Partida Rol por web

Satsujin vomita sangre por la boca, agujeros de una pulgada dejan caer cascadas de sangre que le empapan por completo ¿Enserio eras tú el superviviente más fuerte? ¿De qué? De un clan de degenerados enfermos, portadores de doscientas enfermedades congénitas, de un delirio y una locura homicida. ¿Era así como esperabas que fuera el mundo exterior? ¿No? Sorpresa

Kimimaro alza su espada, su rostro refleja cierto alivio por ver que estás vivo, pero sin embargo no posee la virtud de la compasión y el filo de su espada desciende sobre ti, te abre en canal y mueres....

Abres los ojos, has dejado de respirar, demasiada tensión observas a Kimimaro sobre tí, la punta de tu espada apenas a desgarrado tu ropa y con suavidad queda depositada la punta en tu cuerpo.

Al otro lado de la calle puedes ver a Shikaku-Sensei en una extraña posición, sus manos forman un complicado sello y toda la calle ha quedado ensombrecida.

Ya sabía yo que ibas a ser el más problemático Satsu

Aguantad, os ayudaré como pue....-

Un sonido de ventosa y cientos de huesos surgen de su espina bífida, dardos que impactan a Shika-sensei lanzándolo hacia atrás, deshaciendo su impecable técnica. Kimimaro da la espalda a Satsujin y dejandole a solas camina hacia Shikaku que recien comienza a levantarse con algunos hilos de sangre por su cuerpo

¿Tú también me vas a dar problemas canoso?

Kimimaro se lanza silencioso con su espada y vuestro sensei aguanta la embestida a duras penas con su kunai, mientras, seguramente, confia en que os las apañeis los tres solos para vivir.

Moeru clava la vista en su oponente, con la amargura reflejada en los ojos. Mierda. He fallado.

La chica parecía tan jóven... había esperado que al amenazarla pudiese negociar una salida para ella y sus compañeros, una vía de escape para huir de una situación de desventaja, algo que claramente se les iba de las manos. Y al líder de los ninja rivales no pareció ni importarle. Está claro, no son como los ninjas de Konoha. Sacrificarán a quien sea, y la persona a la que le toque lo aceptará como su destino. La vida del ninja es la muerte. Ha oído que eso es lo que se enseña en los clanes rivales. Ha intentado tratar con esta gente como si fuesen konoha, y no lo son, y ahora paga el precio. Ha perdido la ventaja. Si al menos la hubiese matado cuando pude, ahora serían uno menos.

¿Importa mucho eso? Ha visto como su lider destrozaba a Satsujin, su mejor guerrero. Probablemente, se baste él solo para matarlos a los tres, y ahora no pueden huir. Está frente a frente con su rival, y además, no puede dejar a su equipo. Un ninja sin equipo es como un ninja sin una parte de su alma. Aunque pudiesen salir corriendo, ¿a dónde llegaría Satsujin, herido como está?. ¿Quién lo iba a llevar? ¿Ella? Ja, esa si que es buena.

Encima, dejarse coger en un Genjutsu... no tienen bastantes enemigos reales delante como para que se le metiesen otros imaginarios en la cabeza. Se ha librado de pura casualidad, y ahora la chica que tiene delante ya no sonríe. Empuña sus armas y se la ve presta a luchar.

Tenía que haberte matado. Cuánto me queda por aprender aún...

Solo que no le dará tiempo. Van a morir todos aquí. Si no los matan sus rivales, lo hará el de pelo blanco. Moeru saca dos kunais, uno en cada mano. Venderá cara su piel.

Y de repente una sombra parece pasar por delante de sus ojos y otra voz sale del bosque. ¿Otro enemigo? No... es...

¡Nara-sensei!

Moeru vuelve la vista rapidamente. No la han engañado los oídos, Shikaku acaba de aparecer. Apenas tiene tiempo para alegrarse, empero, ya que el lider de sus rivales empieza un violento ataque que su meatro a duras penas puede parar. La situación pinta muy mal. Satsujin está malherido, Yuu parece que aguanta, pero su rival parece poseído, como un fanático. Ella... ella siempre está en peligro en combate, y Shikaku lo está pasando mal.

¡Pero tienen una posibilidad!

El cuerpo de Moeru parece volver a la vida. El calor corre de nuevo por sus miembros, que empiezan a agitarse, inquietos por entrar en acción, y su mente se dispara, un millón de posibilidades y pensamientos pasando en un segundo. Prioridades. Enemigos. Debilidades. Deber. Honor. Amenaza. Fuerza. Defensa.

¿Qué es lo primero...?

Por supuesto que lo sabe. Sus rivales no son Konoha, pero ella sí. Ella sí sabe lo que es realmente importante.

Impulsándose con un pisotón, Moeru cubre de un sólo paso la mitad de la distancia que la separa que la ninja del sonido, que rápidamente cruza un brazo sobre el peco y otro sobre el estómago, invirtiendo el agarre del kunai y girando la palma en la que porta los shurikens. Ha aprendido. Es buena. Si intenta golpearla de nuevo con el Kizuken, bloqueará con el metal para evitar que la corte.

Sólo que no piensa usar el kizuken.

La mano izquierda de Moeru se hunde en su cinto y coge todos los shuriken que puede, mientras la derecha salta como una serpiente furiosa, lanzando un kunai directo al pecho de la chica a muy poca distancia, pero la otra mujer es rápida y salta hacia un lado para esquivarlo.

¡Zas!. Moeru casi puede oír el sonido de una trampa cerrarse, ha reaccionado exactamente como quería. Flexionando las piernas en plena carrera, Moeru salta hacia un lado, saliendo disparada por el aire. No ha tenido tiempo de hacer fuerza con las piernas, cuando se cambia bruscamente de dirección nunca lo hay. Cualquier otro que pesase más que ella solo había dado un brinco hacia el lateral. Pero el cuerpo de Moeru apenas pesa, y ese breve impulso basta para lanzarlo por el aire en un tremendo salto lateral. Mientras está colgada en el aire, la muchaca dobla las piernas bajo el cuerpo y gira 360 grados. En el punto álgido del giro, su mano izquiera suelta una de los shurikens, que sale disparado con una inercia bestial, cortando el aire con un agudo silbido en dirección al punto en que calcula que la otra muchacha aterrizará tras su salto. Ella no podrá cambiar tan fácilmente de dirección en el aire, no es tan ligera y ágil.

Pero aún no ha terminado.

Con tan poco peso, y con la inercia combinada del salto y el giro, formando una bola, Moeru sigue girando. Nadie que no pese tan poco podría seguir rotando con tan poco impulso, pero precisamente por eso Moeru es distinta a los demás. La ninja cruza el aire convertida en una peonza roja, y a cada giro un nuevo shuriken sale disparado, cubriendo la zona en la que la chica va aterrizar con una auténtica lluvia de acero.

Finalmente, cuando su propia inercia se extingue, Moeru se da la vuelta y para su caída con los pies deslizándose un par de metros sobre el suelo, una nube de polvo tras ella, y yendo a aterrizar justo donde quiso ir todo ese tiempo...

Moeru se alza hasta quedar de pie con las rodillas flexionadas, un kunai en cada mano, lista para parar, con su cuerpo cubriendo la forma caída de Satsujin. Resiste- susurra a su compañero moribundo. Vamos a intentar sacarte de aquí.

Por supuesto, lo primero de lo que hay que ocuparse es lo más importante. Y lo más importante, para una Konoha, son sus compañeros. Por eso los ninjas de Konoha son lo que son.

Tras la brutal acometida del canoso contra mí me dejo caer al suelo, esperando una muerte rápida.

"Resulta que hay alguien con técnicas parecidas a las mías y a juzgar por sus ojos hemos vivido cosas similares…si alguien tiene que matarme me alegro de que sea él"

Cita:

Sonrío cuando veo aparecer al sensei "Así que después de todo estaba vigilándome, posiblemente para que no atacase a Moeru o Yuu"

Kimimaro se lanza contra él, que le detiene a duras penas, la forma de pelear del chico pálido es una bella danza, una danza que teje una telaraña de golpes alrededor del rival.

Miro hacia mis compañeras.

Yuu aguanta bastante bien la primera embestida, aunque no puedo evitar pensar que su rival la superará dentro de poco, a no ser que esos ojos blancos oculten algo más que pureza.

Moeru ataca a la chica del grupo del Sonido con habilidad, sonrió cuando veo que sus ojos se llenan de determinación mientras se lanza contra el enemigo.

Desgarro mi capa y me tapono las heridas con los trozos de tela, quizás eso me de unos minutos más de vida, cierro los ojos e intento recordar a mi familia, aunque nada acude a mi mente, solo imágenes de la muerte de mis compañeros y la mía. "Viva la confianza en el trabajo en equipo" pienso irónicamente, los demás ya deberían haberme abandonado y haber salido corriendo.

Cita:

Escucho el susurro y abro los ojos, viendo como Moeru se encuentra a mi lado

Cita:

Lanzo una risa mientras me incorporo levemente, quedando de rodillas

-Marchaos, Moeru…coge a Yuu e iros con Shikaku…yo intentaré ganaros algo de tiempo, quizás se entretengan intentando sacarme información- ¿Por qué me preocupaba por ellos?, bah, en esta situación daba lo mismo, aprovecharía para ver que significaba ser un ninja de Konoha antes de morir.

-Marchaos de una vez- susurro en dirección al sensei.

La sangre sigue manando de mis heridas, tras empapar la tela, puedo darme cuenta perfectamente de que usar el Batsuchi ahora sería un suicidio, pero estoy dispuesto a ello si mis compañeros eligen marcharse, quizás así consiguiera dañar a su jefe.

Las cosas estaban realmente feas para el grupo, el que parecía el lider de los enemigos era demasiado fuerte para que Satsujin le plantase cara y estaba recibiendo una brutal paliza dejándolo muy mal herido. Maldición, tengo que ir a ayudar a Satsu, pero no puedo bajar la guardia. A duras penas puedo defenderme de los golpes de mi rival como para ir a ayudarlo... no creo que se mantuvieran quietos mientras intento curarle.

Cuando parecía que este iba a ser el fin de Satsujin y por consiguiente de todo el grupo 1, del bosque apareció una figura muy familiar empleando uno de sus jutsus y atrayendo la atención del chico del pelo blanco. Sensei! una gran sensación de confianza llenó de energía a Yuu quien incluso podía verse como sonreía, aunque no duró mucho al ver que el líder enemigo mantenía a raya a Shikaku.

Por otra parte la pequeña Moeru había fallado en su ataque sorpresa y había caído presa de un genjutsu, pero se libró de el y comenzó un poderoso ataque empleando su gran velocidad y lanzando Kunais a su enemigo. Parece que Moeru intenta mantener la distancia, supongo que estará protegiendo a Satsujin. Aguanta compañera.

La única opción que tenía era aguantar y esperar que Shikaku acabase con el y acudiera a su ayuda, solo así podrían salir de esta situación y atender a Satsujin con sus herida. Tengo que aguantar y proteger a mis compañeros...Su mirada volvió a centrarse en el enemigo que tenía delante como si estuviese analizando el tipo de ninja al que se está enfrentando. Sus ataques son directos y feroces, tiene velocidad pero no la suficiente como para engañar a mi Byakugan. Este chico me recuerda un poco a Satsujin, se vale más de su fuerza que de su técnica, pero si logra golpearme aunque sea una sola vez tendré serios problemas...

Yuu vuelve a ponerse en la posición defensiva típica de los Hyuggas a la espera de una nueva envestida de su oponente. Dime! Que habéis venido a hacer aquí y porque habéis matado a todos los habitantes de esta villa, que tramáis contra Konoha. Estaba claro que la genin intentaba ganar tiempo mas que combatir pero no se iba a quedar quieta esperando la muerte así que siguió esquivando los ataques del enemigo y atacando en el momento preciso. Ya había conseguido dañar uno de sus brazos y ahora iba a por el otro.

Satsujin se retuerce de dolor, intenta detener la hemorragia, en vano, y por cierto ¿Desde cuando te ha preocupado tu vida? A nadie en tu clan le importa, ¿Será esto alguna nueva sensación? ¿Será este el motivo por el que el Hokage te ha elegido para... reciclarte? ¿Moldearte? ¿Tienes miedo? ¿Temes morir? ¿Como te sientes? Has ejecutado tu mejor técnica con toda tu fuerza, tus movimientos han sido perfectos, y sin embargo no has conseguido ni hacerle un rasguño al objetivo, Shika sensei ahora lucha en tu lugar, manteniendo una lucha de igual a igual retrocede por la calle ascendiendo por la pared de un edificio, siempre seguido por el sangriento ninja canoso. Ninguno de los dos emplea movimientos drásticos, ninguno de los dos se lanzan temerarios, usan movimientos sutiles, se estudian, se analizan, piensan en sus posibilidades, como dar un golpe que resuelva el combate.

Tú ya nada puedes hacer, tan solo observar impotente el combate de tus valientes compañeras, que tan superior te creían, que tan fuerte suponían eras, ahora Moeru, con su enclenque y escuálido cuerpo es quien te protege.

La ninja esquiva saltando a un lado los kunais y en su aterrizaje apenas puede detener algunos mientras otros desgarran su kimono y se clavan en su cuerpo. Resopla y masculla, uno a uno, comienza a sacárselos, lanzándolos al suelo impregnados de sangre, disimuladamente trata de fijar sus ojos con saña en los del caído Satsujin, que no dudaría en devolverle la agresiva mirada, sin embargo Moeru ve su jugada, ya sabe lo que la chica puede hacer, no caerá dos veces y no dejará que Satsujin caiga.

 De un ágil y rápido salto se interpone obstruyendo su linea de visión. Ella aprieta los dientes enfurecida y se lanza hacia Moeru, su kunai va por delante de ella, buscando las tripas de Moeru, un giro de muñeca Kizuken desvía el torpe y directo ataque de la chica, que recibe un codazo en plena cara, el sonido del ataque suena raro, como golpear un caracol vacío, y no porque la chica tenga un craneo blando. Moeru mueve el brazo, algo dolorida por el golpe que ella misma ha dado, sin embargo parece haber tenido buen efecto, y la chica se sostiene la nariz sangrante.

¡ Maldita !

Rabiosa, vuelve a saltar sobre tí, su Kunai silba cortando el aire mientras la pequeña Ikusa se aparta, salta y detiene sin ninguna dificultad, pronto Moeru se percata de su gran ventaja, y entre parada y parada, salta una patada Kizuken para ir haciendole la boca agua. La superioridad de Moeru comienza a ser abrumadora, y los kunais se encuentran frotándose en un tenso tira y afloja.

Peleas muy bien, he de reconocerlo, y no sé como has podido escapar de mi técnica pero....- Su mirada se desvia preocupada al combate de su compañero contra Yuu - .... pero no pienso rendirme

De manera traicionera rueda hacia atrás y se agacha a ras de suelo,  siseando como una serpiente lanza un par de estrellas ninjas que revolotean en dirección a Satsujin. Él es vuestro compañero, tratais de protegerle, mostrais vuestra debilidad, pero sin hacerlo, tal vez hubiera caído bajo el genjutsu y ya estaría muerto, las estrellas zumban hacia él, ~Clink Clink~ Moeru las detiene con su propio kunai haciendo que salten a los lados y no puede evitar sonreír. ¿Era suerte? ¿O realmente era tan buena como parecía? La chica realmente se esforzaba en golpear a la rápida muchacha, pero no parecía que siquiera pudiera acercarse.... Demasiado lenta

Al otro lado de la calle, frente al bar y destrozando un desprotegido jardín Zen, Yuu libra su propia batalla ¿Por sus compañeros? ¿Por su familia? ¿Por ella misma? ¿Por su vida?

¿¿Como que qué hacemos aquí?? ¿Porqué estais vosotras aquí? Ese... debe ser un Jounin, debe ser muy bueno si es capaz de luchar al nivel de Kimimaro-Sama, sin embargo no será suficiente.

Vuestro amigo apenas se mueve, debe estar en las últimas, nadie sobrevive a un ataque de Kimimaro-sama

De la misma manera, nosotros hemos sido mejor entrenados que los ninjas de Konoha, no tienes ninguna posibilidad.

El ninja estudia los movimientos de la chica-Hyugga, es un ninja y como tal no repetirá por segunda vez un ataque que ha resultado fallido, no es... ¿Lógico?, sacando un Kunai lo lanza hacia Yuu quien se aparta sin dificultad, él se mueve tras el kunai, ¿Qué pretende? ¿No sabe que no puede obstruir tu linea de visión? Tras esquivar el kunai ya le estás esperando y un golpe en un punto del chakra en su pierna más adelantada hace que ni siquiera llegue a alcanzarte.

Continúa su carrera pasando de largo y al alejarse algunos metros ya empieza a cojear, se da la vuelta, esta vez lanzando varios Kunais, y Yuu los esquiva de manera eficaz saltando hacia atrás, siempre recuperando la posición, el estilo Hyugga, las artes marciales que su abuelo le enseñó. ~El puño suave~

El tipo se revuelve nervioso, masculla alguna maldición estudiando como volver a asaltarte y finalmente opta por acercarse con preocupación, un paso tras otro, un metro tras otro, está a 3... 2....1 .... demasiado cerca. Yuu se lanza golpeándole directamente en el abdomen. Un buen golpe, el chico retrocede... orgulloso aguanta, demasiado cerca, uno tras otro Yuu cierra todos los puntos de chakra de su cuerpo en una lluvia de golpes cariñosos, finalmente parece reaccionar y salva distancias retrocediendo, un hilo de sangre ya asoma por su boca, y por un momento parece que las piernas le han fallado. ¿Le tienes? O eso crees, el combate de Moeru parece mucho más encarnizado, pero tu compañera parece tenerlo todo bajo control.

A través de tu Byakugan puedes ver, a algunas personas del pueblo, que doloridas, moribundas, giran su cabeza con esperanza y confusión. Algunos están muertos, otros quedan vivos, la sangre de Satsujin se agota, brotando por sus enormes heridas es una hemorragia imposible de detener, está grave, pero aún le sobran energías para tratar de taponar sus heridas, aún le quedan ganas de vivir, por ende, vivirá.

¿Podeis vencer? No teneis miedo, no sentís la muerte acechandoos, sois muy superiores, quien lo iba a decir, con lo problemáticas que supuestamente ibais a resultar, finalmente se demuestra quien vale y quien no, finalmente solo viven los más fuertes, finalmente solo quedan los recios y los duros.

Yuu estaba manteniendo a raya a su oponente a la espera que su maestro le viniese a ayudar. Su compañera estaba luchando con valentía y decisión dejando claro que era una gran ninja a pesar de su aspecto físico. Todo parecía estar de su lado, pero en el interior de Yuu algo le preocupaba.

Su ojo blanco había detectado pequeñas fluctuaciones de Chakra entre las ruinas y escombros del pueblo. Hay supervivientes...a Yuu se le acumulaba la faena, su compañero necesitaba urgentemente atención médica y habían muchos habitantes heridos a los que también los tenía que ayudar. Que debo hacer, tengo que ayudarles, pero para ello tengo que acabar con esta combate.

Volvió a ponerse en posición mirando a su adversario el cual parecía bastante maltrecho. No tengo que darte explicaciones de que hacíamos aquí. Esta es nuestra tierra, somos ninjas de Konoha. En cambio tu eres un ninja del sonido y aun no me has dicho que hacéis aquí y porque atacáis esta villa.

Se mantuvo en guardia analizando a su adversarios. Parece que ya se a dado cuenta de mi estilo de lucha y no creo que vuelva a intentar un ataque frontal y yo no puedo perder más el tiempo esperándolo, pero... si quiero hacer algo por esta gente, no tengo tiempo que perder. Yuu se armó de valor y se lanzó a por su adversario en un fiero ataque anticipándose a los lentos movimientos de su adversario aprovechando que sus ataques anteriores habían echo estragos en el flujo de chakra del rival. Quería terminar de una vez por todas el combate y en el mínimo descuido de su oponente volvería a golpearle en el estomago.

Maldigo aún de rodillas, viendo como la bellísima sangre mancha el suelo, formando un espejo carmesí a mis pies. Miro mi reflejo, y sonrío levemente, ninguno de ellos puede ver la cara de mi hermano Kai sonriéndome desde el líquido carmesí, pero la imagen no permanece mucho, se dispersa en ondas, dejando ver de nuevo mi cara, la cara de ese asesino derrotado que soy ahora.

Miro hacia el canoso y Shikaku, la danza de Kimimaro es bellísima y me atrapa, viendo en sus golpes algunas similitudes con los golpes del Yomikiri*, el estilo de taijutsu de mi clan. Sí, definitivamente esos golpes cruzados y esas estocadas salvajes se parecen a los golpes con el dorso y los dedos de la mano que usan en el clan.

"Quizás seamos incluso parientes lejanos…si sobevivo y vuelvo a mi clan estudiaré a fondo los pergaminos, pero eso será después de matar a mi madre y convertirme en Maestro del Clan"

Suspiro, estaba comenzando a divagar, en mi estado no creía que pudiera sobrevivir, aunque tenía ganas de hacerlo, así podría volverme más fuerte y destrozar en otra batalla a Kimimaro.

Le lanzo una mirada a Yuu, Shikaku y Moeru, aguantan y luchan, contraatacando y defendiéndose

"Y yo he caído a la primera…¿Destino?,¿Quizás los demonios tengamos que matarnos unos a otros?", miro hacia los enemigos y sonrío "Sí, ellos son de mi mismo tipo"

Vuelvo de nuevo la vista a mis compañeros "¿Quizás sus tonterías sobre la Voluntad de Fuego, la amistad y la villa les dan fuerza?"

Caigo hacia atrás, quedando extendido mientras miro al cielo, ajeno a prácticamente todo.

Moeru gira sus kunai entre los dedos... hasta ahora todo está saliendo sorprendentemente bien. No solo ha logrado herir a su rival y bloquear sus ataques usando una combinación de Kizuken y el estilo más ortodoxo de taijutsu de la Villa de la Hoja, sino que de hecho ha sido capaz de ver los huecos en la defensa de la otra muchacha y explotarlos. Le ha logrado colocar varios golpes, y la sangre le corre en regueros de la nariz dañada por su golpe (otro moretón más que va a tener si salen de esta, quizás usar el codo no fue tan buena idea), por las heridas en el torso y brazos dejadas por los shuriken y an la mejilla, el último corte que le ha infligido usando el Kizuken. No sólo está venciendo, está hacíendolo ampliamente, e incluso ha logrado proteger a Satsujin, menteniendo en todo momento su cuerpo frente al suyo, negándola a la traicionera muchacha la oportunidad de usar ni su genjutsu ni sus armas sobre él.

Pero no basta. Aún no ha logrado, ni siquiera está cerca, de poder darle un golpe definitivo que acabe con el combate. Quiere acabar con esto ya, para poder acudir en socorro de Yuu. Además, en cualquier momento podría volver Kimimaro o el otro ninja, y decidir rematar a su compañero caído. Además, cuanto más se alarga el intercambio de golpes, mayo es el peligro. Incluso en la situación más apurada, hay veces en que la simnple suerte puede permitirte lanzar un único golpe afortunado que le de de lleno a tu rival, y si eso sucede todo el flujo del combate puede volverse contra ella en un segundo. Los maestros de su clan le intentaron enseñar a endurecer con chakra sus frágiles huesos, pero Moeru todavía no domina esa técnica, requiere un control demasiado preciso. Ya falló al intentar frenar el impacto contra el árbol, y un fallo frente a un rival en combate puede ser fatal. Un simple golpe bien dado puede romper varios huesos, y entonces todo habrá terminado. Aunque siga viva, el dolor y el shock harán estragos en su habilidad y no tardarán en matarla.

Tengo que acabar con esto ya... habrá que empezar a correr riesgos.

La kunoichi* del sonido viene hacia ella con un golpe en diagonal hacia abajo. Moeru se agacha para evitarlo, y rápidamente da un paso hacia adelante. Extiende su pie izquierdo de forma que entra en contacto con el muslo de la chica, pero en vez de ser un golpe sólido y seco, como una patada, ha sido apenas un roce. Lanzando el peso de su cuerpo, Moeru usa la peirna de la mujer como trampolín, alzando su cuerpo del suelo. Otro rápido toque con el pie derecho en el pecho de la chica, y la joven gennin saca todo su cuerpo por encima de la cabeza de su rival, mientras abre los brazos armados con kunais a ambos lados del cuerpo. En breve, la gravedad la hará bajar, y curtará justo hacia abajo con ambos kunais. Por ligera que sea, el peso combiando de su cuerpo al caer será más potente que los brazos de la chica. El golpe llegará, un kunai a la carótida y otro a la yugular, y el combate habrá acabado, la chica simplemente...

... sonríe...

Oh, no. Demasiado impulso. Moeru ya debería estar empezando a caer, pero sigue suspendida en el aire. Y su rival se ha dado cuenta igual  que ella. Toma impuslo para un salto corto con las piernas, y Moeru sabe lo que va a pasar instantes antes de que la chica de un pequeño salto en el aire y la cabecee cono a una pelota, en medio del torso.

¡UWAAAAAGH!

El sonido, mitad grito mitad gemido, se debe tanto al dolor como la sopresa. El cabezazo ha impactado de pleno en su costado herido, enfrentando a unos de los huesos más débiles del cuerpo, las costillas, con los más fuertes, los del cráneo. El dolor estalla a través del cerebro de la guerrera Ikusa como un relámpago blanco, adormeciéndole todo el cuerpo y arrancándole un gemido de dolor que apenas ha podido empezar a formarse cuando la fuerza del impacto le vacía de aire los pulmones. Hay un golpe seco y un dolor húmedo y caliente. Ahora SÍ que se he roto algo.

La muchacha lanza de nuevo su brazo en un golpe sobre su cabeza. Los brazos de Moeru, moviéndose con la voluntad propia que da el instinto de supervicencia, se cruzan delante del cuerpo. Siente un silbido zumbarle en los oídos y una línea de fuego le cruza los antebrazos cuando el kunai de su rival abre un corte profundo. Ahora es su propia sangre la que salta como una rocío carmesí en el aire, perpo ha evitado lo peor. Si el golpe le llega a dar, le habría destripado.

Por fin está empezando a caer. Por desgracia, de eso también parece haberse dado cuenta la ninja del sonido. Moeru ve como empieza a girar y, oliéndose lo que viene ahora, encoge las piernas y hace una bola con el cuerpo. La mujer da un giro completo, arrastrando la pierna doblada tras de sí y extendiéndola en una impecable patada giratoria que da de lleno en los brazos cruzados de Moeru. Los huesos crujen pero, por suerte, esta vez aguantan. Con todo, la diferencia de peso es brutal, y la fuerza combianda de la mujer y el giro levanta sin problemas a Moeru de nuevo en el aire, lanzándola contra uno de los restaurantes. Hay un gran estrépito cuando la muchacha se estrella contra una mesa, que se hace astillas bajo ella, amortiguando el sonido de su cuerpo al caer al suelo y quedarse inmóvil...

Yuu se lanza hacia su oponente, una carga frontal, sus manos tratan de hacer un sello, pero rapidamente tiene que interrumpirlo para detener tu golpe, una vez tras otra tus manos se lanzan a por él y una vez tras otra él logra detenerlos, desviarlos, es un oponente hábil, su rostro se ha tornado muy serio, totalmente concentrado en el combate, debe estarlo si desea salir de esta. Sus pies van retrocediendo, y tú le sigues en tu incesante ataque, cada parada, cada desvío, infla su pecho, cogiendo aire, preparando ¿Un golpe? De alguna manera intenta encontrar una abertura en tu ataque, en tu combate, en tu estilo "Juuken", por ahora tan solo trata de retroceder, os alejais por completo del resto, hasta la gran puerta Tori de madera de la aldea, el arco de madera rojo os ampara a su sombra mientras tus manos apenas se ven afectadas por luchar contra un oponente armado. Sus ataques con el kunai son torpes, sin embargo es un ninja, deberías desconfiar de sus aptitudes.

En uno de tus ataques, el individuo se cuela tras la columna de la puerta, y reaparece por el otro lado propinándote un puñetazo en la cara que te hace retroceder llevandote la mano a la mejilla, dolorida

- ¿Qué te ha parecido eso?

Pobre iluso, lleva deteniendo tus ataques todo el combate, ¿Acaso necesitas algo para que tu estilo de combate surja efecto?, pronto una mueca de dolor se refleja en su rostro, y alzando las mangas de su camiseta pueden verse todas las marcas de tu ataque. ¿Se pensaba que estabas fallando? Criaturita.... No es tan malo como algunos puedan pensar el entrenamiento recibido en Konoha. De nuevo Yuu adopta su postura, en guardia, gracias a su Byakugan puede ver el combate de Moeru, en la misma calle de la entrada, pero a veinte metros de su posición. Y hay algo que no acaba de encajar, este ninja... ya debería haber caído, le has golpeado demasiadas veces los canales de chakra, aún así sigue fluctuando, aún su corazón late fuerte. ¿Porqué no se derrumba? Muy enfadado vuelve a bajarse las mangas, y ves como algunos canales antes cerrados vuelven a abrirse debido a la gran fluctuación de chakra que por él comienza a latir.

Parece maldecirse a sí mismo por su torpeza luchando, cierra su puño entorno al kunai, rabioso, furioso, no se siente digno, ni preparado, no al menos para poder ser ninja, él pensaba que lo era, y sin embargo no lo está demostrando, perdiendo contra una niña uno o dos años menor. Acaso él no tenía las cualidades necesarias para ser ninja, y ¿Cuales son estas cualidades? - Eres del todo irritante, además ¿Como puedes estar venciéndome?

No es como debiera ser, voy a sacarte de en medio como sea

Ahora sí, su mano se cierra en un sello, respaldada por su izquierda cierra el gesto, haciendo que su charka se alborote, prepara alguna técnica ¿Pero cual? Yuu, muy vigilante, muerde su labio inferior con inquietud, y observa directamente a su oponente, que... ¿Se lanza a un nuevo ataque frontal? ¿Porqué? ¿No ha visto que no resultará contra ella? No debe ser eso.... trama algo, no hace falta tener el byakuggan para saberlo. ¿Pero acaso puedes prevenir de algun modo lo que vaya a hacer?

Moeru cae al suelo, su pecho se encuentra dolorido, aún habiendo amortiguado el golpe ha resultado demasiado duro para su frágil cuerpo, se retuerce dolorida, su espalda cruje... parece que aún puede moverse, pero ese golpe podría haberla matado. Sin embargo, no sin un esfuerzo titánico, consigues ponerte en pie, y de nuevo vuelves a cruzar los ojos con la ninja, y ¿Por casualidad? escuchas el tintineo de un Fuuren, no es casualidad, no volverás a caer dos veces en el mismo truco. Basta que parpadees un poco para librarte del genjutsu, sin embargo puedes sentir un estremecimiento al recordar como tu cuerpo parecía anestesiado mientras las abotargadas y deformes serpientes comenzaban a crecer sobre ti.

Usai naa*

Parece más satisfecha que antes, pero no menos tensa, sabe que no puede darte ni un solo segundo de ventaja, y lanza una lluvia de estrellas ninja sobre ti, mientras tras los propios kunai, se lanza en una carrera a por ti, las estrellas vuelan siseantes, y Moeru, rápida, da un salto tras la propia mesa volcada, en un salto se mueven muchisimos músculos del cuerpo, abdomen, brazos, espalda, piernas, y todo se encuentra alarmantemente dolorido, Moeru deja escapar una lágrima mientras aprieta sus puños.

Junto a ella hay un tipo tumbado, parece haber recibido una buena paliza y respira problematicamente, escuchas las estrellas impactar con fuerza en el tablón de madera y pronto aparece también la ninja saltando sobre tí, sus pies pisan suelo cuando la rapidisima Moeru huye al interior del bar.

Hay bastante gente aquí, en una esquina puede verse un grupo de cinco personas arrinconadas, aterradas por lo sucedido, temblorosas, no debiste entrar aquí, estás poniendo en peligro vidas de inocentes, te das la vuelta pero es demasiado tarde, y la insistente ninja vuelve a abalanzarse, placándote, derribandote en el suelo, tu cabeza golpea con eco sordo el suelo hueco de madera, y todo tu cuerpo se resiente por el peso de la muchacha. Su kunai desciende sobre ti, y tus manos logran detener su muñeca, ¡Kizuken!, rápidamente queda temporalmente desarmada, su kunai ha volado lejos, y ahora se dispone a partirte a puñetazos

Demasiado lenta, de rodillas sobre ti, su cara queda terriblemente congestionada, en un gesto de incredulidad, ¡Bakana!**. Moeru, respira muy dificultosamente, el peso de la muchacha le oprime todo el cuerpo, y ahora una mancha roja comienza a empapar el bonito quimono que la ninja del sonido lucía. En su cuerpo, en pleno abdomen, el kunai de Moeru ha sido clavado, rápido y profundo, bastará retirarlo para que una enorme cantidad de sangre caiga en cascada, la chica deja que su puño se afloje, y su mano va de manera suave e incrédula a la muñeca de Moeru, mirandola a los ojos, pidiendo ¿Compasión? Su mano agarra fuerte la muñeca de Moeru, y su dolor se convierte en ira cuando la chica comienza a chillar de dolor con un tremendo alarido. Esto aún no ha acabado

Moeru premanece paralizada por un momento, sin entender demasiado bien el cambio de tercio de la chica. Hace unos segundos se le había echado encima, dispuesta a destrozarla, y ahora sus ojos la miraban con... ¿asombro? ¿Dolor? Su mano se movió, lenta, muy lentamente, y Moeru notó el roce contra su muñeca. Casi insconscientemente, bajó la vista y entonces lo vio, el mango de un kunai que sobresalía del abdomen de la ninja del sonido, un punto plateado en medio de una mancha roja que se iba extendiendo cada vez más. Las primeras gotas de sangre empezaron a caer, y la joven gennin las sintió, calientes, contra la piel.

Ni siquiera recordaba haber hecho el movimiento de apuñalar, su impulso consciente había sido intentar detener todos los golpes que pudiese, y ahora de repente, le había infligido una herida seria a su rival. Estaba teniendo muchísima suerte. Pero la suerte tenía un límite. La chica estaba aullando de dolor, pero en algún momento se le pasaría, y era más que factible que intentase quitársela de encima a golpes. Tenía que hacer algo antes de que se recuperase o las cosas podían ponerse muy mal. El fuerte agarre contra su muñeca le estaba empezando a hacer daño. Sus huesos no eran tan frágiles que pudiese romperlos haciendo presión, pero si realmente apretaba con fuerza podría obligarla a soltar su arma. Además, su peso la estaba ahogando. Su cuerpo se empezaba a resentir, los dolores se estaban multiplicando por el esfuerzo que le suponía a su frágil estructura el aguantarla encima de ella, y el dolor húmedo y caliente en el costado estaba pasando de molesto a agónico. Tenía que quitársela de encima ya o acabaría perdiendo.

Moeru tiro de arma hacia abajo. El kunai salió con un ruido de succión, y la sangre empezó a manar a chorros. Lo había hundido muy profundo, eso todavía le daba alguna oportunidad. Con que sólo aguantase, su rival se iria debilitando por le hemorragia. Notó como el cuerpo de la muchacha se sacudía en un espasmo, y usando el kizuken, movió la mano en un arco apuntando dierctamente al cuello, tratando de cortar a través de el- uno de los pocos golpes realmente mortíferos del arte que no implicaba usar sus dedos como estoque.

La chica echó la cabeza hacia atrás por puro institno al verla venir, y el golpe solo abrió un corte en su mejilla. Moeru, no obstante, aprovechó el movimiento para impulsarse con las piernas y las nalgas, y salir de debajo de ella, enviandola hacia atrás con una patada directa a la herida. El nuevo aullido de la mujer le despejó momentáneamente la cabeza, que se estaba empezando a emobtar como respuesta a todo el abuso que estaba recibiendo su cuerpo.

Sum mirada se vuelve a las personas dentro del local. No debemos luchar aquí, pueden resultar heridas... más de lo que ya están. Tenemos que salvarlas si podemos...

Pero, ¿cómo evitarlo?. Su rival está bloqueando la entrada. Los ojos de Moeru recorren rápidamente la habitación. Las mesas derribadas, los cuerpos ensangrentados, las sillas, la ventana...

Moeru no se lo piensa. Poníendose rápidamente en pie, corre hacia la ventana y salta a través de ella. Es un movimiento que ha practicado muchas veces. La madera cede y salta hecha pedazos en una rociada de astillas. Moeru se encoge, rueda al caer, sólo queda ponerse de pie y...

un estallido de dolor la coge en mitad del giro, haciéndola aullar y provocando que acabe tendida de espaldas sobre el suelo.

Moeru intenta incorporarse. Siente como si algo le mordiese las entrañas desde dentro. No necesita moverse mucho para ver qué es. Con  las prisas y la confusión, ha saltado de cualquier manera, en vez de como mandan los cánones, y ahora tiene un doloroso recordatorio de por qué las cosas se hacen como se hacen. Una estaca de madera, resto de cuando hizo añicos la ventana al saltar a través de ella, sobresale del lado izquierdo de su cadera. Un súbito mareo se le sube a la cabeza, y la joven tose. Se mira la mano con incredulidad. Ahora es su sangre, no la de su oponente, la que la mancha.

Lo que me faltaba...

Moeru agarra el pedazo de madera. Si se lo quita ahora va a empezar a sangrar como un cerdo degollado, pero no tiene opción. La otra kunoichi no va a tardar en aparecer, y no puede luchar con eso saliéndole de la cadera. Apretando los dientes con tanta fuerza que se marea todavía más, Moeru da un tirón y logra sacarse el travesaño. Logra no gritar. No quiere que su rival sepa, sólo con oírla, que está herida. Rabiosa, arroja el resto de la ventana lejos, con tanta fuerza que se rompe al dar contra el suelo, y se pone en pie tambaleándose. Una mancha de un rojo más oscuro empieza a formarse bajo su gi.

Vamos... ¿por dónde vas a venir ahora? Acabemos con esto, no me queda mucho tiempo...

El combate comenzaba a alargarse demasiado, su oponente no paraba de rehuirle o intentar esquivar sus ataques una y otra vez Yuu atacaba a su oponente intentando acabar lo antes posible para auxiliar a amigos y aldeanos, pero aquel chico era duro de pelar, por mucho que ella golpeaba sus puntos para cerrarle el flujo de Chakra no parecía que lo lograra en su totalidad. Pero que hago mal, porque sigue en pie?

Estaba claro que el ninja del sonido estaba tramando algo e intentaba ejecutar seguramente una técnica que lo podría poner en peligro, lo que ahora debía hacer era impedirle que formulara sellos, si lograba eso la victoria estaba mas que asegurada. Puede que no debiera ser así, puede que seas mas grande y fuerte que yo, pero a diferencia de ti, yo lucho por mi villa y estoy dispuesta a dar mi vida por deteneros.

Como un rayo Yuu se abalanza contra el ninja en una sucesión de golpes no de gran potencia pero si de una enorme precisión atacando el pecho de su oponente sin cesar, este intenta esquivarla alzándose a la enorme puerta Tori, por unos segundos los dos rivales se observan encima de la estructura de madera, Yuu ataca a la altura del muslo obligando le a volver a saltar para esquivarla, esta apoya su mano derecha y se eleva intercambiando golpes.

El ninja del sonido escapa como una serpiente hasta el suelo y sigue intentando realizar los sellos. Yuu lanza un par de Kunais para evitarlo y seguidamente ataca desde el aire con una patada que bloquea Yuu sonríe viendo que esta demasiado cerca de ella y eso le deja una gran ventaja para atacar su tórax. No quería llegar a esto, pero no me dejas otra opción... no puedo perder más tiempo. Concentra el chakra en la palma de su mano derecha y se prepara para impactar con toda su fuerza el corazón del ninja. La mirada de la joven Hyugga es fría y se clava en el cuerpo del ninja observando todo su interior.

Moeru ha abierto un gran agujero en la ventana, y sacandose una enorme astilla recibe una mano de estrellas ninjas por su espalda, tres de ellas pasan silbando por sus orejas, haciendo levantarse su pelo, cayendo en el suelo frente a ella, otras dos estrellas muerden tu espalda, te alejas gateando y te incorporas contra una pared, girándote para ver como viene en linea recta para darte un golpe, en pleno estómago. Tu chakra trata de aliviar el dolor, recurriendo, inconscientemente, a tus huesos, acumulandose en tus cavidades vacias en un vano intento de fortalecerte, pero estás demasiado dolorida.

Con la palma de tu mano apartas su golpe y guardas distancia, tus frágiles y flexibles brazos se lanzan a tu espalda desclavando con gran dolor las estrellas ninja, las fisuras en tu piel dejan manar una sangre que cae por tu espalda en un rápido riachuelo que pronto llega hasta el muslo donde finalmente es absorbido por el Gi. Estás dolorida, pero tu oponente lo está más. Aunque mantiene la vista al frente, parece buscar una vía de huida, no parece querir seguir el combate.

A pesar de la aparente ventaja que acaba de conseguir, ella también está cansada y dolorido, el genjutsu resulta agotador, y la paliza recibida por Moeru tampoco le anima a seguir ahí.

Podeis escuchar una serie de explosiones, no muy lejos del pueblo, desde el interior del bosque, es sin duda Shikaku-sensei... o Kimimaro, la chica parece ahora más decidida a marcharse, y masculla maldiciones mientras observa tu fragil cuerpo volviendose a poner en pie, sin duda ya busca una vía de huida, pero puedes con ella, sin embargo... deberías ser rápida ¿Serías lo suficientemente rápida? ¿Mantienes el ánimo? Este ha sido un duelo a muerte, que sin duda, has conseguido llevar de manera espléndida, pero ella ya quiere ponerle fin... huyendo, ¿Le dejarás? ¿Resultará una victoria si logra marchar con vida? ¿Te sientes satisfecha del combate realizado? Tal vez estos sean aún pensamientos demasiado apresurados, pues ella aún se mantiene en guardia, y dispuesta a darte otro round de combate.

Yuu se lanza muy segura de sí misma, el sello en la mano del ninja le inquieta, pero ¿Qué puede hacer al respecto? Como decía su abuelo: Pega fuerte, pega rápido, pega siempre. Y así haces, Las ideas... la ideología, el pensamiento, las prioridades inculcadas por tu madre, y las inculcadas por tu abuelo, chocan como espigón que detiene al mar, son incompatibles, y has decidido luchar. Tu golpe va directo al estómago, e impactas de lleno, un golpe que supondrá la muerte instantánea para el pobre infeliz, su boca exhala un quejido silencioso mientras su cuerpo es lanzado hacia atrás contra la gran puerta, te mantienes en tu posición, observando con satisfacción el resultado de tu entrenamiento, cuando choca contra uno de los pilares....

~Plooooooooooffff~

Su cuerpo desaparece dejando un tronco de tamaño medio y corteza húmeda que cae dando varios golpes en el suelo rodando lejos ¿Un reemplazo? Aparece tras de ti, y te da otro puñetazo en la mejilla, su kunai empieza a silbar al lanzar estocadas y puñaladas tratando de golpearte, pero una vez tras otra tus hábiles manos desvían sus golpes.

No pelea mal, pero su desconocimiento de la base de tu técnica de combate resulta un grave inconveniente que lucha en su contra, creyendo que esquiva tus golpes es una vez tras otra impactado, se lanza a darte un cabezazo, en un acto de desesperación por alcanzarte, pero sus movimientos son demasiado lentos, esquivando en una voltereta le asestas una patada en la mandíbula que le hace retroceder sujetandose la boca en un quejido impronunciable, una lágrima cae por uno de sus ojos cuando escuchais las tremendas explosiones no muy lejos de donde estais.

Observas sus canales de chakra.... Bakana*, todos parecen estar cerrado, apenas unas gotas de chakra logran fluctuar, aún tambaleandose se mantiene en pie, pero ahora sube de un salto a lo alto de la puerta, dispuesto para huir, no desea seguir luchando, pero busca con la mirada el combate de su compañera con Moeru, no desea irse sin ella, parece que al fin y al cabo, no son tan distintos de Konoha, muchos interrogantes dejará este ataque en vuestras mentes, pero no es eso lo que ahora os atañe.

Miro hacia el cielo, nunca me había fijado en lo azul que era, siempre había vivido rodeado por el color rojo, siempre desde aquella fatídica noche en la que habia matado a mi hermano.

-Si…fue aquella noche cuando todo empezó-

Cierro los ojos mientras comienzo a recordar.

--Flashback--

-Buenas noches- dijo un pequeño Satsujin a sus padres mientras se frotaba el ojo izquierdo, estos, como siempre, no le hicieron ningún caso y siguieron discutiendo sobre la mejor forma de criar una generación más dura de gennins.

El pequeño Izanami camino dando trompicones hasta su habitación, una de las muchas dentro de las enormes cuevas subterráneas de Konoha.

Todo ese oscuro inframundo sin apenas recursos le había sido concedido al clan, en tiempos del Primer Hokage.

Satsujin lo sabía y se sentía orgulloso, su clan era fuerte y no tenían nada que temer.

Llegó a su habitación y se tendió en la manta de lana que siempre había sido su cama, su habitación apenas tenía mobiliario, igual que todas, pues allí abajo no crecían árboles y la piedra era tan dura que apenas podía tallarse.

El niño se acurrucó en su cama, escuchando gritos en habitaciones cercanas y sin poder evitar pensar "Seguramente estén matándose de nuevo…", se sentía asustado, sabía que ya podía ser una presa, mientras pensaba en esto una voz familiar lo calmo

-Tranquilo, Satsu, sabes que yo cuido de ti, buenas noches-

Los ojos rojizos de su hermano Kai asomaban a un lado de la cortina que servía de puerta, su rostro era perfecto, el pelo largo y suelto legaba a sus hombros, en su interior Satsujin quería ser como su hermano "Es increíble que él pueda ser mi hermano, pareciera que los espíritus le dieron a él todos los dones y me dejaron a mí como una cosa mal hecha".

Pensando en eso mientras el sueño lo vencía, siempre había sido más lento que los demás, más débil, sus garras y colmillos aún no se habían desarrollado, como siempre le recordaba aquél abuson de Tora, ese que le había dejado 4 cortes sangrantes en el pecho una noche de pelea.

"Bah, Kai está de mi lado, cuando crezca seré igual que él y todos me temerán"

Cerró los ojos y soñó con el cielo limpio y las praderas inacabables, esas que solo había visto en su imaginación.

-Agh-

Lo despertó el contacto de unas fuertes manos apretándole la garganta con fuerza, Satsujin no podía respirar y apenas podía moverse

"¿Qui…quién es?"

Miró hacia arriba y vio sobre sí a su hermano, con la cara desencajada por la rabia y una sonrisa feliz

- Tranquilo, Satsu, vas a dormir para siempre y ya nadie te hará daño- dijo su hermano antes de levantar la cabeza y echarse a reír de una forma que le provocó escalofríos al pequeño, cuyos ojos se habían inundado de lágrimas.

"Va a matarme…él lo hará a no ser que yo haga algo", Satsujin gruñó se encogió sobre sí mismo, propinando una patada entre las piernas a su hermano, que retrocedió con un aullido.

Satsujin se incorporó quedando en cuclillas y le lanzó un zarpazo a Kai, desgarrando su hombro, aunque había pretendido acertarle en el cuello.

Fue esa vez, la primera en que Satsujin derramara sangre en que cayó víctima de su propia herencia genética, una niebla roja cubrió sus ojos y se lanzó hacia delante, al cabo de unos segundos descansaba en cuclillas sobre el pecho de su hermano, hundiendo sus manos en el mismo, en busca del cálido corazón.

Cuando lo extrajo, palpitante aún lo alzó y abrió la boca, dejando que la tibia y dulce sangre cayera en el interior, reconfortándole, para, acto seguido, engullir el corazón con mordiscos animales, aunque eso no redujo el hambre atroz y segó con sus dientes la garganta de su hermano, bebiendo el líquido vital y logrando así despertar del todo su barrera de sangre.

--Fin del flashback--

Abrí los ojos, no me había dado cuenta de que lloraba, como aquella noche al darme cuenta de que mi hermano, aquel que yo creía mi protector había sido desde el principio mi enemigo.

Miré a mis compañeras, deseando con toda mi exigua alma que consiguieran sobrevivir, pues quería aprender su camino del ninja, ahora comprendía que los demonios no podíamos cambiar, pero sí podíamos aprender.

"Siempre seré solitario y estaré obsesionado con la matanza, nunca confiaré totalmente en nadie, pero podré trabajar en equipo, y cuando vuelva al Clan les impodré un nuevo sistema…si salgo de esta claro"

El combate continuaba sin cesar Yuu golpeaba a su oponente al mas puro estilo Hyugga, uno tras otro iba cerrando todos sus conductos de chakra dejándolo casi inutilizado. El ninja empezaba a estar agotado pero aun así seguía oponiéndose a su derrota.

Un remplazo? muy hábil por su parte, pero de nada iba a servirle contra una oponente que dominaba los 360 grados de visión y se le acababan las fuerzas. Las enseñanzas de su abuelo estaban dando un mayor resultado de lo que ella se esperaba, si seguía ese ritmo de ataque, tarde o temprano acabaría con su enemigo.

Un fuerte estruendo distrajo la atención de ambos luchadores que se detuvieron a observar lo que pasaba. Yuu no podía verlo con claridad pero por la procedencia de la explosión y por su gran magnitud sabía que era del combate entre su senei y el joven de pelo blanco. Shikaku... la preocupación por su reciente maestro le invadió durante unos segundos. Imposible, el es un jounin, por muy bueno que sea ese chico no podrá con Shikaku-sensei.

Cuando se quiso dar cuenta el ninja del sonido había subido a la enorme puerta y miraba fijamente donde se encontraba su compañera, la rival de Moeru. En sus ojos se podía ver que no deseaba luchar más, se había dado por vencido y buscaba una huida aunque no iba a irse solo. Yuu desvió la mirada de su adversario para comprobar como estaba su compañera. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Yuu cuando comprobó que la pequeña Moeru tenía más que controlada su pelea y que su rival también buscaba el camino de la huida. Bien echo compañera... Más allá pudo comprobar como Satsu seguía con vida, seguía perdiendo mucha sangre pero parecía encontrarse bien. Aunque en menor intensidad Yuu también se alegró que su compañero estuviera bien.

Volvió a fijar su mirada en su oponente el cual seguía mirando con preocupación a su compañera, ahora podría aprovechar para asestarle el golpe final que acabaría con el combate y con su vida y estaba dispuesto a hacerlo, su abuelo la adiestró para este tipo de combates y para sacar la mayor ventaja de ellos. Esta es mi oportunidad, se preparó para atacarle cuando un escalofrío recorrió su cuerpo. Recordó la cara de su madre cuando le contó que iba a seguir su camino y aprender medicina. No puedo hacerloYuu se puso firme abandonando su guardia. Elegí ser ninja médico para poder curar a los ninjas y que sus familias no se queden huérfanas, como me pasó a mi con mi padre... no quiero que nadie tenga que morir por estúpidas guerras. Lo siento abuelo pero no puedo hacerlo, no tengo porque matarlo, ya e ganado este combate...

Yuu mira de nuevo al joven que se posaba encima de la puerta. Lárgate, coge a tus compañeros y no volváis por Konoha, VAMOS! sus palabras resonaron altas y con fuerza, dicho esto puso rumbo a socorrer a Satsujin. Aunque claramente le estaba dando la espalda a su rival no desactivó su Byakugan pudiendo ver sus movimientos.