Partida Rol por web

-Este lugar es... inmenso- Su amplitud no hacía más que ponerme nerviosa y, de alguna forma, poner en evidencia el vacío que había en el interior de mi mente. Una vez que el guardia que nos acompaña se marcha, y que el otro comienza a arrastrar al supuesto Lea hacia las mazmorras, me vuelvo hacia Kora. -¿El consejero real?... ¿qué piensas decirle?... ¿qué hacemos aquí?- Me siento bastante perdida en estos momentos. Me pregunto si aquí podré encontrar alguna pista para recuperar mi memoria.

En el fondo Kora se sentía tan perdida como Yume. No sabía donde se encontraban, ni siquiera por qué. Pero sabía que debían estar allí, Rasheltex quería que estuvieran allí.

-Todo saldrá bien. -responde a Yume admitiendo indirectamente que no tenía respuesta a sus preguntas.

Recordó las reacciones que había tenido en el desierto cuando hablaron tras el combate, y se dio cuenta que aquel intento de apoyo anímico no iba ha tener ningún efecto sobre esa chica de la bufanda roja.

El maestro Rasheltex nos trajo aquí para que huyéramos de esos encapuchados-empieza a pensar en voz alta esperando encontrar las respuestas a esas preguntas que había hecho Yume y que ella compartía -Así que preguntaré donde estamos. Confiaré en que sean aliados de Rasheltex, y les pediré cobijo.
Quizás sepan quienes somos, quien eres.

Todo saldrá bien.- repitió dedicándole una sonrisa a esa chica que aunque a penas conocía se sentía extrañamente ligada a ella. De algún modo veía en ella un reflejo de alguien que le resultaba muy familiar.

Rompió su práctica de pensar en voz alta al embobarse mirando como se llevaban a Rin ¿Qué harán con él?

Espero que sepas lo que haces Rin. desvió la mirada de esa escena, entrecerrando ligeramente los ojos preocupada.

Sacudió la cabeza para centrarse de nuevo en esas puertas extrañas ante las que aguardaban la llegada del Consejero Real.
Quizás preguntar por esos encapuchados no sea tan mala idea. siguió resolviendo su problema más próximo.

-Si así lo crees...- dejo la frase sin terminar, sin querer poner en duda las palabras de la chica. Tal vez sea por causa de mi perdida memoria, pero tengo la sensación de que no hacemos absolutamente nada en ese lugar, de que todo es un error. Aun así, agradezco el vano intento de infundirme confianza. La espera comienza a ponerme nerviosa, así que comienzo a juguetear con la bufanda roja. -... ¿quizás sepan quién soy?- Realmente deseo que sea así. Necesito respuestas desesperadamente.

Braig se lleva a Rin hacia el piso inferior, donde supuestamente estan las mazmorras. Tras un rato de espera, Dilan sale por la misma puerta por la que entró momentos antes.

-Ya está todo listo. Seguidme.

Dilan os lleva a traves de la misma puerta por la que él habia aparecido. Dicha puerta os conduce a otro hall bastante grande, el cual estaba lleno de puertas por ambos lados de la sala. Al final de todo, hay una puerta mas grande que todas las demas, y por supuesto, mas ornamentada. Dilan os lleva hacia mencionada puerta. Ésta se abre, mientras el guardia se pone en posicion de saludo militar.

-Saludad a Ansem, el Sabio!

Al acabar de abrirse las puertas, veis que al final de la habitación hay un trono, y en él, un hombre sentado. ¿Un monarca? No os lo parecia. Vestia con ropas muy humildes y no portaba ningun tipo de abalorio o corona que lo distinguiera. Pero si se podia apreciar, como los guardias que moraban en la estancia le rendian homenaje. Hasta el propio Dilan se habia arrodillado ante el. El hombre, rubio con faceta de tener ya varios años, se levanta, haciendo un gesto con la mano. Los soldados descansan su saludo y Dilan se levanta.

-Señor, estas son las personas que nos ayudaron a capturar al pequeño ladron. Presentaos ante el monarca!

Mientras te dejas guiar por el guardia, quien te va empujando ligeramente por la espalda para forzarte a caminar, observas que las escaleras por las que te han hecho bajar no tienen un aspecto diferente al resto del castillo. Es más, no te recuerdan a unas mazmorras en absoluto. Al llegar al piso inferior, ves que hay muchas habitaciones con puertas con aspecto muy robusto, como si se tratasen, esta vez si, de celdas. Te obligan a recorrer un pasillo bastante largo, y tienes puertas a izquierda y derecha. Las antorchas que hay allí brillaban con intensidad, por lo que el camino estaba bienn iluminado. A mitad del camino, Braig te obliga a detenerte. El guardia saca un manojo de llaves de su falquitrera y abre una de las robustas puertas con ellas. Al abrirse, ves por dentro que la sala tampoco se asemeja mucho a la de una mazmorra. Mas bien estaba mas decorada de lo que esperabas. Cuadros, sillas, una cama... Era un tanto extraña para ser una celda.

-Bueno muchacho... Es aquí. Espero que la encuentres de tu agrado, puede que te vayas a pasar mucho tiempo en el calabozo...

Braig te quita las esposas y acto seguido te empuja adentro. El guarda entra también, cerrando la puerta tras de si.

-Bien, ya no estas esposado. Ahora, podrias invocar esa presunta arma tuya, matarme, robarme las llaves y escapar. O bien, podrias preguntar por aquello que vienes a buscar... Rin Okomura.

Braig esboza una sonrisa que a ti te parece muy extraña.

Mi expresión no se inmuta durante todo el camino hasta la mazmorras aunque alzo un poco la ceja cuando veo mi "celda", la verdad, esperaba un sitio mugriento pero ya veo que aqui son corteses hasta con los presos.

--- ¿ Por aquello que vengo a buscar? - pregunto mirandole esperando a que dijera algo mas.-Sorprendeme con tu...oferta

Braig se rie ante la respuesta del joven.

-Vamos muchacho... Piensas que me mamo el dedo? No naci ayer precisamente. Porque, si no, alguien con el corazon tan negro como la oscuridad se haria pasar por un presunto ladronzuelo de tres al cuarto para redimir su culpa? Estas buscando algo, no es así? Y crees poderlo encontrar aqui, de alguna manera.

Esta vez, le mira con mala cara. Sus funestos ojos dorados brillan con intensidad.

-Acaso sientes remordimientos por la muerte de ese Kyura? No... Hay algo mas ávido, mas oscuro... En todo esto. Buscas algo mas...

La expresion de Braig vuelve a la normalidad.

-Bien, tampoco me gusta presionar a los novatos. Te diré algo, chaval. Si quieres sobrevivir en un mundo de depredadores, debes volverte uno de ellos. -Sonrie. -Las presas no suelen durar mucho tiempo.

Me rio entre dientes.

---¿ La muerte de ese Idiota me hace sentir culpable? ¡no me hagas reir! Ese chico se merece lo que le ha pasado y no me arrepìento de hacer lo que hice.Si, quiero mas, busco poder y la libertad necesaria para ser completamente libre y nadie se interpondrá en mi camino ¿entiendes?

Le dirijo una mirada seria

---No me importa cambiar de bando, luz y oscuridad son dos poderes que se pueden utilizar si eres lo bastante osado como para hacerlo; asi pues dime, ahora que me has encontrado ¿que quieres hacer?

Mantengo mi mirada al frente, algo sorprendida al ver como ambos guardias se arrodillan ante el denominado monarca. Me esperaba a alguien un poco más... imponente, tal vez. Parece simplemente un hombre, como podría haber sido cualquier otro. Tampoco es que tenga ningún recuerdo con el que comparar. No me molesto en hacer ninguna señal de respeto, más por pasividad que por orgullo o por falta de modales. Tampoco hago ningún comentario. No sé quién soy, así que tampoco puedo presentarme. Simplemente espero a que los acontecimientos se desarrollen.

-Eso esta mejor... -Responde tranquilamente. -Aun y así, chaval, tienes un corazón que duda de su naturaleza. Empezaba a preguntarme si eras alguien duro de mollera, pero veo que no. -sonrie.

-En cuanto a tu búsqueda, quizas pueda ayudarte con ello... 

El guardia empieza a hacer un movimiento extraño con los dedos de sus manos. Los ondea de arriba a abajo, como si estuviera tocando algun tipo de instrumento invisible. Al poco de moverlos, apunta hacia la pared con sus manos, y un portal oscuro se abre.

-Esto te llevara afuera. Ven a buscarme esta noche a la plaza. Te mostraré algo que quizas te aclare las ideas...

-Vamos Dilan, no necesito tanta cortesia... Sabes que no me complace.

El hombre tose y mira a los jovenes con cierto interes.

-En efecto. Soy Ansem, el dirigente de este reino. Y vosotros... Si, vosotros... Ya se quienes sois. Lo que no se es que haceis en mi mundo... Vosotros sois discipulos del maestro Ryurka, verdad? -sonrie. Simpático. Sin embargo, su expresion cambia al fijarse bien en Yume.

-Pero tu... Tu no eres discipula de Ryurka... Ni tampoco tienes pinta de portadora... En ese caso, quien eres? -Ansem enarca una ceja, esperando alguna respuesta de la chica.

Como unica respuesta suelto un resoplido y atravieso sin dudar el portal que a aparecido frente a mi.

---Alli nos veremos...-digo sin girarme antes de desaparecer por el portal

El viaje por el portal oscuro no es diferente al que realizabas por el espacio-tiempo interdimensional, asi que estabas habituado al mareo y los efectos secundarios. La única diferencia, es que nmo podias ver nada. Todo era negro como la noche mas oscura, sin un ápice de luz. Al abrirse el portal, apareces en la parte trasera del castillo. Justo lo cruzas, este se cierra. Aun desconocías el porqué de toda esa situación. Ahora, era turno de decidir que hacer.

---Un portal de oscuridad, curioso....- digo mientras camino hasta salir a las afueras del castillo al mirar al cielo veo que ya está atardeciendo asi que no tendria que esperar mucho tiempo para encontrarse con Braig en la plaza...mientras pienso que hacer toqueteo distraidamente la bufanda de Lea- Lo primero es encontrar la plaza y luego de tiendas, si me marcho de aqui habrá que prepararse...

Con eso en mente me muevo entre los callejones buscando la plaza mencionada por Braig y luego voy de tiendas mientras espero que anochezca, trato de evitar las calles principal y los guardias, no me interesaria que me volvieran a pescar y lo que es peor, encontrarme con mi "grupo"....

Escucho las palabras del hombre, sin variar en absoluto mi expresión. A fin de cuentas, me son indiferentes, ya que no entiendo la mayoría de lo que dice, y sigo sin saber quién es Ryurka al que ya se han referido antes. Sin embargo, me alegra comprobar que al menos se va a mostrar amistoso hacia Kora y al resto. Parece que después de todo, la chica tenía razón.

No puedo evitar sorprenderme un poco cuando el hombre si dirige hacia mí. Me obligo a permanecer firme y no retroceder unos cuantos pasos, algo desconfiada ante la súbita seriedad que muestra. -Yume...- me quedo callada unos segundos, mientras trato de penetrar nuevamente en la maraña de telarañas que tengo en mi cabeza. Finalmente me rindo y sacudo la cabeza -... no sé nada más, señor- añado dudando un poco sobre el tratamiento que tendría que emplear -No tengo recuerdos-

Kora movió los ojos a lado y lado esperando una reacción, el más mínimo movimiento de sus compañeros que le indicaran qué hacer. El guardia que les había guiado hasta el monarca les dio su nombre y les indicó que le saludaran. En lugar de ello Koara volteó enérgicamente su cabeza hacía Faile con los ojos bien abiertos Se parece mucho a Timoty le comentó con su telepatía de primas.

¡Incluso su voz! El hecho de conocer ese dato hizo que se diera cuenta de que les estaba hablando, hecho que la obligó a abandonar aquella actitud infantil que había resurgido en ella al sentirse momentáneamente en casa.

Captó las palabras del monarca ya empezadas pero no le resultó difícil imaginar cuales habían precedido.

En un intento de remediar aquella mala primera impresión que seguramente había causado, Kora abrió los labios para confesar que ellos tampoco sabían que hacían allí, que habían sido guiados por el portal de Rasheltex al ser atacados por unos seres encapuchados, sin embargo Ansem marcó su interés en Yume y todos esos pensamientos se esfumaron bajo la tensión en que entró su cuerpo, malacostumbrada a la hostilidad de todo aquel con los que se habían topado, incluso hizo un amago de estirar el brazo para ocultar a Yume detrás de él. Sin embargo, se lo repensó y solo estiró su mano en busca de la de Yume pretendiendo mandar un mensaje claro: sea quien sea, está con nosotros y si esa sonrisa al referirse al maestro Ryurka había sido de verdad no tendría porqué desconfiar de ella.

- sí es portadora. - protesto impulsiva y luego se arrepintió de ello pues no consideraba que fuera una cuestión que le correspondiera a ella - Creo. - añadió agachando la mirada algo ruborizada. 

- Gracias por recibirnos. - saludó tardíamente esperando correr un tupido velo a su afirmación fundada en no recuerdos de Yume. - Yo soy Kora, efectivamente discípula de Ryurka ¿Puedo preguntar como lo supo? señor - la ultima palabra quedó muy forzada dejando en evidencia su falta de conocimiento de protocolo y que si ofrecía ese trato era plagiándose de su compañera.

Su pregunta realmente buscaba una única respuesta, deseaba oír un "yo lo sé todo" con la esperanza de que ello significara que tenía información sobre Yume y sobre como hacerla recordar. 

hazme tirada de 1d20 con motivo: recursos, dificultad 10

Al escuchar a la jovencita de la capucha gatuna, Ansem no puede evitar soltar una carcajada.

-No te preocupes por el protocolo, pequeña. Yo tampoco acabo de habituarme a ello.

Al mirar a Yume y a Kora, Ansem se mesa la perilla.

-Así que no recuerdas nada de tu pasado? Ni de donde vienes y quien eres... Debe de ser dificil para ti, jovencita. Quizas haya.... Algún modo, de intentar recuperar esos recuerdos que te faltan... Mmmm...

Ansem se queda pensativo. A escasos segundos, suelta una respuesta diferente.

-A Ryurka le conocí hace años. Fue.... Digamos, que fue un amigo cercano mio. Sabia que habia adoptado estudiantes, y cuando os vi la cara, algo me dijo que erais vosotros. Teneis el mismo porte que tenia el. Orgullosos y decididos. Aunque tenia entendido que erais mas... -Viendo a Juris. -Habian mas chicos que chicas, cierto? 

Faile, quien parecia despistada, habia captado lo que su prima le queria decir. Mirando de reojo a Dilan, puso una de sus manos en su boca, y soltando una leve risita, respondió a Kora un: "tienes toda la razon", aunque claro, sin mediar palabra, pues Kora y Faile se entendian a la perfección. Al ver que su prima estaba hablando con ese presunto Ansem, Faile trató de intervenir; aunque al igual que su prima, tampoco contaba con grandes dotes para el trato con la realeza.

-Esto... señor. Aun no le he dicho mi nombre... Yo soy Faile. Y no os equivocais en absoluto... -Faile se entristece repentinamente. Al poco, menciona. -Éramos más chicos que chicas en un inicio.... Por no decir que solo estabamos Kora y yo como tales. Pero... Han pasado tantas cosas.... -Faile callaba en seco.