuando se dio cuenta y fue a coger el ratón pues parecía que se había que dado bloqueado el PC, no pudo llegar a coger este, su mano estaba desintegrándose e introduciéndose por la pantalla del ordenador, pero no solo ella todo su cuerpo, se levantó rápidamente de la silla, haciendo que esta golpease con el respaldo en el suelo y el tropezara y terminase en el suelo con ella, nada que no interrumpiera lo que ocurría.

Golpeó el suelo con su espalda, estaba en un lugar totalmente desconocido, el golpe debería haberle hecho daño pero no había sido así, algo extraño, ¿estaría soñando?, se incorporó y vio a más gente allí, gente desconoc... -Joder la pelirroja. Al verla se intentó ocultar tras algún árbol o arco del jardín y mientras no la tenía a la vista buscar algún sitio para salir.

Mientras buscaba rápidamente se percató de algo, que había pasado por su mente, antes de todo esto estaba en casa y posiblemente estuviera soñando, ¿o no?, ¿en alguna trampa virtual que había sido inventada? demasiado llamativos esos tambores, tenía que haber sospechado, solo es cuestión de tener más precaución y en eso el era un experto.

Sin poder evitarlo se asomó estando escondido para mirar si veía a alguien más y no perdía de vista a como el llamaba Kat.

Lo bueno de volver del instituto a casa era que mis padres todavía estaban en el trabajo y podía tener unas 5 horas de paz. Por lo que una vez que entro en mi habitación dejo mi mochila encima de la cama mientras me descalzo y voy encendiendo el ordenador. Cuando me quiero dar cuenta veo que en vez del escritorio aparece una ventana emergente, era cierto que ayer había estado buscando cosas y era posible que lo dejase hibernando. Así que sin darle mucha importancia me siento y empiezo a leer el mensaje sin fijarme demasiado mientras le doy aceptar.

Es entonces cuando empieza la locura... sin poder evitarlo intento alejarme de la pantalla con terror mientras me veo desaparecer y cuando me quiero dar cuenta me encuentro cayendo al vacío, por lo que empiezo a gritar más fuerte o al menos lo hubiera hecho sino fuese porque me encontraba sin aire. Una vez choco contra el suelo lo primero que pienso es que debo estar muerto, al fin y al cabo nada me duele. Algo aturdido me levanto para comprobar que si esto es el cielo o el infierno muchos sacerdotes de distintas religiones se arrancarían el pelo de frustración.

Ante mis ojos se presentaba un jardín típico de un videojuego, si tuviera que adivinar diría probablemente Dragon Age o sucedáneo, justo mientras intento encontrar algo que me ayude a procesar esta locura escucho a otra persona gritar algo sobre ser Kirito y casi me da por reír ante la idea de que estaba viviendo un "Isekai", sino fuese porque era una idea a la que agarrarse para entender lo que estaba pasando.

Lo único que podía hacer ahora era hablar con alguno de los que estaban alrededor. No me sentía muy cómodo con ello pero si quería saber que cojones estaba pasando iba ser necesario. Asi que haciendo de tripas corazón me acerco al que parece el más mayor y le saludo:

- Estooo... buenas, quizás lo que te diga suena un poco raro pero ¿sabes donde estamos?...

La voz del muchacho me sacó bruscamente de mi ensimismamiento.

- Increíble... -musité- .

- El realismo de su voz es ciertamente increíble... -pensé mientras observaba más atentamente a aquel chico.

- Perdona hijo -contesté con afabilidad- , pero no tengo ni la más remota idea... Lo último que recuerdo es estar frente al ordenador y...

- ¿Pero donde están mis modales? -exclamé adelantando la mano derecha a modo de saludo-. Mi nombre es Ivo...

Lucas volvió a casa después de intentar enseñar a los zopencos de su clase la diferencia entre Taxus baccata y Arbutus unedo. Dos plantas muy comunes en los bosques regionales y que podría diferenciar la vida de la muerte en una situación hipotética de supervivencia. Pero estaba claro que su clase de este año no tenía el más mínimo interés de salir del embotamiento general que parecía afectar al mundo en los últimos tiempo. Los únicos que se salvaban, los mellizos. Al menos con esos dos merecía la pena ir al instituto cada noche.

Como ya era habitual, encendió el portatil para ver qué bodrio juegos podría encontrar esa noche. A ver si a base de aburrimiento podría dormir algo más de 4 horas esa noche.

De repente se abre una pantalla Demonios! Pensé que tenía activado el antispam pensó Lucas mientras miraba detenidamente la pantalla que había aparecido. Con el ratón en la mano, alternó el cursor entre la tecla de "Aceptar" y la "x" roja. Finalmente se decidió Al diablo! Si es un virus ya lo borraré, pero puede amenizarme el resto de la noche.

Y entonces empezó, un hormigueo desagradable. Se palmeó las manos, pero no llegaron a tocarse. ¡Estaba desapareciendo! ¡¿Pero qué coj....?! Exclamó, sin llegar a terminar la frase.

Abrió los ojos de nuevo. Tenía manos y piernas por lo que veía. Todo estaba en su sitio. Movió sus articulaciones para comprobar que todas estuvieran bien. Él estaba bien, al menos físicamente. Mentalmente sería otro cantar pues no veía su pantalla ni su habitación, sino que veía a unos extraños, aparentemente en su misma situación al ver la cara de confusión de la mayoría. Todos ellos en un paraje desconocido.

Buscó una piedra donde se sentó y mientras acariciaba su barbita incipiente de su barbilla, se dedicó a observar al resto.

Le llamó la atención la pelirroja, estaba agazapada en tensión; esperando que saltara un tigre sobre ella. Lucas sonrío de medio lado y procuró no perderla de vista.

Genial. Excelente. Finalmente he muerto… o peor, tengo un tumor cerebral. Seguramente estoy en el piso de la oficina, con la mugre que eso conlleva, babeando y orinándome encima. Tendría que haberle obedecido al médico de la empresa, que me dijo que tenía que cuidar mi alimentación y salir a caminar más. Lo que era un castigo atroz si me lo preguntan.

Miré a los presentes, lo que me hizo replantearme el estar muerto. Una joven pelirroja, tan hermosa que parecía irreal, miraba a uno de los presentes como si fuera un aperitivo y el susodicho aperitivo intentaba esconderse detrás de un árbol. Otra hacia raros movimientos en el aire, como si tuviera algo en la mano. Un chico gordito parecía emocionado por alguna rara razón. Un chico alto y un anciano de larga barba hacían las preguntas pertinentes y se presentaban. Otro que se sentó por ahí, como si así las respuestas acudieran a su mente. Los demás tenían la misma cara de sorpresa y confusión que debía tener yo en esos momentos.

-No. No estoy muerto- me dije cruzándome de brazos y arrugando los ojos-. Enloquecí. Finalmente enloquecí- lo que en verdad me decepcionaba bastante. Seguramente estaba en un loquero y todos esos eran otros pacientes-. Esperaba enloquecer violentamente, al estilo americano. Esto es aburrido y algo patético- lancé un suspiro y mis hombros se hundieron por el peso de mis brazos-. Seguramente habría errado todos los tiros.

Todo tenía un aspecto a videojuego que resultaba ligeramente interesante, pero no tanto como para sentirme emocionado. Solo intrigado y un poco preocupado. Bueno, era una buena forma de empezar de nuevo.

-Al menos no tengo que hacer el maldito informe.

Cuando está segura de que nadie ni nada va a atacarla la joven echa a correr hacia el árbol donde se ha escondido su presa mientras.Se palnta delante de él en posición de guardia,ambos se conocen y sabe que no se lo va a poner fácil

-"Ey, Oldman volvemos a encontrarnos.Sé bueno y no te haré daño"-dice sonriendo irónicamente

En un segundo plano de su mente están el resto de personas y el lugar en el que se encuentran pero eso será algo que averiguará a su debido tiempo pero lo más importante es que ese hombre no se le vuelva a escapar

Giulietta había estado casi 2 horas delante de la pantalla en una sesión muy bien pagada por un grupo de japoneses, se sentía sucia y se introdujo en la ducha, dejando la pantalla y la web cam en dirección a la ducha donde se introdujo.

- Ellos habían pagado bien, merecían un buen espectáculo.

Se recogió el cabello para no humedecerlo y de seguido enjabonó su cuerpo con sus manos sin mirar a la pantalla para no ver lo que su pantalla mostraba en ese asqueroso momento, de fondo se escuchaba el sonido de Cristalysed de The xx, uno de sus grupos favoritos para trabajar, tardó 20 minutos en ducharse, el precio pagado lo valía, cuando acabó salió de la ducha y cogió una pequeña toalla para frotarse el cuerpo y secar las gotas de agua que bajaban por su cuerpo.

¡Cerdos salidos! pensaba mientras suavemente secaba su cuerpo.

Caminó hasta salir del baño desnuda, deshaciendo el recogido de su pelo buscó algo bonito para salir a cenar con su amiga Didina Mayuli, una antigua compañera de la facultad de química que había viajado a Nápoles para una conferencia sobre la extracción del RNA de unas plantas o algo así.

- Sabía que quería que volviera a trabajar en los laboratorios de investigación y me dejara de ésta mierda que hago, me quería, pero me recordaba a Mario cada vez que pensaba en ése mundo, los pensamientos del pasado volvían a la carga pensaba mientras se recogía el pelo y se vestía con un corto vestido blanco, unas mallas y unas botas altas.

De pronto, la música cesó y comenzó el sonido de unos tambores que atrajeron toda su atención, extrañada caminó hasta el portátil que tenía colocado sobre la mesa, la cámara web móvil la seguía por cada tramo de la habitación, los jodidos japoneses seguían en la pantalla escudriñando cada parte de su cuerpo todavía...

- ¿¡Que coño!?

¡Era un puto videojuego!

-"ADVERTENCIA. Éste no es un juego  cualquiera. Sólo los más intrépidos y arriesgados jugadores podrán formar parte de esta experiencia única ¿Tienes las agallas suficientes para aceptar el reto?"

Hacía ya más de dos años que no jugaba a ninguno, Mario la introdujo un poco con algunos videojuegos de ordenador de temática vampírica, pero desde que el no estaba, no había vuelto a jugar a ninguno, recordaba que le había prometido a Didina que le haría un regalo y había pensado en pasar a comprarle ese pintalabios rojo que le había gustado la ultima vez que se vieron, por lo que tenía tiempo de sobra para ver de que se trataba ese juego misterioso.

Pulsó con el cursor en la pestaña de aceptar, entonces fue cuando esa luz intensa y verde la hizo entrecerrar los ojos y el hormigueo recorrió su cuerpo desde la punta de sus dedos hasta la última y más interna de sus células, abrió los ojos a modo expectante e intrigada cuando comenzó a ver que se disgregaba en el entorno y las partículas volaban hasta el monitor de su portatil, desaparecía de su habitación, ya no había mesa, ni silla, ni ducha ni japoneses....

Caía a una elevada velocidad, viendo pasar casi a la velocidad de la luz, nubes, cielo, arboles y el aterrizaje.

Fue menos de un segundo, se ayudó de un pozo que había cerca, trepando por su lateral donde había un palo que se unía a otro y de ahí colgaba una cuerda con un cubo, al incorporarse del suelo se observó a sí misma, intrigada, ahora todo era como un videojuego, ella misma era una animación tridimensional, bruscamente levantó la cabeza y observó a su alrededor, todo era como en un videojuego, aquello le habría encantado a Mario, aquello era como el patio de la casa de atrás de su tia Giorgia, con arboles y algún banco para sentarse, pero todo de animación virtual.

Observó como otras ¿personas? estaban a su alrededor, 4 niños, uno de ellos gritó algo, otra se observaba o movía de forma extraña, uno de ellos se acercó a un señor mayor y comenzaba a hablar, había 4 más, uno se escondió en los arbustos más cercanos, otra mujer ¿se disponía a atacar?, los más próximos eran un chico de pelo azul y un hombre de unos 30 años que parecía estar muy tranquilo y con expresión de alivio.

- ¿Que coño a pasado, que es esto y quién coño sois vosotros? , así sin respirar entre pregunta se dirigió mirando alternativamente al niño y al hombre rellenito. 

Las personas que me rodeaban me parecían raras, o era yo el único tipo Friki de la zona que de verdad se estaba emocionando con esto, era la oportunidad una en un millón además ¿Cuál era la posibilidad que esto pasará?, me pellizque el brazo para sentir dolor y comprobar si de verdad estaba despierto y al parecer si que lo estaba.

-Bueno – dije mientras desplegaba mi brazo como si fuera un super sentai, con la intención de desplegar un comando o que apareciera el Storage del juego – Veamos, quiero una armadura, no ya se mejor una túnica de mago, no espera una mejor quiero ser el cazador, dame arco y flechas- dije en voz alta a la espera que algo pasará, digamos que hacer el ridículo era mi especialidad pero si estaba atrapado en un juego quería disfrutar de esa experiencia.

Al ver que nada pasaba continúe – Mmm, Quizás primero deba elegir raza o algo así – proseguí en mi soliloquio – Bien quiero ser Elfo de Sangre- grite sin ningún cambio aparente – Oh espera quizás no es ese tipo de juego, delgado, de ojos de color, cabello presentable, alto eso es- dije con la esperanza de que mi cuerpo cambiara o hiciera algo.

-Bueno quizás esto no es un RPG pude ser un moba- mi monologo continuaba – mi pido a Ezreal, mejor a Garen- los cambios no ocurrían, pero no importa seguiría probando.

-Quizás ya tengo el avatar deseado y no me he dado cuenta- me dije, mientras caminaba en dirección del anciano y el joven que conversaban -Disculpen me pueden decir como me veo- los mire raro – ¿Ustedes son Players o NPC?- realmente no estaba seguro quienes eran esas persona bien podrían ser seres programados para este extraño juego

Por lo que gritaba el niño gordo, aquello debía ser alguna especie de simulación. Si aquello era cierto, había que averiguar el grado de implicación al que estaba sometida la mente.

Se agachó y cogió una piedra pequeña. Sopesó su peso y forma lanzándola al aire y recogiédola, mientras observaba a los demás individuos.

Descartó a la cazadora, no dudaba de que ella le devolvería el golpe con intereses. El hombre oculto tras el árbol no merecía la pena. Mejor alguno de los niños, solían tener el umbral del dolor más bajo. 

Finalmente se decidió por el niño gordo gritón. Ya le estaban dando dolor de cabeza sus gritos incesantes. Se levantó y le lanzó a Mathew la piedra con fuerza .

Era el momento de ver si también notarían dolor y así ese crío tendría una razón para gritar.

Mientras observas tu cuerpo y lo palpas con cierto desenfreno observas que luces una sencilla pulsera plateada en la muñeca izquierda. Parece que tiene una fina franja en el medio hecha de pequeños LEDs pero no están luciendo en esos momentos. En la cara interna de tu antebrazo parece que te han tatuado tres rectangulos negros colocados en paralelo. Los tres del mismo tamaño.

Recorres con la mirada el lugar y te parece ver tras las arcadas varias puertas. No sabes a donde llevarán pero están ahí. La pelirroja se acerca hacia ti con demasiada determinación, así que sabes que te ha visto.

Todos os percatais del silencio del lugar. No se escucha ningún sonido salvo el de vuestras voces y el que hacen vuestros cuerpos al moverse. Ningún canto de pájaro os acompaña, ni se percibe el viento en vuestra piel. Tampoco llega el aroma de las plantas y árboles que os rodean. Lo curioso es el contraste de vuestros cuerpos humanos con el del escenario que se presenta ante vosotros y con el cuerpo de dos personas que se encuentran en una esquina, al parecer susurrando... ellos también parecen pixelados y siguen en la misma postura que cuando caisteis.

Lo que si se escucha por todo el lugar es el silbido de una piedra que pasa muy cerca de la oreja del joven Mathew y que atraviesa el espacio que hay entre Ivo y Scott. Todos habeis visto quien ha sido el lanzador salvo Katherine y el propio Mathew

El anciano parece sorprendido cuando me acerco, afortunadamente después de mirarme como si intentase decidir si era real o no me contesta de manera bastante amable.

- Yo soy Scott, señor. Y por lo que dices creo que nos ha pasado lo mismo.- le contesto mientras le estrecho la mano tímidamente, la verdad nunca es que siempre dudaba si lo estaba haciendo bien. - Pues supongo que tendremos que preguntar al resto si saben algo del lugar o ponerse a explorar...- añado mientras ojeo al resto de gente.

Por un lado estaba el chico que no paraba de gritar como si supiera algo de lo que ocurría pero se veía que fracasaba todo el rato, así que lo descarto rápidamente. Por otro lado estaba la mujer pelirroja que parecía salida de una película de acción estaba tan ocupada con otro hombre que parecía querer esconderse de ella que todos mis instintos me decían que si me ponía en medio me podía dar por muerto. Después había otra mujer que también estaba gritando pero a diferencia del niño esta se notaba más enfado que ilusión. Y bueno si la pelirroja parecía que salia de una de acción esta parecía salida de otro tipo de películas. Por último, mientras aparto la mirada algo avergonzado me fijo que hay una última persona escondida en unos arbustos. Sea como sea me quedo indeciso esperando que Ivo me comenté que prefiere hacer. Justo en ese momento veo una piedra salir disparada hacia el chico emocionado, al seguir la trayectoria de esta me fijo en dos personas que se notan completamente distintos a nosotros.

- O puede que ellos sepan algo, ¿Qué opinas, Ivo?