Partida Rol por web

Aquel día había resultado bastante aburrido. La lluvia no cesó de caer desde primeras horas de la mañana, monótona y constante al principio, aumentando en intensidad conforme avanzaba la jornada. Las actividades al aire libre se arruinaron, las horas transcurrieron perezosas y lánguidas, untadas con la mermelada de los móviles y la mantequilla de los pcs.. Hubo quien se tragó horas de series. O sesión continua de música. Alguien se dedicó a leer. Y hasta hubo un héroe decidido a estudiar y repasar el libro de historia para los exámenes de recuperación. Y, por supuesto, el ensayo y error de maquillajes diversos no fue olvidado.

El grupo decidió encontrarse a la caída de la tarde en el enorme desván de la casa de Kimy. Allí estaban la propia Kimy, su mejor amiga Frances, y el hermano de esta, Jacob, matando las horas y esperando al resto de amigos.

Miro el reloj de manera un tanto compulsiva ante la tardanza de los demás - Oye, ¿le dejaste claro a tu hermana dónde vivía? lo digo porque ya se perdió la última vez y estuvo molestando a varios vecinos - Cora era una calamidad, no es que fuera tonta, es que se dispersaba con una facilidad que metía miedo.

Estábamos jugando a las cartas, haciendo tiempo mientras llegaba la gente - Ehh, que te he visto!! esa carta ya la usaste antes - vamos, el Jacob tratando de hacerme trampas teniéndome delante si es que... - Tu hermano hace trampas, Frances - Le quito las cartas, para demostrarle que lo he cazado, compruebo con cierta sorpresa que la carta de la polémica está bien, me lo quedo mirando con media sonrisa - ¿cómo lo has hecho? acabas de cambiarla, ésta no es la misma... antes te he visto coger otra - por extraño que parezca, Jacob me la ha vuelto a colar, ha cambiado la carta o ha jugado a que hacía trampas para distraerme - Toma, sigamos - se las devuelvo, tras haberme fijado qué cartas tiene - Ahora, me toca a mí - aprovecho aquella cortesía visual para soltar la carta que acaba con una jugada maestra - He vuelto a ganar - tenía afinidad con las cartas. 

Frances, ¿avisaste también a Dominic? el chico es un poco... controlador - excesivamente protector, igual creía que eramos los niños perdidos de Peter Pan, lo cierto es que iba de salvavidas y empleaba las mismas frases que mi viejo: Kimy, no hagas ésto, no hagas lo otro, te convendría, lo mejor sería que, tienes que comportarte, el día de mañana... - Pero oye, si estás bien, pues mira me alegro porque lo importante es estar bien.

La invitación para ir a casa de Kimy le había parecido rara. No pudo negarse a pesar de notar algo fuera de lugar, sus hormonas le traicionaron.

-Me la pegaste, enana -Masculló mientras pellizcaba el hombro de su hermana. Frances había nacido medía hora antes, era por tanto, la enana- ¿Me va a tocar en serio pasar un rato con el comando borderline?

Kimy le sobresaltó cuando de un salto se acercó y le quitó las cartas de las manos.  Sonríó mansamente, un poco embobao, pero, como siempre consciente de su imagen, se recompuso y volvió a su gesto desafiante habitual.  Si Frances se entera de que gusta la salvaje de su amiga, me destrozará, se reirá de mi sin parar..o lo siguiente.

Chicas, soy el puto amo de todos los juegos.  No necesito de trampas para destruiros. Es...talento natural.

Kimy los destrozó instantes después.

Y aquel día ha comenzado con un despertar agitado más unas ganas locas de salir a correr por los alrededores, eran las 8 hs de la mañana y al ver que está lloviendo me acordé de todo el mundo en diversos idiomas. Me gusta tener pequeños proyectos personales: como cambiar la guitarra, o el color del cabello, hacer un poco de ejercicio y fomentar con el grupo de amigos donde tengo una banda, esa búsqueda del bajista que no podemos encontrar. No sé, me mantiene muy activa y menos enloquezco ante el encierro o la pasividad. 

De igual manera el sonido de la lluvia me termina por conquistar y por defecto caigo rendida a sus pies mientras Morfeo en su mundo me cuenta alguna historia más. El viaje es largo ya que a las 12hs del mediodía despierto, estoy un poco atontada pero con la gracia de mi hermano y su calidez tan dulce que tiene, te saca de un impulso frenético de cualquier estado que tengas encima. No quieras imaginar cuando tienes resaca, la cabeza te estalla y se pone a cantarte al lado. Un amor de ser, si, de esos que a veces anhelas haberlo ahogado con la almohada aquella vez cuando estábamos en la misma cuna siendo bebés. 

Como es de esperar decido abandonar mi habitación con una camiseta de Green Day, un jeans ajustado y las gafas que odio usar porque no veo demasiado y me hago la coqueta igual. Voy descendiendo por las escaleras de mi casa y le doy un beso con un abrazo a cada miembro de la familia, quizás con mi hermano me excedo un poco porque siempre me hace alguna maldad y me las cobro en mis momentos de dulzura espontánea. Con Cora hoy estoy bien, así que toca ser una niña buena con ella y la defiendo de las tonterías de Jacob. Aunque claro, como los Preceptos Zen: Sólo por hoy, pero lo aplico a mi manera. 

- Holaaaaa bueno, muero de hambre y eso... Ja*. ¿Vienes conmigo a lo de Kimy? ¿Te llevo un babero? - pregunto mientras me preparo algo para comer. Una vez termina el almuerzo o lo que sea que esté haciendo, el aburrimiento me inunda por completo ya que no puedo salir de la casa, así que con guitarra en mano me pongo a componer un rato mientras mi dulce voz se cuela por cada rincón de la habitación. Allí soy yo, sin tantas tonterías encima, quizás brillando de forma tenue, pero contenta al sentirme en libertad. La hora pasa, es momento de ir hacia la casa de Kimy y me voy con mi hermano. - Co. ¿Vienes después? ¿Te paso a buscar? - indago para saber que hará la rubia. 

Luego de idas y venidas, arreglos y demás, estoy en la Casa de Kimy. - Ya le dije y déjalo, se hace el importante porque está en modo sexy. - respondo entre risas y le saco la lengua a mi hermano, que divertido es entrometerme con él cuando está vulnerable por la presencia de mi mejor amiga. - Avisé a Dom, no es controlador. Nada que ver. - lo defiendo a costa de que le estoy dando material a Jacob para atormentarme. - Nada amiga, no te preocupes. Sigamos que quiero ganar y ver a mi hermano ordenar tu casa por un rato. - digo entre risas, dispuesta a que pierda como sea.  

- Eh, te la comes. - me quejo al sentir el pellizco, aprovechando para abrazar su cuello y revolver el cabello. 

¿De verdad el camino hasta la casa de Kimy era tan largo la última vez? ¿Cuánto rato hace que salí de casa? Media hora por lo menos. Miro una vez más alrededor intentando ubicarme. No para de llover y tengo las gafas llenas de gotitas, odio cuando me pasa eso. Pero vamos, que no tengo ni idea de dónde estoy, me he perdido otra vez. ¿Por qué tienen que ser todas las casas iguales en este barrio? Si yo viviese aquí me metería cada dos por tres en la casa de algún vecino, seguro.

Saco el móvil sólo para descubrir que me he quedado sin batería. Vaya mierda, se me olvidó enchufarlo después de pasarme la mañana viendo vídeos con él. Resoplo entre dientes y me paso la manga de la sudadera por las gafas emborronando el agua. Debería haber quedado con Teo en su casa y haber venido juntos en lugar de quedar en casa de Kimy. Él nunca se pierde, es como si tuviera un gps dentro de la cabeza. Debería haber venido con Frances, pero cuando se fue de casa ni siquiera había decidido si iba a venir. Debería haber apuntado el nombre de la calle en un papel... Apuf. Demasiadas cosas. Tal vez si vuelvo atrás...

Es entonces cuando lo veo al otro lado de la calle. Al viejo ese que parece Matusalén o como se llame. Entrecierro los ojos con curiosidad, porque no todos los días se ve a un anciano con una consola en las manos. Y menos si está diluviando como hoy. Casi le grito cuando veo que la tira al contenedor. Casi. Esa es una de las palabras que definen mi vida: casi. Hay que ser más valiente de lo que yo soy para superar los casis. 

Pero vaya, que en cuanto el tipo se pira miro a ambos lados para asegurarme de que nadie me mira. Sólo me falta que alguien del insti me viese hurgando en la basura. No hay nadie y yo me muero de curiosidad, al menos quiero saber qué consola era... Y si no está muy rota a lo mejor Teo la quiere para destriparla o restaurarla o algo. ¿Y te imaginas que funciona? Buah, eso sí que molaría. Total, que me acerco corriendo y me empujo el puente de las gafas hacia arriba con el dedo para prepararme antes de abrir el contenedor y mirar dentro. 

Me siento como una exploradora total cuando la veo encima de las bolsas de basura. Apesta ahí dentro, pero ahora no me pienso ir sin ella. Me cuesta varios intentos encaramarme por el borde y estoy a punto de caerme como cuatro veces antes de alcanzar uno de los cables con la punta de los dedos. ¡Y ya es mía! 

Así que cuando, tras perderme otras dos veces por el camino, por fin consigo encontrar la casa de Kimy estoy calada y despeinada. Tengo las gafas empañadas y llenas de gotas, el pelo se me pega a la cara por el agua y la sudadera no sólo está empapada sino que también tiene una mancha en el brazo, de algo que prefiero no identificar. Una pinta de pena, eso es lo que tengo. Pero mi sonrisa es triunfal y entre mis manos traigo la consola como si fuese un trofeo. Es semejante a una Atari, tiene raspaduras, rayones, aunque el aspecto es bueno. ¡Y tiene seis mandos! No hay logo, pegatinas, nada escrito en ella. Hay un cartucho dentro, pero no se abre la ranura. 

En cuanto me abren subo directamente al desván, pero mi ímpetu se corta un poco al ver que allí sólo están mis hermanos y Kimy. Tenía la esperanza de que hubiese llegado ya Teo o Dominic. Mi entrada triunfal se convierte en un titubeo en la puerta. 

—Hola —saludo, levantando la consola. ¿Será suficiente distracción para Jacob? Al menos tengo que intentarlo—. Mirad lo que he encontrado por el camino. Es una consola —«Bravo, Miss Obvious»—, he visto un señor que la iba a tirar y me la he traído. No sé si funcionará...

Miro hacia la Smart Tv que tiene Kimy en el desván y luego a ella y luego a la consola. Me paso la manga de la mano libre por delante de las gafas dejándolas peor de lo que estaban. 

—Cuando vengan Teo y Dominic podríamos probarla —propongo, cambiando el peso de una pierna a la otra. De repente ya no sé si ha sido buena idea o si en realidad mola tanto como a mí me parece—... ¿no?

Rara vez había estado en la casa de Kimy, la mayoría de veces con la única razón de ver a Frances. Sabía perfectamente como llegar y no tardé demasiado desde mi casa.

El paseo se hizo tedioso por el tiempo, pero andaba inmerso en mi mismo, con la capucha de mi sudadera protegiendo de la lluvia tanto mis oídos como mis auriculares, y para todo lo demás, el paraguas cumplía con su función.

Doble la esquina, pudiendo ver con claridad la casa de Kimy, aunque algo me llamó la atención. Una joven parecía estar rebuscando algo en la basura, luchando por no caerse dentro del contenedor. Pobrecilla, rebuscando en la comida para poder encontrar algo que comer.

Continúe mi camino, mirando desde cierta lejanía como aquella joven se alejaba del contenedor y curiosamente se acercaba a la casa de Kimy, con algo en las manos. Bueno, por lo menos ha encontrado algo de valor, pero, ¿A donde irá?, Estas casas parecen muy pijas para alguien que busca comida en la basura. Fue toda una sorpresa comprobar cómo se plantaba delante de la casa y comprobé que era Cora.

Por unos instantes, se me pasó por la cabeza darla una voz para avisarla de que estaba allí y que me esperara, pero me mantuve en silencio, pensando en por qué estaría rebuscando en el contenedor de basura. Vi como entraba en la casa, haciendo lo propio tras de ella unos minutos después.

Me abrieron y subí al típico sitio donde se solía quedar, escuchando las últimas palabras de la propia Cora. - ¿Probar?, ¿Qué podemos probar? - pregunté con una sonrisa, mirando a Cora, tratando de descubrir la razón de su interés en el contenedor de basura.

Seguí avanzando hasta que me puse al lado de Cora, de pie al lado de la joven. Miré a todos los presentes, deteniéndome en Frances y sonriendo aún más al ver el rostro de la joven. - hola a todos. ¿Cómo va el día? - dije hacia el grupo, aunque sin poder dejar de mirar a Frances.

La consola no parecía conocerla nadie. Era una de esas marca Nisesabe cualquiera, lo extraño es que no tuviese ni siquiera pusiera un Made in China o Taiwan o la India, o un Made vete a saber dónde. Nada en laterales, debajo, encima, frontal…

Teo no aparecía, y entre cartas, miradas bobas entre unos y otras, pullas y tonterías varias, la lluvia seguía animando la tarde en el exterior. Cora apestaba un poco aunque parecía inconsciente de ello, y como allí todo el mundo pasaba de ella si no era para burlarse de manera cruda y mordaz, ¡cuánto echaba en falta al simpático y afable Teo!,  finalmente se decidió a conectar la desconocida y antigua consola en la TV. Tal vez contenía uno de esos viejos juegos rarunos y descatalogados que tanto la fascinaban. No resultó difícil, cable aquí, cable allá, sintonizarla y voilá, tras una pantalla negra apareció otro rojiza.

El cartucho no salía. Tampoco funcionaba. Una nueva pantalla negra.

Y luego…

Hola. Mirad lo que he encontrado por el camino. Es una consola...he visto un señor que la iba a tirar y me la he traído. No sé si funcionará...

Jacob, al igual que el resto, permaneció unos segundos callado procesando desde lo mojada y sucia que apareció Cora, como lo absurdo de rebuscar en la basura por una consola.

Bwahahahahahahaha -Jacob estalló en risas -hahahaha...mira que eres penosa, Cora..y que es eso que llevas en la ropa? Mierda? 
Jacob reía burlón y ponía gesto de lástima.  Cora creyó ver una punzada de decepción genuina tras su sobreactuada decepción fingida ¿O era esa también fingida? Con Jacob nunca llegaba a tenerlo claro.

Llegó entonces Dominic.  La sonrisa se heló en los labios del hermano de Frances.  Eh, Minidick - dijo moviendo la cabeza en dirección al recién llegado. Era, como no, un insulto pero, aún más importante era que también era un saludo.  Jacob estaba en terreno neutral, no podía ser él mismo en un ciento por ciento y se permitía dar pequeñas concesiones a las subcriaturas que compartían su aire.  
Cora! -Dijo ignorando totalmente cualquier respuesta o no de Dominic.  Torció el gesto, forzando una sonrisa amable, falsa como un billete de tres mil y tan antinatural como una máscara del todo a cien.  Su hermana pequeña se encogió inconscientemente como un cachorro apaleado demasiadas veces.
Sécate  un poco antes de enchufar la consola,no vayas a salir ardiendo...y nos jodas la tarde.

El que la consola funcionase fue una sorpresa agradable tras los juegos de cartas y las innumerables  victorias de una Kimy que se atrevía a decir que los demás hacían trampa.

Esto qué es? Una SNES o algo de eso prehistórico que le gusta a tu amigo cuatroojos?

Madre mía, qué pestazo... - me levanto a por el ambientador, cojo el spray y vaporizo una cantidad importante en la habitación, sobretodo hacia Cora - tienes mierda pegada a la ropa, tía. A quién se le ocurre revolcarse en un contenedor de basura... - busco un papel y se lo tiendo para que se limpie, luego acerco la papelera para que lo eche ahí, vuelvo a rociar con spray a Cora y a la papelera - olor a pino, muy natural.

Ayudo a conectar la consola a la televisión - parece que ya está, ahora, enciende o explota - esperemos que lo primero, por el bien de mi tv - ¿Jumanji? ¿no será porno? hjajjajaa - esbozo una gran sonrisa a la vez que me entra la risa por la ocurrencia.

Hay mandos para 6 y somos 5, habrá que esperar a Teo porque sino luego se quejará de que parte en desventaja.

Porque hay mandos para cada uno que sino habría que jugar por parejas uyuyuyuyuyuyyuuyyyy ¿Jacob, quién te gustaría que fuera tu pareja? - pregunta con toda la picardía del mundo - no se te escucha bien, dilo más alto...

Al ver que llega mi hermana un poquito desaliñada, alzo una ceja un tanto preocupada. No sabía que se le da ahora por ser vagabunda a medio tiempo, pero como hoy tengo el lado bueno hermanil, me acerco a ella mientras me quito la chaqueta que llevo puesta. - Co, ve al baño y quítate eso, ahora pillo una bolsa y dejamos eso dentro. Usa mi chaqueta, puedo arreglarme con la camiseta sola o le pido a Ki algo de ropa. ¿Vale?- digo mientras alzo la mano y le hago un Fuck You  a mi hermano con dulzura. 

Luego aparece Dom y me olvido todo, hasta de la tierra que gira, la luna y lo demás. Quedo un tanto bobalicona con su presencia, pero al menos lo disimulo un poco antes de que mi mellizo se avive y comience a meterse conmigo. Esto es muy No hagas lo que odias que te hagan y como tengo una cola de paja tamaño pavo real, intento evitarlo. Odio cuando me cae el karma en la cara, por eso, evitar mejor. 

- Hola Dom... - saludo casi con los corazones dibujados en mis ojos, soy tonta cuando está. Lo bueno es que Jacob con su risa de Joker sin dientes me saca de la tontería. - No te rías así, desdentado... Me has escupido. - me quejo poniendo los ojos en blanco mientras también me uno para ver de qué va la consola vagabunda. - Vaya, al menos has conseguido algo interesante... Mientras nos fijamos si anda, eso... Quítate eso... Por favor o serás comida de Ja. - le vuelvo a susurrar, como un mero acto de benevolencia. Cuánto durará, no lo sé. 

- Que cruel... Hagamos parejas. Ja con Kim jejeje - me meto con mi hermano en defensa de Co. Con eso tiene para un rato de vergüenza, maldito embustero. - Si es porno Jacob lo sabe. - vuelvo a la carga con mi hermano, eso le pasa por ser maldito. - Amiga, eso tú intimida que se pone rojito. - digo codeando a mi amiga, hasta que miro a Dom de nuevo y no lo dudo, me acerco para dejar un beso en la mejilla así corto con el rollo "me meto con Ja". El amor, el amor...

Tarde de lluvia, perfecta para seguir probando aquel viejo Comodore e intentar que se encendiera para jugar alguna partida a los marcianitos, como decía mamá... el color beige desgastado, las teclas amarillentas... era un tesoro que habían tirado sin siquiera pensar que aquello era un objeto de coleccionista! 

-Teo... - la voz de mi madre, Agnes, llamaba desde el comedor - Teo ¿no habías quedado esta tarde?- dijo nuevamente mi madre, un poco más fuerte haciendo que alzara la vista de los cables entrelazados y llenos de polvo para mirar el reloj

Di un brinco, sobresaltado, al ver que ya era la hora y siquiera me había preparado para salir ¡Qué desastre! Seguro que eso me acarreaba una más que merecida burla, y risas, por parte de Jacob.... Suspiré. Sí, seguro que ese abusón estaba allí... aunque esperaba que se comportara o que, al menos, Dom mediara para evitar males mayores... al menos Cora estaría allí, y podría contarle lo del Comodore sin tapujos... y Frances.

Negué con la cabeza

Si me ponía a hablar con Cora de mis trastos, como ella los llamaba, seguro que Frances me miraría de reojo y pondría los ojos en blanco pasando de mí; eso suponiendo que me prestara la suficiente atención como para llegar a pasar de lo que decía.

Bajé las escaleras atropelladamente, casi cayendo en el proceso mientras me abrochaba la camisa limpia e intentaba medio peinarme sin perder las gafas; llegué a la puerta solo para ver como la lluvia arreciaba, y que la única opción de llegar pronto, o no más tarde, sería pasar del paraguas y encogerme bajo el chubasquero con capucha... pero eso solo haría que las gafas se me llenaran de agua y...

- Yo te llevo, cariño, no te preocupes- dijo la voz angelical de mi madre - Eso o llegarás empapado... pero llévate el paraguas grande para la vuelta

Mi cara se iluminó ante aquello y le di un fuerte abrazo junto a un beso antes de coger el enorme paraguas negro de mi padre, que me guiñó un ojo desde el butacón del comedor alzando apenas la mirada de su libro de sudokus. Le dije adiós con la mano sonriendo mientras mamá abría la puerta que daba al garaje, montando en el viejo coche familiar con más prisas que acierto, llevándome un golpe en la cabeza por la impaciencia al topar con el techo del coche por no agacharme.

...

Caía agua a mares, pero eso solo era una buena noticia dado que implicaba que nadie se iría a media partida de ... lo que fuera. Habíamos quedado todos allí para pasar la tarde y no había excusa posible para escaquearse

Piqué al timbre y saludé cortesmente a los padres de Frances, subiendo hacia el altillo cuando me indicaron que ya estaban todos allí; miré el reloj por instinto y vi que me había retrasado más de lo conveniente, pero tampoco era algo excesivo a tenor del día que hacía... puede que me librara de que se metieran conmigo después de todo.

Llegué arriba subiendo las escaleras con rapidez y, al entrar, intenté esbozar la mejor de mis sonrisas pese a los gotas de lluvia que decoraban mis gafas.

-Hola a todos! Siento llegar tarde pero .... ¡¡uaaaaala!! ¡¿De dónde lo habéis sacado?! - dije ojiplático al ver las imágenes que estaban apareciendo en la pantalla del televisor. 

Mi vista voló de la pantalla al aparato que tenía conectado a través de un cable grueso y negro, haciendo que me acercara a todo correr denotando mi enorme interés por aquellos trastos.

-No me lo puedo creer... es JUMANJI!!!- exclamé entre emocionado y asustado

Pulla por aquí, pulla por allá... Las peores son las de Jacob, que tiene experiencia y sabe dar donde duele. Y en esas llega Dominic justo cuando mis hermanos y Kimy me hacen consciente de las pintas que llevo... Levanto un poco la consola como respuesta a su pregunta, pero creo que ni siquiera se ha dado cuenta porque ya está mirando a Frances. Apuf, creo que me va a estallar la cara de lo roja que la tengo. Así que en cuanto puedo me escabullo al baño con la chaqueta de mi hermnana y apestando a ambientador de pino. 

Al menos cuando salgo estoy más seca y con las gafas limpias, aunque un poco despeinada. Con las prisas por ver lo de la consola no me voy a poner a peinarme. Además, ¿para qué? Si me voy a volver invisible en cuanto se les acabe la gracia. Al salir me alegra ver que Teo ha llegado ya. Si hay alguien en este desván que puede entender que haya sacado una consola de un contenedor, ese es él. Me voy directa a su lado, intentando no atraer la mirada de Jacob, y me siento con las piernas cruzadas a lo indio. 

—Ju-man-ji... —silabeo, alternando mi mirada entre Teo y la pantalla—. ¿Sabes qué es? Nunca lo había oído pero tiene buena pinta. Parece de plataformas, ¿no?

Mientras me siento obnubilado frente a la consola y a la pantalla alguien se sienta junto a mi mencionando el juego; me giro sorprendido, pues no esperaba ese acercamiento tan directo, y mi rostro de estupor cambia a uno de alegría sincera al ver a Cora junto a mí interesándose por el tema, dándole un abrazo espontáneo

-¡Cora!- exclamo como si no la hubiera visto nunca - ¿¡Qué no sabes que es!? Buf! Esto es una leyenda en el mundo fri... - pongo cara rara y la miro, extrañado, acercándome a ella al oler el peculiar olor a pino que desprende - ¿Colonia nueva? Rara... pero me gusta, supongo... tampoco entiendo de esas cosas- le digo con un guiño mientras me acerco un poco a ella, bajando el tono - Ya sabes, los bichos raros solo usamos Eau du Friki jijiji- añado para quitarle importancia al olor y seguir a lo que íbamos

-Jumanji ¿De Dónde lo habéis sacado? En la red, y en los foros más ocultos de juego raros y retros, se rumoreaba que este juego existía, o existió... se dice que es una especie de juego de rol super inmersivo, que adoptas la personalidad de un alter ego muy especial y que el juego es tan absorbente que te parece vivir en otra realidad. Se cuenta maravillas de él! Hacía años que lo buscaba, pero no había nada en ningún lado... ni en Amazon!- digo intentando explicarlo todo con claridad pese a los nervios - Pero también hay una leyenda que dice que ocurren cosas sobrenaturales si se juega... que un tal Parrish desapareció al jugarlo, pero he investigado y no hay ningún dato sobre ningún desaparecido con ese nombre o similar- digo encogiendome de hombros

Le doy una vuelta a la consola, comprobando su estado, antes de ajustarme las gafas que por la emoción se me habían quedado de medio lado

- Nadie sabe a ciencia cierta si las historias son ciertas o no pero... ¡me muero por jugar!¿Quién se apunta? - digo con un pequeño gallo al alzar la voz - Dicen que solo los valientes pueden jugar y lograr vencer- añado para picar a Jacob y evitar que nos tilde de infantiles o algo peor... aunque posiblemente lo haga igual

No voy a decir que me sorprenda la entrada triunfal de Teo, yendo directamente, puerta hacia adelante, hasta la videoconsola que había traído Cora sin saludar a nadie - Bueno, parece que ya estamos todos - señalo al friki, a la corky, Frances, Jaco y Dom que junto conmigo sumamos 6 - hay un mando para cada uno, ¿listos para jugar?

Pongo un poco la oreja para saber qué está diciendo el loco de Teo. Parece ser que el juego es adictivo, será de plataformas o qué se yo, igual es como el SuperMario Bros que envicia un poco, aunque bueno con lo friki que es el chico, igual encadena 8 horas jugando como un tonto delante de la pantalla; la gente que no tiene vida social, al final sustituyen el mundo real por la pantalla.

Los frikis os flipáis mucho con los videojuegos, mira que afirmar que la gente desaparece por jugar... - ya lo que me faltaba por oír, seguro que se fue a comprar algo y quienes estaban jugando en red se inventaron que lo habían abducido extraterrestres.

 A sabiendas de que mi hermano puede tirar una puya hacia mi sector por usar las gafas, las necesito para jugar si o si. Es lo que tiene haber nacido con ese mal, pero al menos con mi actitud no dudo que la siga demasiado, aunque claro, ahora me parezco mucho más a Cora. ¿Será por eso que tengo el cabello azul? Niego con la cabeza, hoy soy la hermana buena. Ya con una coleta con mi propio cabello me uno mientras saludo a Teo con alegría. 

- Hey, T. ¿Cómo estás? - pregunto sonriendo, buscando un lugar para sentarme mientras hablan de un juego que se llama Jumanji. Me parece un poco exagerado esto de que sea medio inmersivo, quizás mole pero dudo que termine por abstraer mi mente del entorno. Ningún juego lo había logrado, así que... Menos si está Dom aquí. 

- Concuerdo contigo amiga, pero es normal... El super mario bros es lo más, pero tampoco es alevoso. A ver que tal este. ¿Qué personajes para elegir tiene? -  le pregunto a Teo que es el sabiondo en el tema y al girar mi rostro, desvió la mirada hacia Dom. - Ven, que quizás mole. - lo invito y luego fulmino con la mirada a mi hermano, como diga algo, le dejo el mando de corona en la cabeza. Siempre con amor, obvio. Que lo quiero mucho. 

Jajajaja suelto una carcajada al oír a Kimy decir si era porno.   Frances intenta picarme con el tema, pero no sabe que hablar de sexo no provoca en mí ni la más mínima vergüenza.   
No es porno, pava - contesto a mi hermana con gesto serio.  Se llamaría JumanJizz o así... Jajajajaja..algo superobvio para que no lo compraran por error unos niños.  Pongo los ojos en blanco con gesto de 'hay que ser estupida'.
Miro a Kimy y a Frances, súbitamenteme encajan sus constantes insinuaciones de pareja y lío entre Kimy y yo.  Entrecierro los ojos en un gesto desafiante, nuevamente sobreactuado.  Si tengo que elegir pareja, es para ganar. Esbozo un High five con destino Kimy.  O para porno, jajajaja.
Retuerzo la situación hasta el límite para forzarlas a dejar el tema ¿Acabarán sospechando que me gusta Kimy por sus rizos, por sus ojos felinos, su energía, su risa pícara? Antes muerto que parecer un cutre y un ñoño

La entrada de Teo, atropellada y ansiosa, hace que el centro de atención se desplace hacia el. Aprovecho para respirar, un brevísimo suspiro.  Con mis hermanas delante, no puedo ser débil, me lo harían pagar.  ¿Así que sólo los valientes pueden jugar, Teddy? -vengo de atrás poniéndome justo a su lado y apoyo mi cabeza sobre su hombro, interrumpiendo el contacto entre Cora y él.  ¿Te incluye eso a tí, Don Juan?
 

Me quedé en un segundo plano, quitándome la chaqueta, algo mojada a pesar de haber llevado el paraguas. La dejé a un lado mientras trataba de ignorar los comentarios de Jacob. Al menos, Cora recibió la atención de Frances y se marchó a cambiarse. Mientras iban preparando la consola que había traído la joven.

En esas, llegó Teo. Llamando la atención de todos los presentes, y más cuando se fue directo a la pantalla y empezó a hablar de aquel juego como si fuera conocido y el resto de nosotros fuéramos raros por no haber escuchado nada sobre él.

Sonreí ante el comentario de Teo sobre la nueva colonia de Cora. Realmente no sabía si lo decía en serio o sólo trataba de restar importancia a que oliera a una mezcla perfecta de pino artificial y contenedor de basura.

Jacob y Frances gastaban bromas con Kimy sobre las parejas y juegos porno... o algo así. Aproveché para acercarme a donde dejé la chaqueta, dejé los auriculares en el bolsillo y revisé el móvil por si tenía algún mensaje o notificación de alguno de mis compañeros de partidas. Habíamos quedado para empezar una partida de D&D y estábamos en esos días previos de hablar para ver qué personajes nos hacíamos. Aunque la voz de Frances hizo que me olvidara por completo del móvil y la mirara al momento.

- Voy. - dije rápidamente mientras guardaba el móvil en el bolsillo del pantalón y me dirigía hacia ella.

Miré a Kimy y me senté en el suelo de la misma forma, buscando con la mirada alguno de los mandos. Parecía que la gente tenía ganas de jugar a lo que fuera aquel juego.

- ¿Y por qué no le iba a incluir a él? - respondí ante la nueva provocación de Jacob a Teo. - Es más. Tengo tan claro que Teo te va a patear el culo en este juego, que estoy dispuesto incluso a apostar. - dije mirándole para justo a continuación volver a buscar los mandos, cogiendo dos de ellos y dejándolos delante de mí.

Estando como estaba en el suelo, levanté la mano hasta coger la de Frances con suavidad, tirando levemente de ella hacia abajo, invitándola a sentarse a mi lado. - Vamos a ver de qué va todo esto. - dije mirando hacia la pantalla para después mirar de nuevo a Frances. Me encantaba como le quedaban aquellos cabellos azules recogidos en una coleta, y me volvía completamente loco verla con las gafas puestas. Aunque parecía ser un foco de bromas para su hermana, a mí me encantaban. Me quedé en silencio, mirándola sin darme cuenta como una sonrisa iba naciendo y creciendo en mi rostro.

Bueno qué, ¿empezamos o qué? ¿cuánto tarda en cargar la pantalla? - veo la pantalla fija, no sé, va a ser difícil que desaparezca alguien así, con ese fondo y las letras de "Jumanji" se me hace difícil creer que va a surgir la niña del pozo - Teo, ¿de qué va el juego, en qué consiste? Plataformas, rol, sims, matar zombies... - no sé, tanto que sabe y no cuenta ni mu, se queda embobado delante de la videoconsola es como si hubiera sido abducido por la mente de Cora, vaya dos.

A mí dame un personaje chulo, paso de ir haciendo el ridículo - me acerco a donde está sentado Jaco - si quieres ganar ya sabes con quién tienes que pactar, ja! - me lo quedo mirando a los ojos hasta que medio cierro un ojo - estoy apuntando jajajajaja - me siento codo con codo con Jaco - eh, que no muerdo, mira - le toco el brazo con mi mano, se lo acaricio lentamente con morbo entre risas y bromas - ¿qué me das si te gano?

Hey sí, podemos apostarnos algo de hacer ¿o no? - no había ninguna pareja allí o sí, quería calentar como fuera aquella situación, aprovechando la excusa del juego - Quien gane da un beso en la boca a quien elija de los que estamos aquí ¿vale? Hecho.

Me pongo roja otra vez cuando Teo empieza a olfatearme. No me da vergüenza que me abrace, es Teo, pero hasta yo noto la peste a ambientador que me ha dejado la petarda de Kimy para hacer la gracia. Me río con él y lo miro agradecida, devolviéndole el abrazo. Es el mejor amigo del mundo mundial. Además me encanta que sepa tantas cosas sobre todo y abro mucho los ojos cuando nos cuenta las leyendas del juego.

—Pues de camino vi un viejo que la iba a tirar, así que me la traje —le respondo, pero sin entrar mucho en las explicaciones. Pienso evitar  por todos los medios decir que he metido medio cuerpo en un contenedor—. Debía estar loco, ¿no? Para tirar algo así de valioso en lugar de venderlo en eBay y sacarse una pasta...

Enmudezco en cuanto Jacob se nos acerca y empieza a molestar. Me encojo un poco, como si pudiera hacerme más pequeña sólo con eso, y estiro la mano para coger uno de los mandos sin decir nada. Dominic se mete y lo miro con admiración. Es tan valiente... Ojalá yo me atreviese a decirle esas cosas a mi hermano. Espero que tenga razón y Teo le patee el culo a Jacob. Me encantaría hacerlo yo misma, pero eso sería peor porque luego en casa se vengaría segurísimo. 

Y de golpe Kimy suelta lo del beso y la miro sorprendida. ¿De verdad ha dicho eso? A ver, que yo sé que no corro peligro ninguno, porque ni voy a ganar ni nadie me elegiría, así que estoy a salvo total. Pero buah... ahora sí que tengo ganas de que gane Teo. 

El juego misterioso no terminaba de cargarse, aparentemente estático en esa pantalla con el loading inmutable, ante las miradas expectantes de Cora y Teo, en particular ansiosa la de este último, casi desesperada y suplicante. Mientras, el resto de adolescentes no es que le hicieran demasiado caso, aparte de Kimy, ávida de acción, también ahí con su mando en las manos. Frances tenia puesta su atención en Dom, y viceversa, este con los mandos en la mano y aire distraído; Jacob se mordía los labios embobado admirando a Kim a la vez que ya tenía una nueva flecha impregnada de maldad preparada en la punta de la lengua para lanzarla a la pareja de frikis.

La imagen pasó a un nuevo fundido en negro. Tras unos pocos segundos que se hicieron eternos en algunos corazones, comenzó a sonar la musiquita del juego y al poco apareció una pantalla con fondo selvático. Sobre dicho salva pantallas había una serie de personajes con sus imágenes y características. En la zona inferior se leía:

*********************Elegir personaje y apretar play para iniciar la aventura********************