Partida Rol por web

Creo que no deben de disparar mas, lo unico que podemos hacer es esperar llegar a tiempo al puerto e informar alli sobre la situacion que aqui se esta viviendo...

Comenta Simon claramente avergonzado por su actuacion en momentos previos y ahora visiblemente mas tranquilo.

Inclinado frente a él hablé en un perfecto alemán:

 - Esta situación está escapando a nuestro control, compañero. Creo que deberiamos dirigirnos al centro de control y averiguar con que sistemas contamos, que funciona en la isla. Es probable que llegado el momento el grupo se divida en dos. Hay quienes piensan que la mejor opción es armarse y salir de aquí a tiros. Y, si, creo que usted es uno de los más indicados para hacer algo como tal. De todos estos hombres eres uno de los mejor entrenados, se nota en la forma de hablar. Sabe que no podremos acabar con todos los saurios de esta isla, y entiende las armas como una forma de protegernos no como una vía de salida.

Max era un hombre muy analítico, y le habían bastado las últimas palabras de Alder para comprobar aquello que decía. No quería equivocarse con él.

- ¿Cuento con usted para llevar esto a buen puerto?

A buen puerto, que ironía.

Alder sonrie a Max mientras le dice unas palabras en claro aleman.

Tras eso, se coloca junto al conductor, con la pistola preparada y la Bengala en el bolsillo.

Esto nos ha salvado una vez dice señalando el objeto luminoso ¡Son animales! Ja, grandes pero animales. Vayamos al centro de Control y desde ahi ya veremos que pasa.

Mi unico interes en conseguir las armas es poder defendernos cuando sea posible. No abatire a ninguno con esta pequeña pistola. Necesitamos potencia de fuego, bengalas, visores de vision nocturna, ¡no se ! ¡Restaurar la electricidad!

Con esto ultimo tendriamos casi todo lo que necesitariamos... son demasiados carnivoros en tan poco espacio... y nosotros somos presas faciles. ¡¿Cuantos tiros costo derribar a ese Proceratosaurio?! Esto... ¡maldita sea!

Solo espero que no se haya desconectado la Verja de los Velocirraptores... por favor solo eso.

- Por lo que sé sobre eso, debe de seguir activa.

Le dijo más para calmarle que para informarle, tenía una seguridad mayor que muchas de las alambradas de la isla, era un lugar especial y el intercomunicador, que vuelvo a comprobar no ha dado señales de vida.

- Son animales grandes y con resistencia, su metabolismo es fuerte, preparado para un ambiente en el que incluso los seres humanos hubiesemos tenido problemas para soportar.

 Incluya en su lista algo de comer. En el peor de los casos tendremos que aguantar aquí unos días.

Entonces recordé al chef.

Palmee el hombro de Alder. Era un buen hombre.

- Cuente conmigo si necesita algo.

Los dos alemanes cruzan unas cuantas palabras. Max parece tranquilo, Alder parece enumerar unas cuantas cosas, y luego comenta algo sobre 'proceratosaurio' y 'velocirraptor', algo alarmado. Max le responde tranquilo, parece explicarle algo a Alder como si este no lo supiera.

Aunque el inglés y el alemán no son lo mismo, cazáis palabras sueltas. El mensaje general de la conversación parece tratarse sobre el procedimiento a seguir, e ideas dadas y debatidas entre ellos al respecto.

Cita :

Se erfectamente que las amras solo seran utiles un tiempo, y que lo mas importante es las comunicaciones... Pero como dije.. Hay solo dos formas de llegar a las salidas de la isla.. La larga, que da un rodeo a la isla... Y la corta, que es pasando por la zona de los dinosaurios...
Si seguimos por el camino largo le daremos tiempo a los  animales para que puedan salir de sus zonas de contencion.... Teniendo en cuenta que las alambradas ya no funcionan... Por lo tanto necesitariamos las armas para defendernos de los dinosaurios fugitivos...
Por otro lado, si decidimos la via rapida, e ir por en medio de las zonas de los dinosaurios, entonces, sin duda necesitariamos las armas... Y para comprobar si las comuncaciones hacia el exterior de la isla aun son posibles debemos llegar al centro de visitantes.... Para Conseguir las armas debemos ir al bunquer cercano al centro de visitantes, y si no tenemos suerte alli, al foso de los velociraptors.... Si tenemos suerte y nos encontramos con el director de seguridad, o con Hammond, podemos conseguir armas mas potentes que estas... No serviran por mucho tiempo, pero les aseguro que serviran, al menos nos daran el tiempo necesario para llegar al puerto... Si tenemos suerte el barco aun no abra zarpado... Si no tenemos suerte... Bueno, esperemos tener suerte....

Me levanto y me acerco al conductor...

Sigue derecho, Jhon, nocierto?.. Debemos pasar la gran puerta de entrada al parque.... Hay que llegar al centro de visitantes... De alli veremos que hacer con mas claridad...

Viktor, ahora se siente un poco más seguro, tras haber recibido el cuchillo...

No es que sea un arma que sirva de mucho contra un gran predador si de repente apareciese uno, pero en caso de tener que escapar hacia la maleza, el cuchillo le sería muy útil para sobrevivir sin ser visto hasta que lo rescatasen...

 La morena Lucreci estaba ensismismada en sus pensamientos cuando recibe el cálido contacto de una mano en su hombro. Gira el rostro y ve la faz de Max, con un gesto a paciguador. Y le susurra unas atentas palabras. Lucrecia asiente ante las afables palabras y el cálido gesto del alemán.

 - No, no ha sido nada.- Esboza una hermosa sonrisa, pero sin especial humor.- Gracias por las palabras sr. Max.

 Tras esto el alemán prosigue su marcha por el autobús. Lucrecia se sienta en el asiento que da al pasillo y mira a los componentes del grupo que puede desde donde está. Al final se levanta y se va junto a Michelle.

 Cuando llega junto a ella, esboza una cálida sonrisa, pero se le nota un tanto temblorosa, y se sienta junto a ella, con su equipaje de mano aferrado entre las manos, con el rosario entre sus dedos.

 - Todo irá bien.- susurra para si.

Michelle se limita a entornar ligeramente los ojos ante el exceso de  testosterona que empieza a sentirse por la parte delantera del autobús, así que se queda donde está y espera pacientemente a que el autobús llegue hasta el Centro de Control. Al fin y al cabo hay algo bueno en todo ese asunto: todos parecen estar bastante de acuerdo en dirigirse hacia allí.

Es entonces cuando Lucrecia decide moverse y sentarse junto a ella, momento en el que Michelle le devuelve una sonrisa amigable con más seguridad que la joven latina.
-Seguro que sí, ya estamos bastante cerca y un autobús no es algo fácil de derribar- apoya las palabras de su nueva compañera de asiento, intentando animarla y confortarla tanto a ella como a sí misma, un efecto que parece recíproco.

La imagen de un enorme tyranosaurus cruza su mente por un momento, pero se obliga a desecharla y pasar un brazo por los hombros de Lucrecia en actitud protectora.

Esto no puede ser bueno... pienso mientras aun intento reaccionar despues de la imagen de la mujer siendo devorada ¿Como se a producido un fallo tan grande en la seguridad? Me hecho las manos a la cabeza y en aparente estado de shock me siento en uno de los asientos con la cara descompuesta y sin llegar a poder decir nada coherente...

Simon llevaba mucha razón pero no parecía demasiado centrado, se notaba en su voz un deje de vergüenza, sin embargo no lo juzgaba por sus actos, es un experto en paleóntología no un marine. Aquel extraño tipo con acento francés, no lo había visto en mi vida, es probable que no me hubiese cruzado con él en el parque, me limité a guardar silencio esperando que alguien tomase el rol de lider del grupo. No estaría mal que empezasen preguntando nuestros nombres y cual es nuestra especialidad, ciertamente la falta de información nos hacía presas fáciles del miedo. Puede que incluso alguno de todos nosotros supiese algo de vital importancia que había bloqueado o simplemente no se atrevía a decir.

 Fuera como fuese, Max decidió avanzar de nuevo hacia atrás, sin embargo por el camino inexorablemente recto del pasillo cruzó su mirada con Donald. Pedí permiso antes de tomar asiento junto a él, eché un vistazo atrás preocupado en cierta manera por el estado anímico de Lucrecia, y no pude evitar comprobar que Jhon había perdido el control. Susurré con voz tranquila, casi sedante. Estaba confiado, realmente parecía convencido de que no pasaba nada.

 - Tranquilo. Todo saldrá bien. Es importante que conservemos la calma.

Le animaba a conversar, necesitaría el calor de la sociabilidad humana para salir de ese estado de trance en el que se encontraba, no le denegué a sus oidos escuchar todo lo que comenzaba a hablar con Anderson.

 Intentaba trabajar de forma individual, la ética de grupo en situaciones de peligro no era mi especialidad, pero mis estudios me habían entregado pistas de como actuar en estos casos, de cualquier forma, yo también necesitaba el contacto humano para que mi mente pudiese funcionar correctamente, sino cundiría el pánico, y no era momento para bloquearse. Había eliminado aquella imagen voraz de mi mente, aunque me asaltase cada pocos minutos para torturarme. Comenzaba a arrepentirme por haber mirado, sin embargo en mi expresión no quedaba lugar a dudas, tenía una actitud positiva e incluso sonreía levemente, quizás sólo ante la satisfacción de encontrar una charla tranquila pero más bien parecía que todo estuviese bajo control.

- ¿Donald verdad?

Le tendí la mano, también lo haría con Jhon si reaccionase a mis palabras.

- No tengo el placer de conocerle, pero si no recuerdo mal, es usted geólogo, ¿no es cierto?

La platica comenzaba animada por mi parte, traté de ser lo más amable y sutil posible, denotaba una tranquilidad creible, tanto que incluso yo había conseguido creermela. Aparté pensamientos horribles de mi mente sobre nuestro sino y me centré en los avispados ojos de Donald y su inconfundible rostro. El geólogo era un experto remarcable dentro de su especialidad y no había pasado desapercivido.

- Yo soy Max Kölbel, trabajo como veterinario en el parque.

Mi tiempo también lo ocupaban otros asuntos, pero no creí que mi vida fuese a importarles demasiado en estos momentos a mi compañeros.

- ¿Podría decirme en que consiste su trabajo?

Me mostré muy interesado, sabía que no llegaba energía del exterior, o si lo hacía, lo había pasado por alto. Y en ese aspecto seguramente el señor Anderson pudiese ayudarme a entender como funcionaba parte del parque. El era geólogo, y si no tenía nociones de energía geotérmica, podría tenerlo sobre el relieve de la isla y sus puntos más elevados. Además, contabamos con Walter que a pesar de su aparente juventud seguro podía demostrar grandes conocimientos sobre el terreno y los obstáculos que podíamos encontrarnos en el camino.

Don asiente, respondiendo al gesto al estrecharle la mano como saludo.

Exacto, soy geólogo... Encantado, Max, yo soy Donald Anderson. Si no te importa, prefiero que me tutees, digamos que en nuestra situación las formalidades son casi innecesarias. dice el hombre, con una media sonrisa que denota el cansancio del americano. Soy el encargado de la central geotérmica de Isla Nublar, y si te lo estás preguntando, no, la energía no debería haberse cortado por completo. Creo que es una opción muy poco probable que todas las centrales se hayan venido abajo a la vez, porque si se cortara una las demás la apoyarían con su energía...

El geólogo se lleva de nuevo la mano al mentón, repitiendo lo que había comentado un buen rato antes del ataque de los dinosaurios. Sólo se me ocurre la posibilidad de que alguien haya cortado el flujo eléctrico manualmente, lo cual sería horrible, o que lo que ha fallado sea la subestación eléctrica, la que transforma la electricidad que llega de las centrales a el voltaje 'de andar por casa', lo cual sería peor todavía.

El corazón de Donald poco a poco se iba tranquilizando, aunque no podía quitarse el leve nerviosismo de haberse visto a unos cuantos metros de aquellas cosas. Entonces se volvió a preguntar otra cosa que ya había pensado antes. Señ... digo, Max, ¿es normal que los dinosaurios se hayan percatado tan pronto de que las vallas no funcionan? Lo poco que sé de conducta animal lo aprendí en el instituto, y sé que si los dinosaurios han sufrido repetidas descargas en el pasado habrían aprendido a no acercarse a ellas... y menos a saber cuándo pueden o no ser dañinas.

Asentí ante la información, lo que había oido de Donald hacía bastante justicia a lo que era en realidad, realmente se podía hablar con él. Todo aquello resultó útil para hacerse un esquema general de la situación, si había un problema menor, es posible que el allí presente geólogo pudiese darnos una solución rápida y eficaz.

- Me alegra contar con usted.

No pude evitar tratarle así, era una costumbre que guardaba celosamente. No me importó que el me tutease, le sonreí cuando terminó su plática. Comprendí su pregunta, y era algo que me había estado preguntando numerosas veces a lo largo del trayecto hacia el centro. La respuesta no era tan sencilla como me gustaría, y como siempre, no quería que cundiese el pánico...

- Seguro que el doctor Simon puede echarme una mano con esa pregunta. ¿Verdad?

Alcé la voz a proposito para que el paleontólogo me escuchase, aunque primero le daría mi versión de los hechos, Burns podría corregirme si estaba equivocado.

- La sensibilidad a los campos electromagnéticos varía segun las especies, la frecuencia de las alambradas debe de ser mínima para no alterar la conducta, en principio, natural de los animales de la isla. Se ha demostrado que algunos de estos, son capaces de asociar secuencias sencillas, por ejemplo, la ausencia de luces o zumbido con la inactividad de las alambradas. Si bien es cierto, dentro de las alambradas hay suficiente espacio como para que tengan su propio territorio bien delimitado. Sólo en caso de un impulso debería suponer un problema. Lo que trato de decir, es que si los predadores, por ejemplo, no encuentran alimento en su territorio en un tiempo determinano, es posible que traten de ampliarlo en busca de presas.

 Los dinosaurios no disponen de una inteligencia humana, pero no debemos subestimarlos. Algunos de los individuos obtenidos por InGen son especialmente hábiles en la resolución de probemas. Es el caso de velociraptor.

Había pasado bastante tiempo tratando a uno de aquelos animales, por eso disponía del busca. Me contuve para no echarle un vistazo. Estaba encendido, no lo hubiese pasado por alto.

- Si no estoy confundido, cada alambrada es independiente de las demás, y el fallo en una de ellas no tendría porque representar un problema para las demás. Es muy probable que los hervíboros se mantengan en sus territorios sin percatarse, o ignorando el hecho de que las alambradas estén desactivadas, muchas de ellas, además son lo suficientemente sólidas para aguantar una simple embestida casual. En el caso de los carnívoros sería algo más probable, aunque es descabellado pensar que todos los de la isla sintiesen la necesidad o la curiosidad de salir de su territorio derribando las verjas de contención. Respecto a los más pequeños, pongo en duda que puedan derribarlas, asique podemos tener esperanzas en que no suceda de forma sistemática.

Que demonios...la mayoría no tendría ni para empezar con uno de nosotros...

 Cómo bien sabe, muchos no se arriesgarán a comprobar si las verjas siguen activas o no.

El fallo de la teoría de Donald era que posiblemente no todos los animales del parque tuviesen esa experiencia, las zonas eran grandes y tenían caza o comida en abundancia para saciar sus necesidades primordiales. El agua tampoco era un problema, incluso algunas zonas de contención tenían fosos internos que impedian el paso. No había porqué temer por el momento pero tampoco debiamos confiarnos.

 Le sonreí esperando que Simons diese su opinión sobre el asunto.

Simon observa con atencion a todos sus compañeros de autobus, algunos, son hombres de armas y estan haciendo planes para salir de alli con vida, otros, cientificos y tecnicos estan dandole vueltas a la reacciones de los dinosaurios y los fallos de la electricidad...se acerca a donde se encuentran estos y escucha con atención la conversacion. Perdon, soy Simon. ¿Se han planteado la posibilidad de que la subestacion haya sido dañada por la tormenta o por algun tipo de ataque premeditado?, es extraordinario todo lo que estamos viendo aqui, y por eso, aunque suene un poco fabulesco, me aventuro a comentar lo del boicot de la subestacion, aunque os puedo decir que viendo lo que he visto, desde luego, creo que mas bien seria un ataque animal....

Escucho con atención la conversación de los Max y Donald, o así parecían llamarse...no entiendo la mayor parte de lo que dicen, pero evidentemente, hay problemas, no hay que ser ningún científico para saberlo, hasta un cocinero como yo lo entendería. Me incorporo un momento y me coloco cerca de ellos...

-Yo nuo entendí mucho de lo que dicen, pero mi pregunta es:¿como escapamos de esos bichos?

Mi voz acaba discorde al final de la frase. Estoy bastante desesperado como para pensar en otra cosa...y no tengo ni idea ni de como funciona el maldito parque, ni de como funciona nada, salvo el Comedor Principal. Pero, ahora más que nunca, necesito saberlo...

Max tenía mucha paciencia, recibió con una leve sonrisa al chef asintiendo ante su curiosidad, había pensado mucho sobre la falta de comunicación en el grupo, pero estaba comprobando que poco a poco todos estaban reaccionando con curiosidad y se volvian activos para buscar soluciones. La cuestión de Leonardo no era sencilla, tendría que esforzarme en elaborar una que lo convenciese y pudiese entender sin ningún probema.

 - Son animales, ergo actuan como animales. Lo mejor que podemos hacer para escapar de ellos y su curiosidad es no influir en su ambiente. Es decir, intentar pasar desapercividos. Hacer el menor ruido posible, no realizar movimientos bruscos, si nos desplazamos por la isla a pie hacerlo teniendo en cuenta el sentido del viento. La lluvia ayuda a refrescar el ambiente, darse una ducha no esta mal. Eliminas el olor a colonia o cualquier sustancia con la que entres en contacto en el trabajo, haciendo tu presencia más inocua. Imperceptible.

 Las gotas de lluvia aún recorrían mi sien. No nos perseguirían si no actuabamos como un peligro para su territorio. Esperaba que aquello le sirviese como guía al cocinero, había especies con un olfato muy desarrollado, tanto o más que cualquier perro o lobo actual, asique por muchas precauciones que tomase en el peor de los casos no podría evitar que detectasen su presencia si había alguno cerca. Sin embargo eso no tendría porqué saberlo. Lo mire con gesto agradable esperando alguna otra pregunta mientras intentaba transmitirle tranquilidad.

- Y, por supuesto, permanecer juntos. El grupo. Actuar como una manada nos servirá para protegernos de individuos aislados.

No me mostré alterado. La manada tenía un pero, por lo general servía para proteger a los más débiles, para frenar al depredador a atacar sin pensarselo un par de veces, sin embargo, podía tratarse sólo de una cuestión de lógica básica. Mientras más vayamos juntos, más posibilidades tendrá un individuo X de sobrevivir. Teniendo todos, teóricamente, el mismo porcentaje de posibilidades. Habría que sumarle las condiciones físicas de cada uno. ...Cuando salgamos de aquí creo que terminaré la maqueta de la torre inclinada.

- Usted sabe donde encontrar comida en el centro de visitantes, ¿no?

Claro. Le encomendaría una tarea importante cuando llegasemos allí...Creí oportuno que a la pregunta de Simon respondiese Don.

Mientras Mäx argumentaba en favor de actuar como una manada, Zack se dispuso a intervenir.

Creo que si vamos todos juntos tenemos más posibilidades de atraerlos. La teoría de que la manada sireve para defenderse es cierta, pero ante un enemigo de tamaño similar. Si nos encontramos con un tiranosaurio rex o con una manada de 6 ó 7 velocirraptores, no nos servirá de nada y nos podemos dar por muertos.

Además quisiera hacer una pregunta, ¿estáis seguros de que no podemos llegar en bús al centro?

- A mayor número de personas mayor impacto. Eso es cierto Señor..

Espero una presentación por parte del genétista. Lleva razón, y es una buena observación, además plantea la posibilidad de llegar hasta el centro sin necesidad de apearnos, en el mejor de los casos ocurriría así. Quizás un guarda del parque o de la isla pudiese explicarnos la ruta más corta hacia el ferri o incluso tuviese un mapa a mano para que pudiesemos observarlo más milimétricamente. La puerta...Si la puerta había fallado tendriamos que apearnos...pero...sería sólo un momento y no tendriamos que salir todos.

- Quizás cuando lleguemos hasta la puerta necesitemos abrirla manualmente. Hasta entonces creo que el camino es perfectamente viable con todo el autocar. En verdad lo ideal si tenemos que abandonar el vehículo sea dividirnos en dos grupos iguales. Como usted dice, ir en un grupo mayor sólo nos protegería a la hora de encontrarnos con un individuo único que no nos superase con creces en tamaño.

 La idea de formar dos grupos en algún momento es una cuestión de movilidad y repercursión. Puede que llegado el caso, ser menos sea una ventaja a tomar en cuenta.

Kölbel esperasa que no llegase a darse aquella situación, si llegaba, significaría que estarían perdidos en la isla con aún menos posibilidades de salir con vida de allí. Confiaba en que no todas las alambradas hubieran fallado, y que alguno de los sistemas de seguridad siguiese funcionando con normalidad. Incluso puede que Donald pudiese sacarnos de este problema solucionandolo desde el parque.