Tras recibir las instrucciones el joven Escorpion se dirigio a los baños para tomar uno merecido, necesitaba aclarar algunas ideas y relajarse antes de que todo comenzara. Habia avisado a su Sensei de lo que haria.
tres a los baños, 1 al salon, 2 indesisos. Shugenjas? Apuremos muchachos..
Higetora contempló durante un momento sus opciones. Un hogar pequeño como el del Gorrión posiblemente dispondría únicamente de un baño comunal. Y a Higetora no le apetecía nada tener a un Grulla y un Escorpión cerca durante el baño. - Si no es óbice, quisiera ofrecer una plegaria de agradecimiento a las fortunas y los ancestros por permitirnos llegar seguros a vuestros dominios. El jardín o cualquier punto de retiro sería perfecto.
El ceremonioso daimyo asiente.
-Desde luego, Kuni-kun. En la parte posterior se encuentra nuestra capilla personal. Sera un honor que la utilices para tus rezos y meditaciones, ya que mi morada no suele ser bendecida con la visita de shugenjas, salvo algunos de nuestros hermanos Kitsune,... y es bien sabido que ellos prefieren las ceremonias al aire libre. Izu +indicando a la mujer que guiara a los demas a los baños+ puede llevarte a ella facilmente, una vez conduzca al resto a refrescarse.
ya solo falta Iuchi con suzue.
Junichiro se inclinó en agradecimiento al daimyo y dejó sus pertenencias para que los sirvientes se hicieran cargo de ellas. Luego siguió a su sensei y a los dos Escorpión a los baños. Durante el camino, iba pensando en lo irónica que resultaba aquella situación: dos Grulla y dos Escorpión, yendo juntos a los baños, como de la misma familia. Iba pensando que en las cortes las rivalidades siempre se ocultan tras una impenetrable máscara de educación y cortesía, pero seguían estando allí, en forma de indirectas y puyas sutiles. Él estaba acostumbrado a la acción directa, y hasta hace poco le había parecido muy hipócrita ese comportamiento, pero poco a poco iba aprendiendo que aquello era el día a día den las cortes del Imperio Esmeralda, y que era lo que mantenía el Imperio en relativa paz. Si los clanes no se molestasen en ocultar sus rivalidades y las sacasen al descubierto, probablemente Rokugan se sumiría en el caos.
O al menos, eso es lo que le había explicado Chomei. A pesar de que ahora más o menos entendía la necesidad de ese comportamiento, no dejaba de tener la impresión de que los clanes pasaban más tiempo conspirando unos contra otros, e incluso conspirando entre familias del mismo clan, que ocupándose de los verdaderos enemigos del Imperio. Su propia familia había sido víctima de esos tejemanejes; él lo sabía muy bien.
Hiroto siguio la guia de quien les llevaba a los baños, habia agradecido al Daimyo por la hospitalidad de sus palabras e instalaciones para relajarse luego de un baño de agua caliente. Los pasos eran cortos y discretos, la mirada atenta y asi como de los sonidos del ambiente.
Se sentia bien y casi elogiado por tanta cosa, pero tambien ancioso y nervioso por la reunion; alli estaba para aprender y lograr merito por su propia cuenta.
La mujer los guia hacia un pasillo que tuerce al sur. La casa parece respetar una disposicion en forma de H, aunque al atravesar lo que seri el area central, ven que hay una tercer ala, mas pequeña,surgiendo de lo que seria del centro. Este lado esta ocupado mayormente por los heimin, notan, ya que en un momento pasan junto a las cocinas y a un almacen, donde los mismos hacen sus labores.
Separada de la H, como puntos sobre la misma, se encuentran 3 estructuras. LA primera es cuadrada, un edificio facilmente identificable como los baños. La central tiene la forma de un dojo pequeño, y la ultima, la del extremo derecho, posee un pequeño arco sagrado, indicativo de un templo.
La mujer los deja frente a los baños, para conducir al Kuni mas alla, hacia el templo.
como quisiera que anduvieran los tableros, pero tratare de subir una imagen en breve. pongo ahora los 3 de los baños (asumo Iuchi va con esos) y enseguida Kuni.
Los baños no son nada del otro mundo. Dos grandes bañeras, cada una capaz de acomodar a unas 10 personas, se encuentran a los lados. Frente a ellas hay baldes con agua y mesitas con los implementos basicos de baño, jabon, talco y perfume.
Al fondo de la sala, en dos pequeñas habitaciones, estan los heimin se encargan de mantener el agua tibia. Entre medio hay un pozo, de donde presumiblemente se saca el agua a utilizar.
Chomei hace un gesto despectivo ante la sencillez de todo, y se desnuda despreocupadamente, acomodando sus pertenencias con cuidado. Su cuerpo palido y suave tiene formas mucho mas delicadas que su caracter. Una sola marca, una cicatriz de 10 cm en el costado, rompe con su perfeccion, pero la cicatriz incita a la curiosidad mas que repele.
Suzue no dice nada. De pie detras de Iuchi, simplemente mira al frente imperturbable.
La mujer te conduce al "santuario" luego de dejar a los otros en el baño. El lugar es ciertamente eso, un santuario personal de reducidas dimensiones. Tras el arco, se encuentra un edificio circular. En el lado izquierdo, se alinean 7 altares dedicados a las 7 Fortunas. En el centro, un altar a Amaterasu preside, con Hantei a su lado. Y del lado derecho, se encuentran las representaciones de Shinsei y los restantes 7 Kami, cada uno de los cuales tiene a su lado a aquellos conocidos como de los 7 Truenos. Todas las bases honorables de la teologia Rokuganesa estan representadas respetuosamente, con gran detalle ademas.
Hay pequeños altares para ofrendas bajo cada uno de ellos, y tres lineas de bancos bajos, donde sentarse y meditar en contemplacion de las sagradas figuras.
tirada de percepcion/teologia y lo que haces.
Junichiro miró de reojo la cicatriz de su sensei. Probablemente resultado de un duelo, pensó. No era habitual que un cortesano participase de forma directa en un duelo; normalmente solían designar a un campeón para que luchase en su lugar, pero su sensei había demostrado que conocía en profundidad el arte del duelo. ¿Que le habría llevado a ello?
Se sintió un poco cohibido por la presencia de la joven heimin, pero luego reparó en que probablemente la muchacha siguiese sin ser consciente de nada. Se desnudó y se introdujo en la bañera, dejando que el agua tibia se llevase el cansancio y el frío.
Higetora agradeció a Izu su guía con un leve asentimiento de cabeza. Cuando esta abandonó la sala, Higetora se dispuso a meditar un poco, principalmente para hacer tiempo hasta que los baños quedasen libres de Grullas y Escorpiones. Echó un vistazo a fondo a la sala, para aseverarse de que todos los altares estaban adecuadamente atendidos; y adoptó la posición de loto en uno de los puntos de meditación ante Bishamon, la Fortuna de la Fuerza.
Motivo: Percepción/teología
Dificultad: 0
Tirada (5): 6, 1, 10, 5, 4
Guardados (3): 10, 6, 6, 5 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)
Total: 27, Éxito
En principio, a menos que encuentre algo fuera de lugar en la capilla, medito.
En el lugar se respira la paz. Las figuras bellamente talladas y pintadas de las grandes Fortunas y los Kami parecen velar por los que meditan aqui. Despues del duro viaje, es un alivio tan bueno para el alma como un baño lo es para el cuerpo.
Puedes sentir que no estas solo... y no solamente por las representaciones. Alguien se sienta suavemente, en silencio, a tu derecha, aunque respetando el espacio.
Notas que, aunque todos estan representados, no son igual de adorados. Las mayores cantidades de ofrendas se encuentran frente a los altares de Fukurokujin, Benten y Ebisu, en ese orden.
Tambien, alguien ha dejado 1 koku de oro en el altar de Daikoku... un gesto muy extraño en un clan tan humilde.
Hitoro tomo una cinta blanca desde sus ropas, junto su pelo en una cola y la ato en una especie de rodete tras su cabeza. Camino unos pasos mas dejado sus ropajes en un lugar doblados para luego ingresar al agua, su cuerpo no tardo en aclimatarse y relajarse... al igual que su mente. Silencio eso era lo que necesitaba por algunos minutos.
Higetora sintió el susurro de alguien sentándose a su lado, intentando mantener el silencio. Sin embargo, años de de paranoia en los baldíos Kuni pasan factura, y no puede evitar lanzar un vistazo fugaz a su derecha para ver quién está ahí, antes de convencerse a sí mismo de que no está en tierras amenazadas. Tras el rápido vistazo, Higetora intentó hacer ejercicios de respiración para ganar de nuevo su foco mental.
Qué fortuna está a mi derecha?
El hombre a tu lado sin duda tambien ayuda a que recuerdes las tierras del Cangrejo. Es enorme, del tamaño que suelen ser los Hida, y sus brazos son tan gruesos como tus piernas. El fugaz vistazo te alcanza para ver que lleva las ropas de un monje...
Fukurokujin.
Esteee master, creo que una niña no debería ver el cuerpo desnudo de un hombre?
Si no se entera absolutamente de nada cuenta? xD
Daidoji tiene un buen punto, justamente. Dependera de como quieras tratarla. Si no crees que deba ver eso, no hay baño para ti, te quedas afuera, por que ella no se va a despegar de tu lado... Apurando.
Un enorme monje rezando por sabiduría. Posiblemente un Bushi retirado. Higetora cerró los ojos e intentó regular su respiración. Adoptando la posición de Loto, Higetora dejó su mente en blanco. Tras un poco de meditación, cuando el monje se hubiese ido, Higetora empezaría con el proceso de santificar de nuevo la capilla.
Higetora es Kuni, y paranoico por naturaleza. Aunque intente meditar, tiene un ojo echado a cualquier posible indicio de actitud extraña en el monje.
El monje no tarda demasiado, probablemente solo vino a dejar una oracion.... No notas cuando desaparece, sencillamente, retirandose en silencio tal cual llego. Denota una agildad sorprendente para alguien de su tamaño... lo cual refuerza tu teoria que sea un bushi retirado.
Quedas solo nuevamente. Las bondadosas fortunas y los sabios fundadores del Imperio te obsrvan, mientras desarrollas tu ritual.
salvo que quieras hacer un conjuro, tira simplemente Teologia/conciencia e interpreta lo que haces.