Partida Rol por web

Al empezar a bajar los caballeros, Salem se gira y se da cuenta que solo lo sigue Fraeg de Lairg. Se para y hecha un vistazo al pasillo, donde ve que los presentes empiezan a ser rodeados por los caballeros. Un poco arrepentido por su comportamiento impulsivo, espera. Sir -empieza a susurrar a Fraeg- Creo que deberiamos esperar. Si no viene milady no podremos abrir la entrada que sella el Grial. Será mejor que esperemos a ver que pasa.

Dicho esto, Salem se apoya a la pared, esperando ver como evoluciona todo y como podrá actuar después. Espero que no les pase nada...

Su capucha queda detras de la cabeza del Reverendo Padre.

- Hijos mios, cejad en este extraño empeño de marchad con la hija de nuestro anfitrion, no parece digno de tan notable y renombrado invitado como vos Ser Vaenon.

Sus palabras surcan el aire con firmeza pero con una pizca de amabilidad y sin dureza alguna.

- Alto ahi! no se muevan, quedan arrestados por orden del Duque!!

Los tres guardias que le flanquean se acercan a vosotros con sus alabardas preparadas.

- Deteneos y deponed las armas. No buscamos derramamiento alguno de sangre.

Al ver entre los presentes a Carlos y a otros participantes del torneo el Conde parece extrañarse y su cara produce un gesto de incomprension pero no dice nada mas.

Examina a los presentes con su espada desenfundada y amenazante pero parece sorprenderle el que Ser Vaenon y Lady Celina se encuentren rodeados de tan notables caballeros como Sir Cedric y Sir Carlos.

Se mueve como el experto luchador y espadachin que es y revisa a los caballeros y mercenarios mas cercanos mientras su expresion parece detonar una tension comedida a la espera de los acontecimientos que puedan encaminar esta situacion hacia un final... sea el que fuere.

Revisa con la mirada los hombres mas cercanos y mas lejanos de el mientras los guardias que le acompañan se distribuyen para cubrir posibles salidas del grupo cercado en el centro, junto al altar de sacrificios con el cuerpo de Letizia aun ensangrentado y rondando el filo de la muerte...

Aún hablando está Celina con el cazador Bruce, medio girada hacia él, cuando frente a ambos, por la abertura principal, aparecen guardas y Caballeros tomando todos posiciones prontamente. Aqui estan!! Mirad, son los bandidos que atentaron contra el Duque! Resuenan amenazadoras las palabras del Sargento, que se ha detenido ante ella, con Fernando de Areman y Sir William de Aquitan flanqueándole. Ser Vaenon, daros preso y desistid de esta locura! Rendios y soltad a Lady Celina!! Aún más terribles suenan esas últimas a los oídos de la dama.

Se adelanta un paso hacia los recién llegados, con tranquilidad, el porte digno de la nobleza cubriendo cualquier indicio de temor, si es que lo tiene. Levanta una mano, indicando silencio al oficial, cuando advierte la figura encapuchada que se hace paso y se coloca junto a éste. ¡Greko! Un estremecimiento derrumba por un segundo la fortaleza con la que se ha revestido Celina, su entereza se tambalea. Pero se rehace tan bien como puede. Hijos mios, cejad en este extraño empeño de marchad con la hija de nuestro anfitrion, no parece digno de tan notable y renombrado invitado como vos Ser Vaenon. El Conde interviene también. Deteneos y deponed las armas. No buscamos derramamiento alguno de sangre.

Les escucha sin un parpadeo. Sólo dirige por unos fugaces instantes los ojos al germano, que ha llegado casi hasta ella, y a Woodfeather, a su lado. Da después una larga mirada a los recién llegados, a todos, con detenimiento, guardas, nobles, Caballeros... girándose a uno y otro lado, a su frente y a su espalda. Luego se encara de nuevo a los que se hallan frente a ella, y les habla con voz firme, aunque suave, calmadamente. Su mano aún sigue levantada, solicitando silencio.

-No estoy presa, ni es necesario detener a nadie. Ser Vaenon no me ha secuestrado, como podéis ver. Mejor decidme, Monseñor, ¿dónde y cómo se encuentra mi padre, el Duque...?

Celina busca con la mirada un escudo de metal bruñido, de cualquiera que se halle en la sala. Algo con lo que pudiera reflejarse una imagen, que pudiera ser utilizado como un espejo.

Tu sorpresa es mayuscula ante los ultimos acontecimientos. Sabes de sobra que el dopplenganger puede copiar el aspecto, incluso los recuerdos de cualquier persona y, mientras esa persona siga viva el dopple podra volver a copiarla aunque antes haya pasado por otras formas; sin embargo, si la persona a la que ha copiado esta muerta el dopplenganger no podra volver a copiar su aspecto.

Ninguno de los alli congregados portan escudos en sus manos y los que los portan a la espalda no puedes tener la menor idea de su estado o forma. Realmente te es imposible saber quien es quien en esta extraña congregacion...

Con el ánimo abatido y su cuerpo desastrado, Vaenon logra enderezarse y hace un gesto a Darek para que lo suelte. Se pone a la altura de Lady Celina y mira a todos esos caballeros de renombre que, engañados por una fuerza maligna, desean con fervor su muerte y su deshonra.
- Si Lady Celina estuviera bajo mi yugo, caballeros, no le costaría lo más mínimo deshacerse de mi. Sin duda habéis sido engañados...
Vaenon se acerca a Celina y le susurra algo al oído.

- Vi su cadáver, mi señora. Está muerto; él... es el demonio.

Darek deja a Sir Vaenon valerse por si mismo durante unos segundos.

Despues de sus palabras hace gestos con las manos para indicar la sangre y las heridas que el cuerpo del caballero tiene sobre si. Y vuelve a ponerse cerca de el para cuando las fuerzas le fallen.

Sin apice alguno de ademanes amenazadores, la mejor prueba de rehusar una contienda es no mostrarse belicoso.

¿Monseñor Greko no había muerto? Esto está cada vez más confuso. Yo solo haré lo que Vaenon y Darek me pidan, pues creo que son los únicos en los que verdaderamente puedo confiar.

Aremir solo se limitó a escuchar la conversación.

Creo que nos conocemos como caballeros que somos,nuestra palabra va por delante de nuestros hechos,los novios han dicho la verdad,y si Lady,no tiene inconveniente,este no es lugar para debatir por mas tiempo,propongo que se deje tranquila a Lady y a su prometido,pues ellos lo quieren así,se darán todas las explicaciones en su momento y no es este,les pido caballeros que se lleven la escolta que traen y vuelvan por donde han venido,los seguiremos en unos instantes......el tiempo apremia y es fundamental no perderlo,una vida depende de ello.....

Al ver llegar a los caballeros con Monseñor Greko levanto la vista y dejo a Letizia en el suelo.

tranquila, no tardaremos mucho, Lady Celine se ocupará de todo rápidamente

eso espero, por Dios se muere y nada más se ponen a discutir

me pongo en pié y me aproximo a Sir Vaneon para prtoegerlo en caso de necesidad.

Mis nudillos se tornan blancos al apretar la empuñadura de mi espada a causa del nerviosismo.

- Por favor señores escuchen al caballero español, la vida de Letizia peligra, debemos actuar con rapidez...

No tengo intención de escapar, caballeros. -dice Salem mientras se acerca, lentamente hasta el grupo. Al ver a Greko, desvia la vista delos soldados y se sorprende. Mucho. Más aún al ver que no se le dirije directamente y al notar su amable comportamiento. Este no es el Greko que conocí -piensa serio. Está empezando a atar cabos y a encontrar las explicaciones de ciertas situaciones que vivió- Fuí vigilado continuamente por el Doppleganger, de eso no hay duda.

Al reunirse con todos, se fija en Ricardo. Se acerca y le apreta el hombro en señal de apoyo. Entonces mira a Letizia y examina por encima su herida, sopesando si puede hacer algo para salvarla de la muerte.

Miras a los presentes... es muy tensa la situacion en la que os veis inmersos y cualquier minimo descuido puede desencadenar una matanza que solo acabaria con mas inocentes y la victoria del demonio... pero... quien le controla? por que?

Te fijas uno a uno en los congregados hasta que detienes tu mirada en el Sargento del Duque. Sus ojos pestañean y una sutil, casi invisible sonrisa, le delata. Parece que ya se sabe vencedor de todo este juego pero... y si no es el?

Cedric ve con desilución que no pudo hacer mucho por la joven herida.Despues que Alfred se acerca intercambian palabras por unos instantes y de pronto siente un ruido procedente de las escaleras por donde ellos llegaron, en ese momento el español habla y Cedric asiente dandole la razón.Todo en la sala es una locura ,los guardias del Duque y muchos de los caballeros que vio en el torneo y en el banquete entran en la habitación algunos muestran una mirada de inseguridad al ver al joven junto a los presentes.Algunos de los presentes tratan de escapar por un pasillo pero son cortados en su huida por los recien llegados otros se agrupan alrededor de la dama, Cedric se limita a pasar su vista por todos , si el mismo demonio está metido en todo esto quizas se encuentre en esta sala.

No confio en nadie cualquiera puede ser una mascara del malvado.Si solamente tuviese algo bruñio para poder mirar en el quizas así se reflejase la verdadera identidad del traidor.-medita Cedric-.
En eso ve una figura encapuchada que avanza entre los soldados y al descubrirse muchosde los presentes en la sala se ven sorprendidos ante él.En eso Lady Celina recobra la compostura y se dirige a él con el apelativo de Monseñor Cedric lo mira detenidamente.

Caballeros mantengan la calma , tratemos de evitar un derramamiento de sangre-Dice Cedric apretando el escudo en su izquierda-Dejad que la dama se explique asi todos podremos saber que ha sucedido antes de que sea demasiado tarde