Partida Rol por web

Vuestro acto de graduación ha terminado, y vuestro futuro sensei os espera en la puerta este. El sol se ha alzado hace un par de horas, y sus rayos más cálidos bañan a los más madrugadores recompensándoles con ésa sensación de piel fría y cuerpo caliente. Resulta muy refrescante presenciar el ajetreo matutino de las calles.

El propietario de un restaurante recoje unas cajas que aguardan en el exterior de su tienda, con calma y sin prisa, deteniéndose a saludar y charlar con buenos amigos que cruzan la calle en alguna otra dirección. Un chico joven sale de su casa para acudir a la academia de gennin y dos mujeres de considerable edad hablan de la última trastada de Naruto en la villa, por lo que oís, lanzó bombas fétidas en una floristería.

Con vuestro caminar apresurado, impacientes por conocer quien será vuestro sensei llegais hasta la puerta, acudiendo todos al mismo tiempo. Yuu y Moeru siempre fueron a la misma clase, a pesar de conocerse ninguna ha intercambiado más de dos palabras con la otra, y cuando ayer recibisteis la noticia de que iríais juntas aguardasteis a pensar las palabras adecuadas con las que saludaros. Lo más inquietante era la espera de un tal Satsujin, cuyo nombre no habiais escuchado y jamás lo visteis en clase, la familia Izanami tampoco tiene ninguna reputación, siendo una familia más bien de poco reconocimiento. Se rumorea que, la familia Izanami es la encargada del mantenimiento de las cuevas-refugio de Konoha.

Eh ¿ Sois vosotros el grupo uno ?

Dos chicas en un grupo de tres... esto sí va a ser problemático

Seguidme muchachos errrmm... muchachas....

Es un tipo muy alto y robusto, una larga cicatriz cruza su cara y lleva el chaleco distintivo de rango superior. Caminais tras él alejados unos de otros, pensando en romper el hielo, pero ninguno se atreve, y él se detiene aún sin haber perdido de vista la puerta de Konoha. Se sienta bajo un árbol donde su sombra le dibuja la silueta de las hojas en su cara y el sol baña el resto de su cuerpo, e os indica que os senteis junto a él.

Me llamo Nara Shikaku*, soy el Jounin a vuestro cargo

Os mira a todos y pasa la mano por su cara sobándose y terminando su gesto en una extraña mueca de desagrado que no llega a expresar en voz alta, aunque sus labios se mueven visiblemente murmurando: Qué problemático

Bien comencemos por presentarnos, es imposible que formemos un grupo si no nos conocemos.  Presentaos con vuestro nombre, edad, habladme de vuestras aficiones, decidme lo que más os gusta y más odiais

Yo había aparecido de la nada, pues únicamente el sensei se había dado cuenta de que seguía al grupo.

-Soy Izanami Satsujin, tengo 13 años, me gusta…hhmmm… la caza y explorar las cuevas, odio el sol y a los sentimentales-

Mi voz es de tono bajo y grave, haciendo que mis tres interlocutores tengan que esforzarse para escucharme.

Cuando las chicas se giran para ver a su nuevo compañero ven a un desconocido de pelo y ojos negros, con la piel casi blanca, es delgado y alto, aunque parece tener unos músculos bien desarrollados.

Viste una camiseta con mangas de rejilla, en su brazo derecho lleva un guante, pero el izquierdo es cubierto por una especie de capa, sujeta al cuello del chico por unas cuerdecillas rojas.

Sus pantalones negros llegan hasta por debajo de la rodilla, estando sus espinillas vendadas y sus pies cubiertos por las sandalias ninjas habituales, solo que de color gris oscuro, igual que el cinturón que le ciñe el talle.

En cuanto a su equipo ninja, lleva la bandana en la frente, aunque cubierta a medias por el pelo.

En su pie derecho se puede ver su porta shurikens, también de color gris y con un kanji rojo en el botón que lo cierra.

El joven Satsujin permanece de pie, con los brazos cruzados y mirando de lado hacia el sol, con gesto airado

"¿Cuando se ocltará de una vez?"

Finalmente, os dirige una mirada mientras se acerca, al dar sombra a sus ojos estos se vuelven rojos como la sangre

-Un placer conoceros, sensei y compañeras-

"Dejemos que crean que estoy de su lado y veamos de que pasta están hechos"

A Moeru se le nota el nerviosismo en su forma de moverse y en como sus ojos parecen volar hacia todos lados, sin estarse nunca quietos, mientras todos esperan tranquilamente de pie a que llegue su jounin al cargo. No es algo demasiado evidente, aunque si uno se fija claramente puede ver muy bien detalles sueltos. La forma de pasar sutilmente el peso del cuerpo de una pierna a otra, o el cómo pasa un pie por detrás del otro y traza con el pequeños círculos en la tierra. Como juguetea con los dedos cuando pasa las manos tras la espalda, como se coloca el pasador para el pelo con forma de orquídea más de lo estrictamente necesario y tabletea brevemente con las uñas sobre el protector con en símbolo de la hoja que lleva en la cabeza, prácticamente la única parte de su cuerpo lo bastante gruesa para poder llevarlo. Pequeños ruiditos salen de su garganta, como si tararease o hablase para sí. Habitualmente eso es exactamente lo que hace, pero puesto que hoy no lleva la banda de tela que le cubre la boca, en deferencia a su maestro y sus compañeros, prefiere no moverla. No quiere empezar pareciendo una rara.

Son detalles sutiles, pero claro... los tres chunnin se están estudiando de arriba a abajo en medio del incómodo silencio. Son un equipo. Fuera del mundo ninja eso puede parecer relativamente baladí, pero entre ellos eso significa mucho. No es solo que vayan a estudiar, entrenar y salir de misión como uno, con lo cual Moeru sabe que durante muchos años va a pasar la mayor parte de su tiempo con ellos. También se trata de que, cuando estén de misión, todos son responsable de protegerse entre sí. Esta gente va a estar a sus espaldas en la batalla y va a tener que contar con que protejan su vida igual que ella protegerá la de ellos. Muy probablemente, la otra niña y el niño que tiene frente a ella serán sus amigos más cercanos si el grupo funciona... o sus enemigos más peligrosos si falla. Sabe que puede suceder. Todavía se habla en la villa de la traición de Orochimaru.

A la otra niña apenas la conoce. Sabe que se llama Yuu y es una Hyuga, es difícil no fijarse en las pupilas casi totalmente blancas, con apenas una fina línea de color. Siempre han ido a la misma clase, pero apenas si se han dicho un par de palabras en todos estos años. Los Hyuga y los Ikusa son gente "extraña" a su manera para la villa, con lo que, a pesar de que podría verse como algo que les une, ha hecho que Moeru vea a la chica con cautela. Además, por lo que sabe los Hyuga tienden a ser introspectivos, consecuencia de su famoso don, el Byakugan. Literalmente, ven cosas que los demás no ven. Y al carácter de Moeru... digamos que eso nunca ha ido con ella. La verdad, le gustaría decirle algo, pero... no se le ocurre que.

Del otro niño ni siquiera ha oído hablar. La mayoría de lo que sabe del clan Izanami son rumores, y rumores con pinta de ser bastante fantásticos. Eso le pica la curiosidad, aunque no puede evitar percibir un brillo salvaje, casi animal, en los ojos del muchacho. Parece una bestia enroscada a punto de saltar. Moeru se pregunta si realmente será de fiar, aunque en seguida siente cierto remordimiento. Los ancianos de la aldea han decidido que esté aquí, no va a ser cosa suya discutir su juicio, ¿no?. Decide mentalmente darle algo de manga ancha. Figurativamente, claro.

Finalmente, llega su jounin. Hmmmmm. El hombre tiene un aspecto bastante... recio. Tiene pinta de haber vivido más de un combate, y más de dos. Mirada dura. Parece el típico hombre de mucha acción y pocas palabras, y el tono de voz y la forma de hablar parecen confirmarlo. Aunque el comentario acerca de un grupo "problemático" la ha picado bastante. A los Ikusa les enseñan a tener orgullo por lo que son, y cosas como esa le tocan un poco la moral. No obstante, le sigue en silencio, como buena aprendiz.

Finalmente, parece que llega el momento de las presentaciones. Moeru mira rápidamente a sus compañeros. El otro chico ya se ha presentado. Bastante... conciso. No sabe muy bien que pensar. La tensión la está poniendo nerviosa. Mejor hablar y relajar un poco el ambiente, ya se preocupará luego de si lo que dice es "acertado" o no.

Bueno... yo me llamo Ikusa Moeru, y tengo 13 años. Encantada de conoceros. Hmmmmm, la verdad es que no sabría decir muchas "aficiones", habitualmente casi siempre estoy haciendo algo... mis padres dicen que es más dificil tenerme quieta que tallar la cara del cuarto Hokage en piedra a mordiscos... pero, bueno, me gusta mucho merodear por las partes boscosas de la villa... explorar entre los árboles, los animales, los ruidos. Es emocionante.0

También me gusta cocinar... me gusta la comida con muchas especias. Demasiadas, dicen, así que como mi madre habitualmente no la hace, pues yo... bueno, acabé cogiéndole el gusto a cocinar para mi. Hmmmmmm. ¿Lo que más me gusta?. Los pájaros. Algún día me gustaría saber identificarlos, los nombres, los hábitos, esas cosas... me gustan los pájaros desde siempre, no se por qué.

Porque los tienes en la cabeza- piensa fugazmente. Menudo rollo está soltando.

¿Lo que más odio? La gente que se conforma. Los que no hacen nada, se limitan a ser una cosa el resto de su vida y con eso les vale, no tienen aficiones, ni aspiran a nada, ni les importa nada más grande que ellos mismos... entiendo que igual que hay ninjas tiene que haber, no se... vendedores de soba, o carpinteros... pero aunque tengas tu trabajo, siempre puedes querer hacer algo ditinto, o apender cosas, ¿no?. Simplemente ir del trabajo a beber o a casa a tumbarse  luego al trabajo otra vez...- sacude la cabeza vehementemente- No, a mi me gusta hacer cosas. Muchas. Tampoco me gustan mucho...

Moeru se interrumpe bruscamente y se pone colorada. Ha estado a puto de soltar "tampoco me gustan mucho las personas que creen que las chicas son un "problema". Toma. Su primer día y ya ha estado a punto de soltarle una lindeza a su sensei, menuda primera impresión. Tengo que aprender a controlar este maldito carácter y no decir o hacer las cosas según vengan- pìensa.

eh... nada. No tiene importancia- finaliza, claramente cortada y tratando de no mirar mucho a Shikaku.

Yuu había salido temprano de su casa, se encontraba algo inquieta y emocionada pero a la par preocupada por como sería su primer día como genin en un grupo de ninjas y quien sería su maestro durante los próximos años.

Andaba con paso firme por las calles de la villa apresurándose para llegar a su cita. Por el camino se encontró con Moeru Ikusa una compañera de su clase en la academia. Yuu había pasado todos estos años desapercibida en las clases, era una buena estudiante pero le costaba relacionarse con la gente ya que a muchos les incomodaba los ojos de la joven Hyuga y porque siempre a tenido planificada su vida. Pertenecer a la rama principal era una tarea dura, entre entrenamientos y formación personal no le quedaba mucho tiempo para jugar ni para hacer amigos.

Siempre cuando acababa las clases me iba corriendo a entrenar con mi abuelo y después ayudaba a mi madre en el hospital, nunca e tenido la oportunidad de hacer amigos, y ahora que la tengo... no se que decirle.

Llegaron las dos juntas y en silencio hasta el lugar de encuentro. Así se quedaron durante un buen rato hasta que se presentó el Jounin que estaría a cargo del grupo 1.

Cita:

Las palabras del Jounin no le acabaron de agradar a Yuu la cual no dijo nada y lo siguió en silencio pero con un rostro más serio. El maestro se presentó ante la atención de las dos chicas y propuso empezar con las presentaciones. Yuu se puso un tanto nerviosa y optó por esperar a que su compañera se presentara, pero antes un chico de aspecto pálido llegó y se presentó como Satsujin Izanami.

Ese chico tiene unos ojos muy siniestros y tiene algo que me inquiera, espero acabemos llevandonos bien, aunque no se... el es del clan Izanami...

Seguidamente Moeru tomó la iniciativa y se presentó ante la atenta mirada de Yuu la cual sonrió escuchando hablar a su compañera de sus aficiones. Había llegado su turno así que se armó de valor y se puso en pie mirando a Shikaku. Pudisteis observar su corto y atrevido equipaje que portaba Yuu. un traje con la espalda cubierta y acabado en una corta falda y agarrado por un cinto cruzado. sus piernas estaban cubiertas por una fina maya negra. Su bandada la llevaba colgada del cuello paro con la parte metálica en su nuca.

Mi nombre es Hyuga Yuu, tengo 13 años y es para mi un placer poder formar parte del equipo uno.

Lo que mas me gusta es entrenar con mi abuelo y ayudar a mi madre en las labores médicas del hospital de la villa. Creo que realiza un gran trabajo para esta villa sanando a todos sus habitantes, eso es algo que me hace sentirme bien.

Lo que más odio es la gente que juzga a otros antes de conocerlos, la verdad es que al ver el equipo esperaba que alguien dijera algo sobre que somos dos chicas, como suponiendo que no vamos a estar a la altura... aunque seguro que ese pensamiento acabará cambiando, no es así Moeru. Mira a su compañera y le guiña un ojo intentando buscar su complicidad mientras vuelve a sentarse a su lado.

Miro a mis compañeras, tras escuchar sus presentaciones con atención, fijándome en sus características físicas

"Moeru es muy pequeña, y con toda probabilidad no será demasiado fuerte, aunque sí muy rápida…eso puede convertirla en una presa difícil de cazar", hago un alto en mis pensamientos para mirarla de nuevo, con más detenimiento sin ningún disimulo "Cualquiera diría que tiene 8 años, aunque no voy a fiarme por ello".

Sonrío al pensar que diría ella si supiera que a mí me gustaba cazar pájaros, "Posiblemente intentaría matarme mientras duermo o algo así", mi sonrisa se ensancha tras este pensamiento, dejando a la vista mis afilados dientes.

Ahora miro hacia la otra, Yuu Hyûga por lo que había dicho.

"Esos ojos…me dan una mala sensación, parece estar ciega, pero es obvio que ve todo demasiado bien…me pregunto cual será su habilidad"

Por otra parte, ha sido la última en presentarse, así que me imagino que será la que menos iniciativa tenga, "Eso puede suponer un error fatal".

Continuo mi escrutinio, fijándome en su ropa "No parece que le importe lo que piensen los demás…y en general es bastante llamativa"

Pierdo la sonrisa y acerco mi mano derecha al mentón, e delgada y huesuda, con unas uñas largas y de aspecto óseo, similares a garras.

"No sé que pensar de mis compañeras…pero el sensei parece un veterano"

Lo recorro con la vista, sus cicatrices me llaman la atención y siento curiosidad por saber como se habrán producido

"¿Cuales serán sus técnicas?¿Será muy fuerte? ¡Bah!, ¿En qué estoy pensando? aquí en Konoha son todos unos imbeciles, preocupados siempre por esa chorrada de la Voluntad de Fuego"

Satsujin, su presentación habia sido directa y sin zarandajas, y sus palabras de cortesía parecían arrancadas con tenazas al rojo vivo, tal como sensei esperaba de un Izanami, tal vez incluso más de esos ermitaños de la montaña. Es cuando Moeru comienza a hablar cuando Shikaku se sujeta la frente con pesadez, aunque respetuoso aguardó al final de su presentación asintiendo asertivamente a la joven Moeru. Por último Yuu, trata de incordiar al profesor con un sutil guiño verbal, Yuu observa la reacción de Shikaku ante su presentación pero él con gesto cansado sonríe, incluso dirías que casi carcajea.

Pasan unos minutos en silencio, en el que observais al profesor con cara interrogante, al menos dos minutos de incómodo y absurdo silencio en el que solo se escucha el grito de un halcón sobrevolando Konoha, finalmente suspirais aliviadas al ver que Shika no se a dormido, se pone en pie y saca una libreta que perezosamente comienza a leer en voz alto mientras urga algo en el interior de su oido.

Veamos, presentación de los alumnos listo... Mmmm - Empieza a tachar tareas de su lista musitando - Paso... paso... paso...

Qué problemático es esto... en fin, sí, bien, empezaré hablando de vuestras tareas como gennins de Konoha.

La villa de Konoha sirve al País del Fuego y a sus intereses, aunque nuestro Hokage está al mismo nivel político que el propio Señor del país del fuego. El pueblo de Konoha trabaja por encargos, y éstos se dividen en rangos según su pago, importancia, y dificultad. Las misiones más duras, las de Rango A, son hechas por los grupos de Jounin, las misiones de Rango B se reservan para grupos de Chuunins, las misiones de rango C pueden ser hechas por un grupo de Chuunins o un grupo de Gennins con su respectivo Jounin. Y finalmente están vuestras misiones, las de RangoD

Shika-Sensei recoge el pergamino en el que os ha mostrado como funcionan las misiones y saca uno con un sello en el que claramente se ve el RangoD. Parece que se adelantó a cogerla él mismo ante el hokage, puede que el Hokage tuviera cosas que hacer, puede que Shikaku sea muy controlador, o puede que sea un vago que no desea hacer dos viajes ¿Será esta vuestra primera misión? Shika-sensei no parece tener ninguna prisa en abrirlo, lo sujeta con una mano y su pulgar perezosamente quita el sello mientras continúa hablandoos

Aún es temprano - Saca una cuerda que tiende sobre el suelo -Colocaos tras la cuerda los tres 

Obedientes, os colocais tras la cuerda y al giraros Shikaku ha desaparecido... ah no, está por allí dando brincos, en cuatro saltos a recorrido una gran distancia, clavando tres kunais en tres árboles vuelve hasta vosotros, resollando, parece que no está habituado al ejercicio físico, su diafragma se contrae elevando su pecho visiblemente y ocupa unos segundos en recobrar el aliento antes de indicaros lo que hareis. Algunos ya os lo temeis, lo pensais, lo sospechais, ¿Puede haber algo más inútil que una carrera? Shikaku saca su libreta presto a tomar nota

De buena mañana, con todo el cuerpo aún dormido, no es buena idea hacer ejercicio, aunque sabeis que, un ninja debe estar listo a cualquier hora del día, para alguno esto puede resultar una enrome molestia, para otro una oportunidad para demostrar ante el sensei que no es él tan superior como se cree, que vosotros también servís, que vosotros también valeis, que vosotros también sois ninjas

Cuando os diga Comenzad, echareis a correr, recogereis un kunai y volvereis lo antes posible hasta la cuerda, será una prueba de velocidad, ¿De acuerdo? Estirad si quereis- Alguno arrugais el morro pero él hace la vista gorda y procede a tomar un par de notas en su libreta, y mientras alguno está estirando y sin aviso previo grita: ¡Comenzad! -Por lo visto el sensei tiene pensado realizar algunas pruebas para evaluaros, aunque ya está tomando notas por anticipado, qué tipo más insípido

Presto atención a las explicaciones del sensei

"Así pues nosotros comenzaremos con misiones de rango D y C, me pregunto como serán y cual será su máximo grado de peligrosidad"

Cuando el Nara nos dice que esperemos tras la cuerda le obedezco rápidamente, quedándome de pie con los brazos cruzados.

Cuando desaparece lo busco sin muchas ganas, y al ver que vuelve de su carrera respirando agitadamente no reprimo mi sonrisa burlona "¿Ya han comenzado a notarse los años eh?"

Lanzo una risita que es dejada a medias cuando escucho que vamos a hacer una carrera, inmediatamente miro a Moeru "Ella tiene muchas posibilidades de ganar…me pregunto si quizáspodríamos usar el ninjutsu"

-Sensei…¿Podemos hacer uso de nuestras técnicas?-

Justo cuando termino de preguntar el sensei da la orden de salida, quizás como venganza a mi risa burlona "Maldito viejo"

Echo a correr, sin ganas y sin emplearme a fondo, pues veo tonto el intentar ganar en una competición en la que obviamente tengo las de perder.

Tras llegar al árbol agarro el kunai firmemente y miro mi reflejo en él mientras hago la carrera de vuelta "En la próxima prueba no perderé…no perderé más"

Moeru fija su mirada en el kunai clavado en el árbol. Está bastante convencida de que puede vencer a sus compañeros en una carrera sobre llano, o al menos sobre el suelo, y probablemente también trepando. Estarán igualados, pero está casi segura de que al final vencerá ella.

No obstante...

No tiene por qué solamente vencer. Es su primer día, y Moeru queire causar una impresión lo más favorable posible. Además, ¿qué sentido tiene haber entrenado todos esos meses, las largas carreras entre los árboles, acostumbrándose al peso de su cuerpo y la resistencia del viento si ahora se conforma con usarlas sólo para vencer? Si va a convertirse en jounin algún día, tiene que empezar desde YA a explotar sus capacidades al máximo. No se trata solo de vencer, se trata de hacerlo de la forma más amplia posible.

Hay una forma...

Es arriesgada, porque depende mucho de su capacidad de cálculo. Si sale mal puede perder, de hecho si sale mal se puede hacer mucho daño, pero si sale bien...

Si sale bien les va a dejar con la boca abierta.

Es un riesgo. La victoria es casi segura, pero lo que Moeru tiene en mente es más que eso, es todo un triunfo, con todas las letras. No sólo una victoria ante el sensei, una para ella misma. Sólo tiene que hacerlo bien. ¿Sabrá?.

Le lleva apenas un segundo decidirse. Es una Ikusa, y se comportará como una. A por todas.

Cuando su sensei da la salida, Moeru empieza a correr a una velocidad relativamente normal. Va por delante de sus compañeros, pero no mucho. Pero mirando alrededor puede ver cómo las casas, los postes y los árboles se mueven, siente el viento contra la piel y se hace una idea de su velocidad. Cuando siente que ya tiene un cálculo aproximado, la joven Ikusa baja el cuerpo, deplegando los brazos tras ella como dos ramas de árbol, perfectamente rectos. Encoge las caderas, y de un fuerte pisotón, empieza a batir el suelo con los pies con toda la energía de sus músculos. Sin el peso adicional que sus propios cuerpos imponen a Yuu y Satsujin, la joven sale disparada a tal velocidad que las hojas del camino se levantan y arremolinan en la corriente que deja su paso.

El viento chilla al pasar junto a sus oídos, el aire de la mañana le muerde la piel al pasar sobre ella, el frío magnificado por la tremenda velocidad a la que viaja. El fondo se ha convertido poco menos que un borrón a medida que va dejando atrás gran parte de la aldea, cruzando las calles como una bala disparada directa contra el árbol.

Dios, que bien se siente.

Ahora ya solo queda el gran final. Con su propia inercia, no necesitará ni trepar. Con sólo que empiece a frenar a una distancia del árbol, su impulso la llevará hacia arriba a tal velocidad que habrá cogido el kunai antes de que sus compañeros haya siquiera empezado a trepar, solo se trata de frenar cerca del árbol, ya está muy cer...

¡NO!

Idiota. Está DEMASIADO cerca. Pensando en las musarañas, ha calculado mal la velocidad, está muy cerca del árbol. No va a frenar a tiempo. Es inútil intentarlo siquiera, a esta velocidad se estrellaría aunque pudiese frenar de golpe. Moeru salta y encoge el cuerpo, concentrando chakra en sus manos para agarrarse, esperando que al menos eso amortigue un poco...

El golpe es brutal. Todo el tronco se estremece, y unas cuantas hojas caen. Moeru siente como los huesos crujen con fuerza dentro de su torso. Gracias a Dios, por algún milagro, no se ha roto nada, pero el dolor es lacerante. Ve puntos de luz pasar ante sus ojos.

Pese a todo, ya ha llegado demasiado lejos para rendirse. Con un gemido, Moeru obliga a su cuerpo a trepar con manos y pies, avanzando a grandes saltos sobre la corteza del árbol para recoger el kunai, y bajando aún más rápido, sus pies simplemente tocando en determinados puntos del tronco para guiar su caída.

La vuelta es agónica. Moeru intenta correr, pero aún con su ligereza habitual, la carrera de vuelta es lenta. La tremenda sacudida le ha afectado a los oídos, y corre bamboleándose y haciendo eses como si estuviese borracha, con los ojos entrecerrados. Dios, como duele. Cada vez que toma aire parece que tenga lija en los pulmones, y a juzgar por el cosquilleo bajo la piel, probablemente tenga un hematoma considerable en el torso.

Hay que ser imbécil.

Pese a todo, logra llegar a la meta antes que Satsujin, aunque nada más cruzar la soga cae de rodillas, jadeando y apretando los dientes. Gotas de sudor le perlan la frente y empiezan a brotar del resto de su cuerpo.

¿Ha ganado? Ocupada en no caerse en su bamboleante trayecto de vuelta, no ha llegado a ver qué fue de Yuu...

Yuu se mantenía en silencio mirando al sensei y escuchando sus palabras, aunque no entendía muy bien a que venía tener que hacer una carrera, no estábamos a punto de saber que misión íbamos a hacer? En ese momento Shika dio la orden de comenzar la carrera.

Era una tarea relativamente facil: correr hasta un árbol a una distancia no muy lejana y volver con un kunai que había clavado el maestro. Creo que estas pruebas no van a ayudarnos a conocernos mejor, al contrario...Saltó hacia delante impulsándose con sus pie derecho haciendo un surco en la fina arena rápidamente cogió una buena velocidad poniéndose a la cabeza del grupo, poco a poco el árbol se mostraba mas cerca.

Casi al alcanzarlo notó una presencia a su derecha, como un rayo Moeru apareció, llevaba demasiada velocidad como para intentar frenar, si seguía así iba a chocarse contra la dura corteza. Cuidado Moeru! Con un gran movimiento resolvió la situación pero por un segundo pudo ver una mueca de dolor en el juvenil rostro de su compañera.

Agarró el Kunai y saltó dispuesta a continuar cuando su mirada se cruzó con los fríos ojos rojizos de Satsujin. El tiempo se detuvo por unos segundos y finalmente Yuu apartó la mirada para seguir a su compañera. Comenzó a correr pero vio como Moeru se tambaleaba. El golpe a debido ser mas fuerte de lo que parecía, se encontrará bien. Su mente comenzó a preocuparse por el estado de salud de su compañera y bajó su ritmo cosa que aprovechó el Izanami para adelantarlas en el sprint final.

Al llegar a la meta Yuu se preocupo mas por Moeru que por si había o no llegado la ultima. Te encuentras bien Moeru?, te has echo daño? déjame que le eche un vistazo... agarro su pequeña bolsa y saco unos ugüentos y un par de vendas dispuesta a atender a su compañera.

Tras ver el golpe de Moeru y oír el sonoro crujido de sus huesos no pude evitar pensar que se le habían partido las costillas, toda esa impresión era reforzada por su frágil aspecto.

"No te pares Satsujin, tú no eres como ellos"

La Hyûga me adelanta y cuando yo estoy llegando al árbol y ella volviendo nuestros ojos se cruzan un instante que se me hace eterno

"Esos ojos…son lo contrario a los míos" los suyos reflejan pureza, los míos odio "Me gustaría luchar a muerte contra ella, con tal de cerrar esos ojos"

Tras recoger el kunai apuro el regreso, corriendo lo más rápido que puedo, aunque mis compañeras ya han llegado a la meta.

Veo a Yuu atendiendo a Moeru y no puedo reprimir un gesto de disgusto "En mi clan los demás se estarían lanzando sobre Moeru para destrozarla aprovechando su debilidad actual"

Llego a ellas y digo

-Menudo golpe Moeru, ¿Estás bien?-

Ella en si no me preocupaba, pero sí lo hacía el que por su recuperación pudiéramos tardar más en ir a una misión

-Quizás deberías ir a un hospital para que te hagan una revisión-.

Moeru se gira para mirar a Yuu. La joven corre hacia ella, con una expresión preocupada en el rostro. El corazón de Moeru se encoge un instante- parece realmente preocupada por ella, y después se expande en una pequeña explosión de gozo. ¡Ha ganado!. Incluso con el desastroso accidente del árbol, ha ganado, y por lo que ve incluso ha conseguido sacarles un trecho a sus compañeros.

Aunque el momento de júbilo es breve. El golpeteo de su corazón contra sus costillas doloridas hace que suelte un siseo por lo bajo. No quiere mostrar dolor, Yuu ya parece bastante preocupada.

Pero eso quiere decir que la idea era buena. Lo único que pasa es que no he sabido hacerlo bien.

El calorcillo que le viaja por el pecho, tanto por saber que tenía razón como por constatar que la joven Hyuga parece preocuparse por su salud, mitiiga en cierto modo el dolor. Además, ahora que su cuerpo no se ve forzado a moverse, el dolor empieza a remitir. Ha sido un golpe fuerte, pero en un rato estará bien. No es muy diferente a recibir un golpe por error mientras entrena Taijutsu con los demás, y eso ya le ha pasado unas cuantas veces. Incluso le han hecho sangre entrenando Kizuken, y nunca ha sido lo bastante grave para evitar que al par de días estuviese brincando como un cervatillo otra vez.

Rápidamente, posa sus manos sobre las de Yuu cuando ve que empieza a sacar material médico, mientras sonríe con calidez.

Deja... no tiene importancia, en serio. No ha sido tan grave como parece, dame un par de minutos y estaré bien. Los niños de mi clan estamos todo el rato dándonos golpes hasta que aprendemos a controlar nuestra velocidad... estaré bien, de veras. Pero gracias por preocuparte... gracias. De verdad.

Moeru sonríe de forma radiante. Ahora sí que se la olvidado el dolor. Asiente con la cabeza en dirección a Yuu, que no parece tenerlas todas consigo. Le sorprende bastante, empero, las palabras de Satsujin. De él si que no se lo esperaba. Siempre con esa expresión fría y esos ojos quietos, helados, como de animal de presa... o de asesino. Lo último que se espraba es que se preocupase por ella, y no puede evitar inclinar un poco el cuello inquisitivamente al responder.

No hay problema. Gracias a tí también- replica, sonriendo tímidamente. Estaré bien, para finales del dia probablemente sólo tendré un moratón... nada importante. Bueno, creo que hemos acabado con la prueba. Sensei, ¿qué tal si seguimos?- dice mientras se sacude el polvo y los restos de corteza de las rodillas, pecho y nalgas. Yo puedo seguir, así que deberíamos hacer exactamente eso. Ya casi no me duele, así que no hay motivo para que retrase a mis compañeros con visitas al hospital. No sería justo para ellos, que no han sido lo bastante idiotas para estamparse contra un árbol. Además, algo de dolor no hace mal. Me recordará que tenga más cuidado la próxima vez.

Shika-sensei asiente ante las palabras de Yuu y sonríe por la contestación de Moeru, no parece sorprendido, pero es evidente que ha sido un gesto que le ha complacido enormemente, y sus ojos se clavan en la nívea mirada de Yuu en un gesto de aprobación, observa de reojo a Satsujin sin comentario alguno, sin comentario para nadie, tan solo podeis adivinar sus sentimientos a traves de vagos gestos en su cara, y mientras hablais empieza a anotar en su libreta con cierta pereza y pasotismo, su mirada no obstante se mantiene sobre los bordes del cuaderno, al terminar de hablar aún sigue anotando, pero lanza de manera descuidada el pergamino de misión de RangoD a Moeru.

Sepais que, os estaré evaluando continuamente - Cierra la libreta con contundencia y suspira mirando al cielo con melancolía, en algún recuerdo, no doloroso, tampoco alegre, tal vez tan solo inspirador, tal vez le estéis recordando algún momento, vuestras dudas serán disipadas cuando continúa su relato acerca de su experiencia, y entonces sabeis con certeza, que sois vosotros quienes sacais a flote recuerdos profundos, aunque de caracter aún desconocido

Sepais que, tan solo he instruido a un grupo de gennins en mi vida, al resto los dejé por imposibles a los tres días. No valían para ser ninjas, sus expedientes fueron sellados, y muchos de los que hoy día siguen a su edad siendo gennins, fué porque yo así lo sellé. - Se estira y todo su cuerpo cruje, en el gesto se marcan los prominentes músculos de su cuerpo atlético y entrenado, y su suspiro termina volviendoos a mirar, su voz suena cansada, tal como muchos habeis observado, tal vez aún no sea un lobo viejo, pero sí un lobo cansado, alguien que ya ha cazado los años suficientes para merecer un descanso, encargarse de vosotros debería serlo, no pretendeis causarle ningún problema, sin embargo, vuestra simple presencia, con él, a pesar de no haber hecho aún pregunta alguna, es problemática para él, suspirando resignado a cada momento que percibe a su alrededor la realidad que le envuelve.

No teneis porqué saber qué espero de vosotros, simplemente espero no me defraudeis, o, al menos, que me dejen de llamar para llevar e instruir grupos de gennins, bien, ahí teneis vuestra primera misión, podeis echarle una ojeada, y lanzaros a por ella, yo os seguiré para supervisar como llevais a cabo vuestro primer encargo. Es una misión de rangoD que debeis hacer en un solo día, así que, cuando querais.

Moeru abre el rollo de pergamino con delicadeza y cuidado, retirando el sello y expandiendolo a la vista de todos.

"Rango D.  Solicitante: Konoha Sandaime (Hokage)

Misión: La basura de Konoha no se recoge sola, y es por eso, que os pido que recogais toda la basura y deshechos de Konoha y los bosques de los alrededores, excrementos animales cerca del camino, kunais extraviados, y todo tipo de deshechos de la ciudad. Vuestro Jounin vigilará la perfección de la ejecución de este encargo que se entrega cada catorce días. El pago será entregado a vuestras familias como es debido. Gracias ninjas de Konoha."

Tal vez no sea la misión que esperábais, pero es la encomendada, tal vez aspirarais a algo más, pero vuestra senda va marcada por las hojas que caen de los bosques de Konoha, vuestro camino del ninja será largo, y el camino más largo comienza con un pequeño paso. Rezongantes o animados, echais a caminar de nuevo a la puerta este donde ShikaSensei os indica que os esperará en la puerta este, teneis unos sacos que cada vez que los lleneis los traereis a la puerta donde Shika os espera.

Con los sacos en vuestras manos, Shikaku da una palmada a Satsujin, le indica que se quede con él en la puerta este, y se sienta cuidadosamente en el punto de reunión, de una mochila saca un tablero de go, y te indica que te sientes frente a él - Tú y yo.... jugaremos una partida, tenemos que charlar. Moeru y Yuu podeis ir recogiendo basura, espero al mediodía hayais terminado

Mientras Yuu atendía a su compañera escuchó las palabras de Satsujin, al no poder creer que el chico se preocupara de ella le miró fijamente a los ojos, a esos ojos que anteriormente, en la prueba de velocidad se habían encontrado deteniendo el tiempo por segundos, los mismos ojos fríos y llenos de ira y la misma expresión pálida la cual no mostraba ningún indicio de preocupación.

Con una pícara sonrisa y un tono irónico le contesta. No te preocupes Satsun, como bien a dicho Moeru no a sido nada, solamente tiene una leve contusión que le formará un morado y en un par de días el dolor habrá desaparecido. Mira a su compañera con una amplia sonrisa y felicidad en su rostro y mientras recoge los utensilios que había sacado. Has demostrado tener unos reflejos y una rapidez increíbles, pero no deberías forzar tanto, era una simple prueba de velocidad. Deja un pequeño bote con una sustancia un tanto pegajosa. Toma, ponte esto cuando acabes el entrenamiento. Te calmará el dolor y te bajará la inflamación.

Yuu estaba experimentando una nueva sensación al preocuparse por alguien que no era de su familia o clan, pero ella como su madre, no podían soportar ver a alguien herido y no hacer nada al respecto, por muy leve que fuese la herida y por muy orgullosa que fuese para otras cosas.

Shikaku-sensei comenzó a explicarnos que tipo de misiones había y quienes eran los encargados de realizarlas. A nosotros los genins nos tocaba ocuparnos de las misiones de menos dificultad. Acabado de explicarnos eso, su voz y su faz se volvieron más duras cuando nos comentó que solamente un grupo de genins había conseguido lograr que Shikaku Nara los aceptara como alumnos y os entrenase. Estas palabras dejaron un sabor un tanto agridulce en el interior de Yuua. Dulce porque había comprobado que su sensei no era más que un viejo vago, sino que un duro maestro y agria porque no podía hacerse a la idea de no se aceptada como genin sería una deshonra para su familia y su clan y eso no podía permitirlo.

Quizás por eso no se quejó cuando le dijeron que su misión iba a ser limpiar Konoha de arriba abajo con sus propias manos y que para colmo Satsujin se había librado de la misión y en su lugar jugaría una partida de Go con el maestro. Vamos compañera, con mi percepción y tu velocidad no creo que nos cueste mucho realizar esta misión. Se quedó firme con los ojos cerrados como concentrándose y de golpe un grito salió de su boca y transformo totalmente su cara. Byakugan en sus ojos aparecieron unas venas haciéndola más temible, y no por su inquietante mirada, sino por lo que esos ojos podían llegar a ver.

Al parecer esto nos va a llevar más tiempo del que pensaba. Cogió un saco un tanto deprimida y comenzó a recoger basura.

Moeru observo el pequeño bote que le tendía Yuu. Le sabía mal, ya que es una chica orgullosa y con un fuerte sentido del deber, y no le gusta que su compañera gaste material médico por un accidente que ha sido, al final, culpa suya.

Aunque funcionó- piensa con una mota de orgullo.

Gracias. Te debo una- dice con una leve sonrisa mientras se guarda el frasco en un bolsillo del interior de su gi rojo. Sabe que probablemente Yuu protestará que no lo ha hecho esperando recompensa- ha mencionado que ayudaba a su madre médico, y los médicos son así, pero ella también tiene su forma de ser. No olvida un favor, por pequeño que sea.

No sin esfuerzo, logra mantener una cara inexpresiva al ver que "misión" se les ha asignado. Bueno, Sarutobi tiene razón, evidentemente... la basura no se recoge sola. Pero desde luego, pasarse la mañana recogiendo, ehm, deshechos de animales no es su idea de un entrenamiento. Aunque claro, ha oído ya ciertas cosas sobre las misiones de los chuunin... se rumorea que no hace mucho se envió a un grupo de ellos a rescatar el gato de un noble del país. Ninjas rescatando gatos. Tiene gracia, por no decir algo más groser.

Pero lo que realmente le molesta es que Satsujin, que por cierto ha sido el último en la prueba (que SÍ tenía al menos parecido con un entrenamiento) se va de rositas con una invitación a jugar al go.

Empieza a sospechar que Shikaku disfruta haciéndoles la puñeta.

No obstante, sus palabras le confirman también otra impresión que ha tenido de él. Por lo visto, su jounin al cargo no es todo palabras. Probablemente lo de que sólo ha dejado graduarse a un grupo lo haya dicho para motivarlas (lease, asustarlas), pero no es lo que ha dicho, sino como. La forma de hablar, de comprortarse y cómo parece pensar. Moeru se de cuenta de que es perro viejo, lo cual quiere decir que, aunque parece que se lo pase bien humillándolas, también tendrá mucha experiencia y conocimientos que impartir... si logran que se moleste en hacerlo.

"Lo único que espero es que no me decepcioneis".

Bueno, entonces mejor que se pongan a ello.

Unas horas después...

Moeru observa, agazapada desde un tejado alto. Sus ojos, habituados a saltar de cosa en cosa como gorriones moviéndose a saltos por la hierba, registran todo lo que ven desde esa altura, y al poco tiempo ya ha identificado donde están casi todos los deshechos. Le echa una mirada de reojo a Yuu. Aunque su aspecto cuando usa el byakugan es ligeramente inquietante, no se puede negar que es útil. Aunque la pobre no parece estar en muy buen momento, tiene pinta de que mirar a través de esos ojos blancos le da jaqueca, o algo así. Así que por lo general Moeru se ocupa de identificar rápidamente la basura más visible, mientras que Yuu busca la más oculta. Su visión amplificada parece bastante más útil que los ojos de Moeru en esa tarea, que más de una vez se sorprende de las cosas que la joven llega encontrar.

Asintiendo en silencio, Moeru señala con una serie de rápidos gestos los lugares donde hay basura que recoger. Yuu asiente con la cabeza,  y Moeru se lanza a toda velocidad a por ellos. Al poco de empezar han decidido hacerlo así. Moeru localiza rápidamente los objetivos y empieza a recoger a toda prisa, mietras Yuu va más despacio e intenta localizar restos en lugares más recónditos. Aunque querría poder ir mas rápido, Moeru se limita a correr a una velocidad que pueda controlar fácilmente. Aunque se esfuerza por no mostrarlo, todavía le duele el costado, y no quiere tener otro accidente. La piedra es bastante más dura que la madera y no le hace ilusión acabar su primer día de entrenamiento en el hospital con la caja torácica hecha astillas. Además, el ir más lento le da más tiempo a pensar en lo que ha dicho el sensei. Y en sus compañeros.

Yuu parece una buena chica. Tiene un aire noble. En un mundo tan competitivo como el de los ninjas, es rara la persona que se preocupa por alguien que apenas acaba de conocer. Rara y especial en cierto modo. Parece algo tímida, pero es amable y se preocupa por los demás. Se sentirá segura teníendola a sus espaldas.

Satsujin... ese más que a la espalda intentará tenerlo al lado, nunca demasiado lejos de donde pueda controlarlo por el rabillo del ojo. No es que desconfíe de él, siendo honestos no ha hecho nada sospechoso o agresivo. Pero tiene la mirada fría y esa actitud... parece pensar que sobra todo el mundo menos él, Moeru ha visto a gente así. Lobos solitarios que desprecian el valor del equipo y dicen cosas como que odian a los "sentimentales". Así es como llaman a Konoha casi todas las demás villas. No quiere desconfiar de él- es su compañero. Pero aun así...

Finales de la mañana...

Moeru salta de tejado en tejado. Ya casi puede ver la explanada en la que se supone que tienen que reencontrarse con Shikaku y Satsujin. A sí misma prefiere no verse... ni olerse. Su ropa está arrugada y tiene una serie de manchas sobre cuyo origen prefiere no pensar mucho. Igual que el resto de su cuerpo donde la piel está expuesta, que desprende un olor entre dulzón y agrio. Cuando vuelva a casa será mejor que se vaya directa al baño, como su madre la pille así por banda es capaz de meterse en la tina con ella y frotarla con estropajo. Eso si no lo acaba teniendo que hacer ella misma.

Hablando de eso...

Moeru se para un momento, y se abre el gi para echarle un vistazo a la piel de debajo. Como se temía. Casi la mitad de su costado derecho es un parche de piel amoratada, con un pequeño punto en el centro- el lugar del impacto- que se está empezando a volver amarillo. Presiona sueavemente con la yemas de los dedos. La piel se vuelve blanca al cotacto, está bastante sensible, pero el dolor es soportable. No hay problema. Luego probará el unguento que le dio Yuu a ver, pero seguro que con un par de días ya ni se acuerda. Mirandolo bien, no ha sido tan malo. Al menos ha visto de qué pasta está hecha su compañera, y la verdad, le ha gustado lo que vio. Sonriendo para sí, vuelve a colocarse la ropa y continúa saltando agilmente en dirección a la explanada. Mira, ahí estan. Justo donde los dejaron.

Con un último salto, Moeru aterriza un poco hacia el lado de los dos jugadores de go, y lanza la última bolsa de basura al montón antes de sentarse en seiza*, con las manos enlazadas sobre el regazo. Misión copmpletada, sensei. El objetivo no ha tenido ninguna posibilidad. En su tono hay solo un levísimo, casi imperceptible, tono de sorna. En general, Moeru estaba intentando hacer una broma inofensiva, pero a veces el carácter le traiciona.

Tras ver la reacción de sorpresa de mis compañeras no puedo evitar sonreír, pasándome la lengua con gesto distraído por el colmillo superior derecho "Obviamnte no lo esperaban, seguramente ya se habran hecho una idea de como soy…así que deberé mostrarme como todo lo contrario"

Tras escuchar en que consiste la misión dirijo una mirada al sensei, me había dado cuenta de que él sabía que mi preocupación anterior había sido fingida, y aunque la misión no me entusiasmara tenía ganas de quitarme de su vista.

Cita:

Me hago el indignado ante esta petición y contesto furioso

-Pero sensei, ¿Somos un equipo no? entonces los tres deberíamos participar en la misma misión y cumplir el mismo trabajo, ¿No es así?

"No va a ceder, pero al menos no quedaré como un vago delante de Yuu y Moeru"

Tras la negativa del sensei me siento a regañadientes y miro a ambas chicas

-Os compensaré este abandono si me es posible, dado que al parecer la charla no puede dejarse para otro momento

Le lanzo una mirada furibunda a Shikaku y comienzo a jugar justo cuando ellas se marchan.

El sensei es increíblemente bueno, e intento contrarrestar todos sus movimientos, aunque poco a poco va cogiéndome ventaja y la partida finaliza en una derrota muy ajustada en mi contra.

Satisfecho con habérselo puesto difícil le lanzo una mirada y le digo colocando de nuevo las fichas

-¿De qué quería hablarme?,¿De mi actitud, de mi clan o de que me va a vigilar especialmente?

Haz dos tiradas "Solo para el director" de Percepción, te dará tiempo a salir a buscar basura, enseguida dejo post.

Las dos chicas se van a regañadientes y Satsujin protesta, la partida se juega rápida, Shika-sensei no tiene ninguna piedad al saber tus verdaderas intenciones

Bingo, eso era exactamente lo que quería me respondieras, y lo último que esperaba, las misiones se hacen en grupo, que nadie te diga lo contrario, ahora sois un grupo, si te haces fuerte, será gracias a ellos. Como ninja puedes ser todo lo fuerte que quieras ser, pero sin un grupo que te apoye, jamás llegas a ser un auténtico ninja....

Y con este movimiento... aquí, has perdido, tu salida a sido muy buena.

Ale ve, no dejes que tus compañeras hagan todo el trabajo solas.

Así es, como Satsujin se lanza a recorrer las murallas de Konoha rodeando su base para recoger toda la porquería que los guardias han arrojado muralla abajo durante sus aburridas guardias las últimas semanas

La mañana pasa lenta mientras recogeis los desperdicios que los más incívicos dejan fuera de lugar. Al final de la mañana Yuu topa con un montón de cubos de basura volcados que obstruyen la calle y varios vecinos tratan de barrer a los lados "escurriendo el bulto", al parecer Naruto cada día se pasa un poco más de la raya, y ahora le toca a Yuu recoger su estropicio. Moeru va cerca de Yuu y allá donde le señala, la rapidísima muchacha de movimientos inquietos va y viene con sacos llenos a rebosar, cada vez que vuelve sensei musita lo problemático que es tener a una chica con tantísima energía.

Al final de la mañana estais en la puerta este, delante de Moeru hay una enorme cantidad de bolsas de basura, Yuu tan solo ha podido llevar unas pocas, ha tenido que ocuparse de las bolsas que naruto habia desperdigado y eso ha restado mucho de su tiempo para inspeccionar el resto de la villa. La sorpresa es sobresaliente cuando veis a Satsujin con una cantidad de bolsas igual a Moeru, el chico parece cansado, pero satisfecho de haber igualado a la pequeña e inquieta muchachita.

Bien felicidades Grupo 1, uhmmm va a ser problemático aceptar esto pero, os habia juzgado mal

Pero un solo gesto no es indicativo de conducta, aún queda mucho que demostrar

Bien ahora debeis llevar todos estos deshechos al pueblo más cercano- Saca un mapa extendiendolo ante vosotros y señalando una aldea a tan solo una legüa al este, por lo que siempre habeis escuchado, este pueblo sirve de nexo comercial entre la villa oculta de Konoha y el resto de pueblos y ciudades del País del fuego. Sus habitantes son en su mayoría comerciantes, aunque también hay varios ninja que se han retirado a la tranquila aldea para pasar allí sus últimos días, la aldea se llama : Jimitsudo No-Mura, Aldea del Camino a los Secretos

 - Ellos se encargan de utilizarlos como fertilizante o reciclarlos, es su cometido para con la aldea de Konoha. Está solo a una legüa, iréis solos, debereis encontrar y entregarle las bolsas a Xin, de paso... traedme tabaco- Shikaku entrega el mapa a Satsujin- Pero antes daos un baño y id comer, os lo habeis ganado, os estaré observando.... - Observa a las chicas colorado como un tomate y rápido se retracta de su palabras que tan mecánica y facilmente a pronunciado

NO-NO-NO-NO a vosotras chicas, no ni hablar, a vosotras no, no se me ocurriría espiaros es solo un.... oh... qué problemático.... os esperaré aquí con las bolsas para que vayais a Jimitsudo no-mura

Dicho esto, os da el permiso y tiempo para que vayais a comer y, si lo deseais, a asearos a casa y volvais para partir, esperando qué, al volver, ya hayais pensado como hacer el viaje, seguramente Shika-Sensei espera algo de vosotros, ha demostrado que nada de lo que dice o hace es porque sí.... tratarlo a él sí que es problemático.

Sonrío al sensei tras escuchar que conocía mis intenciones

-A no ser que puedas leer la mente dudo que sepas lo que tengo pensado, Nara Shikaku- mi sonrisa adopta cierto aire depredador mientras me inclino hacia él y le susurro -Y no creas que por ser un jounin voy a respetarte más, eres igual que todos, te llenas la boca con palabras grandiosas sobre la Voluntad de Fuego, y muy probablemente venderías a tus compañeros para salvar el pellejo

Mi tono deja claro que estoy furioso, aunque en mis ojos brilla un pequeño destello de duda "Quizás perdimos la guerra por luchar siempre en solitario…¡¡¡NO!!!, ¿En qué estás pensando maldito imbécil? yo siempre he vivido solo y he sobrevivido, contra el clan y contra las sanguijuelas" me llega un ramalazo de tristeza de repente en el que pienso "Siempre solo"

Me pongo en pie y parto a recoger la basura, corriendo hacia las murallas con toda la presteza posible.

"Malditos guardias cerdos"

Uso la capa para cubrirme la nariz y la boca, protegiéndome del olor de los desperdicios que recojo y meto en las bolsas que me ha proporcionado Shikaku

"Me pregunto si un demonio puede aprender cosas nuevas…œuizás debería confiar en los demás", en mi mente aparece la cara de mi hermano Kai intentando estrangularme aquella noche y no puedo evitar dar un puñetazo a la pared, haciéndome sangre en los nudillos "No…mi hermano intento matarme y yo maté a los demás, está gente me traicionará a la mínima de cambio"

Sonrío bajo la tela mientras sigo recogiendo desperdicios, pensando en como había estado a punto de sucumbir a esa falsa seguridad que da un grupo.

Tras un tiempo recogiendo basura vuelvo al lugar de encuentro, mis compañeras ya están allí, oliendo a basura igual que yo y al parecer cansadas de la desagradable tarea.

-Hola chicas- me quito la capa de la cara, dejando ver una sonrisa amable bien fingida mientras apoyo las bolsas de basura en el suelo -Al final resulta que sí he podido trabajar

Cita:

Miro al sensei y esbozo una nueva sonrisa en la que vuelvo a enseñar los afilados dientes

-Gracias por la felicitación, Shikaku sensei, pero para mí es bastante premio el haber entrado en tan buen equipo-

Mi sonrisa se torna ladina durante unas décimas de segundo y luego desaparece, dando la impresión de que ha sido cosa de la imaginación.

Después de que el sensei hable sobre la misión y me entregue el mapa miro a mis compañeras y me despido de ellas mientras comienzo a caminar en dirección a mi casa, cerca de las oficinas del Hokage "No podía estar en un sitio mejor si lo que quieren es vigilarme"

-Adiós Moeru, adiós Yuu, nos vemos después, que os aproveche la comida-

Una débil expresión de desánimo cruza mi cara, tengo hambre, pero en Konoha no creo que estuviera permitido cazar y comerse vivos a los animales.