Partida Rol por web

  Me senté decidido en el asiento del conductor, coloqué la diestra sobre la caja de cambios y esperé a que los héroes actuasen, el motor en ralentí. Si sucedía algo malo la caballería iría al rescate. Si llegaban a entrar colocaría el autocar enfrente de las escaleras, delante de la puerta, listos para coger la carga y salir pitando de allí. Miro a Michelle y asiento, después fuerzo la vista para ver a través del cristal, los parabrisas están desactivados y la visibilidad es casi nula ante la ausencia de luces pero puedo decir con seguridad que no tengo miedo. Lo que me hace pensar...que puede que me esté volviendo loco.

  - Suerte compañeros...- susurro para mi cuando el último de ellos abandona el vehículo, trato de mirar a través de mi ventanilla, sin abrirla donde se encuentra Randall, también estoy preocupado por el psicópata del Jeep, si salimos de aquí, será mejor que salgamos todos juntos. Tenemos más posibilidades.

- Saldremos de aquí.- No llego a sonreir, ni tampoco miro a los que se encuentran a mi alrededor, pero podrán escucharlo con armónica tranquilidad, mi corazón late a fuego, rápida y violentamente, sin embargo trato de mantener mi cuerpo tranquilo, los brazos estan apoyados en la extensión negra del volante, mi cuerpo inclinado hacia adelante tratando de distinguir algo en la noche. Vamos Alder...Kenneth...

Observo los cuerpos sin discernir si son o no mis compañeros. Demasiado lejos. Nervioso, giro la cabeza y observo a Lucrecia, que parece atender a alguien. Los demás, algunos, discuten sobre un plan de intervención. Mejor quedarse aquí dentro, que al menos se estaría más seguro...¿o no? En todo caso, lo inteligente era quedarse donde estaba, no liarla más. Recojo mi walkman del suelo y le doy un par de golpes: la luz de ON comienza a parpadear. Perfecto. Necesitaba a Oasis YA. Me coloco los cascos e intento apartarme del mundo exterior de nuevo...

La gente comenzó a bajar de los vehículos en un afán de emular a John Rambo. Él no tenía ninguna prisa por seguirles hasta la muerte. Sin embargo, le preocupaba el aspecto técnico de la cuestión. Miró a Alder un momento.

-¿Te acerco más a la puerta, o vas a acercarte a pie con ellos?

El grupo de compañeros llega al par de cadáveres. Uno de ellos llevaba un VR1, y Walter se hace con él, agradeciendo a los cielos que no se tratase de otro arma más inútil. El otro hombre tenía una Beretta 92 FS, que hay que sacar de la mano muerta. Dentro se oye un buen follón de disparos, pistolas casi todas, pero una de las armas 'truena' bastante fuerte. Los disparos provienen del pasadizo circular que circunda el pabellón central, por el lado de la derecha.
Hay un herrerasaurio subiendo por las escaleras, que muestran un reguero de sangre abundante, y otro sale de la tienda de souvenires. También hay un herrerasaurio joven abatido a los pies de la escalera.

Hay dos cadáveres medio devorados y desmembrados delante de las escaleras, y en el extremo norte del centro hay otros dos cadáveres tirados en el suelo. Desde el corredor superior caen varios reguerillos de sangre sobre los dos últimos mencionados. El imponente esqueleto del rex es, así en penumbras, y sobretodo después de la última experiencia, mucho más aterrador que nunca, pese a ser solo un montón de piedras. Walter carga el arma,  (hay 2 cargadores y uno no está totalmente lleno) y en ese momento un herrerasaurio aparece por la parte derecha. Parece bastante cauto, sin embargo, y tiene la cabeza y la mandíbula cubiertas de sangre ajena.

Alguien vuelve a gritar en el piso de arriba. Y otro alguien, ruge.

Esquema de la situación

Estáis completamente seguros de que hace mucho tiempo que no se 'hacen nacer' herrerasaurios, por lo que es un misterio de donde ha salido ese herrerasaurio joven.

El arma que tanto 'truena' es una SPAS 12, una escopeta de combate, de corto alcance pero gran potencia.

¡Apunten! y ¡Fuegooo! les dice Alder mientras prepara su arma y apunta a la cabezota del monstruo que les mira.

¿¡Ese!? ¡Ese es demasiado joven! ¡¿No eran todos hembras?!

Nada más coger el VR1 me tumbo y apunto al herrerasaurio que aparece por la sala del museo para dispararle una unica bala cuando lo tenga a tiro... Vamos... sal... Susurro, tras lo que vuelvo a susurrar dirigiendo esta vez mis palabras a mis compañeros... Yo me ocupo del que llega por atras desde la sala museo, cubrid que no vengan por los demas flancos...

Al ver que tenemos uns dinosaurio saliendo por nuestra derecha, tomo posicion, recostadpo contra la pared del museo, y en cuclillas, para apuntar mejor, pero de manera de que si debo huir, no tarde demasiado en incorporarme...

Debemos de disparar todos al mismo, asi tendresmo menos de que preocuparnos... Si los tres disparamos a ese, lo abatiremos....

Dicho esto, hago 3 disparos hacia el dinosaurio que biene desde la derecha (la zona de la sala museo, al mismo que le disparo Walter...)

   En la concentración, cualquier movimiento podía advertir a White de que algo estaba sucediendo, puede que no viese demasiado a través de la lluvia, aquella tormenta jugaba malas pasadas, sus relámpagos cegaban pero también iluminaban todo el centro de visitantes con su luz, sus truenos amedrentaban el corazón que latía más deprisa, como si se quejase en silencio. Cualquiera que observe mi rostro podría determina que o había visto un fantasma o un monstruo. Empalidecí un instante quedandome petrificado, con los ojos a punto de salirse de sus órbitas, contemplando el retrovisor completamente inmovil. Y sólo podía oir truenos, o disparos y la lluvia...incesante...contemplando lo que lso relámpagos mostraban de forma inequivoca.

  Mi cabello aún estaba chorreando, y las gotas recorrían mis mejillas chocando contra los pequeños pelos de mi barba recortada, más por falta de ánimo a afeitarme cada día, que por estética. Respiré con sutilidad, sigilosamente como si no quisiese ser descubierto, y hablé en voz muy baja. Que cundiese el pánico no era la mejor opción, pero la verdad es que tampoco tenía fuerza para gritar. No aparté la vista del retrovisor derecho del autocar, con la esperanza de no mirar a la muerte a los ojos.

  - ...Hay....uno justro detrás...del autocar...

 Esperé que solo Hudson oyese mi advertencia. Y...tomase medidas. Estaba preparado para arrancar, lo primero que se me pasó por la cabeza fue atropellarle, pasarle por encima un par de veces y huir, después, empotrar el autocar contra el edificio, para acabar con él y por tercera vez, aquel monstruo abriendose paso a través del hueco que había abierto el Rex y devorando a todos viniendo en mi búsqueda como guinda del pastel. ..Te vas a cagar hijo de puta...

Alder ve a su compañero abrir fuego contra el monstruo que se les acerca tras el autobus y hace lo propio.

¡Mueeeereee! le grita mientras le pega 3 tiros con su pistola. Necesitamos algo mas duro que esto piensa atemorizado al ver la situacion desde fuera.

Michelle observa el espectáculo a lo SWAT que inician sus compañeros armados, o al menos eso intentan, así que espera fervientemente que todo vaya bien ya que son cuatro y dos de ellos con armas de buen calibre. Tienen posibilidades... además dentro está claro que también tienen armas.
Es entonces cuando White llama su atención y ella se gira repentinamente con los ojos abiertos de par en par.

-Éstate listo por si hay que pisar, pero de momento tranquilo...- le da unos golpecitos en el hombro y se aleja por el pasillo hasta toparse con Annie -Dijiste que tenías una pistola y una bengala, ¿verdad? Vamos a necesitarlas, a los superheroes no se les ha ocurrido que dejaban el autobús desprotegido- suspira hondamente y extiende la mano esperando que la muchacha le ceda la pistola y no acabara dándosela a Viktor dejando a todos a merced de cualquier "bicho"... pero por desgracia está claro que ha sido así.
Emite un pequeño gruñido y vuelve a recorrer el autobús saliendo por la puerta delantera. Por suerte los chicos aún están muy cerca de su posición.

-Debéis dejar una arma aquí. ¿Acaso creéis que a nosotros no nos atacarán? Tenemos un dinosaurio cercano a la parte trasera- el tono es de total reprimenda y espera que alguno de ellos tenga la suficiente conciencia para retroceder y proteger el autobús.

Viktor aun se pregunta que narices hace siguiendo a estos jóvenes. Él es un hombre al que nunca le han interesado las armas, y se da cuenta de que no tenía que haberle hablado de ellas a la muchacha, pues esta interpretó que él quería una, cuando era lo contrario lo que buscaba...

Pero era algo que le ocurría con frecuencia. Pese a haber llegado a América hacía más de treinta años, seguía teniendo problemas con el idioma y había veces en las que se le hacía difícil qhacerse entender.

Y ahora, estaba en un grupo de "suicidas", intentando derribar un  herresaurio a tiros...

Pese a su edad, el potencial de Viktor, seguía siendo su físico, así que optó por seguir en pie, ya que si las cosas se ponían feas, quería tener toda la ventaja posible si quería huir... guiñó un ojo para hacer mejor puntería, y apretó el gatillo.

Cuando Michelle se me acerca, levanto la vista. El sufrimiento se hace patente en mis gestos y  mi rostro... Con un amago de sonrisa señalo hacia Viktor. Se la entregué a él... Estuvo interesado por el arma, y yo tal como estoy no creo que pudiese ni disparar. Siento un fuerte pinchazo en mi sien, me llevo la mano, masajeándola e intentando que remita. Intento colocarme en algún sitio donde no estorbe...

Miró por el espejo derecho del jeep. Un dino que salía por detrás. ¡Me cago en diez! Esperó a que los pistoleros le disparan y abatieran, y él intentó disimular su presencia dentro del coche, con una mano en la puerta del jeep. Si el dino se acercaba, la abriría despacio para poder ocultarse detrás del coche sin que le viera.

 Lucrecia se quita a cazadora tejana seca, y se la entrega a Aniie, mientras la intenta acomodar para que esté lo menos incómoda posible. Con una sonrisa en los labios más por costumbre que por alegría.

 De su bolsa de mano saca otra chaqetilla y se la pone ella. Se mantiene y pone a Annie de forma agazapada, para escurrir el bulto, para intentar pasar desapaercividas.