Partida Rol por web

- Bah, torneo! +masculla, depositando el vaso de te en la mesa con brusquedad+ Un montón de cortesanos intercambiando cumplidos...eso no es un torneo. 

Aunque su tono es brusco, lo dice en voz baja, de modo que las palabras quedan en la mesa.

Su expresión se vuelve compasiva. Alza la diestra en un gesto apaciguador.

-Tranquila, Kitsune-san... Es lo que nuestros hermanos Gorrion disfrutan. No les falta motivo, ademas... un bushi no es solo ser un buen guerrero o un poderoso hechicero... tambien es su deber ser un ejemplo de educación para los demás. No estas de acuerdo, Usagi-san? +la pregunta final la hace mirandote fijamente.

Sonríe al escuchar las palabras de la Kitsune, pues parecen ser las que diría un bushi que empieza a dar espadazos, pero recupera la seriedad antes de responder.

- Lo cierto es que cada uno interpreta las cosas a su manera, por ejemplo nuestros anfitriones, a pesar de que hoy están en sus mejores ropas, seguramente cuando nos retiremos irán a ayudar a los campos, y en lo que a mí respecta, estoy seguro de que muchos aquí pueden usar los modales y su educación, como armas más peligrosas que una espada o cualquier conjuro

Mantiene la voz en un tono moderado, al igual que la Kitsune, pero mantiene la espalda derecha y se lleva la taza a los labios para beber otro sorbo de té.

-Cada uno de nosotros tiene sus propias costumbres, por lo que aquello que nuestros anfitriones hagan o piensen debe ser respetado, asi no lo compartamos. +asevera suavemente+ ... Sin embargo, es cierto lo que dices, las palabras no necesitan ser magicas para tener un poderoso efecto... Por ejemplo, observa al honorable Bayushi... +indicando levemente hacia la mesa frente al trono+ Mukashino-sama parece ser quien ha caido bajo su encanto, y no al reves.

Ikku gira hacia donde le señalan y observa un momento a quienes están sentados en la mesa, repite el mismo proceso en cada mesa  ocupada.

-Siendo sincero, Tonbo-san, no estaba al tanto de la conversación, debiera empezar a prestar más atención acerca de lo que sucede a mi alrededor, aparte de para lanzar golpes

Al terminar de hablar, comienza a comer un bollo con tranquilidad.

-Ojala las cortes fueran como el campo de batalla. Aqui, ni viendo para todos puedes estar segura de donde vendrá el golpe...+masculla la Kitsune con mal humor, mientras sigue bebiendo, sin variar la expresion molesta que ha tenido desde el principio. Su mirada esta fija en el frente, pero no mira a los de la otra mesa, sino al vacio...

-Las cortes SON campos de batalla, Kitsune-san... Solo que las espadas son los pinceles, las armaduras el prestigio e influencia, las palabras correctas equivalen a los hechizos mas poderosos... +sonríe, compasivo, mientras extrae un abanico de la manga de su obi. Lo abre, tapandose levemente la cara con el.
-... y la muerte, no es menos real. Solo que aqui puede venir de muchas maneras menos honorables que las del otro campo. Habeis visto a alguien cometer seppuku?

-La ventaja del campo de batalla, es que uno sabe quién es el enemigo, mientras que aquí o en las cortes...

Deja el comentario en suspenso, el comentario del Tonbo le trae a Ikku el recuerdo que comienza a despreciar, pero eso no fue seppuku, fue una ejecución después de un combate y la sangre aún no se iba...

Su rostro se relaja, los más cercanos a Ikku, saben que es una mala señal, pero es engañosa para quien no esté familiarizado con él, pues parece más conversacional y afable.

-... tambien, si se presta atencion...+completa el shugenja, tomando una taza de te.

Su mirada pasea por el resto de la sala. En tono suave, explica tanto para la Kitsune como para ti, un principio de las cortes. Sus palabras suenan a las de un maestro en estos temas.

-Deben pensar en quien se beneficia con su perjuicio, si... el enemigo mas obvio. Pero mas que nada, deben pensar quien gana con su beneficio. Dicho claramente, de todos los que estan presentes en esta bella reunion, deben determinar a quien creen que le serviria su amistad y como? Es el mismo principio que en la batalla,... haz fuerte tu posicion antes que atacar la de los demas...

Mientras conversan, hacen su aparicion por la puerta cinco personas mas, 4 hombres y una mujer. El que camina al frente de ellas es un elegante cortesano de kimono celeste, evidentemente un Grulla, que con seguridad y algo de prisa, camina hacia la mesa del daimyo, uniendose a los alli sentados.

De los otros 4, el que mas destaca es un hombre joven de atractivo porte, con un ojo arruinado, y las ropas negras y rojas del Escorpion. Curiosamente, no lleva mascara.

Los ultimos dos visten con kimonos marrones sin identificador, uno de ellos llevando un daisho que le identifica como guerrero. El otro solo porta el wakizashi y una bolsa de pergaminos. Sin embargo, es a este ultimo quien sigue la mujer, extrañamente, una heimin con un vestido coloreado, elegante aunque sencillo. Camina tras el con expresion ausente, sin levantar la vista del suelo.

Ikku observa al grupo acercarse con confianza a la mesa del daimyo.

-Vaya, ¿serán conocidos de nuestro anfitrión? forman un extraño grupo...

Deja la frase en suspenso, como esperando una aclaración de las identidades de los sujetos.

-mmm.. +el shugenja les mira intensamente. Sus ojos parecen muy profundos. Al cabo de unos momentos, murmura+... el cortesano que se ha sentado en la mesa del daimyo es Doji Chomei. Es un prestigioso artista y diplomatico, famoso por su fuerte caracter. El resto me temo no los conozco, aunque el bushi lleva el simbolo de la Grulla en la tsuba de su katana... tal vez sean sus yojimbos.

Mientras murmura, los dos hombres vestidos de marron que le acompañan se separan. El bushi va hacia la mesa desierta del lado derecho, sentandose solo alli. El otro, al cual sigue la heimin, se aproxima a la mesa totalmente ocupada, saludando a los alli reunidos. El escorpion tuerto, por su parte, observa la sala lentamente, sin prisa por sentarse en ningun lado en apariencia. Luego sigue al bushi, sentandose con este en la mesa de la extrema derecha...

-Y uno es un shugenja que parece ronin... Bah. Puede que me entretenga un poco.
Su aspero tono de voz al comentar, sugiere que el entretenimiento al que se refiere no es del tipo amable... Hace girar los palillos en sus dedos con impaciencia.

Ikku observa a los recién llegados con lo que considera que es atencion, sin embargo, su taza de té le bloquea la visión más de lo que esperaba, perdida la chance, vuelve a los bollos.

Poco despues, sucede un pequeño reacomodamiento. El nuevo shugenja, que intereso a la Kitsune, se sienta en la mesa con el Unicornio y las dos mujeres. Es el Gorrion quien le deja su sitio cortesmente. Luego, este mismo joven va a la mesa delantera, y se une al bushi y al Escorpion, sentandose con ellos a charlar.

Casi al mismo tiempo, entra una nueva persona a la sala. Este tambien viste un kimono marron sin adornos, y camina apoyandose ligeramente en un bo. Lleva tambien wakizashi y la bolsa de un shugenja, mas a diferencia del otro, tiene una cara picada de manchas y cicatrices que dificilmente harian que una mujer se sienta atraida a seguirle...

Un tanto encorvado, sin mirar a otro lado, camina hasta pasar junto a ustedes, dejando un aroma a jabon blanco. Se sienta con el enorme monje de la punta de vuestro lado, apenas separados por un par de metros...

Los sirvientes se mueven en silencio, vigilando que todas las mesas esten bien servidas. Una cambia vuestro cuenco de panes, sin decir nada, y añade tres botellitas de sake a la mesa, asi como sus respectivos platitos. Lo mismo empieza a suceder por toda la sala.

En eso, dos bushi Suzume entran por la puerta principal, y se forman marcialmente a sus lados, dejandola abierta. Instantes despues, entra el Daimyo. Todos se ponen de pie, saludando con una reverencia profunda.

Va vestido tal cual le vieran al frente, con un elegante y sencillo kimono marron de gorriones, y el daisho en el obi. Camina con la cabeza alzada y expresion benevolente, hacia la mesa principal.

Detras de el, caminan dos mujeres. Una parece una de las que estaban en la entrada, pero la otra es una bushi-ko de porte recio y duro, con el cabello largo recogido, que hasta ahora no habian visto. Va con armadura ligera, armada como corresponde a un soldado. Su equipo es similar al de los bushi Suzume que custodian el lugar, pero parece de mejor calidad, y asi mismo el mon en el pecho de su armadura no esta pintado, sino grabado en oro.

Una vez en el frente, el daimyo toma el lugar de cabecera de la mesa central, con el venerable Mukashino y la bushiko a su derecha, mientras vuestros sensei quedan a la izquierda.

Se hace silencio en la sala y el formal Kashira comienza.

-Sean bienvenidos todos, honorables invitados. Como cada año, los distinguidos representantes de la prometedora juventud de Rokugan han sido convocados a nuestra humilde morada, a fin de que puedan conocerse e interactuar, así como también demostrar sus destrezas en los juegos que organiza el clan del Gorrión. Nos sentimos honrados en grado sumo de que la convocatoria este año sea tan variada, algo que promete traer a este evento un hermoso despliegue de estilos y habilidades sobresalientes. Durante los próximos tres días, disfrutaran de las modestas comodidades que podemos brindarles, asi como de la hospitalidad de nuestras gentes. Lo que necesiten, se encuentra a su disposición...

Hace un gesto, y frente a la mayoria de los presentes, los sirvientes disponen un rollito de pergamino.

-En aras de la brevedad, encontraran las reglas del torneo en estos pergaminos. Cualquier duda o consulta respecto a las mismas, pueden hacerla a los jueces cuando lo deseen. Espero que todos disfrutemos los dias que se avecinan, y puedan regresar a sus hogares cargados de nuevos orgullos para sus respectivos clanes. Al respecto de lo cual, quiero anunciarles que mi hijo, Suzume Yugoki...+hace una pausa, en la cual el aludido, de pie junto a la mesa de la derecha con un bayushi y el bushi de marron, hace una nueva reverencia+ ...participara también. No espero ningún favoritismo hacia el, solo por su estatus, ni de parte de los jueces ni de los demás concursantes. Algun dia, el también asumirá sus deberes para con el clan del Gorrion, y la experiencia que obtenga de estos juegos le sera mas valiosa si la obtiene tal cual lo hacen los demás samurai. Habiendo dicho esto, y no deseando extenderme mas, tanto por consideración al tiempo como a vuestros apetitos…+sonrie ligeramente, un gesto que parece algo raro en su severo rostro+... les invito a sentarse y disfrutar de la cena. Que las Fortunas y los Kami les sonrrian a todos!

Ikku, escucha el discurso del daimyo con paciencia, al recibir el pergamino, lo coloca bajo su diestra hasta que termina de hablar.

Al notar que no agrega nada, abre el pergamino y comienza a leerlo despacio, sabe que la comida quedará ahí después y que de todas formas ya repuso su energía.

Solo por verificar el estado vital de sus compañeros de mesa, pregunta:

-Vaya, un local como participante, ¿Creen que aumentará en algo sus posibilidad? Si lo hace, personalmente no creo que sea demasiado

Los dos shugenja desenrollan sus respectivos pergaminos y comienzan a leerlos... La Kitsune esta seria, pero su compañero parece relajado e incluso complacido...

La mujer lo deja a un lado cuando llega la comida, consistente principalmente en arroz blanco, tiras de pescado crudo y asado, vegetales en trocitos, y tortitas de pan saborizadas con salsa. Baku-san, como siempre mas calmado, espera a terminar de leer y te mira.

-Tal vez. Es el hijo del daimyo, algo dificil de pasar por alto. Ademas, gran parte del programa es justamente lo que los bushi Suzume suelen inculcar en sus samurais desde la cuna... Yo diria que tiene una ventaja considerable. Pero por otro lado... cuando se estudian muchas cosas, no se es demasiado bueno en ninguna de ellas. Lo comprobaremos en el transcurso del torneo sin duda...

El rostro de Ikku permanece inexpresivo mientras sus ojos recorren el pergamino. Es lo que esperaba, sus posibilidades para aprender eran bastantes, sin embargo, sus chances de ganar, no tanto.

-Vaya, será interesante, no tengo mucha experiencia en la mayoría de los campos, así que supongo que en esta ocasión, aprovecharé más por aprender, que por considerar que tengo posibilidades reales de ganar. ¿Cómo se ven ustedes?

Terminado de leer el pergamino, lo enrolla y lo coloca cuidadosamente a un costado, mientras renueva su interés por el almuerzo.