Partida Rol por web

Konoha Gennins

Sandorido

Cargando editor
07/03/2010, 17:48
Junko Akari

Al final no había servido de nada. Junko se había detenido a la puerta del pueblo a recuperar el aliento, mientras miraba a Kin con frustración e intentaba pensar con rapidez en otro plan de acción.

Perdone -se dirigió cortesmente al guardia que vigilaba aburrido la entrada del pueblo, al ver que Souda se metía momentáneamente en la tienda para recoger la comida- Estoy buscando a mi compañera: es más o menos de mi edad, el pelo rubio recogido y viste una túnica verde, con la cinta ninja en la frente -la describió rápidamente- Ha vuelto a tener una de sus rabietas con el sensei y se ha escapado de la villa; pensamos que podría estar por aquí, quizás comprando algunas provisiones con el dinero que le quitó a su maestro -se inclinó levemente- Si la ve le estaríamos eternamente agradecidos si la retuviese aquí -le pidió con humildad- Sus padres están muy preocupados, se llevarían un gran disgusto si no lográsemos llevarla de vuelta...

Gracias por escucharme -le dijo amablemente sin esperar a que contestase, como para no ponerle en el compromiso de tener que, o bien dar su palabra o bien negarse- Pasaré por aquí de nuevo dentro de poco

Salió corriendo a buen paso, viendo por el rabillo del ojo como Kin se hechaba al hombro la carne y le sacaba la lengua victoriosa, pero sin aflojar el ritmo para salir rápidamente del campo de visión del guardia antes de que éste reparase en Souda. Contenta por su jugada, se dirigió a otra de las muchas tiendas que atestaban la calle principal

Por favor, ¿podría ponerme un poco de carne?...

Cargando editor
08/03/2010, 23:16
Mujina Oidashi

Notas de juego

¿Con la copia puedo usar técnicas?

Si es así hago que la copia se convierta en Akimichi y cuando se cruce con esta comentarle como que se ha cansado de esperarles XD

MASTER: No, usar dos técnicas simultáneas es algo complicado que todavia no dominais.

Cargando editor
08/03/2010, 23:18
Mujina Oidashi

Por fín había alcanzado el pueblo, pero por lo visto Kin ya había comprado todo y estaba de vuelta o al menos era su hermana gemela con la que me había cruzado, mientras que de Akari no había ni rastro por lo que supongo que estará comprando.

Espero que funcione.

Pienso para mis adentros mientras empiezo a buscar algún lugar para comprar algo de comer, pero me encuentro perdido en mitad del pueblo incapaz de localizar ningún sitio donde poder coger siquiera unas bolas de arroz.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10
Motivo: Percepción
Resultado: 1

Cargando editor
09/03/2010, 18:55
Junko Akari

Miró con aprehensión las pocas existencias que tenía expuestas el mercader al que se había dirigido sin pensar. Estaba claro que la tienda elegida por Souda-san era la mejor surtida del pueblo con diferencia, pero Junko no se atrevía a volver a salir al camino del mercado y empezar a buscarla Si yo he intentado tenderle una trampa, a saber lo que habrá planeado ella después de lo que le hecho se dijo a si misma Además, si me descuido el guardia de la entrada podría verme e intentar pedirme más explicaciones Volvió al presente

Póngame esas tiras de cecina -dijo señalándolas- Y este trozo de carne de ternera en salazón -el afanado hombre empezó a envolver los productos según los iba nombrando- Y un par de patas de conejo -la joven empezó a contar las monedas que le harían falta, dándoselas al tendero cuando éste le paso el pequeño paquete con un gruñido- ¡Muchas gracias!

Regresó a la calle con prisa, pero pronto se detuvo sin saber por donde ir- Perdone señora -se dirigió a una viejecita que paseaba al sol- ¿Me podría indicar por donde salir del pueblo?

Claro pequeña -contestó la anciana con amabilidad- Tienes una puerta justo doblando a la izquierda por allí

Pero es que no puedo salir por ahí -se mordió los labios, fingiendo verguenza- Hay un chico de la academia y... bueno... me gustaría saber si hay otro camino...

¡Aaah! ¡Mal de amores, ¿eh?! -rió- Recuerdo cuando yo tenía tu edad; había un joven guapísimo que vivía cerca de mi casa, pero yo nunca me atrevía a hablar con él, hasta que un día... -sus divagaciones fueron interrumpidas por un ligero carraspeo de la muchacha- Claro, es verdad, la salida... bueno, recuerdo que hay otra al final del mercado -le marcó con un dedo la dirección- Pero eso está muy lejos, ¿seguro que...?

Junko salió corriendo mientras le lanzaba un agradecimiento a gritos. Puede que aquella ruta fuera más larga, pero si el vigilante retenía a Kin en la entrada principal como había planeado le daría tiempo más que de sobra a regresar la primera junto al sensei. No tardó demasiado en llegar a su destino, jadeante pero satisfecha Bien, y ahora a volver con el maestro Mientras abandonaba el pueblo y se ponía a trotar campo a través.

Cargando editor
10/03/2010, 16:52
Mujina Oidashi

Me había costado horrores pero al final había conseguido unas patatas sin cocer y unas bolas de arroz que le había comprado a una mujer a precio de oro y que encima me costó horrores que me diera una bolsa con la que llevarlas. Por fotuna, su marido se apiadó de mi y me acabo regalando una pequeña botellita de sake y otra más grande para que llenara de agua en la fuente.
Pero al final ya estaba todo hecho y tras llenar la botella en la fuente, volví de vuelta a donde supongo me estaban esperando todos. Salvo que hubieran caído en la trampa y les adelantase creyendo que habían llegado. Ahora simplemente me quedaba otra carrera con cuidado de no acabar con los suelos por culpa de la mochila con las cartas y la bolsa y vería que tiene Akimichi-sensei como castigo por ser el último. Lo que me recuerda que debería comerme una de las bolas de arroz por si acaso antes de llegar.

Cargando editor
11/03/2010, 01:36
Chôza Akimichi

Arrivais a vuestro maestro, ninguno con aparente dificultad, y sin embargo, tanto Oidashi como Junko han procurado poner trabas y trampas a quien se cruzara en su camino, siendo Kin la única que aparentemente no ha hecho ninguna jugarreta, vuestras miradas coinciden en mirarla a ella, quien aún respira agitadamente por la tremenda carrera tras la caminata interminable, será que vuestras tretas han resultado inútiles, o realmente habrá sido capaz de sortear los obstáculos impuestos, cuantas dudas, y si algo tienen seguro los cuatro miembros del grupo, es que Kin no cruzará palabra alguna con Junko.

"Se las da de mosquita muerta, es una estúpida. Aún es una cría"

El último en llegar es Oidashi, por los pelos, pues cuando Oidashi ya tenia a la vista a Akimichi-Sensei, Junko justo llegaba junto a Kin y Chôza, y ahora todos reunidos, cruzais miradas para finalmente terminar sobre vuestro sensei, a la espera de sus palabras.

Increíble, cuanta carne, tenemos un conejo, y traeis más... Junko y Kin, habeis traído carne las dos, ¿No se os ha ocurrido comprar un surtido de otros tipos de alimentos: verdura y frutas? Vaya, quien lo diria que os tendría que enseñar a comer. Oida-kun, veo que has traído unas bolas de arroz, y algo de agua, lo has hecho muy bien, pero podrías haberte surtido mejor. ¿Enserio creeis poder alimentaros así?

Akimichi-sensei descarga su mochila, aparentemente vacía en la que resuenan algunas herramientas, y empaquetando toda la comida y la pieza recién cazada lo introduce todo en la mochila, cargandola a las espaldas de Oidashi, junto al ya abultado correo, suerte que Oidashi no pretendió llevar un equipaje tan abultado y pesado como el de Junko. Las dos abultadas mochilas hacen que la silueta de Oidashi, tome una divertida semejanza a la de un caracol

Enhorabuena Oida-kun, hoy ejercitarás mucho los músculos, pero no te desatiendas, que os voy a contar unas cuantas cosas acerca de la ideal alimentación de un ninja - Chôza os da unas palmadas a todos animandoos a echar a caminar y a los pocos pasos es cuando comienza a hablar.

¿ Cual es la comida ideal de un ninja? - Oida-kun apenas lleva unos pasos y ya va resoplando ante el tremendo esfuerzo de la abultada carga encomendada, y es Junko quien, después de ver el desayuno de su sensei, ha presupuesto cual era  ~ ¡ La Carne ! ~ Chôza la reprende con una mirada severa que luego relaja esbozando una sonrisa, para continuar - La carne, es fundamental para la dieta sí, pero, para comernos la carne, hay que encender un fuego ¿Verdad? - Ahora es cuando alguno de sus alumnos asiente al comprender.

El secreto del éxito de un ninja, reside en su sigilo, su capacidad de no ser visto ni percibido, encender un fuego, es echar a perder la misión, revelar tu posición, hacer saber a todo el mundo que estás ahí, y luego las noticias corren como la pólvora. Un ninja no puede permitirse el lujo de dejar rastros a su paso, no puede permitirse cocinar nada, es por eso que las raciones ninja suelen consistir en bolas de arroz y algas, incluso las pipas o semillas de algun fruto puede ser localizado por un hábil rastreador. Cuando escojais que alimento llevar, buscad siempre aquella comida que no requiera preparación y no deje rastro alguno.

¿Cual era vuestra primera impresión de Akimichi-sensei? Tal vez su orondo aspecto y su aparente pasión por la comida resulte más relevante de lo que inicialmente hubierais podido pensar. El poblado se pierde de vista, con esa calmada charla acerca de los alimentos que un ninja debe llevar a una misión, y de la necesidad de ingerir grandes cantidades de carne para suplir el ayuno al llegar a Konoha cuando os encontreis saturados de solicitudes de trabajo, pasan un par de horas, un par de horas de camino en el que Kin y Junko terminan de consumir su segundo aliento, y un par de horas en el que Oidashi pierde la vida tres veces por cansancio.

Akimichi se sienta sin previo aviso, en medio del campo en el que estais, un campo desde el que se ve una arboleda no muy lejos - Bueno, pues ya que tenemos carne, sea pues - De sus manos deja caer un puñado de ramas que ha debido ir recolectando por el camino de manera discreta, y con un par de sellos y un soplido enciende el fuego - ¿Quien va a cocinarla?

Cargando editor
11/03/2010, 22:42
Mujina Oidashi

Dejo caer las cosas para luego seguirlas de espaldas con la respiración agitada por el gran esfuerzo. No se me había ocurrido que Akimichi-sensei me hiciera cargar a mi con toda la comida además de con la mochila con las cartas, pero lo seguro era que de no haber descansado antes de ir al pueblo habría caído muerto hacía varios horas.
Cierro lo ojos en un intento de reponer el máximo de fuerzas manteniendo el mínimo de sentidos activos, algo realmente inutil por desgracia, pero ninguna protesta hubiera servido para hacer cambiar de opinión al orondo ninja por lo que había decido ahorrar el aliento de las palabras para al menos dar dos pasos más.
Ni siquiera había prestado atención al cuasi-monólogo del sensei sobre los fundamentos de una buena comida que evidentemente debía contener carne y que no dejara rastros, pero seguro que evitar llegar estenuados al destino contribuía a al éxito de una misión y por el momento el ritmo que llevábamos resultaba contraproducente en ese punto.
Así que cuando Chôza expuso la pregunta de quien se pondría a cocinar, no lamenté en absoluto no presentarme voluntario y en su lugar continuar reponiendo el aliento sin abrir la boca más que para respirar.
Notaba la tierra fresca a mi espalda, aún bastante húmeda como si hubiera llovido no hacía mucho, quizás un par de días como mucho, pero me anima lo suficiente como para volver a abrir los ojos y encontrarme a Kin-san casi encima mía. Ella también anda cansada como demuestra que esté medio doblada, dejando sus que sus coletas caigan y con la respiración entre cortada.
Parece que no se da cuenta de lo que incómoda que resulta esa postura, al menos desde mi punto de vista mis mejillas si que lo perciben volviéndose de un tono mucho más rojo del habitual al tiempo que empiezo a notar como empieza a faltarme el aire del mismo modo que cuando recibes un fuerte golpe en las tripas y sientes como los segundos empiezan a pasar más lentos de lo habitual hasta que de pronto vuelve el aire a tus pulmones y consigues cerrar esa boca de idiota que se te ha puesto.
Ese es el momento en el que decide mirarme, aún sin saber muy bien lo que me pasa y cuando aún nadie se ha prestado voluntario a preparar la comida mientras intentamos recuperar el aliento.

- ¿Estás bien?

Oigo como me pregunta y rápidamente vuelvo a cerrar los ojos para asentir con celeridad sin pronunciar palabra alguna. Me imagino que ya estará acostumbrada a que la miren de esa forma, o puede que no, de cualquier modo no podré comprobarlo al estar rojo como un tomate y evitando mirar a cualquier cosa.
Y ahora el problema radica en que Akari no se enfade conmigo por ésta reacción, aunque que de enfadarse creo que su reacción no se haría esperar, por lo que decido empezar a rezar de que ésta anecdota no tenga consecuencias, sobre todo del tipo físicas.

- Yo lo haré sensei.

Oigo como se ofrece Kin aliviando algo de la tensión que me abruma. Seguramente me habrá dado por imposible de comprender, pero me niego a volver a abrir los ojos hasta que mis mejillas regresen a su color habitual.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10
Motivo: Resistir la maratón con el equipo completo y parte del extrangero
Resultado: 4

Notas de juego

Master: Lanza una tirada de Aguante, si sacas menos de 8, quítate un punto de vida

Jajaja, un 4

Cargando editor
13/03/2010, 21:23
Junko Akari

Las observaciones del maestro sobre el tipo de comida adecuada para un ninja en medio de una misión parecían tan obvias que Akari se maldijo a si misma por su estupidez y por no haber pensado antes en ello. Empezaba a entender porqué sus padres le habían dejado preparadas aquellas bolas de arroz encima de la mesa de la cocina Ellos tienen mucha más experiencia que yo, debería empezar a escuchar más a aquellos que pueden ayudarme a mejorar Se reprendió.

Pero Akimichi-sensei no le dejó mucho tiempo para lamentaciones, pues siguió forzando la marcha aún más, aparentemente sordo ante los resoplidos de cansancio y las suplicas de sus discípulos. Justo cuando ya era incapaz de dar un paso más y creía que iba a morir en aquel camino sin fin, Chôza se sentó repentinamente en el suelo y les dió la señal de parar

Por fin -suspiró con profundo alivio, mientras dejaba caer su carga al suelo y se sentaba con pesadez. Atendió interesada a como el jounin empezaba a amontonar ramitas y las encendía con un pequeño jutsu de fuego, pero cuando preguntó quien se ofrecía voluntario todo su entusiasmo se evaporó. Dirigió la mirada hacia sus compañeros, para ver si alguno de ellos se mostraba más participativo, pero al parecer Mujina estaba demasiado ocupado: la joven Souda se había sentado muy cerca de él Demasiado y éste no podía apartar la vista, o mejor dicho, se esforzaba tanto en no mirarla que resultaba hasta cómico.

Para su propia sorpresa, Junko se dió cuenta de que se sentía herida en su orgullo ¿Que tiene ella que no tenga yo? ¿Es que no es capaz de mirar más allá de sus pechos?- Me parece que para Oidashi-san será un INMENSO -recalcando la palabra- placer ayudarte -dijo con acritud cuando Kin se presentó voluntaria para asar el conejo- ¿No es así, senpai? -le fulminó con la mirada

Se volvió a recostar echando chispas- Si todos los hombres son así me parece que ya empiezo a comprender como consiguió que aquel guardia de la entrada la dejara ir -susurró para si, pero al volumen suficiente como para que la oyeran todos menos el sensei. O eso esperaba.

Notas de juego

Senpai = manera respetuosa de llamar a un compañero (me parece ^^)

Cargando editor
13/03/2010, 23:04
Mujina Oidashi

El sobresalto no se hace esperar gracias a las palabras de Junko. Ahora que por fín parecía tener un pequeño descanso entre caminatas, había decidido que era el momento ideal para pagar conmigo su rivalidad con Souda. Y eso que había intentado por todos los medios evitar ésta situación, al final habían conseguido involucrarme en el momento más inoportuno de todos los aparecidos hasta el momento.
Cierro con más fuerza los ojos intentando desaparecer y hacer como si de un mal sueño se tratara del que no deseara despertar, pero Akimichi-sensei parece que le divierte la situación, o al menos piensa que ha sido demasiado blando con hacerme cargar con la comida además de la mochila durante todo el camino. Ya que no tardo en escuchar su grabe voz animándome a hacer caso a Akari-san.

- ¡Venga pequeño tejón! ¡Seguro que aún tienes fuerzas para echarle una mano!

Mientras me levanto levantamente intento averiguar por qué el mundo parece haberse puesto en mi contra y giro la vista hacia Junko implorando un perdón que no espero que se produzca. Entre tanto, Chôza decide que ya ha trabajado lo suficiente y que alguien de su categoría puede esperar a que los genin acaben con esa tarea mientras él descansa.
Empiezo a apilar las ramas que no encendió Chôza en un montón aparte, para tenerlas a mano en caso de necesitar avivar el fuego, aunque tardo tanto que para cuando termino Kin-san ya casi ha terminado de asar el conejo y alterna la vista entre el animal asado y frías miradas a Junko.

Quizás sienta lástima por mí, pero no lo creo.

Porque si de verdad sintiera algo de eso, al menos me habría mirado alguna vez. Provablemente piense que me lo merezco, pero aún así no le gusta la estratagema de su rival.

Notas de juego

Te o-d-i-o XD

Cargando editor
14/03/2010, 14:08
Souda Kin

Kin, con inocencia y sin esperar a que se lo pidan, sin necesidad de que nadie le diga lo que debe hacer, comienza a tender la carne junto a Oida-kun, preparándosela para que él pueda atender bien al fuego, la carne crepita en una losa de piedra que sirve por sartén improvisada, y pronto el olor de la barbacoa hace que todos asomeis las narices, - ¿Me permites Oida-kun? - Dice la chica mientras rebusca en la gran mochila de provisiones para sacar las bolas de arroz con tal de calmar el hambre y el cansancio mientras toda la carne sigue haciendose.

Cuanto más comamos ahora, más aligeraremos tu carga jajaja - Comenta divertida en lo que para ella ha sido un chiste

La carne se va haciendo y el único que parece disfrutar es Chôza, quien se lleva continuamente pedazos de carne, a veces poco hechos, ya al fondo del estómago.Junko mantiene una fuerte actitud de defensa, como si continuamente Oida y Kin le estuvieran agrediendo, Kin por su parte, parece esforzarse en siquiera mirar a la antipática muchacha que desde que apareció esta mañana en el restaurante solo ha luchado por hacerle la vida imposible, y por ultimo Oidashi, quien parece estar a punto de convertirse en el blanco perpetuo de las rivalidades de las muchachas.

Cargando editor
14/03/2010, 14:08
Chôza Akimichi

Sublime, sublime - Dice el orondo sensei echandose panza arriba, os deja un buen rato para comer y tumbado en la hierba observa el cielo durante bastante tiempo dejandoos descansar, tomar aliento, comer y dejar reposar la comida. Y cuando os parece que casi podriais quedar dormidos en la comodidad de un sol de mediodía tan potente que aún con el paso de las nubes no se interrumpe su cálida luz, se pone en pie listo para retomar la marcha, con un pie termina de dispersar y apagar las brasas que hubieran quedado y esperando a que os pongais en pie y prepareis vuestro equipo vuelve a echarse a andar

Tal como habia predicho Kin, la mochila de las provisiones pesa mucho menos, más aún con la energía retomada de la comida y el descanso, la tarde se presenta prometedora en lo que a ritmo se refiere, os parece que Chôza ha aminorado el ritmo, pero una buena percepción de la situación os muestra que no es así, sino que sois vosotros, quienes tras toda la mañana reventados y tras la pausa, sois capaces de mantener su paso, a la hora ya comenzais a sentir algunos tirones pero nada en comparación a la mañana. Pronto dejais atrás los campos y os internais en el bosque, un bosque de arboles fuertes y gruesos, de media altura y corteza oscura, de follaje frondoso y verde.

Caminais al menos otra hora por el bosque, preguntandoos a donde os dirigís, ¿Durante la marcha habeis echo gran cosa? Ahora os deteneis, y sentis que las piernas de veras desean continuar caminando, como si el cansancio de todo el día hiciera que vuestras piernas se impulsaran ya tan solo por inercia, incluso Chôza ya parece algo cansado, frente a vosotros en medio de la arboleda hay un sendero y Chôza mira a ambos lados con un rostro interrogante para finalmente señalar una de las dos direcciones

Sublime, sublime, por allí, llegaremos a la aldea al anochecer - Diez minutos de descanso, pero si alguno de vosotros usa el descanso para observar a vuestro sensei, verá en él un rostro de preocupación, que finalmente fuerza a una sonrisa y termina diciendo - Quedaos aquí, voy a adelantar el camino y vuelvo en media hora, tomaos un descanso pero no encendáis fuego. Y con una velocidad que no hubierais esperado de Akimichi-sensei, echa a correr por el sendero en la misma dirección que habia señalando, dejandoos aún con el segundo aliento saliendo de vuestra garganta.

Notas de juego

Teneis una caminata de poco más de dos horas para relatar y finalmente un sendero en el bosque para describir, Oidashi, Pjotiza a Kin ;)

Cargando editor
14/03/2010, 17:56
Junko Akari

¿Oida-kun? rumió Akari con furia durante todo el camino ¿Es que cree que puede coger todo cuanto se cruce en su camino? Su antipatía hacia ella, que por otra parte no tenía ninguna verdadera razón de ser, fue creciendo exponencialmente He intentado ser amable siempre que la situación me lo ha permitido, pero si lo que quiere es guerra la tendrá

La seca tierra de los campos se le empezó a meter por las sandalias y hacía que cada paso fuese una molestia más, pese a sentirse bastante recuperada tras el razonable descanso. Pronto la marcha se redujo al crujir de la arena a cada paso, una vez, y otra, y otra más... La rutina le permitía concentrarse en sus vengativos pensamientos, pero también resultaba tremendamente aburrida.

No fue consciente de haber entrado en un bosque hasta que no hundió sus pies en el fresco barro del sendero, lo que supuso un agradable cambio con respecto a lo anterior, pero no por ello más estimulante. Se contentó con pasear la vista tranquilamente por los poderosos robles, reliquias de un tiempo pasado; por aquellas plantas que crecían salvajes en los límites del camino, un pedazo de naturaleza que luchaba por recuperar el terreno perdido a pesar de los evidentes esfuerzos de los escasos guardabosques por mantenerlas a raya con podas ocasionales.

La parada del maestro la pilló completamente por sorpresa, sacándola bruscamente de sus ensoñaciones. Al parecer Chôza se adelantaría a investigar y ellos podrían esperarle allí tranquilamente. La idea la sedujo inicialmente, pues volvía a estar más cansada de lo que quería admitir, pero sólo con ver como Kin volvá a sentarse tan cerca de Oidashi la sangre empezó a bullirle.

¡Propongo que salgamos a explorar el terreno nosotros también! -¿Que estoy haciendo? Pero ya era demasiado tarde para hecharse atrás- Ya estoy cansada de tanto viaje sin más emoción que el contemplar a unas perdices en el camino, nos vendrá bien algo de adrenalina

¡Pero Akimichi-sensei dijo que nos quedásemos aquí! -protestó Souda con la voz algo chillona ante la sola idea de desobedecer las órdenes recibidas Aguafiestas

¿Es que tú siempre haces lo que te dicen? -la réplica de Junko sólo consiguió cosechar otra mirada cargada de odio por parte de la muchacha- Intenta pensar por ti misma aunque sólo sea una vez; cuando vuelva le alegrará saber que hemos reconocido y asegurado el perímetro por propia iniciativa -se volvió hacia su compañero- Además, no nos alejaremos mucho -añadió mientras se acercaba lentamente a el y le agarraba con suavidad del brazo- ¿Que me dices? ¿Vendrás conmigo, Mu-ji-na-kun? -deletreó su nombre insinuante

Notas de juego

¡Noooooo! ¡¿Entonces es verdad que prefieres a Souda-chan?! U.U

Cargando editor
14/03/2010, 19:33
Souda Kin

El sensei se ha ido, apenas han pasado unos minutos, y la auténtica batalla ninja no se hace esperar.

¿Que le pasa conmigo? No era simple antipatía, era pura envidia, a pesar de haber tratado pasar inadvertida su primer saludo ya fué acusativo, por el camino no pudo cuanto menospreciarme y yendo al pueblo ponerme tantas trabas como pudo, y ¿Ahora? ¿Qué quería Junko?

Parece muy molesta y observa como una víbora como coges el brazo de Mujina-kun, así que opta por una segunda estrategia, y alejándose unos pasos en actitud de no importarle, y mostrándose tan madura y adulta como su postura le permite, y su cuerpo sí se lo permite, inquiere de manera observadora y llena de compasión

Oidashi-kun ha cargado con las provisiones y el correo todo el camino, está agotado, resulta un tanto desconsiderado forzarle a reconocer la zona.

Así que te propongo, ya que tanta energía y vitalidad tienes, que asegures el perímetro mientras nosotros nos tomamos aquí un respiro, *nee O-i-da-kun?

Sus labios se mueven despacio, y aunque guarda una educada distancia para que puedas tomar tu propia decisión observa complacida la mirada interrogante de Junko, ambas chicas te observan, y esperan tu respuesta, tu padre siempre ha dicho

"Invoca un espíritu menor y serás puesto a prueba, invoca un espíritu enfadado y serás maldecido,

pero invoca la furia de una mujer, y serás hombre muerto."

Notas de juego

*Verdad Oida kun?

Esperemos ahora un post de Mujina :p

Cargando editor
15/03/2010, 00:04
Mujina Oidashi

Corto. Ese era el adjetivo ideal que merecía el descanso que habíamos disfrutado durante la comida, aunque por suerte si había resultado provechoso y gracias a el mis piernas habían logrado algo similar a un piloto automático que les permitía seguir avanzando a costa de que me perdiera el final de los pastizales, incluído la pequeña acequía que tuvimos que saltar, e incluso el inicio de los árboles que anunciaban la cercanía de nuestro destino. Por otro lado, el aligeramiento de la carga había resultado muy bien recibido por mis pies y espalda, pero a pesar de esa pequeña ayuda, las agujetas que vendrían mañana no podrían reducirse de ningún modo.
Así que los robles, sombras y sonidos del bosque carecían de mucho interés estando preocupado por las futuras agujetas y la pelea que llevaban a cabo las dos chicas, la cual carecería de importancia si supiera que no les afectaría si pasara algo y si tampoco me usaran como objetivo para batallar. Lástima que no fuera el caso.
Ahora mismo, mientras Chôza-sama iba a investigar el camino por su cuenta y nos brindaba con otro pequeño descanso muy bien recibido por mis pies, Junko pretendía ir a asegurar la zona. O al menos eso dijo antes de agarrarme del brazo y provocar que el rubor volviera a colonizar mi rostro al escuchar el tono de sus palabras.
La sensación de que me estaba volviendo a meter en un aprieto crecía como las mareas durante la noche. Y mientras Junko había anunciado el anochecer, la contestación de Souda indicaba que la medianoche se aproximaba y que de no hacer nada el agua acabaría ahogándome.
Debía encontrar una salida rápida a esta tensa situación en la que las dos chicas esperaban la decisión del tomate en el que me había convertido. Estaba claro que me había convertido en una simple prueba para su rivalidad que indicaría quién se disfrutaría del primer tanto en el largo partido que disputarían hasta que el árbitro pitara el final. El problema radicaba que el juego no disponía de árbitro y que yo debía subir a flote como una madera que se resiste a hundirse ante la fuerza del mar.

¡Eso és!

Descubro la idea por puro azar, y dejo agarrando a Junko un trozo de madera tras desaparecer en una pequeña nube gracias al reemplazo. No tardan en encontrarme subido a una rama baja aún completamente colorado y bastante asustado, lo cual no me impide chillarles.

- ¡No quiero que me hagais esto! - parezco apunto de llorar - ¡Es cruel! ¡No me hagais decidir entre las dos!

Acabo resoplando y en tensión pero no dejo que las lágrimas aparezcan. Aún así no puedo evitar sentir nostalgia por un buen sillón y un balde con agua para mis pies.

Cargando editor
15/03/2010, 21:52
Junko Akari

¡¿Has visto lo que has hecho?! -le reprochó con rabia a su rival de pelo rubio, al tiempo que soltaba el tronco que tenía entre las manos- No te preocupes, Mujina-kun -le dirigió una rápida pero cálida sonrisa- Yo jamás te obligaría a elegir entre las dos, no soy como ella

Se volvió a encarar rápidamente con Souda, antes de que a esta le diese tiempo a replicar- Y tú... ¡¿Es que no te da verguenza?! -llevó una mano a la bolsa de los kunais de manera amenazadora- ¡Si no fuese porque eres mi compañera y por el profundo respeto que siento hacia nuestro sensei, te enseñaria modales aquí mismo!

Así no estoy consiguiendo nada se dió cuenta Junko al ver como Kin adoptaba una orgullosa posición de defensa No me conviene un enfrentamiento directo... Como una tormenta que amaina repentinamente, la furia de Akari se fue disipando rápidamente pero sin llegar a desaparecer del todo, manteniéndose latente en su interior. Se apoyó en el venerable arce que crecía justo en la linde del camino Tengo que encontrar la manera de dirigirla hacia donde a mi me interese, de llevarla a un callejón sin salida...

Se irguió con fingida calma y miró a Souda- Lo que está claro es que si te quedas aquí el pobre Oida-kun sentirá que se ha decantado por una de las dos, tanto si decide seguirme como si prefiere descansar, y tu no quieres que lo pase mal ¿no? -hizo una pequeña pausa para que la chica asimilase sus palabras- Si de verdad te importa su bienestar, vendrás conmigo a asegurar la zona -sonrió ligeramente mientras cruzaba los brazos

¿Cual es tu excusa ahora? -le preguntó con cierto desdén- ¿Me vas a sacar lo agotada que estas? ¿Es que te molestan las enormes... cargas que llevas? -la envidia estropeó un poco el tono sarcástico, pero no dejaba lugar a dudas de a que se refería- ¿O es que tienes miedo?

Notas de juego

Es la inocencia, Oida-kun, que a final se paga cara XDDDD

Cargando editor
15/03/2010, 23:45
Mujina Oidashi

¿Pero cómo se las pueden arreglar para acabar peleando?

Me pregunto atónito por la situación que se da a mis pies. Apenas había tardado Junko en culpar a Souda por mi escapada, como si sólo fuera culpa suya que yo decidiera salir de una situación en la que provablemente hubiera acabado partido en dos o con algún hueso dislocado como mínimo porque me imaginaba a cada una tirandome de un brazo con todas sus fuerzas.

- ¿¡Y darte la oportunidad de atacarme y hacerlo pasar por un accidente!? ¡Ja!

La discusión de las dos chicas seguía abajo sin que ninguna se diera por vencida y sospechando, cuando no acusando directamente, que cada palabra y acción de su contraría llevaba otra oculta cual reflejo en un espejo.

- En el fondo sólo tienes envidía de que sepa lo que Oida-kun quiere en realidad.

Oía la replica de Souda mientras comprobaba que intentaba volver a adoptar una pose más madura cruzandose de brazos y mirando ligeramente de reojo a Junko como si la otra fuera una completa ignorante incapaz de sentir las verdaderas necesidades dela gente. Necesidades que por su puesto a sus ojos resultaban ovbias.
Por desgracia, en éste caso no acertaba del todo. Era cierto que andaba cansado, pero no era comparable al cansancio que había sentido antes de comer y el pequeño descanso de después, pero ahora mismo preferiría volver a Konoha y regresar hasta aquí que verlas seguir discutiendo. Hasta mi cara había vuelto a su color habitual ante la preocupación que sentía por las dos chicas.

- Estoo, chicas...

Al parecer hablo demasiado bajo para que me escuchen entre su discusión y mis palabras son eclipsadas por Kin-san y su increpación.

- ¡Seguro que no eres capaz de saber ni cuando un perro hambre!

- Chicas...

Vuelvo a hablar más alto deseando que dejen de discutir.

Cargando editor
16/03/2010, 16:17
Junko Akari

¡¿Atacarte a traición yo?! ¡Ja! ¡Como si necesitase de esos trucos sucios contigo! -le replicó a Kin sin perder un instante, enfrascada ya en una batalla verbal sin cuartel. El siguiente comentario de la muchacha rubia le impactó como un puñetazo bien lanzado, dejándola casi sin aliento ¿Se atreve a llamarme insensible?- ¡Estoy segura de que crees saber lo que quieren todos los hombres, pero manten tus manos alejadas de Mujina-kun! -gritó con despecho, un ligerísimo rubor cubriéndole las mejillas

Estaba claro que ninguna de las dos iba a ceder en su empeño por acabar de humillar a su rival, y el ambiente era cada vez más tenso. Las furiosas palabras cargadas de dobles sentidos volaban como shurikens que se arrojasen la una a la otra, sin dejar claro un vencedor. Provocada hasta más allá de sus límites, Junko terminó por perder los nervios, y se agazapó dispuesta a saltar sobre su rival con las manos desnudas.

Una ligera vocecilla revoloteó en el oído de Akari, pero ésta la apartó de su mente como quien espanta a una mosca, mentalizada a que nada la distrajese en aquel momento. Pero aquella voz insistió- Chicas... -y esta vez ninguna de las dos fue capaz de ignorarla. Furiosas, se volvieron hacia el insensato que se atrevía a interrumpirlas, las miradas llenas de una rabia que buscaba un nuevo objetivo y sus voces unidas en una sola- ¡¡¿QUÉ?!!

Notas de juego

Despertaste a la bestia... ^^

Cargando editor
16/03/2010, 17:37
Mujina Oidashi

De pronto vuelvo a sentir esa sensación de "tierra trágame" que me había invadido antes cuando se peleaban por ver si decidía ir a asegurar el perímetro con Junko o me quedaba a descansar con Souza, pero como no había querido decidirme por ninguna y por consiguiente no había ninguna ganadora, asumían que toda la culpa de no haber ganado era por la intromisión de la otra. Y ahora se encontraban furiosas y al parecer me había convertido en el blanco de su ira.

Aunque he logrado captar su atención, lo que tenía que se algo bueno... ¿verdad?

La pregunta rebota en el interior de mi cabeza como una pelota en una pared sin final. Per si, había logrado su atención, por lo que debía aguantarme la vergüeza que volvía a aparecer e intentar tranquilizarlas.

- Estoo...

Continúo sin saber que decir, intentando ganar un poco de tiempo en el que pensar algo rápido para evitar que sigan chillando como locas histéricas. Quizás debería mostrarles los hechos.

- Estoo... vereis, si Akimichi-sensei nos dijo que esperáramos aquí, significa que descubrío algo que no vimos y no desea preocuparnos con ello.

Bajo de la rama para seguir explicando las cosas despacio al tiempo que rezo para que no acaben pegándome entre las dos en un único momento de tregua.

- Si debemos esperar a que vuelva, no hay problema para que descansemos un poco...

- ¡Ja! ¡Ves com...

- ¡Souda-san! ¡Estoy hablando yo!

Le paro los pies rápidamente antes de que vuelva a empezar otra vez la trifulca, aunque ahora ya resulta imposible no volverme un completo tomate.

- Pero aún así debemos cuidarnos de que el problema que vio Akimichi-sensei no logre esquivarlo, por lo que no estaría mal asegurar el perímetro como bien dijo Junko-san.

Y rápidamente le levanto el índice sosteniéndole la mirada para evitar que ella también añada nada que retorne los problemas.

- Recordad que nuestra misión es simplemente llevar las cartas, así que en caso de problemas sería mejor escapar inmediatamente e intentar alcanzar nuestra meta. Pero si por un casual aún no saben dónde estamos con el ruido que hemos armado. - yo también me incluyo para evitar que se sientan culpables - Deberíamos escondernos, vigilar y esperar que pasen de largo o escapar inmediatamente ¿os parece bien?

Cargando editor
16/03/2010, 23:14
Bandido

A mí me parece bien - Un tipo muy alto se ha acercado, quien sabe si sigilosamente, es imposible de saber ante la algarabía que entre los tres habíais formado, de pie entre dos árboles os observa con los brazos cruzados, sus manos escondidas en sus mangas y de su cintura colgando enfundada una larguísima y mortífera katana. El tipo es de piel pálida, y lleva el pelo recogido en un significativo moño. Sus ropas de tonos claros encajan perfectamente con su obi* rojo sangre.

El tipo trata de sonreir pero no parece salirle demasiado bien y sus intenciones son bastante claras, observandoos y estudiandoos, mirando vuestros protectores con cierta preocupación, pero por muy ninjas que seais, no dejais de ser niños, y para él, no pareceis suponer ninguna amenaza.

Finalmente señala con el dedo, el ceño fruncido y el labio montado en un gesto de misericordia - Vaciad las mochilas, que vea que teneis de valor, aunque no creo que tengais nada que me interese. Va, id rapido, y no os haré daño.

¿Este tipo sabe lo que dice? ¿Lo habrá hecho muchas otras veces? ¿Será la primera vez que se enfrenta a ninjas? ¿Sois vosotros algún tipo de amenaza? ¿Os creeis niños o ninjas? ¿Qué es lo más correcto? ¿Qué es lo más prudente? ¿Qué vais a hacer?

Notas de juego

Entre post y post dadme tiempo para leeros bien, no pjotizeis a Kin durante los combates, si realizais alguna técnica con intención de combatir lanzad Combate.

*Obi : Faja

Cargando editor
18/03/2010, 21:26
Junko Akari

Nuestro maestro está a punto de regresar -se apresuró a decir Junko- No querréis enfrentaros a él ¿verdad? Es un ninja de élite muy poderoso -miró hacia los lados como si esperase que saliera de entre los árboles de un momento a otro- Hace ya casi cuatro horas que salió hacia el pueblo a investigar, así que no le debe de quedar mucho... -clavó sus ojos en los de aquel hombre, intentando adivinar si le había creído o no- No miento -le aseguró al tiempo que se acercaba a la bolsa de las provisiones- Mira si no toda esta comida... -la volcó con un pie para dejar al descubierto parte de la carne- ¿Acaso crees que se alejaría mucho dejando esto aquí?

Por la expresión del desconocido supo que empezaba a convencerle, pero haría falta ponérselo mucho mejor para que les dejara en paz sin intentar nada más- Está claro que no somos rival para ti, pero si salimos corriendo ahora te verás obligado a perseguirnos durante un buen rato, y seguramente el ruido atraería a nuestro sensei -abrió los brazos en señal de sinceridad- Él se llevó casi todo el dinero, pero puedo daros esto -metió la mano en su propia mochila y sacó las pocas monedas de cobre que le habían sobrado de lo que le dió Chôza para comprar, más unas cuantas de las que ella misma había cogido de su casa Con lo que me queda ahora mismo apenas podría comprar raciones para un par de días- Es todo lo que tenemos; cójalo y siga su camino -le suplicó al tiempo que se acercaba lentamente hacia el con la mano del dinero extendida