Partida Rol por web

Tras aquel momento juntos en el lago fuisteis a la enfermería donde Laine estaba hablando con Kosmog. Lo veiais consciente pero algo mal. Laine se apartó dejando que lo vierais y una vez hecho se puso a los pies de la camilla explicandoos el problema y completando la conversación con Kosmog - Kosmog sufre una maldición oscura, producida por seres generados de la pura oscuridad o incluso venidos del mundo oscuro. Solo conozco un remedio natural que cure completamente a Kosmog de esta maldición sin efectos reversibles, pero dicho remedio no lo tenemos aquí, y debido aque necesita a dos personas cercanas a el para completar el tratamiento, he decidido, junto con la decisión de Eraqus hacia vosotros, la cual os explicará más adelante, que ireis a por dicho remedio. - Dijo sonriendo a los tres

- Por suerte el remedio no está lejos, está en la biblioteca, más concretamente en la sección de Libros de Mundos Mágicos. - Dijo aclarando que por suerte no tendriais que salir del mundo. - Ahora os explico un poco mejor el procedimiento. Teneis que buscar un libro llamado "Bosque de los 100 Acres", una vez lo tengais teneis que ir al altar de lectura de la misma biblioteca y abrir el libro, no os asusteis cuando veais el interior. - Aclaró antes de seguir - Una vez abierto teneis que retiraros unos pasos y apuntar al libro con las llaves espadas. Ahora os explico. El libro es un mundo contenido en paginas escritas por un autor desconocido, con el poder de generar con palabras e ilustraciones un mundo recluido de las sombras y la luz. Dicho mundo se rige a unas reglas mágicas propias, por ello no os preocupeis si veis mermadas algunas capacidades físicas o mágicas, o por el contrario, las veis mejoradas. Lo único que no cambia entre los mundos y los mundos mágicos de libro es la llave espada, la cual sigue manteniendo las mismas propiedades tanto dentro como fuera.

Laine paró un momento para agarrár un libro de remedios naturales y abrirlo por una pagina donde aparecía un panal de abejas cuyo interior brotaba miel, lo puso encima de la cama para que pudierais verlo los tres, aunque solo Zayna y Noctis fueran a por ello. También sacó un tarro de cristal el cual os dió uno a cada uno. - Lo que teneis que buscar dentro del libro se llama "Miel del Recuerdo", se genera en estos paneles, son especiales y distintos a los normales que encontrareis en ese mundo. Lo difícil os será identificar cual es, pero por suerte sabemos que hay uno en el gran arbol de la miel, y por suerte, una persona de dicho mundo puede ayudaros a identificar dicho panel... - y sin quererlo Laine masculló algo entredientes, casi inaudible y poniendo los labios hacia un extremo para que se oyera menos - _{Eso si no se la come primero... -} Luego giró sobre si misma y os dijo a los dos - Cuando querais podeis ir y empezar.

Luego se concentró en Kosmog - Tu y yo por el contrario haremos otra cosa. Te voy a preparar para sumirte en un sueño reminiscente, para que cuando ellos vengan con la miel, puedan acceder a ese recuerdo tuyo y puedan bloquear la maldición, una vez hecho, quedarás libre y curado Kosmog, y podrás revolotear como antes - dijo sonriendo de oreja a oreja

Por otro lado no pudisteis evitar ver a Jackal en otra camilla más alejada siendo tratados por magos blancos de alguna manera que desconoceis.

Sonreí a mis preciados amigos cuándo Laine terminó de explicar el procedimiento a seguir.

Volví mi atención a Laine y le pregunté  ¿Cómo está Jackal kupó? 

El abuelo Quan se acercó trayendo unas patatas horneadas - De las patatas se aprovecha hasta las pieles, ñam ñam, y bien ricas que están, ñam - Era su manera de decir que aproveche, aunque realmente las patatas estaban con pien cortadas de una manera muy cuidada y al probarlas estaban deliciosas, al igual que la carne estaba en su punto y muy sabrosa - Oh, espero que os guste la carne de Chocobo rustico, ñam - dijo antes de volver a la cocina

Lo que venía suponiendo se confirmó, dio otro gran mordisco, convencidísimo aun más, de que yevon le maldeciría si osaba desperdiciar aunque fuera un bocado de un ejemplar en peligro de extinción. Miró a Fudo y preguntó - ¿en tu mundo quedan muchos chocobos? - esperaba que en algún lugar hubieran cientos, hizo un parpadeo para pedir perdón al gran ave, a la vez que ni siquiera pensó que pudiera haber un mundo sin ellos.

-En mi mundo no hay chocobos- respondí a Vin - o al menos no tengo recuerdos de haber visto uno nunca- dije probando las  papas y sonriendo por su gran gusto.

Tras la comida agradecida que bien os ha preparado el maestro cuan, ois una voz a través del siempre juntos. Era Eraqus:

Id viniendo a mi despacho. Hablaremos de ciertos asuntos antes con vosotros.

Vin se incorporó inflando los mofletes como muestra de haber comido un poco de mas deshinchándolos par mostrar una sonrisa de satisfacción. Después sujetando su siempre juntos mandó un mensaje a Quan "sin duda un manjar, recuerde maestro Quon que este aparato le une con todos, si lo necesita solo hable con quien desee, y si aun necesita ingredientes y el tiempo lo permite, cuenta conmigo".

Dicho eso en voz baja, no conociendo bien ese objeto, y desconociendo si el sonido llegaría bien, comenzó a caminar en dirección al dwpacho de Eraqus.

Al escuchar la voz del Maestro Eraqus terminé de comer, bebiendo un poco para asentar la comida y agradeciendo al chef me levanté y comencé a caminar hacía el despacho.

Escuché toda la explicación de Laine con aspecto sumamente concentrado. A penas había saludo a Kosmog cuando llegué, para luego adoptar aquel semblante serio que me caracterizaba. No hacía falta preguntar si nuestro amigo se encontraba bien o no. Ya sabíamos qué lo estaba afligiendo, y dónde estaba el remedio. Despertaba mi curiosidad el hecho de que Eraqus solo nos enviara a nosotros dos. Había descubierto que los lazos entre Kosmog, Zayna y yo resultaban fuertes y especiales, pero Eraqus parecía poder tener una comprensión mayor del asunto. Hice un esfuerzo mental por recordar cada detalle que Laine nos iba diciendo, e incluso intenté memorizar las imágenes de aquel libro.

- "Miel del Recuerdo". Si eso es lo que hace falta, no dudes en que traeremos la mejor cosecha para que puedas deshacerte de esa indeseable maldición- dije mirando fijamente a Kosmog, para luego darle una pequeña sonrisa de confianza. Me crucé de brazos, y me volví hacía Laine- Sólo tengo dos cuestiones antes de ponerme con ello. Primero, ¿cómo podemos identificar a aquel experto en miel una vez lleguemos a ese mundo? Segundo, ¿deberíamos partir de inmediato hacia la quest o esperar hasta después de hablar con Eraqus? No me ha quedado claro la urgencia de éste tema, y si tengo que decidir, mi prioridad sería sanar a mi amigo.

Tras la pregunta de Kosmog, moví mi vista por el lugar hacia donde se encontraba Jackal. No había llegado a conocer a Jackal demasiado, incluso pasando tanto tiempo con él durante las misiones, pero la brutalidad del ataque que había sufrido y el estado en el que se encontraba ahora no era algo que pudiera ignorar. 

- Si hay algo que podamos hacer por él, no dude en decirlo señorita Laine.

Zayna sonrió al ver a Kosmog despierto, pero por el rabillo del ojo pudo ver dónde descansaba Jackal y una punzada de desesperanza volvió a invadirla. 

No obstante, las palabras de Layne volvieron a traerla a la tierra. Kosmog aún no estaba fuera de peligro. Y ella estaba dispuesta a ir a por esa miel y a por el panal entero si hacía falta. Con decisión, asintió a Layne. 

—Sí, por supuesto que iré —dijo con firmeza—. Sólo promete que estarás bien en nuestra ausencia, ¿vale, Kosmog? —le dijo entonces a él, de nuevo sonriendo. 

Si era un micromundo pacífico, esperaba que estuvieran de vuelta pronto. 

Laine se rió ante las preguntas de Noctis. - Creedme, lo reconocereis. Es "un experto en miel" e id de inmediato, Eraqus, cuando volvais con la miel y me la deis, querrá hablar con vosotros, pero le interesa que esté bien Kosmog, pues quiere hablar con los tres. En cuanto a Jackal - miró con cara triste hacia el y luego a vosotros - Estamos tratando de estabilizarlo... pero no conseguimos mucho... - Laine no quería decirlo pero estaba claro que le iba a ocurrir

- Vamos, teneis que ir cuanto antes id id - dice premiandoos mientras os empujaba levemente para que fuerais allí

Al salir de allí caminais por los largos pasillos, uno tras otro hasta llegar a la biblioteca, lugar donde había infinidad de libros y una bibliotecaria que parecía de aspecto simpatico.

No tardasteis mucho en encontrar la estantería con los libros mágicos, y al fonde del pasillo donde estaba esa estantería estaba el altar. Buscando libro tras libro hallais el de Bosque de los 100 Acres en la segunda balda, aunque realmente eran pocos libros magicos los que allí habían. Ahora solo faltaba colocarlo e introducirse dentro.

Fruncí el ceño ante la risita de Laine ¿Acaso había dado una imagen chistosa al exponer mi preguntas? Mi malestar se incrementó aún más debido a que su respuesta sobre el "experto en miel" no había aclarado de ninguna forma mis dudas. Es más, la incertidumbre sobre esa persona era mayor y sólo acrecentaba mi ansiedad ¿Cómo iba realizar rápida y eficazmente una misión que no traía descripciones precisas consigo? Era lo mismo que pasó con Gwain. Salí de la enfermería apremiado por Laine, refunfuñando. Cuando volviera de la misión, le echaría las quejas a Eraqus sobre el sistema de "entrega de misiones" de Tierra de Partida. Tras un respetuoso debate, quizás me dejarían ayudarles a redactar los informes de las próximas misiones. Mi queja mental duró hasta llegar a la biblioteca, donde decidí posponer la cuestión para otro momento. 

- No puedo creerlo, jamás había visto una biblioteca tan imponente ante mis ojos- mis ojos recorrieron el lugar, curioseando todo lo que estaba al alcance de mi vista, imaginando la cantidad de cosas que debían estar documentadas allí- En mi castillo el material de lectura era escaso, y se limitaba a pistas sobre la historia de Petria y ayudas para el héroe. Aquí podría encontrar toda clase de conocimientos nuevos y interesantes. Tendré que venir más seguido a éste lugar-contuve mi ligera emoción al ver la figura de la bibliotecaria. Salude con una ligera reverencia a la vez que abría un poco mi capa raída con mi mano- Deseamos disponer unos momentos de uno de sus libros, "El Bosque de los Cien Acres", debido a un pedido de Laine. ¿Podría indicarnos la sección en la que se encuentra? Oh, ya veo, muchas gracias- dije apurando cuanto antes el asunto para salir en busca de la estantería que nos indicaría la encargada del lugar.

Laine se volvió hacia Jackal y te dijo - No creo que sobre viva, es una herida peor que la tuya y en un punto muy vital. Morirá antes de que vuelvan Noctis y Zayna. Pero hay que salvarte a ti - volviendose te miró seriamente - Cuando lleguen te dormiré, y tendrás que estar pensando en ese recuerdo todo el momento. Luego me meteré en ese recuerdo y sacaré la maldición. Es la única manera. Quizás pueda aterrarte, pero has de ser valiente

Y mientras tanto, Zayna flotaba a su lado observando todo. Nunca había visto tantos libros. Ni siquiera estaba segura de que pudiera leer todos. Había vivido milenios, y tenía la sensación de no saber nada en absoluto. 

Miro a Noctis cuando éste cogió el libro. Era una portada bonita. Con animales. Reconoció a un tigre un tanto desfigurado, pero no los demás. Espero a que éste lo colocara y se preparó para entrar. 

—Viento desencadenado —dijo con voz suave, y su llave espada acudió a su llamada. 

Sonrió al sentir la luz de ésta. Mientras siguiera acudiendo a su llamada y tuviera a sus amigos a su lado, seguiría teniendo fuerzas para luchar. 

Coloqué el libro cuidadosamente en el altar que nos habían indicado que debía estar según las instrucciones de Laine. Lo abrí, encontrándome paginas llenas de dibujos coloridos. Parecía un libro infantil, para mi sorpresa. De alguna forma esperaba algo mas esotérico. Me alejé unos pasos para invocar mi llave espada, al igual que Zayna. 

- Se supone que éste mundo se encuentra aislado y en un equilibrio, por lo que el peligro debería ser menor- me era imposible considerar que existiera una situación en la que relajarse sin cuidados fuera sensato, pero el silencio de Zayna y su concentración habían llamado mi atención- No hay forma de que algo salga mal. Podrás ayudar a Kosmog en poco tiempo-dije intentando infundirle aliento, mientras mi Llave Espada hacía aparición, con su hoja apuntando hacia aquel libro. 

Un halo de luz os envolviño antes de cergar todo el lugar donde estabais y... "¿caer?" dentro del libro

No lo veo....

Según llegais al despacho de Eraqus veis que solo estais vosotros dos, pero dentro no solo está Eraqus. También estaban un hombre de tez oscura y pelo plateado un tanto bien vestido con las manos a la espalda a la izquierda, según lo veis vosotros, y otro vestido de mago con largas barbas cruzado de brazos por delante a vuestra derecha. En el centro Eraqus os miraba

Según entrais os sentais por señal de Eraqus y la mirada de los otros dos os inquietan un poco pues os miran con curiosidad y seriedad al mismo tiempo. - Estos son los maestros Xehanorth y Yen Sid - Dijo Eraqus señalando respectivamente al de  vuestra izquierda y derecha. Ellos simplemente saludaron a su forma, Xehanorth lanzó una sonrisa picara y Yen Sid inclinó la cabeza con su perfecto gorro sin caerse. - Ambos estan aquí por otro asunto que no infiere a esto, pero de la misma manera que estan aquí por ello, he querido aprovechar su presencia para que oigan lo que tengais que decir de otro asunto, en especial de ti Fudo - dijo mirandote con algo más de confusión y cuidado - Así que no os preocupeis por ellos.

-Sin más simplemente quiero que me informeis de un par de asuntos. El primero es: Zayna, Kosmog y Noctis. Quizás no los conoceis lo suficiente, y eso puede hacer que me digais algo más sincero sobre ellos y como se veian al empuñar sus llaves espadas. - dijo indicando lo que quiere saber es vuestra opinión sobre los 3 elegidos de la llave espada de vuestro grupo. - Segundo: Tu contrario Fudo... ¿Qué pensais de esos AntiPersonas? - Dijo escudriñando el termino raro de los Anti  - Sobre todo quiero saber, que pasó en el mundo oscuro Fudo, tu forma contraria fue el que clavó la espada a Jackal y he de presumir, por el informe de Lancelot que ya habiais coincidido. - Dijo mostrando un papel sobre su mesa, la letra era de Lancelot al igual que la firma. - Tercero: Muy a mi pesar vais a tener que ir en grupo hasta que seais más fuerte o tengais la llave espada, así que después de esta reunión se os asignara un nivel del cual podreis visitar ciertos mundos pero, eso es lo menos importante ahora, responded lo primero - concluyo y ahora los tres esperaban vuestras respuestas

El joven invocador hizo un gesto rotatorio ante su estómago como si foara una esfera y bajo suavemente la cabeza después, como indicaba el saludo de yevon. Tras ello se dispuso a responder de forma ordenada.

- Respecto a quienes mencionáis, les conozco tanto como a este chico que ha venido aquí conmigo, ninguno me ha dado una mala impresión, todo ser viviente tiene su forma de ser y no puedo juzgar su presencia, en cuanto a las llaves espada, no se si han sido bien utilizadas, pero puedo afirmar que con ellas restauraron la barrera del mundo al que nos mandasteis a sieg y a mi.

Luego tocó el momento de quienes llamaron "antipersonas" - esos seres, tan iguales a algunos de quienes íbamos a salvar,... no tenía ni idea de que existieran, de hecho, si no hubieran atacado a uno de los supuestos "rescatados", en mi lógica les hubiera traído también a este mundo. Por lo que creo poder reprochar no disponer de información correcta más que a ninguno de los mencionados. ¿Si alguien es tentado por esos serespaan a ser culpables de algo? ¿solo son tentados quienes vayan a aceptar ir con ellos? - tal vez le faltaba fuerza, pero no sinceridad.

- y por cierto, he visto que mi actual poder poco puede hacer por lo demás, ¿que debo hacer para tener una de esas llaves? No sirve de nada el poder si con él no puedo ayudar a nadie. Ahora mismo, me avergonzaría invocar a mi compañero,... compañera, si no puedo ayudarle ni la mitad de lo que lo hace él,... ella...