Partida Rol por web

Konoha Gennins

Shinobido

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03/03/2010, 12:52
Hyugga Ukito

En tu clan todos se alegran de tu vuelta, y pasa por boca de todos la proeza realizada, al enfrentarte a un ninja en tu primer dia como gennin, tu determinación y valor hacen de ti el orgullo del Clan Hyugga, en el dojo, te espera tu abuelo, quien te recibe con un gran abrazo. Entrenando con él, se encuentra su nueva alumna, tu prima Hyugga Hinata quien al verte y oir hablar al resto te reverencia con gran sonrojo y timidez, mostrando una excesiva formalidad a la que todos a su alrededor sonríen sin decirle nada.

Tu abuelo te lleva hasta el jardín tranquilo de la enorme casa donde vivís, y mientras el junco deja correr el agua sobre él con el calmado piqueteo en la piedra, y unos pájaros trinan alegrando el lugar, el anciano se sienta abriendose algo cansado el quimono. Hinata acude pronto con unos refrescos y unos tentempieses fríos para refrescaros, tu abuelo respira trabajosamente, en los últimos entrenamientos antes de convertirte en gennin ya se le veía algo gastado, pero ahora es algo más visible al ver latir su pecho en cada inspiración profunda.

Dando un sorbo despacio y trabajoso te invita a que, le cuentes tu relato, que le hables de tu maestro y tus compañeros a que te quedes un rato, y le ayudes a entrenar a Hinata quien, silenciosa, escuchará cada una de tus palabras con la boca apretada y una mirada incapaz de mantener durante demasiado tiempo

El día es agradable, y una buena familia requiere atención, aunque si bien Shikaku es tu sensei, y seguramente esté en el hospital, necesitaria una visita, pero tu prima desea conocerte, y tu abuelo desea oir de tus labios todo aquello que hoy hayas vivido, ¿Les concederás el gusto?

Notas de juego

Recuerda que el tiempo que pasa es oro para los posts :p

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03/03/2010, 16:31
Moeru Ikusa

Moeru se soprende un poco cuando tanto Satsujin como el propio Kage se adelantan para ponerla en pie, y es el mismo anciano quien con suavidad la vuelve a colocar sobre sus piernas. Le echa una mirada difícil de definir a Satsujin, mezcla de curiosidad y agradecimiento, a la par que escrutadora. Aunque sus palabras han sido bruscas, como siempre, le da la impresión de que no han sido del todo hostiles.

Sea como sea, escucha el resto de las palabras del Sandaime, suspirando aliviada en su interior. Se había esperado cuando menos una reprimenda por salir corriendo así tras un grupo de ninjas, pero aparentemente el propio hokage es un juez menos severo que ella misma... aunque por otra parte eso no es raro. La constante lucha por superar las limitaciones de sus cuerpos vuelve a los Ikusa unos perfeccionistas acérrimos, y Moeru es notable por eso incluso entre su clan. La ansiedad que sintió en la aldea vuelve al oír el relato de los doce pergaminos. Que sus enemigos ahora tengan uno no augura nada bueno para Konoha. De todos modos, poco puede hacer ella ya. El asunto será puesto, sin duda, en manos de los jounin de la villa. Aún así...

Por supuesto, Hokage-sama. Yo... si no os importa, querría esperar a Satsujin un momento aquí afuera. Hay algo que me gustaría decirle antes de irme a casa y descansar un poco antes de ver a Shikaku-sensei. Mis padres estarán preocupados. Con vuestro permiso.

Moeru se retira, cerrando la puerta tras ella, y se apoya contra la pared, los brazos cruzados contra el pecho, a la espera de que su compañero salga.

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03/03/2010, 17:02
Satsujin Izanami
Sólo para el director

Miro al anciano, y en cuanto se cierra la puerta comienzo a hablar

-¿Por qué me sacaste de las cuevas?, no entiendo este mundo, actuáis por una tontería como la Voluntad de Fuego, dáis prioridad al equipo y las vidas, antes que al poder y la misión, sentís y os enorgullecéis de ello…yo, yo no puedo vivir así- me quedo callado y suspiro, adelantándome para dar un puñetazo en su mesa -Esta vida no es adecuada para un demonio como yo…hoy he recordado a mi hermano, quiero ir tras ese tal Kaguya y ver sus ojos de nuevo, siento que somos iguales-

Suspiro de nuevo y me quedo mirándole

-Hokage, ¿Por qué la Villa de la Hoja es así?, ¿Por qué mi clan tiene que permanecer oculto a pesar de su legendaria reputación?, ¿Tantos son los secretos de las cuevas? y ese clan Kaguya…tienen algo que ver con los Izanami, ¿Verdad?-

Demasiadas preguntas, comenzaba a preocuparme el estar sintiendo, y encima había encontrado a otro ser con mis mismos ojos.

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03/03/2010, 17:27
Yuu Hyûga
Sólo para el director

Yuu quería ir a ver a su sensei lo antes posible, pero su abuelo y su prima se habían dispuesto a no dejarla marcharse tan pronto. Sonrió la joven y agradeció a su prima el aperitivo que les había preparado con tanta rapidez. Muchas gracias Hinata, sus palabras eran dulces hacia su prima pequeña.

Muy bien abuelo, tu ganas... pero tienes que prometerme que irás a ver a mama, tu estado de salud no parece bueno, ya sabes que no quiero que te pase nada malo. Aunque sus palabras eran serias acabó con una amplia sonrisa hacia Utiko. Cogió con ambas manos la taza de té y bebió un largo trago. Los dos estaban impacientes por escuchar sus hazañas así que no se demoró.

Hoy a sido mi primer día como genin y estaba muy contenta y emocionada... llegué pronto al punto de encuentro donde conocí a mis dos compañeros. Un chico y una chica... Moeru Ikusa y Satsujin Izanami. Moeru es de tamaño pequeño pero goza de una gran velocidad y muy buenos reflejos, le encantan los pájaros y su linea de sangre es muy interesante. Mira a su abuelo. Sabías que los Ikusa tienen los huesos huecos?, no es muy fuerte físicamente, pero no es alguien que se deje atrapar fácilmente. Me llevo muy bien con ella, ya que es una gran persona y tiene un gran corazón... en cambio. Yuu baja la mirada un poco entristecida.

Satsuhin es un chico muy reservado, casi no e podido tener contacto con el. Tiene unos ojos rojizos como la sangre, esos ojos dan miedo realmente. Es un joven alto y con una gran fuerza física. Su caracter es serio y aunque no lo e llegado a conocer bien creo que Satsujin tuvo un pasado muy duro. Parece que intenta integrarse en el grupo y no duda en ayudarnos si es preciso, pero hay algo en el que no acaba de gustarme... mira nuevamente a su abuelo para estudiar su primera impresión al oír los nombres de sus compañeros. Del clan Izanami no se mucho y tampoco creo que el quiera contarnos nada al respecto. Tu lo conoces abuelo?

Coge un dulce y lo devora en un pis pas. Desde muy temprano que no había probado bocado y se notaba por como lo devoraba. Moeru, Satsu y yo formamos el equipo 1 y nuestro jounin a cargo es Shikaku Nara. Shikaku es una persona con un carácter pasota y despreocupado y siempre esta diciendo que somos muy problemáticos, pero creo que es un ninja muy inteligente y sus palabras me confortan y tranquilizan. Me alegra que el sea nuestro sensei.

Nuestra primera misión como genin impuesta por el Hokage era limpiar las calles de Konoha y llevar la basura a una villa cercana a Konoha. Llegamos a Himutsudo-No-Mura, donde debíamos entregar nuestra carga, pero nos encontramos con 4 nijas del sonido y el pueblo todo ensangrentado, habían asesinado a muchos. No dudamos en plantarles cara y apunto estuvimos de perder a Satsujin en la batalla, incluso Nara-sensei salió mal herido de su batalla contra kikimaro Kaguya... pero al final le plantamos cara y acabaron por huir.

Agarró con fuerza las manos de su abuelo y lo miró a los ojos, un par de gotas comenzaron a resbalarle por la mejilla. Te agradezco todo lo que me has enseñado, se que a sido gracias a tus entrenamientos que e podido salir victoriosa de mi batalla contra el ninja del sonido, aun siendo mayor que yo logré esquivar todos sus ataques y contraatacar inutilizando su flujo de chakra. Muchas gracias abuelo. Acaba lanzándose encima de su abuelo abrazándolo con fuerza.

Se puso en pie tras el abrazo y se secó las lagrimas quedando frente a su prima en una perspectiva superior. Su mirada era fría y tenía dibujada una maliciosa sonrisa en su rostro. Así que quieres que te ayude en tus entrenamientos, no Hinata? se curva acercando su cara muy próxima a la de su pequeña prima. No será que quieres sorprender a un chico con tus habilidades no? Ríe desmesuradamente por unos segundos y luego ayuda a levantarse a su abuelo. Muy bien, aun tengo un rato libre, te ayudaré a entrenarte antes de ir a ver a Shikaku, yo también tengo que hacerme mas fuerte. La próxima vez no dejaré que se escapen con algo tan valioso y prometo entrenarme mas hasta que pueda curar las heridas de mis compañeros...

Notas de juego

Lo siento master, parece que me apresuré demasiado en mi anterior post. Por cierto me encanta tanto la imagen como el nombre de mi querido abuelete XD

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03/03/2010, 23:12
Sandaime

Tu clan.... y el clan Kaguya... sí, teneis un origen común, tu clan... fué un fallo, una rama defectuosa de la familia Kaguya, tal vez la existencia del propio clan Izanami ayudara a la extinción del Clan Kaguya al mermar tanto a sus miembros en número, por separarse.

Desde la existencia del Clan Izanami, su "costumbre" de autoasesinarse no ha hecho otra cosa que mermaros, ¿Ahora cuantos quedais? ¿Cinco? El clan Izanami se extingue, precisamente la no-comprensión del estilo de vida en Konoha lo hace perecer.

Tu clan se muere Satsu, siendo tú el más joven, tal vez, solo tal vez, pudiera ser posible un cambio de actitud, un cambio de perspectiva, pueda hacer de ti, un ninja.

 

Un ninja, es más que una herramienta para matar, un ninja vive por los demás, sigue un código de honor, y beneficiencia hacia los demás. Y si todos los ninjas de Konoha siguen esta filosofia, todos se defenderán entre ellos, ninguno huirá, ninguno traicionará a sus compañeros, ninguno querrá hacer mal a un compañero, porque ese mismo compañero te tiene que defender.

¿Qué enemigo se atrevería entonces a pelear contra uno siquiera de nosotros?

Sin embargo, una colmena que no se ayuda, que no coopera, y que constantemente teme a sus compañeros, no puede crecer

¿Entiendes la Voluntad de Konoha?

 

Por unos momentos quedas en silencio, tal vez lo hayas asimilado y tal vez no, tal vez aún tengas que meditar acerca de ello, quizá tan solo son palabras que han caído en saco roto y tal vez hayan quedado en eco para más adelante, en cualquier caso, enciende su pipa, y dando una larga calada ante tu mutismo termina por decir.

 

El motivo por el que no irás tras Kaguya Kimimaro, y no te daré ninguna facilidad para ello, tal vez la entiendas más adelante

Si él representa un peligro, ya se encargarán los miembros de Konoha que desean protegerte a tí también

Si es por algun motivo personal... deja los motivos personales, en tu clan ya has sido nombrado "ninja" pero aquí, aún te queda mucho por aprender. Comienza por calmar tu sangre caliente, y piensa con la cabeza bien fría, medita tus posibilidades, y tus limitaciones.

Eso es todo, el poderoso y anciano Kage se sienta en el despacho extendiendo un pergamino ante él al tiempo que un halcón aterriza tras él en el balcón, y te hace un gesto conforme puedes marcharte, Moeru te estará esperando a la salida

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03/03/2010, 23:53
Satsujin Izanami

Sonrío mientras salgo del despacho mientras digo en un susurro demasiado audible para ser casual

-Nadie traicionará a nadie…entonces Orochimaru, ¿Qué es?-

Tengo muchas cosas en que pensar, pero ahora solo me interesa tumbarme en la apacible oscuridad y descansar

-¿Qué querías Moeru?, ¿Algo en especial?

Mi tono deja visible mi impaciencia, ya tengo ganas de volver a mi casa y encerrarme allí con mis demonios.

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04/03/2010, 00:07
Moeru Ikusa

- replica la kunoichi, avanzando un par de pasos hacia él hasta detenerse frente a frente. Apenas llega al pecho de su compañero, pero su mirada no denota incomodidad ni miedo cuando le clava los ojos, como un par de dardos esmeralda, en los suyos.

No me "torturo", como tú dices, por tí ni por nadie. No te protegí en la aldea con mi cuerpo ni aquí al no mencionar que fuiste tú quién desencadenó la pelea por ser tú, por quién seas tú o tu clan o por lo que te haya pasado en el pasado para que seas una bestia sedienta de sangre. Lo hago porque es mi deber.

Rápida como una centella, Moeru coge la mano del joven y se la posa en el pecho, a la altura del corazón, durante un segundo.

Un tercio de ese latido y todos los que le sigan es tuyo, otro es de Yuu y otro es mío. ESTO es la Voluntad de Fuego. Esto, y no tus comentarios cínicos o lo que creas que es. ¿Lo notas? ¿Te ha quedado lo bastante claro?. Bien. La joven aparta la mano. Hoy he estado a punto de quitarnos a todos un tercio de nuestras vidas. Ese remordimiento es mío y ni tú ni nadie me lo puede quitar. Piensa lo que quieras de él, pero que te quede esto muy claro: es así. No porque me gustes, me caigas bien o seas de mi misma villa. Es porque tengo que hacerlo, y porque tú harías lo mismo. O eso quiero creer, o ese TENGO que creer, porque si no todo lo que me ha conferido esto- dice, plantándole a Satsujin la banda con la hoja de Konoha ante los ojos- será en vano, y esto no será más que un trozo de hierro inútil.

Moeru se da la vuelta y empieza a caminar hacia la salida. De pronto, se para, se queda un segundo como si pensase algo, y vuelve la cabeza para mirar al otro muchacho.

Pero gracias igualmente por preocuparte por mí.

Sin esperar respuesta, Moeru sale del edificio.

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04/03/2010, 00:43
Moeru Ikusa

Sus padres la esperaban a la puerta. Moeru apoyó el puño contra su palma abierta y les ofreció una profunda inclinación del cuerpo. Su padre asintió, con gesto severo al ver la sangre seca que manchaba el gi, pero con los ojos relucientes de orgullo. Su madre caminó con aire solemnte hasta ella, y rozándole suavemente la mejilla con un dedo, la hizo levantar la cabeza y mirarla. Moeru casi se estremeció al recordar como esas mismas manos la habían acariciado tantas veces cuando era una niña, pero supo con mirar a su señora madre a los ojos que ella ya no veía a una niña. Se los veía tristes, más tristes de lo que recordaba haberlos visto nunca, y se le hizo un nudo en el estómago tan fuerte que sintió ganas de echarse a llorar. Pero también eran ojos resueltos y fieros, que la observaban con deferencia y respeto.

Venid, shihnobi, a que os cure las heridas y os prepare un baño. No es de bien nacidos negar nada a un ninja que vuelve de luchar por la Hoja.

Su padre asintió, como aprobando sus palabras, y añadió, en el mismo tono de voz solemne.

Yo me ocuparé de vuestras armas. Que los guerreros cuiden de las armas de los guerreros.

Moeru se inclinó de nuevo y sonrió. Así que así eran las cosas. Había vertido su sangre por la Hoja, había luchado por ella y había vuelto para contarlo. Sus padres le acaban de demostrar que era así con las palabras de los hombres y las mujeres de su clan para con los guerreros que pasaban por sus tierras o su refugio. Ya no era una niña a sus ojos. Era una guerrera del clan.

Y entonces, su madre se agachó y echó los hombros alrededor del cuerpo de Moeru, en un abrazo tan fuerte que casi le corta el aliento. Su padre se colocó junto a ella y le puso una mano en la cabeza, revolviéndole el pelo con tal expresión de orgullo en los ojos como si estuviese tocando el mismísimo sello del Hokage. Moeru cerro los ojos, feliz, y correspondió al abrazo...

Un par de horas más tarde, vestida con unas ropas algo más elegantes que su traje de entrenamiento y con un ramillete de flores violetas en la mano, Moeru esperaba junto al hospital de Konoha. Estaba algo preocupada por Shikaku, de modo que la joven gorrión cambiaba inquietamente su peso de un pie a otro mientras esperaba a que llegasen sus compañeros.

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04/03/2010, 15:48
Satsujin Izanami

Cita:

No me "torturo", como tú dices, por tí ni por nadie. No te protegí en la aldea con mi cuerpo ni aquí al no mencionar que fuiste tú quién desencadenó la pelea por ser tú, por quién seas tú o tu clan o por lo que te haya pasado en el pasado para que seas una bestia sedienta de sangre. Lo hago porque es mi deber.

Me echo a reír en la cara de mi compañera cuando dice esto

-¿yo provoqué la pelea? quizás estabas tan asustada que no oíste como aquel hombre dijo que iba a matarnos, además, si había atacado la aldea ¿Por qué iba a dejarnos marchar?-

Me sujeta la mano con rapidez y la pone sobre la zona que corresponde a su corazón, al cabo de unos segundos me suelto, asqueado

-¿Otra charla sentimental?- digo con cara de asco y aburrimiento.

Cita:

Un tercio de ese latido y todos los que le sigan es tuyo, otro es de Yuu y otro es mío. ESTO es la Voluntad de Fuego. Esto, y no tus comentarios cínicos o lo que creas que es. ¿Lo notas? ¿Te ha quedado lo bastante claro?. Bien. La joven aparta la mano. Hoy he estado a punto de quitarnos a todos un tercio de nuestras vidas. Ese remordimiento es mío y ni tú ni nadie me lo puede quitar. Piensa lo que quieras de él, pero que te quede esto muy claro: es así. No porque me gustes, me caigas bien o seas de mi misma villa. Es porque tengo que hacerlo, y porque tú harías lo mismo. O eso quiero creer, o ese TENGO que creer, porque si no todo lo que me ha conferido esto- dice, plantándole a Satsujin la banda con la hoja de Konoha ante los ojos- será en vano, y esto no será más que un trozo de hierro inútil.

Quedo unos segundos callado ante sus palabras y me quito el protector de la frente, mirándolo durante unos largos e inacabables minutos

-Entiendo…sé que quieres decir, pero…- escupo contra la lámina de metal y la alzo, poniéndosela delante de la cara a Moeru -Esto es lo que pienso de esa tan cacareada Voluntad de Fuego, no es nada, solamente palabras estúpidas e infladas que jamás han significado nada…¿Si fueran tan fuertes orochimaru se habría marchado?, no seas idiota, las palabras se las lleva el viento y ahí tienes mi prueba-

Me marcho, llevando el protector en la mano izquierda mientras corro hacia mi casa, furioso y confuso

"¿Por qué todos insisten tanto en cambiarme?, ¿Por qué nadie más que yo vé que esa promesa de confianza es una debilidad? ¿Acaso no somos los ninjas armas vivientes?"

Al salir de la oficina me detengo un momento y veo a Moeru siendo abrazada por sus padres, furioso giro la cabeza y sigo corriendo hacia mi casa, chocando con un chico rubio y lanzándolo al suelo en mi furiosa carrera.

Se arrepentirán, les haré arrepentirse por sacarme de la oscuridad, ¿Creen acaso que la piedad o la bondad es siempre buena? ¡Ja! demostrarte que aqueello que querías es una aberración es un acto muy cruel"

Entro en mi casa y cierro la puerta de un fuerte portazo antes de dirigirme hacia la ducha.

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04/03/2010, 16:06
Satsujin Izanami

Tras ducharme voy hacia mi habitación.

Dentro de ella apenas está mi cama, un escritorio y una silla, abro uno de los cajones del escritorio y vendo mis heridas para después vestirme.

Vuelvo a la sala de estar y pienso que aún tengo tiempo antes de ir a ver a Shikaku, así que decido hacerme un té.

Cita:

Desde la existencia del Clan Izanami, su "costumbre" de autoasesinarse no ha hecho otra cosa que mermaros, ¿Ahora cuantos quedais? ¿Cinco? El clan Izanami se extingue, precisamente la no-comprensión del estilo de vida en Konoha lo hace perecer.

Recuerdo las palabras del Hokage y miro hacia el té, su tranquila cara parece reflejarse en la superficie de la bebida, su sereno rostro y su calmada voz me sacan de quicio y lanzo la taza de té contra la pared, haciéndola añicos y esparciendo su contenido mientras lanzo un grito en el que se mezclan dolor, odio y miedo.

Me sujeto los lados de la cara mientras miro al suelo, viendo el protector de la villa.

"¿Qué hace eso ahí?…debí soltarlo cuando entré corriendo"

Me froto los ojos, que sin saber porque se me han llenado de lágrimas que no caen, recojo el protector y lo miro.

Me dirijo al baño y lavo el brillante metal, guardando el protector en uno de mis bolsillos.

"Ya es la hora"

Me dirijo a ver a Shikaku, viendo a mi compañera Moeru caminar nerviosa de un lado para otro.

Me acerco y miro alrededor, buscando a la Hyuga con la mirada

-Parece que aún no ha llegado

Susurro mientras me apoyo contra la pared del hospital.

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04/03/2010, 16:36
Moeru Ikusa

Eso parece- replica Moeru en tono neutro, sin mirar a su compañero y manteniendo la distancia, sin cambiar de postura. No parece que la joven considere necesario añadir nada más.

 

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04/03/2010, 17:13
Satsujin Izanami

Con aire distraído saco un kunai y miro su reflejo bajo el sol, mi compañera se da cuenta de que no llevo el protector en la frente, sino que la tela de este cuelga de uno de mis bolsillos, sin dejar ver el símbolo de la Hoja.

-Ojalá no tarde-

Digo para mi mismo, sopesando el arma.

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04/03/2010, 22:35
Hyugga Ukito

El Clan Izanami... - Tu abuelo muestra una cara de tremendo desagrado - No imaginé que el Hokage les PERMITIERA salir de las cuevas, ni sé porqué motivo lo habrá hecho, el Clan Izanami guarda las cuevas de Konoha.

Enfermos mentales, jamás han convivido siquiera entre ellos mismos. Sé que es tu nuevo compañero de equipo pero... No le des la espalda, vigila tu propia lengua y procura no hacerle enfadar, aunque si lo hace, no creas que podrás apaciguarle. Un Izanami solo conoce la sangre, y la venganza.

Me alegro que tu otra compañera sea de la familia Ikusa - No pasa inadvertido que tu anciano abuelo no use el término: Clan - Son muy agradables, aunque no he conocido jamás un ninja de esa familia, cuida bien de ella, recuerda Yuu - Dice el anciano tocando con la palma de su mano cada zona mencionada - Firmes tus puños, fría tu cabeza y caliente el corazón.

 

Tu abuelo ríe y disfruta viendo como la pequeña Hinata pone su mayor esfuerzo en ponerse a tu nivel, y se carcajea cuando de vez en cuando te dejas dar un golpe para darle confianza y mayormente, tal como te enseñó tu abuelo, tal como le enseña a ella, y tal como parece empezar a dominar, te centras en darle fáciles y prácticos consejos para desviar un golpe. Es bastante débil, pero parece poner mucho empeño, aunque dificilmente te contesta verbalmente gesticula muchisimo y sus respuestas deben ser intuidas, le falta confianza, y se sonroja con facilidad. Al fin y al cabo es una Hyugga, si ahora no tiene confianza, pronto la adquirirá, viene de familia.

Al salir, fresca, sin equipaje, con la espalda libre, el gi limpio y el pelo fresco, llegas al Hospital donde Satsujin y Moeru ya están esperándote a las puertas, como si de veras hubierais quedado anteriormente para ver a Shikaku, como un equipo verdadero, todos habeis pensado de igual manera, un solo ente, una sola conciencia, un solo equipo

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04/03/2010, 23:42
Satsujin Izanami
Sólo para el director

Notas de juego

EL mensaje era para Yuu.

Master: Para que imagines lo poco que duermooo !!! >.< ñañaña

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05/03/2010, 10:21
Nara Shikaku

El hospital está bastante tranquilo, por los pasillos, quienes visitan el hospital o se encuentran en él, los más enteradillos y chismosos, hablan del equipo de ninjas-médico que hace apenas menos de una hora ha salido hacia Shimitsudo no-mura, se comenta lo oido acerca del ataque, y el envio de un equipo de seguridad, así como los rumores de la mobilización de un equipo de ANBU. En una habitación de la primera planta sin más mobiliario que unas cuantas sillas está Shikaku con un hombre de bata blanca y bastantes herramientas. Shikaku lleva el cuerpo totalmente vendado y al acercaros podreis oler los bálsamos anestésicos utilizados bajo ellos.

Al acercaros el médico se levanta, os hace un modesto saludo y sale de la habitación dejandoos a solas con vuestro sensei, quien mantiene una sonrisa forzada invitandoos a sentaros a su lado abriendo su brazo en abanico mostrandoos las bien visibles media docena de sillas que hay en la habitación

¡¡ Hola chicos !! ... errrg chicas.... vaya si esto es problemático

¿A qué habeis venido? No esperaba vuestra visita, que problemático, teneis el día libre por si quereis ir a comer

 

¿O tal vez querais preguntarme algo?

Yo estoy bien, me han recomendado que pase esta noche aquí pero mañana podremos salir

Nos han dado una nueva misión, en cumplimiento de la anterior, RangoD

mañana saldremos a hacerla y pasaremos por Shimitsudo no-mura

Moeru, pareces disgustada, ¿Hay algo que te preocupa?

A Shikaku sí parece preocuparle algo, o tal vez sea solo el dolor de las tremendas heridas con las que antes ha conseguido llegar hasta Konoha, y no conseguireis sacar de él sus inquietudes, si estas existen, pues al fin y al cabo, él es vuestro sensei, y debe mostrarse tan duro como pueda, o eso creeis, o eso tal vez él crea

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05/03/2010, 12:07
Moeru Ikusa

Moeru respira algo más aliviada al ver que Shikaku no parece estar herido de mucha gravedad, pese a lo aparatoso de los vendajes. E incluso sonríe al ver que sigue teniendo los mismos problemas que antes con lo de que le hayan asignado un grupo compuesto por chicas.

En realidad veníamos a ver como estaba...en Himitsudo-no-mura parecía en bastante mala forma. Además... yo al menos quería agradecerle que apareciese para echarnos una mano. Probablemente habríamos muerto allí de no haber llegado usted. Eh... he traído flores- dice algo azorada, colocándolas en un jarrón. Shikaku no parece del tipo que le vayan las flores, pero... bueno, es un regalo estándar cuando se visita a un convaleciente, ¿no?.

No obstante, la joven gorrión se tensa visiblemente al oír a su maestro preguntarle si le preocupa. Con un esfuerzo de voluntad supremo, asume una expresión y postura neutra, aunque algunos detalles, como las líneas angulosas de la mandíbula o el ligero temblor de la cabeza al forzarse a mirar hacia adelante, hacia Nara-sensei, denotan el esfuerzo que le está costando mantener una apariencia normal, y sobre todo, el seguir mirando al frente. No quiere girar la cabeza y encontrarse con las pupilas rojas de su compañero y esa mirada indolente, o no cree que sea capaz de evitar que la rabia que la reconcome le salte a los ojos, y entonces Shikaku se va a dar cuenta seguro.

No es nada importante- dice, recalcando un poco lo de "importante". De camino aquí vi algo que me hizo recordar un incidente desagradable que me pasó una vez, eso es todo. Pero a usted si que parece preocuparle algo, sensei, si no es demasiado atrevimiento por mi parte el decirlo- replica, cambiando rápidamente de tercio.

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05/03/2010, 13:33
Satsujin Izanami

Seguía a mis compañeras por el hospital y entré tras ellas en la habitación de Shikaku.

"Así qué está bien" pensé acercándome a su cama, quedando dos pasos por detrás de Moeru

Cita:

Nos han dado una nueva misión, en cumplimiento de la anterior, Rango D

Asiento ante las palabras del sensei y pregunto

-¿En qué consistirá esa misión?-

Presto atención a las palabras de Shikaku, mi rostro parece de piedra, y mis ojos están más vacíos que nunca, mi mano derecha jugetea con mi protector, el cual llevo metido en el bolsillo, con la tela colgando de él.

[

Cita:

B]De camino aquí vi algo que me hizo recordar un incidente desagradable que me pasó una vez, eso es todo. Pero a usted si que parece preocuparle algo, sensei, si no es demasiado atrevimiento por mi parte el decirlo[/B]

Sonrío levemente mientras giro sobre mi mismo y me dirijo hacia la puerta

-Shikaku, ¿hay algún jounin que pueda entrenarme? hoy no tengo ganas de hacer vida en equipo- "Si no hay nadie que pueda entrenarme buscaré a Naruto…ese mocoso siempre está solo y quizás me entienda mejor que ellos"

Sujeto el pomo de la puerta y comienzo a abrirlo, quedándome dentro de la sala el tiempo necesario para escuchar lo que tenga que decir Shikaku.

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09/03/2010, 01:52
Yuu Hyûga

Yuu corria todo lo que podía, se había entretenido demasiado en casa de su abuelo y ahora llegaba tarde a la cita con sus compañeros. Maldita sea, date prisa Yuu... atrabesaba los edificios de Konoha saltando por los tejados y cogiendo todos los atajos que conocía teniendo que disculparse varias veces con los aldeanos por casi atropellarles. Al fin llegó al hospital de Konoha pero parecía que en la puerta no había nadie y era normal llegaba tarde, así que siguió corriendo, pero al entrar una chica la detuvo. Era una Chunin aprendiz de su madre.

-Hola Yuu, me e enterado de lo sucedido en esa villa, has sido muy valiente. La joven tenía la costumbre de tratarla como una cría, Tu madre está muy orgullosa aunque cambió su expresión cuando se enteró de lo sucedido y tuvimos que detenerla, quería ir a hablar con el Hokage inmediatamente... menos mal que a tenido que ir de misión uf... su expresión iba cambiando mientras gesticulaba con los brazos imitando los movimientos que hacía la madre de Yuu en ese momento. Yuu se la miraba con cara de indiferencia aunque conocía muy bien a su madre y sabía que lo que ella e contaba era verdad, seguramente al enterarse de que estaba en peligro quería ir quejarse al Hokage, ella no soporta que sea una ninja... Pero pronto volvió en si y se alejó de ella corriendo. Lo siento pero tengo prisa, ya hablaremos...

Llego a la habitación de Shikaku y su corazón le latía a mil por hora por el sobre esfuerzo, se relajó un segundo y aclaró su mente antes de entrar. Al hacerlo vio que sus compañeros acababan de llegar. Se disculpó por a tardanza y se mantuvo en silencio escuchando las palabras de su Sensei y compañeros.

Unas flores preciosas Moeru aunque no se si nuestro querido maestro apreciará tal belleza. Acaba la frase mirando a Shikaku y regalandole una sonrisa forzada. Yo te e traído estas manzanas, me las a dado mi abuelo el cual te manda recuerdos Shikaku-sama. Se acerca para darle la bolsa con las manzanas cuando no puede evitar la gravedad de las heridas de su cuerpo. Por mucho que intente ocultarlo había salido bastante mal parado de su encuentro con el canoso. Tenga coja una. Su cara se pone mas seria si cabe. No se preocupe por nosotros el Hokage ya nos a puesto al corriente de nuestra nueva misión, recoger los escombros y volver a llevarlos a la villa de Himutsudo-No-Mura. No creo que le necesitemos para llevarla a cabo, así que mejor quédese y descanse... Se sienta y comienza a pelar una de las manzanas, cuando la tiene lista la corta en cuatro partes y ofrece una de ellas a cada uno de su equipo. Tomad, coged un cacho

Su mirada se frena un poco al toparse con los sangrientos ojos de su compañero y por su mente pasan las palabras que le a dicho su abuelo sobre el clan Izanami... este se da media vuelta y se encamina hasta la puerta sin ni siquiera mirarle mas que una fracción de segundo. Te vas a entrenar?, no quieres antes comer algo? No iba a impedir que el chico se marchara, es más no le importaba lo más mínimo lo que hiciera, pero estaban en el mismo grupo y se suponía que habían venido para estar con su Sensei...

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09/03/2010, 12:07
Nara Shikaku

El sensei acaricia las flores, y puede verse en su perdida mirada un rastro de nostalgia al aspirar el aroma sin acercarse demasiado, y luego su sonrisa se agranda al ver llegar a Yuu mientras al tiempo contesta a la ahora algo irascible Moeru y al ya desquiciado Satsujin.

Muchas gracias Moeru, son muy bonitas. Estoy seguro que como ninjas adivinareis sin necesidad de constatar mis preocupaciones, si no hoy, tal vez cuando crezcais.

Cuando se dirige a Satsujin, Yuu llega a vosotros con un generoso cesto de rojas y brillantes manzanas que con cuidado comienza a pelar, ofreciendoos a todo el manjar exclusivo del jardín de su abuelo.

 

Como bien dice Yuu, es una misión de limpieza, para completar la de ayer, y arreglar los desperfectos más leves.

Ahora, grupos de Chuunins trabajan en las tareas más delicadas y mañana nosotros recogeremos los escombros. Y sí, os acompañaré, como gennins, debeis estar bajo mi supervisión para cualquier misión fuera de la villa.

Ningún Jounin querrá entrenarte Satsujin, tienen mejores cosas que hacer, soy yo el Jounin encargado de tu docencia.

Y no sé que deseas entrenar, pero aún tienes tanto por aprender.... vaya si eres problemático- Shikaku reprende sus propias palabras y sin meditarlo ni un segundo vuelve a sonreir mirando a Yuu y cogiendo un corte de la manzana- ... Gracias, envia saludos a tu familia de mi parte también.

 

Shikaku se levanta mirando por la ventana estirandose, tomandose su tiempo para volver a hablar mientras degusta las dulcísimas manzanas de la joven Hyugga - Aunque no lo creyerais, desde que llegué a Himitsudo, os observé en vuestros combates, y debo reconocer, que vuestra habilidad de combate ha superado mis espectativas, sin embargo, no aprecié que fuerais muy duchas en Ninjutsu. ¿No os enseñaron nada de Ninjutsu en la academia? Eso sí que de verdad sería muy problemático.

Es tarde, poco o nada puede aprovecharse el día, y Shikaku sale del hospital acompañado por vosotras, para despedirse en la tarde y marchar a su casa, con su familia, hay tantas explicaciones que dar, y no parece demasiado contento con la idea de encontrarse con una mujer que parece seguro que le echará bronca, queda con vosotros, a la mañana siguiente, algo más tarde que el primer día, cerca de las diez, en la puerta este, y, rezongando y remoloneándose, desaparece por la calle entre las luces del ocaso, murmurando preocupaciones que constantemente parecen acecharle

Notas de juego

Podeis postear a qué dedicais la noche, querría especificarais mínimo en vuestro siguiente post, como es vuesta casa, como es vuestro cuarto, quien vive con vosotros, qué cenais, y la llegada a la puerta este al día siguiente ;).

Satsujin, si por la tarde decides hacer alguna otra cosa, tan solo postéalo libremente ;) pero no encontrarás un Jounin dispuesto a invertir en ti la tarde.

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11/03/2010, 14:17
Moeru Ikusa

Moeru se despide de su maestro y su compañera y se dirige de nuevo a casa. Es tarde, el día ha sido largo y lo que más le apetece es descansar.

Sus padres están de vuelta en sus quehaceres. La escena que se desarrolló anteriormente era algo especial. Sus padres habían querido mostrar su orgullo por que hubiese sobrevivido a su primera lucha a vida o muerte, y lo hubiese hecho honrando lo que le enseñaron. Ya lo habían hecho, y habían demostrado sus sentimientos para con ella. No había razón para volverlo a repetir, de modo que la vida volvía a ser como era, una casa con dos padres y dos hijas.

Su hermana, Kiri, salió a recibirla, y se le abrazó a las piernas en cuanto la vió.  Kiri era muy joven, tenía apenas siete años, y al contrario que Moeru era una joven quieta y tranquila, que se movía y hablaba con una lentitud casi lánguida. No era muy robusta, por lo que dormía mucho y no le gustaba demasiado el ejercicio. Pero nada de lo que estaba a su alrededor escapaba a su mirada afilada. Incluso con todo el entrenamiento encaminado a desarrollar su percepción que Moeru había recibido, su hermana a menudo la sorprendía con su capacidad de ver detalles en los que ella ni reparaba. Si no fuese por su constitución pequeña y frágil, parecida a la suya, y porque sus ojos no eran blancos, sino de un azul diáfano, Moeru pensaría que en realidad era una Hyuga adoptada. Su capacidad de observación no era normal, y su carácter no podía ser más distinto al de Moeru. Sin embargo, la joven gorrión adoraba a aquel gurriapo de ojos azules, y el sentimiento parecía ser tan mutuo que a veces le resultaba cargante.

Estaba durmiendo cuando volviste... me enfadé un montón cuando me enteré que no me habían despertado, pero papá me dijo que no es como si no fueras a volver a verme por la noche...

Sí, eso suena exactamente a lo que papá diría- pensó Moeru con una media sonrisa. No se molestó en preguntarle cómo se había enterado entonces de la batalla en la aldea vecina. Kiri siempre se enteraba de todo.

Moeru, ¿estás bien? Había sangre en tu ropa...- los bracitos de la joven se apretaron en torno a sus piernas con tanta fuerza que casi se cae. La joven le revolvio el pelo con cariño.

¿Tengo pinta de estar mal, enana? Ya me han tratado, estoy como nueva. A ver si te crees que tu hermanita es tan floja como tú- replicó con una sonrisa maliciosa, al tiempo que le daba un cachete en las nalgas, a lo que la niña respondió con un chillido de protesta. - ¡No soy floja! ¡Eres tú la que tiene la cabeza más dura que un yunque!- replicó, con expresión ultrajada. Además, no estas bien. Se te nota en los ojos que estás pensando en algo.

Moeru se quedó helada. ¿Cómo es posible que se haya dado cuenta? Ni siquiera es lo bastante mayor para tener preocupaciones serias, y sin embargo... Esa faceta de su hermana la desconcertaba más de lo que estaba dispuesta a admitir, pero se forzó a sonreír y acariciarle cariñosamente la nuca. No quería meterle cosas muy complicadas en la cabeza, con su capacidad de observación no tardaría en empezar a hacerlo ella misma. Nada importante. Ha sido un día muy largo y tengo muchas cosas que pensar, sólo eso. Anda, sueltame las piernas que con el calor vengo toda sudada y se te va a pegar. No querrás tener que bañarte otra vez, ¿eh?.

Ante la prespectiva de volver al baño, Kiri se retiró con tanta rapidez como si su hermana se hubiese tranformado en una serpiente lista para saltar. A Moeru casi le da la risa. Vale. Pero si te pasa algo me lo dices. Prometido, ¿eh?

- Prometido. Además, tú siempre te enteras de todo igual...

Su hermana sonrió con malicia mientras se retiraba, como diciendo "Si, esa soy yo". Moeru sonrió también. En ese momento, su madre pasó a toda prisa por delante de ella, hacia la cocina. "Bienvenida a casa. La cena estará en un momento, me he retrasado un poco lavándote la ropa y cosiendo el roto. Tu padre está en el salón. Y no hagas rabiar a tu hermana, mira que te lo tengo dicho...". La mujer había dicho todo eso a toda velocidad, sin dejar de moverse, y seguía hablando desde la cocina.

Así era Kaoru, la madre de la joven. Una mujer de unos treinta y muchos (nunca decía su verdadera edad), de rostro agradable y cuerpo menudo y fibroso. A Moeru siempre le había parecido que si Konoha necesitaba algún día un general para la batalla, la podrían llamar a ella. Kaoru era una mujer amable, hospitalaria y muy cariñosa con sus hijas, pero que dentro de lla casa ordenaba y mandaba como si estuviese dirigiendo una guerra. Era capaz de dar ordenes a sus dos hijas y su marido a la vez mientras se movía por la casa limpiando, llevando cosas o moviendo cosas de sitio para desesperación de Moeru, que era un desastre ordenando y a menudo acababa no siendo capaz de encontrar nada después de que su madre "limpiase" su habitación. Incluso desde la cocina o la despensa, la mujer sabía exactamente dónde estaba cada cual (o al menos dónde le había mandado ir) y no se cortaba en mandar a quien fuera a por esto o lo otro. Su padre ni siquiera intentaba replicarle, se encogía de hombros con una sonrisa. "Ya me di cuenta en mi primera semana de casado que fuera es otro mundo, pero dentro de casa discutir con tu madre es como intentar pelear contra todas las aldeas ninja tú solo". Moeru había heredado su energía inagotable de ella. Y ojalá que a su edad la siguiera teniendo tan intacta.

Sin embargo, no le pasó desapercibido que la miraba con un brillo especial en los ojos, una especie de chispa de luz sobre un fondo opaco. Aunque desde fuera su madre podía parecer una tirana, lo cierto es que distaba mucho de serlo. Desde luego, te podía perseguir de un extremo de la casa a otro tirando órdenes como otrs ninja tiran kunais, pero siendo honrados, si te mandaba hacer algo no era por gusto, era porque realmente deberías hacerlo. Y pese a las apariencias, siempre se lo acababa perdonando todo, o casi todo, a sus dos hijas. Ahora que había crecido algo más, Moeru creía saber por qué, y creía saber el significado de esa mirada. Lo vio cuando la abrazó al mediodía. Kaoru tiene miedo por ella. Siempre las ha tratado, a su manera, como si fuesen el tesoro más valioso de Konoha, y la joven se imagina que debe sentir terror ante la perspectiva de que le hagan daño o la maten. Algo entristecida, pasó al salón a saludar a su padre.

Junichiro, un hombre recio (dentro de los estándares Ikusa, se entiende), de afilados ojos azul oscuro y expresión seria, levantó la vista de la piedra de amolar que estaba examinando con ojos crítico, asintió al saludo de su hija y la invitó a sentarse. Tu madre ha dicho que la cena estará en nada, y ya sabes como se pone si tiene que llamaros muchas veces. La joven ninja asintió respetuosamente y fue a sentarse cerca suyo sobre el suelo de la habitación. Su padre había sacado sus herramientas de armero- es lo que era, el armero del clan- y se dedicaba a examinarlas cada cierto tiempo, asegurándose de que las piedras estuviesen perfectas, las brocas no tuvieran una sola viruta de hierro pegada, y el crisol en el que fundía el hierro para reparar las armas no tuviese ni rastro de escoria o restos de material fundido. Solía hacerlo en la tranquilidad del salón, ya que decía que su taller, situado en el laterla de la casa, estaba demasiado lleno para concentrarse con tranquilidad. Moeru no sabía como a su madre, tan pulcra, no se la llevaban los demonios viéndolo, pero se hacía la idea. Aunque por lo general su padre nunca discutía con ella, se tomaba ciertas cosas, entre ellas todo lo relativo a su trabajo, muy en serio. Suponía que ésto era un pequeño ritual privado con el que no estaba dispuesto a transigir, igual que su madre no transigía en otras cosas. Había un sentido de equilibrio en todo ello, de hecho era la palabra que Moeru usaría para describir el matrimonio de sus padres. Equilibrio. Ambos parecían compartirlo casi todo, pero a la vez ambos parecían tener un mundo propio, sólo de ellos, y que complementaba al del otro. Mientras pensaba en ello, notó como la mano, tosca y grande de su padre, le revolvía el pelo con afecto, sin decir una palabra.

Así era Junichiro. Era un hombre estricto, que se exigía mucho a si mismo y exigía a los demás en igual medida, incluidas sus hijas. Durante sus primeros años, a Moeru no le había caído excesivamente bien. Aunque su madre era la que normalmente le mandaba cosas, casi siempre había sido su padre el encargado de castigarla. También había sido el que le había ensañado el Kizuken, el taijutsu propio del clan, y no había sido suave ni laxo para nada. Y gracias a los dioses- pensó. Quién sabe qué hubiera sido de ella hoy de no ser así.

Cuando era más pequeña, Moeru alguna vez había llegado a odiarle, pero a medida que iba creciendo, se iba dando cuenta de cosas. Es cierto que su padre era duro a la hora de exigir, si. Pero no era menos cierto que no escatimaba para nada elogios cuando hacía las cosas bien, y que era bastante más generoso a la hora de premiarla que duro a la de catigarla... y bastante menos duro en sus hechos que en sus palabras, también, llegados a ese punto. Quizás no demostrase afecto como los demás, quizás no fuese muy aficionado a abrazarla, revolverle el pelo o acariciarla, pero por otra parte, siempre que Moeru hacía algo que le agradaba, el brillo de orgullo en sus ojos hablaba más a las claras que cualquiera de esas cosas. Era duro, pero era justo, y a medida que aprendió a "leerle", Moeru no tuvo duda jamás, ni por un segundo, de que su padre las quería con toda su alma, aunque fuese de una manera algo más distante y rígida que los demás. Era un hombre honorable e íntegro, que le había enseñado, con palabras o con hechos, directa o indirectamente, todo lo que necesitaba saber sobre honor, valentía y lealtad, aparte de sobre la lucha, y Moeru le admiraba con la fiereza con la que sólo una hija puede admirar a su padre.

Moeru sacó sus kunais y se dedicó a observarlos, calibrando su estado. Sintió, mas que vió, la sonrisa de su padre a sus espaldas. Era una estampa casi cómica, parecía que le estuviese imitando. Pero era su peculiar forma de comunicarse.

Notas de juego

Apuf, otro rato sigo...