Partida Rol por web

Tras una noche de sueño inquieto, en el que te asaltaban imágenes de Cucufato rechazando tu invitación al parque de atracciones para irse con Kurosawa-sensei de viaje romántico, despertaste por fin con los nervios bien agarraditos a tu estómago.

Te vestiste, cogiste tus cosas y desayunaste cuanto pudiste antes de despedirte de tus padres y marcharte al instituto.

¡Nuevo día, nueva vida! O como mínimo, nuevas oportunidades de reunirte con tu adorado Cucufato-sempai. Habías ensayado poco y mal la forma de pedirle que fuera contigo al parque de atracciones, pero al menos sabías que contabas con el apoyo de tu amiga Yuki, que no era moco de pavo.

Al final habías conseguido llegar pronto, tenías como un cuarto de hora antes de que las clases comenzaran. Podías pasar por delante de las aulas de tercero a ver si tu senpai favorito estaba por allí o tal vez podías aprovechar para coger un tentempié para cuando los nervios aflojaran y te volviera el apetito.

-No, sempai, no es eso, qui quiero ir contigo, no puedo ir solo con Yuki- me desperté en aquel momento, sentía unas lagrimitas en mis ojos, me tuve que restregar un poco con la almohada mientras mi mano buscaba el teléfono para apagarlo.

Me quejé levemente en la cama del mal sueño antes de ponerme en marcha, había dormido bien, aunque no fue un buen sueño pero en cualquier caso la cosa estaba en que ahora mismo debía de ir al instituto como todas las mañanas. Así pues en poco tiempo desayune y tomé las entradas, les di un leve beso a escondidas, como si fuese a ser un amuleto de la suerte o algo así, realmente no iba así la cosa pero bueno, iba a ser una gran prueba.

Llegué con un poco de tiempo a clases, llevaba mi bento preparado en casa (como siempre XD) así que podía ir a las clases de tercero, era cierto que quería ir con Cucufato-sempai y bueno, intentar hablar con él un poco, por poco que fuese, sabía que me quitaría este mal estar general

Te dirigiste derecha hacia el pasillo de las aulas de tercer curso, donde encontraste a muchos alumnos mayores que tú charlando cerca de la puerta de sus aulas o entrando a clase para sentarse en sus pupitres. Y uno de esos alumnos que charlaba animadamente era tu querido Cucufato-senpai.

Estaba de espaldas a ti, charlando con un joven de su misma estatura, pero que casi parecía un negativo de él, ya que tenía el pelo blanco y la piel y los ojos claros en contraposición al precioso moreno que tenía tu adorado. Evidentemente desde esa posición no te estaba viendo, lo que te daba unos instantes para prepararte mentalmente antes de lanzarle la gran pregunta.

Estaba emocionada, iba a poder saludar a Cucufato-sempai y poder pedirle ir al parque de atracciones o al menos pedirle que se encontrase conmigo despues para pedirselo apropiadamente.

Me sonroje bastante pensando en que era una cita, a fin de cuentas tenia ganas de poder verlo, de decirle hola y que el con sus calidos ojos me dijese que buenos dias de vuelta.

Pero fuera como fuese estaba en un momento especial, incluso cuando logre verlo junto a un compañero. Sentia un cosquilleo dentro de mi estomago e hice unos segundos de respiracion antes de moverme.

Me acerque a Cucufato-sempai hasta estar tras de le y decir algo sonrojada -Bu buuu buuuennos dias sem sempai- me trabe un monton por culpa de mis nervios pero esperaba que se lo tomase como una agradable forma de saludar. -Dios que verguenza-

Al oír tu voz se giró y al ver que efectivamente eras tú te sonrió alegre.

 -¡Buenos días Hori-san!

Luego te señaló al chico con el que hablaba.

 -Mira, te presento a mi amigo Masato Ichihara. Se sienta a mi lado en clase.

El chico hizo una educada inclinación a modo de saludo y dijo con voz suave.

 -Buenos días y encantado de conocerte, Hori-san.

 -Estábamos hablando acerca de unas recetas de mi abuela que quiere probar. Es el presidente del club de cocina, ¿lo sabías?

Y al decir eso, el otro chico se puso rojo como una fresita.

 -Pero bueno, no te aburro más con este tema. ¿Cómo es que estás por aquí? ¿Tienes clase en este piso? ¿Música o tecnología tal vez?

Cucufato-sempai me escuchó, la verdad es que tal y como lo dije o sabía si era algo bueno o no, estaba algo sonrojada cuando me saludó ya que era Cucufato-sempai. Me presentó a su amigo de clase, yo hice una suave reverencia, -en encantada Ichihara-sempai- le dije respetuosamente, a fin de cuentas era mi sempai.

Me contó sobre su amigo, era el presidente de un club -estoy segura que es un club divertido- dije intentando ser halagadora aunque no demasiado, sobretodo porque Ichihara-sempai estaba algo sonrojado. Pero entonces me preguntó Cucufato-sempai directamente a mi sobre mi motivo para venir, me quede un poco en blanco, bueno era culpa de la sonrisa de Cucufato.

-Emmm yo, emmm si, yo yo había venido a aaa saludar y a agradecerte lo de ayer y , bu buuueno que quería preguntarte si si el do doooomingo titienes algún plan- dije roja como un tomate

Mientras Cucufato pensaba si tenía o no planes, notaste cómo el otro chico te miraba encantado por haber piropeado a su club. Con una vocecilla tímida dijo:

 -Pu-puedes pasarte cuando quieras a verlo, Hori-san. ¡Siempre nos gusta tener visitas que prueben los platos que hacemos!

Se quedó pensativo un momento.

 -Pues… Creo que no. Bueno, por la mañana me toca hacer el desayuno a mis hermanos, pero aparte de eso… Creo que no tengo planes.

Sonrió de esa manera tan encantadora que te volvía las piernas de mantequilla derretida.

 -¿Por qué preguntas? ¿Es que pasa algo interesante el domingo?

Ichihara-sempai me ofreció ir a ver su club, -claro, estaré encantada, seguro que soy capaz de sacar más de una receta para usar en casa- dije feliz aunque estaba aún esperando para que respondiese sobre lo del fin de semana y la verdad es que me dio una gran sorpresa, con una buena noticia.

No sabía que decir sobre aquella noticia.No fue que tras unos segundos que saqué algo de energía, -eemmm, yo, me me me preguntaba si si qu que quedrias venir con conmigo y Yuki al al parque de atracciones- no fui capaz de decirle que viniese a solas conmigo, para mi desgracia, pero al menos era algo que podía tener, quizás después podría conseguir más privacidad, pero al  menos hice la invitación

Sonrió al oír la pregunta y asintió.

 -¡Claro, suena genial! Yuki es la chica de ayer, la que estaba contigo en clase de arte, ¿verdad? ¿Iremos sólo los tres o se puede apuntar alguien más?

¡El plan de Yuki había funcionado! ¡Tenías tu cita en el parque con Cucufato-senpai! Ahora sólo quedaba ultimar los detalles y pensar en cómo le ibas a llevar hasta el túnel del amor.

Cucufato-sempai sonrió al escuchar mi respuesta, sentí como si mi corazón explotase en aquel momento al ver su sonrisa, era realmente dulce como la mejor miel del mundo.

Por otro lado después de perderme en su sonrisa me dijo que si vendría, asentí un poco, después mencionó si iríamos solo los tres, -yo, esto bueno, Yuki llevará a un amigo su suyo ya yayaaa que le sosobraban entradas- dije nerviosa pero bueno, ya tenía a Cucufato-sempai más o menos asegurado.

-Es essto, ¿do donde te gustaría quedar?- le pregunté algo nerviosa, era como si fuera una cita, bueno, ¿lo era, no?

Asintió un par de veces.

 -Entiendo. En cuanto al lugar… ¿Qué te parece en la parada del bus que está en la puerta del parque de atracciones? Probablemente yo vaya en autobús, así que me parece un lugar perfecto.

Menos mal que había sólo un parque de atracciones permanente en la zona, que si no ya te veías perdida cual pulpo en un garaje buscando a tu amado.

 -¿A qué hora iremos? ¿Es para pasar todo el día o para ir sólo un rato?

Cucufato-sempai me propuso un lugar, me pareció ideal el lugar, asentí emocionada, -si, sin duda alguna es un gran lugar, nos veremos allí, nos veremos allí- dije con una amplia sonrisa de felicidad(tirada). Por otro lado me pregunto en poco tiempo que a que hora sería, si era todo el día o solo un rato, -emm, bu bueno, había pensado ir por la mañana y volvernos por la tarde, así no hay que madrugar demasiado ni volver de noche- dije un tanto sonrojada por aquel plan que parecía algo infantil para una estudiante de mi edad

Tu adorado senpai se te había quedado mirando, asombrado por tu belleza, ya que en ese momento tu preciosa sonrisa era la definición misma del encanto.

 -Pasar todo el día contigo suena genial. Estaré allí a la hora que me digas Hori-san.

Cucufato se había sonrojado también mientras te miraba, pero por algún motivo se sentía incapaz de apartar los ojos de ti.

 -Y… Creo que tengo algo ahorrado. Quizás pueda invitarte a comer si te apetece. Y así podemos pasar el día entero allí sin preocuparnos.

 -¿Puedo… puedo ir yo también?

Porque no sólo habías impresionado a tu senpai. Masato Ichihara se había quedado mirándote encandilado también y te rogaba con la mirada que le dejaras ir con vosotros.

Tras la sonrisa Cucufato-sempai dijo que si lo haría que a la hora que desease. Me sonrojé un poco cuando me lo dijo, me sentí realmente feliz, era algo extraño, me encantaba Cucufato-sempai, su sonrisa, su forma de ser, su forma de todo.

Se podía decir que le quería de verdad, dijo que tenía algo ahorrado para invitarme a comer, -no, yo, ya  me invitaste el el otro día, a a mi también me me gustaría poder invitarte o al al menos hacerlo juntos- dije agachando un poco la cabeza y poco después el amigo de Cucufato-sempai me pidió si podía ir con nosotros. No vi el porqué no, bueno, era cierto que quería estar a solas pero tampoco iba a negarle el que viniese si lo deseaba, -emm, si, yo, creo si le le preguntaré a Yuki sobre cuantas entradas tiene- estaba un poco confusa

Sonrió con la candidez de un chiquillo al que le acaban de comprar zapatos nuevos.

 -¡Muchas gracias Hori-san! El domingo entonces nos veremos. Podemos ir juntos, García-san. Y esperar en la parada del autobús a que llegue Hori-san con su amiga.

Asintió a las palabras de su compañero.

 -Me parece muy buena idea. ¡Muchas gracias por invitarnos Hori-san!

Luego te dedicó una mirada de esas que hacían que te temblara todo el cuerpo como si estuvieras intentando mantener el equilibrio en un edificio de gelatina en mitad de un terremoto.

 -No puedo esperar para ir contigo.