Partida Rol por web

Predecible. - escuchas - Simplemente predecible. Lo quieres todo, pero a su vez no consigues nada. - Lo ves de nuevo en frente tuyo por donde se extiende un pasillo - Al final de este pasillo, se encuentran 2 cosas, tu salida, y tu compañeros. Obviamente puedes escoger lo que quieras si avanzas, pero te pondré yo una 3º elección - Abre un portal oscuro en mitad del pasillo - Únete a nosotros. Es eso lo que quieres, lo veo en tus ojos, poder, conocimiento, todo eso lo tenemos nosotros. Para que vas a salvar a tus compañeros, son solo un lastre, para que vas a irte a un lugar que desconoces, es inútil. Ven con nosotros y lo tendrás todo. - Dice mientras va a pasar por el portal oscuro y antes de pasar dice algo más - Pero esta es tu última oportunidad. - y se marcha desapareciendo por el portal. Fuera del portal, en la base de este, la gema roja se le ha caido, el resto las lleva el.

Mis ojos se resintieron al sentir la luz que se abría paso desde aquella puerta. Antes de poder acostumbrarme, mis oídos escucharon mi nombre, y aquella típica presentación guionada que tantas veces había escuchado. La sensación de "deja vu" hizo que mi cuerpo se paralizara de miedo. Dudé en mis pies, sintiendo que mi corazón pesaba más, como si fuera a hacerme caer al piso por su propio peso ¿Por eso estaba sentado justamente en el trono cuando desperté? ¿Por eso me sentía tan cómodo y normal en aquella situación? ¿Había caído en un tramposo destino hacia mi vida de infinita repetición nuevamente? Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, observé con claridad que aquello era MI trono, MI sala de combate final, MI mundo. Mis ojos se clavaron en aquella espada condenada. Todo era igual que antaño. Aunque algo se sentía diferente esta vez. 

La información que el juego descargaba en mi cabeza, los diálogos, mis movimientos, nada había aparecido. El juego se desenvolvía como de costumbre, pero yo era algo ajeno a él ésta vez. Apreté mi puño, para sentir el propio tacto de mi mano. La Oscuridad que me había arrebatado mi mundo me había arrebatado también mi esencia. Yo era mortal, ya no un personaje hecho de píxeles. Me erguí, disponiéndome a resolver aquello pacíficamente, pero el héroe llamado Cecil avanzó en clara postura de combate. 

- ¡Aguarda! No voy a pelear contigo. Ya no soy ese Noctis- retrocedí unos pasos, esperando lograr que se detuviera con aquellas palabras, aunque intuía que no serían suficientes para lograrlo. Levantando mi mano derecha, levanté el suelo a mis pies unos tres metros para generar una diferencia de terreno. Aquello me haría ganar tiempo, y evitar su ataque- No es necesario un enfrentamiento. Ya no tengo por qué seguir luchando.

Seguí caminando y él volvió a aparecer, con una nueva oferta.

Si bien todo lo que me decía era tentador notaba que él estaba consumido por la oscuridad, algo que yo no quería que ocurriese y tras los rugidos que había escuchado antes solo podía pensar que "ellos" eran bestias con poder e inteligencia pero sometidos completamente a la oscuridad.

-No me interesan mis compañeros, no son mis amigos- le aclaré - sólo las causas de la vida nos pusieron en el mismo lado y combatimos juntos, pero apenas he cruzado palabra con alguno, tal vez algún día puedan ganarse el mote de amigos, pero por ahora son desconocidos con una causa en común-

Seguí caminando esquivando el portal, pero en cuanto desapareció noté que la gema roja se le había caído, me acerqué y la tomé con cuidado de que el portal no me arrastre y con el mazo en mano, para luego guardarla y continuar hacía la salida.

Zayna aprieta los puños con fuerza. Otra vez, ¿otra vez? ¿Cuántas veces iba a tener que liberarse? Ella ya no estaba encadenada a los deseos de nadie, de nadie más que de ella misma. No iba a ceder, no iba a obedecer. Ella haría realidad los sueños únicamente de los que ella quisiera. 

Y no estaba dispuesta a ceder, ahora que sus cadenas al fin estaban rotas. 

Se llevó la mano al pecho, sintiendo cómo sus nuevos poderes, los forjados de sus cadenas, latían en su pecho. Brisa desencadenada era su nuevo poder, y seguía en ella. 

No volvería a sufrir sus cadenas nunca más, aunque no le quedara una sola pizca de poder. 

Con esa decisión, salió de la lámpara. Pero... no para cumplir los deseos de nadie, sino para decir por primera vez en milenios la única palabra que se le había prohibido: 

—No. 

El fin se acerca y no se puede evitar... El principio fue pero aún no ha llegado... El bien y el mal siempre están en guerra... Y siempre intentarán ponerte de su lado.

Cecil chasquea la lengua montrando ira en su cara y una mirada que parece un puñal clavado en el corazón. - Igual tu no tendrás ya nada por lo que vivir en esta vida, más nosotros sí, queremos paz, queremos luz, y el reino que nosotros queremos no existira si sigues vivo. - Cecil salta lo suficiente para lanzar un sablazo contra tí o el monton de tierra en caso de que esquives, pero tras ello seguirá atacando.

A veces las palabras no sirven, a veces las mentes frágiles necesitan ser destruidas. - Oyes esa voz en tu cabeza, al igual que al principio la de tu subsconsciente, pero esta es diferente(*)

el final del pasillo acaba en una sala circular con 5 puertas y el pasillo detrás tuyo, pero ahora al verlo, la entrada al pasillo se ha vuelto un portal de oscuridad. Al fijarte más notas como una frase se desprende de este - La oscuridad no es mi dueño, tampoco la luz, mi corazón es mi único dueño, y en el solo hay cabida para lo que tu quieres descubrir. - Obviamente, era tu homonimo... tu alter ego. Tu mente reaccionó rápida y al ver las otras 5 puertas ves como tienen estas motivo de los otros 5 compañeros que combatieron junto a ti en aquel lugar y al acercarte también emiten voces.

Puerta del mar embravecido: El pasado me hunde y mi futuro es la mar, solo el presente me hace navegar. - Obviamente Redtide.

Puerta con una especie de circulos concentricos en plan circulo de invocación: Nosotros provocamos la destruccion, pero ellos nuestro motivo para hacerlo... o ¿solo es una ilusión? - No sabías quien era, pero su voz era muy similar a la del hombre gato

Puerta con un desierto, un barco volador, un templo en el desierto y una bestia azul entre las tormentas: No seré capaz de vencerlo kupo, pero tengo que ser fuerte, por mis amigos kupopo. Por mis seres queridos.... pero la oscuridad me tragará kukupo... - Tampoco denotabas quien era... pero los Kupos decían suficiente

Puerta con una espada gigante clavada en mitad de un castillo: Mal o bien... qué es correcto, cual es mi camino... ¿Qué debo hacer si tan solo quiero ser yo? - Tampoco denotabas quien era... pero por descartes solo quedaban la chica y el chico del pelo morado

Puerta con motivos dorados y un pequeño agujero mostrando un desierto: Otro deseo no, no quiero estar encerrada, no quiero ser una esclava ¡Solo quiero ser libre! - Por descartes, la voz era de la chica.

De este mundo no hay salida, sin la llave que muestra la puerta. De este reino solo puedes salir atravesando la puerta correcta.

Tenías 6 caminos... y probando las puertas llegastes a la siguiente conclusión. Solo 3 puertas parecen estar abiertas y el portal era otra salida, la más directa o no habrías de probarlo. Las puertas que parecían poder abrirse eran la del moguri y la de la chica. Escoge sabiamente tu camino

El fin se acerca y no se puede evitar... El principio fue pero aún no ha llegado... El bien y el mal siempre están en guerra... Y siempre intentarán ponerte de su lado.

Y así se hace, por una vez aún con los brazaletes que indicaban tu condena, has salido cuando tu has querido, no cuando te han llamado, y has hecho lo que tu has querido, no lo que los egoistas querían. Pero no todas las reminiscencias de Zayna, que muchas son, eran tortura.

El escenario tras decir no, fue cambiando como si un escenario de arena se derrumbara alrededor. Ahora, era de noche, y en lugar del desierto, estaba en un bonito y bello paraje. Unos jardines, un palacio, y una persona a la que sin duda reconocías. Altair.

No todos los momentos fueron torturas si Zayna recuerda este. El comienzo del fin, el comienzo del principio. El comienzo de una vida, pero antes de pronunciar Altair el que sería su último deseo... - Sabes Zayna... nunca pensé que llegaría este momento. Se me hace tan difícil hacerlo... - Baja las manos con la lampara en una de ellas. - Sé que te lo prometí, y no te preocupes lo haré. Pero antes de terminar me gustaría hablar un poco más contigo. Una última vez.

Altair se dirigió hacia uno de los bancos y te hizo una señal para que te sentaras. No eras prisionera de esa lampara, tu lampara ya hace un tiempo, aunque corto que se convirtió en tu libertad, pero algo te impulsaba a querer oir esa última conversación que nunca tuvistes con el, además, los brazaletes que te "encadenan" como genio aún seguían ahí, y mejor era asegurarse. - Hemos pasado bastante tiempo juntos, y bueno, nunca te he preguntado por toda tu vida, supongo que tardarías más de mil años en contarmela con detalles - dice riendose - Pero ahora, miranos, cada uno va a conseguir lo que quiere, en una misma noche. Es nuestra noche Zayna - te mira con una mirada y una sonrisa pura y sincera. Se queda en silencio unos segundos mirando a las estrellas - Gracias, por ayudarme. ¿Sabes? Puede parecerte una tontería, y tranquila, mantendré tu promesa, pero me da curiosidad, respondeme sinceramente. - Te coge de las manos dejando la lampara en medio y te mira a los ojos - Sabiendo todo lo que sabes hasta ahora(*), todas las cosas que hay en el mundo, y las que quedan por llegar. Si pudieras pedir, solo un deseo, sin limitaciones, ¿Cual sería? - Por primera vez, y quitando el hecho de que tu eres el genio, aunque esto pudiera interferir, te estaban preguntando lo que siempre te pedían... pero cual sería la respuesta

A pesar de mis intentos por evadir sus ataques, los deseos de aquel héroe por acabar con mi vida eran insistentes e inquebrantables. Su espada logró herirme mientras me alejaba, pero no me detuve en mi intento de mantener distancia con él. Una voz hacía eco en mi interior, susurrándome palabras de guía. Aquella voz era sin duda la conciencia de un villano. Concentrado en los movimientos de Cecil en todo momento, intentaba trabar su movimiento creando obstáculos en el suelo con ayuda de mi magia. 

- ¡No acabaré con una vida sin un motivo verdadero! ¡Cecil! No soy tu enemigo. Detente ahora mismo. Conozco lo que represento para tí, pero acabar conmigo no te llevará a ningún lado- Levanté un pequeño muro entre nosotros, buscando ganar unos pequeños segundos para recuperar el aliento, mientras llevaba una mano al lugar donde tenía una herida. Algo húmedo ensució mis dedos- ¿E-esto es...sangre? -ya no era un ser de videojuegos. Era un ser mortal, común y corriente. No podía solucionar aquello simplemente huyendo y siendo herido. Mi muerte en Tetra había sido repentina y fugaz. En cambio, ahora podía sentir cómo la adrenalina me invadía, acelerando mi respiración y enfocando mis sentidos. Desenvaine mi espada rápidamente y me puse en postura defensiva. Si no podía hablar con él, lo desarmaría al menos. 

Todo se sentía tan familiar y nostálgico...pero extraño a la vez...y al ver el cielo cai enla cuenta de que estaba comenzando a vivir de vuelta aquel momento...
-Ey...esto no está bien! Por las barbas de Davy Jones, tenemos que regresar!! Cambien el curso de inmediato!!!-
No podía evitar el ponerme nervioso, sabía que esto iba a acabar muy mal. No se si esto es real o no, pero no puedo controlarme, es casi como un acto reflejo al sentir que estoy viviendo de vuelta ese momento...
 

Si no eres lo que dices ser, entonces lucha y demuestraslo - Dice y cuando el muro se deshace os entablais en una batalla continua. Las habilidades de Cecil eran sublimes, pero no tenían por que envidiar nada a las tuyas.

Cada vez que avanzaba la batalla la lucha te aumentaba la adrenalina y con ello las ganas de vencerlo e incluso de matarlo. Tras un tiempo combatiendo, das el golpe de gracia que hace que Cecil caiga al suelo, aunque no muerto - Tu... has resistido los golpes de la Rune-sword... ahora nada te impide hacer lo que quieras... - dice mientras se pone en posicion vulnerable para que le des el golpe final (*)

Levantas la espada y cuando vas a realizar el ataque lo oyes de nuevo, esta vez más cerca - Matalo, matalo y todo lo que siempre has soñado, será tuyo, por una vez tu serás el heroe. - Incitandote a que lo mataras

El fin se acerca y no se puede evitar... El principio fue pero aún no ha llegado... El bien y el mal siempre están en guerra... Y siempre intentarán ponerte de su lado.

¿Ahora quieres cambiar? ¿Es que te has vuelto un cobarde marinero de agua dulce? - Te dicen al mismo tiempo dos voces que salen del timonel, y tras decirlo un espiritu sale del timonel, es el de una mujer que ya conoces, y esta te continúa hablando mientras anda, el timonel también habla pero no logras escucharlo - Pensaba que tu vida era la mar, tormentas constantes, incursiones de barcos, agua, viento... ¿acaso ya no quieres esto? ¿Acaso quieres rectificar y darte cuenta de que vas a perder a lo que de verdad llena tu vida? - Llega hasta la proa y te mira - Sabes lo que va a ocurrir, y no puedes evitar que ocurra, pues tu ya te has hundido.  - Te toca la mejilla y todo el escenario cambia, la tormenta esta sobre el barco las olas están destruyendo el barco y tu comienzas a ver como tu cuerpo se está cambiando al que conoces actualmente

Redtide, tu entregastes tu vida a la mar, y por ello, la mar trago tu corazón... - Un rayo cae cambiando de nuevo el escenario y ahora solo puedes ver que te estas hundiendo, y ella ha desaparecido, tu cuerpo apenas responde y solo se hunde y hunde en el vacio que recuerdas...

Un corazón se consume en la oscuridad... otro se fulmina por la luz... pero a pesar de que todos los corazones caigan en el abismo... siempre hay un lugar para encontrar tu cobijo

Una inmensa luz llena todo el escenario y acabas donde una vez empezastes, la vidriera en el suelo, pero ahora la decisión es otra. La mujer que tanto amas está a un lado, y al otro un cofre con una hornamentación sumamente extraña y pequeño en el otro, del cofre oias el unisono sonido de un latido, más la mujer solo se menea poco a poco, ella está de espaldas a ti.

Tu que entregastes tu vida, tu que entregastes tu alma, tu cuerpo se ha desdoblado en dos facciones de las cuales ninguna es cierta y sendas son verdaderas, más tu y solo tu eres el único que puede decidir lo más importante para ti. La luz o la oscuridad.

Recobra el aliento y piensa ante tu elección, tras tu primer paso no tendrás vuelta atras - Dice la voz que sale de todos lados al tiempo que el corazón late

Todo se tornó tan confuso y ya no sabía que hacer. Estaba en una encrucijada. Por un lado estaba la mujer que siempre ame aún estando como estoy, como si estuviese viva frente a mi. Al verla, aunque fuese de espaldas, me volvia loco. Pero por el otro lado, no dejaba de pensar que podría ser de tanto valor como para haber sido puesto al lado de ella y obligarme a elegir uno de los dos.
-Sé que la amo...pero por alguna razón la abandoné para irme hacia el mar...sabía que tarde o temprano me tocaría un destino cruel, y no quería que ella lo sufriese igual...no quería ligarme tanto ella ni ligarla tanto a mi, de modo que no sufriesemos de la misma forma que perder para siempre al otro...jeh, pero veo que el tiro me salió por la culata...haga lo que haga no puedo olvidarla...-

Entonces me acerqué hacia ella, para poder ver su rostro una vez más...

No lograba comprender en mi cabeza el como era posible que me hubiese reunido con ellos de nuevo, pero pronto con las palabras de Montblanc todo buscaría indicar que solo había una explicación razonable de momento. Habia estado soñando mis ultimas aventuras? a esas personas de las que me había hecho amigos?, Noctis, Zayna, Redtide y Jackall, ninguno de ellos había sido real así como la historia de las llave espadas y sobre todo.

Busca caminos, mi llave espada, también había sido un sueño?, pues al parecer solo estaba a un paso o mas bien un salto de iniciar la prueba que me haría entrar al clan Centurio como miembro oficial y capaz de hacer misiones con el resto, después de todo allí estaban también Balthier y Fran, a esta ultima me costaba siempre mirarla a los ojos pues su atractivo siempre me ponía nervioso cuando estaba cerca y no me encontraba super animado por alguna razón, incluso me estaba sintiendo bastante triste en este momento, mis nuevos amigos habran sido solo un sueño?.

No me di mucho tiempo a pensarlo, y Montblanc tampoco, solo asenti con la cabeza, mostrando un grado de seriedad no habitual en mi expresión frente a mi tutor, con el siempre me tomaba las cosas en serio pero con una sonrisa animada, ahora no era así, y tras su salto sería el siguiente en correr hacia la table y brincar al vacio con mis alas plegadas, para abrirlas en el momento exacto y aumentar la velocidad del descenso y a su vez controlar el mismo mejor.

Tu alma se quedo con la persona a la que amas, y con ello tu corazón - Dice la voz mientras la mujer se daba la vuelta con tu corazon entre las manos - Pero tu decidiste encerrarlo para siempre en el mar, y por ello nunca conseguistes encontrar tu finalidad, y por ello ahora estás aquí. A veces hay que hacer daño a las personas que quieres para que dejen de sufrir, pero otras veces esas personas te harán sufrir porque no puedes estar ni un segundo sin ella, incluso sabiendo el peligro que conlleva seguir contigo. - De pronto la mujer desaparece en un haz de luz y deja en su lugar una puerta, detrás tuyo el cofre que no elegistes también se torna en una puerta

Ahora tras saber la verdad, puedes elegir, protegerla con la vida que pendiente está en sus manos, o volver a las profundidades del mar embravecido - la puerta que había dejado ella significaba claramente protegerla, mientras que la de detras significaba volver a como estabas antes.

Este es tu último paso, antes de salir de este infierno. A partir de aquí, tendrás que ayudarte a ti mismo, o con tus compañeros. Adios bravo capitan Redtide. - Dice la voz ahora con un tono familiar el cual parecía conocerte
 

Al empezar a descender en el aire empiezas a recordarlo todo, no como un sueño, sino tan real como si realmente fuera a ocurrir de verdad. Lo que venía ahora era la tormenta de arena, que sin lugar a dudas ahí venía, y en su interior el monstruo. Intentas advertirseloa Montblanc pero en poco la tormenta os da alcance y os separa demasiado.

Al llegar a tierra estás metido entre arena por todo tu cuerpo y solo consigues vislumbrar dos cosas, una especie de templo y el ser al cual veníais a buscar. pero obviamente solo no podías e igual Montblanc se había refugiado en ese templo. Sin embargo empiezas a oir una voz en tu cabeza - Sabes lo que va a ocurrir, sabes que pasará. Siempre gano yo, y mis victimas acaban muy mal. Por qué esperar pequeño ratón cobarde. Por qué no enfrentarte a mi tu solo - Montblanc te dijo que ni se te ocurriera enfrentarlo solo, pero esta bestia te retaba. En tu mano cabía ir al templo o plantar cara a la bestia

Mi corazón latía desenfrenado por aquella batalla. Me podía visualizar a mí mismo siendo el "Caballero Oscuro" de Petria dando los mismos golpes que el Noctis actual. Al igual que en ese entonces, el héroe había logrado herirme tan solo para que mi concentración en la pelea aumentara, y un mar de diferencia entre nuestras habilidades con la espada fuera creciendo. Cada vez mi fuerza y entusiasmo aumentaban, llenando mis pulmones de aquella adictiva furia que sólo un combate a muerte podía entregarte. 

- Te lo dije- descargué un poderoso golpe de mi espada contra su arma, haciendo que perdiera un poco su postura- Luchar no te llevará a ningún lado- fui consciente de una pequeña sonrisa apareciendo en mi rostro ante la visión de mi inminente triunfo. Rápidamente descargué otro golpe con mi espada, desarmando a Cecil y dejándolo tumbado en el suelo. Me mantuve firme, con mi espada apuntado a su pecho incluso en ese momento. "Había ganado". Acabar con él daría por terminado el juego, podría seguir mi camino...Pero...

"Yo...ya no soy ese Noctis. Ésto no es un juego, ¿verdad?"

La voz en mi cabeza me incitaba a acabar con aquel hombre, cediendo a los impulsos que mi sangre me pedía. Intenté calmar mi mente y mi respiración, rogando a mis emociones que se apaciguaran. Frunciendo el ceño, incapaz de tranquilizarme por las buenas, levanté mi espada con fuerza- ¡Se acabó~! -lancé mi espada a un costado, haciendo resonar el ruido metálico por toda la estancia, dejando salir toda la tensión producida por la batalla con esa acción. Resoplé aire con mi boca, corriendo unos mechones de cabello que se habían pegado a mi rostro por el sudor, mientras mi rostro volvía a adoptar aquel gesto serio y frío que me caracterizaba- Tu Rune-sword no puede lastimarme ya. Es una espada sagrada que corta el mal y la oscuridad con su bendita hoja. Y yo ya no formo parte de ese "juego"- di un par de pasos rodeando a Cecil desde cierta distancia, en caso de que quisiera volver a atacarme mientras me alejaba- Matarme no solucionará tus problemas. Ser un héroe depende de los demonios que conquistes dentro tuyo, no de los que cortes con esa espada- miré los alrededores, buscando el origen de esa voz intentaba tentarme, dirigiendo esas últimas palabras a eso más que a Cecil. Recogí mi espada del suelo y colgué de mi espalda, preparándome para salir por aquella llamativa puerta- Si deseas pelear conmigo nuevamente, aceptaré gustoso el desafío, si aún tiene dudas sobre mí.

Atravesé aquella puerta con paso decidido, aunque era consciente de que hacía unos segundos, casi me había perdido a mí mismo. ¿Qué debía hacer para librarme completamente de aquellos problemas internos? 

Estaba ocurriendo de nuevo, aquello no podía haber sido un sueño, no lo era y el quedar atrapado en aquella tormenta era la prueba de lo que estaba pensando en ese instante. Me hubiera gustado sentirme contento de que todas las personas que conoci no eran una invención de mi cabeza, pero la confusión me sobrepasaba y un escalofrio me hizo temblar por completo cuando aquella siniestra voz resonaba en mi cabeza. Desafiante e implacable me retaba aquella figura a luchar directamente contra ella, quizas quería que ignorase el consejo de mi mentor para vencernos por separado, eso sonaba a lo mas logico en mi cabeza; pero aunque quisiera demostrarle a ese ser que no era un cobarde, le mostraría en su lugar quien era.

Me incorporaría como me fuese posible y saldria a toda velocidad que me permitiese mi cuerpo rumbo al templo, buscaría a Montblanc a como dese lugar, si estaba volviendo a pasar todo aquello y pronto la tormenta negra me tragaria, al menos salvaría de su fin a mis amigos.

El valeroso caballero de la luz, contra todo pronóstico cae contra el suelo vencido pero no muerto. tras tu pequeño discurso y antes de que pudieras coger tu espada vuelves a oir la voz de antes, pero esta vez pudistes notar de donde venía y girarte para alarmarte.

Debiste haberlo matado, en este reino no hay lugar para luz. - Un viejo con ropas oscuras sale desde detras del trono - Y se supone que debías de hacerme caso en todo. - Algo que no había programado realmente en el juego empieza a tomar forma, pero si tu eras el jefe final del juego ¿Quién era ese? - La oscuridad en tu interior es tan profunda, que dominarte todos estos años ha sido cuestión de un juego de niños, pero por que ahora en el momento más crucial me desobeces. Puede que un hálito de luz se haya apoderado de tu corazón, y por eso no seas ni siquiera capaz de pelear y en lugar de ello quieras hablar, pero Noctis. En el reino de la oscuridad, no hay lugar para el dialogo - Con las manos hace un gesto de lanzarte algo y un proyectil de oscuridad se dirige con una gran velocidad a tu pecho, sin opción a esquivarlo y...

El sonido del impacto en la armadura junto con el de la carne te hace ver como Cecil se ha interpuesto entre tu y el proyectil en un momento de tu parpadeo de ojos. Cecil cae estrepitosamente al suelo con un ruido sonoro y el viejo comienza a reirse con un tono de maldad.

No me des las gracias, yo ya estaba acabado. - Dice Cecil en sus últimas palabras - Pero tu aún puedes hacer algo, si eres realmente quien dices ser, Noctis el caballero oscuro, el que ha superado la hoja de la Rune-Sword. Todavía puedes hacer algo, por nosotros, por Petria. Demuestra que nos hemos equivocado si es verdad lo que dices - Coge como puede la Rune-Sword - Demuestra que hasta el caballero oscuro, puede ser un heroe - Te eleva el mango de la Rune-Sword - Une tu oscuridad a la luz de la espada... y acaba con la oscuridad... que asola a Petria - En el momento que coges la espada Cecil, el valeroso caballero de luz que tenía por destino matarte y que ahora te ha salvado, creeyendo en tus palabras, creeyendo en tus esperanzas, creyendo en que puedes ser un heroe, empieza a desaparecer, dando la intención que pasa a mejor vida por culpa de aquel viejo que quería matarte a ti

La voz de él aún seguía, algo me decía que no sería la última vez que lo encontraría.

Jugué con la piedra en mi mano y la guardé mientras examinaba las puertas, cada una con un mensaje distinto.

Tras pensarlo unos instantes decidí abrir la puerta del chico de pelo morado, era la que más se parecía a lo que yo sentía.

A medida que te acercas a la puerta del chico del pelo morado e intentas abrirla de nuevo, te das cuenta de que esta se ha cerrado, y no solo eso, está comenzando a desaparecer. Miras las demás puertas y ves como también la del oleaje y la de la chica empieza a desaparecer también. No sabes que ha ocurrido tras esas puertas pero ahora solo quedan 3 caminos posibles, la del chico gato, la del moguri y el portal de la oscuridad