Partida Rol por web

Observé al hombre que teníamos frente a nosotras y le dediqué mi mejor sonrisa cuando se acercó, me fijé en su armadura y en su expresión. Parecía un guerrero curtido y esperaba que no tuviese una actitud demasiado hosca y hostil porque esta gente solía carecer de mano izquierda. - Efectivamente somos nosotras. Mi nombre es Mara Eckart, ¿Y ustedes quienes son? - 

La semielfa se quedó unos pasos por detrás de Mara. No tenía ni idea de quienes eran esos tipos aunque no parecían maleantes... lo cual no tenía por que ser una buena noticia. No le gustaba que allí hubiera mas gente aparte de ellas y que pudieran interferir u oponerse a su misión pues no era lo mismo lidiar con bandidos que con el ejercito de otro reino.

Caerwyn desmontó y cogió al caballo de las riendas. Esperaba, ansiosa, que acabaran las presentaciones para preguntarle algo.

Tu como buena bardo, estas atenta a todos los cotilleos y rumores que circulan por las ciudades, y cuando el hombre dijo su nombre, recordaste algunos cotilleos que habían llegado a tus oidos.

Sabes que este hombre pertenece a una de las casas nobles de Brevoy, pero que fue repudiado cuando se descubrió el romance que había tenido con una mujer de humilde cuna llamada Tania, la cual era la hija de un tejedor. 

Lo ultimo que se supo de él, es que había partido a Restov para ofrecerse voluntario en las misiones fuera del país, con la intención de limpiar su nombre o de tener una muerte honorable.

Totalmente desorientada ante la nueva situación, permanecí junto al resto, desmontando como había hecho Caerwyn, pero unos pasos por detrás, escuchando y atenta a lo que pasaba

—Y mercenario—apostilló Iskal que no tenía muy claro por qué se empleaban términos no-neutros para referirse a un grupo no-homogéneo. Más costumbres raras.

Aquel tipo parecía saber quienes eran ellos pero ellos no tenían ni idea ni de quién era él ni qué hacía allí. Así que espero a que respondiera a lo que se le había preguntado.

El hombre miro a Iskal y asintió con la cabeza. -Si, por supuesto, no pretendía ofenderle... Carraspeando un poco os mira a todos. -Hace poco, el propietario de este puesto comercial, solicito ayuda a la ciudad de Restov, y somos esa ayuda, nuestra misión sera la de proteger el fuerte, ademas de patrullar las zonas exploradas por vuestro grupo, para mantenerlas seguras... El soldado miro a los hombres que le acompañaban y volvió a centrar su atención en vosotros. -Si bien no es nuestra misión, en algunas situaciones, podemos ofrecer nuestra ayuda...

Antes las palabras de Kesten Garess, asiento ante el movimiento de Restov. Estaba claro que no solo valdría con explorar y limpiar la zona, luego habría que mantenerla a salvo.

Sin duda agradecemos vuestra presencia en la zona y, aunque de nuevo os agradezco vuestra oferta, esperemos que no sea necesaria vuestra ayuda, pues bastante tendréis con mantener la zona según la vayamos limpiando nosotras y eso solo querría decir que no hemos podido cumplir con nuestra parte.

Sin duda Oleg estará agradecido y podrá comenzar a ver crecer su puesto comercial, cosa que nos beneficiará a todos.

Al finalizar, miro al puesto comercial, esperando ver al bueno de Oleg por ahí, con bastante mejor humor por cierto, nuestros nombres son Caerwyn, Khastal, Iskal y yo que soy Shallana´ha digo señalando a cada uno de los presentados y bueno, a Mara, que ya se ha presentado.

No pudo aguantar más, y se metió en medio de la conversación.

-¿No estará con vosotros una mujer llamada Alira? -preguntó en tono de voz ansiosa-. Una maga, de cabellos rubios y un hoyuelo en la barbilla.

Tras analizar la situación parecía que el señor Garess y su grupo no suponían una amenaza para nuestro grupo así que poco a poco me fui relajando aunque mi rostro seguía mostrando la misma sonrisa encantadora de siempre. Aquella que indicaba que no pasaba nada. 

- Es un placer conocerle, señor Garess. A usted y a su grupo. Iba a añadir cosas sobre la zona y la ayuda pero creo que Shallana se ha adelantado dando en el blanco. Me alegra tener a gente al menos cubriendo las espaldas y patrullando la zona pues aún sigue habiendo bandidos en la espesura. - 

-Creo que estaremos mas tranquilas sabiendo que no tenemos que preocuparnos por quien defiende el puesto de Oleg mientras estamos explorando la zona-afirmó la semielfa uniendose a sus compañeras.

Iskal no tenia nada que añadir de modo que no dijo nada. Tan solo esperaba que los Señores de la Espada tuviesen algo pensado en el caso de que a alguien le diera por tomarse a mal las cosas y que no fueran tan increíblemente tontos como parecía.

Claro que si luego nadie se las tomaba a mal, pues mejor.

Además, se alegraba de que Oleg y su mujer ahora pudieran sentirse un poco menos ignorados y un poco más seguros. O eso suponía.

Miró un instante a Caerwyn con una oreja más alta que otra: la muchacha no solía agitarse si no era por una buena razón y en aquel momento parecía ansiosa por algo de modo que aguardó a que el tal Kesten respondiese.

El soldado asintió con gesto serio, haciendo una leve inclinación de cabeza, conforme Shallana os iba presentando... -Es un placer...

Cuando Caerwyn pregunto acerca de esa chica, el hombre la miro con extrañeza... -Alira... Ummmmm... El hombre se rasca pensativo el mentón... -No... estaba pensando en que había alguien llamado así en la guardia en Restov, pero no, era Alaeri y ademas no era maga... Kesten mira a Caerwyn y niega con la cabeza. -Lo siento, me temo que no puedo ayudarla... El hombre mira a los tres soldados detrás suyo, pero todos niegan con la cabeza. -Quizás fue enviada con los otros grupos de exploradores... 

El hombre mira al resto y hace un gesto hacia el fuerte. -Dentro hay un hombre que quería hablar con vosotros... Un sacerdote creo. Por lo demás traje un par de carteles de recompensas enviado por los señores de la espada... Se lo entregue a Oleg para que los colocara en un tablón...

La decepción asomó un momento a los ojos de Caerwyn, pero enseguida esbozó una sonrisa.

—Déjame adivinar: estáis buscando brócoli, ¿verdad? Todo el mundo por aquí busca algún tipo de verdura.

Abarcó con la mirada a sus compañeros.

—¿Qué pensáis? ¿Vamos a hablar con ese sacerdote?

Volviendo al caballo, me subo a él y, una vez montada Muchas gracias por la información Kestel, y seguro que nos volveremos a ver digo mientras muevo las bridas del caballo para hacerlo girar y encararlo hacia el puesto de Oreg

Hablemos con ese sacerdote y veamos esos carteles. Con suerte haya alguno con alguna recompensa jugosa contesto a Caerwyn mientras, con un golpe de los talones, hago que el caballo comience a trotar hacia el puesto.

- Como bien ha dicho Shallana, gracias por la información. - respondí al igual que ella antes de girarme hacia los compañeros y asentir . - Efectivamente. Sacerdote y carteles. Algo me dice que las dos cosas tienen información interesante para nosotros. - 

Iskal anotó en su fuero interno algo muy concreto y se dirigió directamente al fuerte. Cuanto antes terminasen con aquello, se aprovisionaran y pudieran seguir explorando, mejor.

Aunque tenía una idea también bastante concreta de lo que podía querer aquel sacerdote.

Al comentario de Caerwyn el soldado no pudo evitar esbozar una sonrisa, y negó con la cabeza. -El resto de la gente y el sacerdote no tengo ni idea de lo que les pueden pedir, las misiones que les he traído se que tiene que ver con una tribu local de kobols, la cual parece que últimamente están dando problemas por la zona... Imagino que Oleg o las gentes de la zona os podrán informar mejor acerca de la tribu.

Tras eso, el soldado os despidió, y volvió a sus tareas, mientras que vuestro grupo se acercaba a la puerta del puesto comercial, y mientras dejabais los caballos en el establo, visteis como Svetlana servía algo de beber a un hombre medio calvo, y con un prominente bigote que le caía por las comisuras de la boca.

Tal como había dicho el soldado, visteis como cerca de la mesa de las comidas había un tablón de anuncios, en el cual se veían 2 carteles

-Kobolds y bandidos... malditas tierras inexploradas...-masculló la semielfa- propongo que busquemos a esos kobolds, seguramente serán problematicos. Y la recompensa es mayor-sentenció mientras alisaba un mechon de pelo distraidamente.