Partida Rol por web

Cuando Kora se vuelve hacia ella Faile sonrie, la verdad es que no creo que tu y el maestro Eraqus esteís hablando del mismo titulo de maestro, hay días en los que su prima sigue pareciendo un poco joven, aunque últimamente la sorprende por su madurez, ya que no es fácil adaptarse a una situación como la que han vivido y Kora lo esta haciendo estupendamente, “Bueno, supongo que la adaptación viene de familia”

Pues nada, ¿a entrenar se ha dicho no?

Faile se gira hacia el maestro, ¿cuanto durará el entrenamiento?,¿En que consistirá?,¿lo haremos juntos?,¿Será en el castillo? ¿Por qué las lentejas que se esta comiendo saben a pollo? Cientos de preguntas le cruzan por la mente, pero en este momento prefiere esperar, el tiempo dará las respuestas para todas ellas, bueno, menos para la del pollo, pero eso ya lo preguntará en otra ocasión.

Remeneo un poco el cuenco vacio atento a lo que dicen los maestros.

---Las 8 de la mañana...buena hora..- pienso mientras dejo la cuchara dentro del plato- Entrenar duro, eso vendria bien, aunque espero no aburrirme mucho.

Kyura asintió animadamente al oír eso de que tendría la posibilidad de volver a su mundo para defenderlo de aquel nuevo enemigo que le asolaba... si aguantaban lo suficiente. Aquellas bestias habían demostrado ser peligrosas y dificiles de combatir, aunque no tanto con esa llave-espada en sus manos.

- Entonces, ¿cuando empezamos? -Inquirió con los ánimos renovados.

Ese es el espiritu. Si más no, teneis la diligencia necesaria para afrontar este reto. Eso ya me complace. Empezareis como bien habia mencionado, mañana a luz del alba. Ryurka os dara las instrucciones una vez esteis reunidos. Hasta que nos veamos por aqui, jovenes aprendices. -Eraqus une sus manos, que con las largas mangas de su tunica, aparentaba tener la posicion oratoria de un fraile, y haciendo uso de la reverencia, se despide de los jovenes, en dirección a otros aprendices que estaban en una mesa cercana, 4 para ser más concretos. Se sienta con ellos y conversa, aunque ñlos jovenes no llegan a oir la conversacion.

Ryurka, haciendo un gesto con su mano en modo de despedida hacia el maestro Eraqus, se dirige a los jovenes.

-Bien pues. Veo entusiasmo y potencial. Para que esperar más? Mañana será vuestro primer dia. Prepararos para sudar. Os volveré grandes maestros. Y si no, os machacaré a golpes hasta que lo seais. -Una risa algo bruta sale de los labios de Ryurka. Sin decir más, se marcha; aún riendose de manera grotesca, hacia el interior del castillo.

Me quedo allí plantado mientras el maestro se va. Dado mi alto grado de timidez había preferido no decir nada cuando estaban los dos profesores juntos, además mis compañeros ya habían hablado por mí. En mi mente pasan muchas y diferentes ideas pero creo que la mejor es la de ir a mi cuarto y descansar pues después de una batalla y una buena cena lo mejor es reponer energías, y así lo comunico a mis camaradas:

- Si no os importa yo iré hacía mis aposentos, necesito descansar un poco, nos vemos mañana, amigos-una gran sonrisa sale del fondo de mi corazón-.

Llego a mis aposentos, del bolsillo interior de mi chaqueta saco un bloc de notas. Desde pequeño he tenido la manía de escribir cada noche lo que me había pasado y así tener un diario por si a alguien le interesaba después de mi muerte, ahora creo más que nunca que es necesario que apunte en él, pues cada día iré acercándome a más y más peligros.

Faile sonríe ante los comentarios que dan los maestros y luego se vuelve en dirección a sus compañeros. Es el momento chicos, descansar mucho y a ver quien se convierte en maestro primero. Tras decir esto se levanta y se estira la ropa antes de volverse hacia Kora. Bueno señorita, ¿de vuelta a nuestras habitaciones?

- De acuerdo. - Contestó Hayato mientras se levantaba al mismo tiempo que los maestros.

Parecía que algunos pensaban ir a sus habitaciones ya, pero el día era temprano y él prefería explorar un poco. Se aventuró por el interior de la Academia sin rumbo fijo, para hacerse una idea de las instalaciones.

- Sí. - respondo contundente a mi prima y me pongo a su lado a andar hacía el cuarto.

"¿Por qué siempre tienen que hacer cosas de madrugada? sonará muy bien decirlo, pero un <<bueno chicos, cuando os levantéis ya si eso me buscáis>> no esta tampoco mal."

Llegada a mi habitación me dejo caer sobre la cama aplastandome la nariz, giro la cabeza para evitar terminar con una nariz aguileña y mi mirada se encuentra con una fotografía de mi mundo en la que aparecía mi Prima bajo un árbol mirandome escalarlo con cara de enfado.

Acarició con la yema del dedo indice toda la diagonal de la fotografía "gracias por estar" 

Mientras paseas por el castillo, te das cuenta de lo hermoso que es por dentro. Vidireras, cortinas, candelabros, lamparas de araña, arquitectura antigua... Una decoración muy desfasada para ti, puesto a que de donde vienes, la cultura era algo ni siquiera valorado. Aún y sintiendo algo de melancolia por tu hogar, sigues explorando las inmediaciones. Al subir hasta lo que seria la tercera planta del castillo, ves que hay uno de los pasillos que llama extrañamente tu atencion.

En ese pasillo, contemplas muchas puertas, como si de habitaciones se trataran. Todas esas puertas estan cerradas, pero hay una que te llama la atención. Esa puerta es de un color diferente, como si la hubieran reconstruido hace poco. No eres un experto en arquitectura, pero te das cuenta de que esa puerta no era propia de las antiguas puertas que estaban decorando el pasillo.

Te aventuras un poco para observar mejor la puerta, cuando para tu sorpresa oyes una voz cerca.

"-Así que tenemos a un chico travieso... No deberias estar descansando junto a tus "amigos"? Si es que les puedes llamar así..."

Por supuesto, esa voz no te recuerda a ninguna que conozcas. Es una voz algo pasota, como si hablara con asco. Te percatas que es masculina.

Todos vais abandonando el porche poco a poco. Sean por razones de cansancio o de exploración. Os dais cuenta de que muchos chicos y chicas también han ido abandonando el patio, tal y como vosotros estabais haciendo. Estabais preparados para afrontar lo que vendria a partir de ahora? En cada una de vuestras mentes se os iba haciendo una ligera idea de a lo que podriais llegar a aspirar si todo salia sobre ruedas.

Justo antes de entrar en tus aposentos y a medida que ibas escribiendo cosas en tu bloc de notas, colisionas sin querer con un muchacho el cual cae al suelo, junto contigo. Tu bloc de notas cae al suelo, mientras tu te estabas frotando la cabeza con tus manos. Desgraciadamente para ti, te habias chocado de frente y te habias dado un duro golpe con lo que podria haber sido la cabeza del muchacho. 

Au... Oye, ten más cuidado! A quien se le ocurre ir escribiendo mientras se camina!? No ves que así podrias herir a alguien, como por ejemplo a mi?

El chico se levanta, aún dolorido, frotando su cabeza y sus nalgas. Se espolsa un poco la ropa. A lo que puedes ver, viste con un chaleco blanco y una camisa negra, ademas de unos pantalones algo anchos de tono veis. Su pelo rubio y sus ojos azules le hacen destacar entre algunos, pues era raro en esa academia. Al estar de pie, te tiende la mano.

-A todo esto... Estas bien? No pareces de aquí. Me llamo Ventus, pero puedes llamarme Ven. -Te sonrie, esperando a que le cojas la mano para levantarte.

Al llegar y tumbarte en tu cuarto, oyes algunos ruidos del exterior. Sobretodo Chicos y chicas conversando mientras pasan de largo. Te inquieta de que te hayas ido rapido a tu habitación y que no hayas visto que Faile haya llegado. Aunque no piensas en nada malo ni negativo. Aún y así, te cuesta conciliar el sueño

Veis que Kora, Kyura y Escazi se habian retirado a sus aposentos, o al menos, eso os parecia. Os encontrais en el vestíbulo del castillo, cerca de vuestras habitaciones. ¿Que haceis?

Unas voces escalan las paredes de castillo hasta colarse por la ventana de mi habitación y me ronronean al oído. Aunque tenía los ojos cerrados no había conseguido conciliar el sueño. Doy una vuelta sobre mi misma para luego incorporarme.

Aparto con el nudillo del meñique una lagrima que me recorría la mejilla, no estaba triste, ni dolorida, debía de ser cansancio...

"Siempre ando demasiado rápido" pensé reprochándome no haber esperado a Faile. Me levanto y me acerco a la puerta, y me quedo de pie frente a ella, con el pomo agarrado decidiendo si es buena idea ir a su habitación.

Al ponerte de pie al lado de la puerta, oyes unos pasos. Esos pasos suenan como a un taconeo leve, tienen pinta de ser tacones, a lo que deduces que será una mujer. Esos pasos paran y oyes un murmuro. Ese murmuro suena como una voz femenina, aunque no puedes reconocer si podria pertenerle a Faile.

Voy caminando tranquilamente apuntando en mi pequeño blog cuando algo entorpece mi marcha. Es un chico rubio con una ropa muy diferente a la que había visto anteriormente. Choco con él y doy de bruces con el suelo. Al levantar la vista veo que me extiende la mano con un gesto amical mientras pronuncia palabras de cortesía. Le agarro la mano y me ayudo con ella para levantarme.

- Pe.. perdón, si que iba un poco distraído, soy nuevo aquí. Mañana empiezo mis entrenamientos.

Dar una vuelta por la escuela le dió a Kyura una nueva visión de donde estaban. Parajes mágicos que rozaban las epocas victorianas o incluso más antiguas que en sus tierras ya ni existian. Había visto ese tipo de lugares tan solo en los pocos cuadros y libros que se permitió el lujo de contemplar. De allá donde venía tan solo había guerra y muerte...

Una puerta llamó su atención y se acercó a ella para contemplarla más de cerca, pues era diferente al resto. Justo cuando se decidió a abrirla algo desvió su atención y se retiró de ella inmediatamente.

- ¿Mmh? - fue la respuesta de Hayato hacia la persona que le hablaba. Por su tono y sus palabras parecía un intento de provocación, pero prefería no juzgar prematuramente.

Se dió la vuelta y buscó con la mirada a aquel que le había dirigido la palabra.

Observo a los dos que quedan con cierta frialdad.

---Me voy a dormir-digo a modo de despedida mientras me dirijo hacia mi habitación