Partida Rol por web

El bosque esta oscuro e inmovil. Fuera del perimetro de luces de la casa, nada observas que indique los movimientos de algun enemigo...

Yoritomo, debido a la naturaleza de sus heridas, permanece en el patio, donde puede descansar y desde alli acudir en ayuda de donde pueda. El anciano y su niña terminan de cerrar todo pronto. Suzue trae tambien cuencos de sopa caliente, bollos de arroz y sake, para vosotros.

Los ojos de ambos heimin lucen asustados. A toda luces no son gente combativa. Y con el magistrado tan herido, todo depende de ti.

El Grulla preparó su arco y una flecha, sin dejar de observar la ventana en busca de cualquier movimiento. No podía bajar la guardia, y solo deseaba que el Cangrejo y el Fénix regresaran pronto, a ser posible con algún guardia o refuerzo.

 Tal vez si el prisionero no desea hablar, puedo hacer que su objeto lo haga por él, como intenté hacerlo en la casa de Hiroshisa. Es posible que los kamis se sientan más curiosos por este objeto que por una casa y me den más información.

Sonríe alegremente, casi como un niño

Higetora observó la curiosa pieza, claramente inferior a la artesanía Kaiu, durante un breve momento. Levantó una ceja ante la actitud del Iuchi y reprimió un suspiro exasperado.- Vamos, Shiba-san. Me parece que al Iuchi le han surgido asuntos más apremiantes que atender. Luego volveremos con el Mantis y el Daidoji para preparar la siguiente salida.

Mientras debaten, entra en la habitacion, provenientes de la parte posterior, un quinteto de hombres. Todos llevan daishos y un tipo de uniforme, camisa negra con pantalones blancos. El primero de ellos se adelanta, haciendo una reverencia y presentándose con voz suave.

-Konbanwa, bushi-samas. Soy Tsuruchi Tokiota, gunso del señor Tsuruchi. Gracias por haber capturado a esta persona y traerla hasta aqui. Nosotros nos haremos cargo ahora...

Hace  una señal, dos de sus hombres avanzan hacia el desconocido herido. Mientras, el lider continua hablando.

- Les aseguro que el Magistrado estará muy complacido. Veo que necesitan atencion medica. Puedo llamar un sacerdote para que los asista, si lo desean. Es lo menos que podemos hacer por el favor... +sonrrie con amabilidad.

Tsuruchi-gunso, me alegra su presencia y su rápida respuesta. Debo pedir humildemente el favor de realizar nuestra primera parte de la investigación primero, nuestras técnicas y métodos son únicos en Rokugan, que mejor que llegar donde su señor con una parte de las respuestas respondidas?Aceleraría el proceso y le ganaría una comendación.

Todos se percatan que las ansiosas palabras del unicornio no conmueven un apice al gunso. Sin embargo, el sensei Bayushi, que meditaba en silencio habiendo escuchado el pedido de Hiroto, interviene con voz calma.

-Me temo que en estos casos, sienta precedente la autoridad y los metodos que disponga el Magistrado Tsuruchi, Iuchi-kun... Sin embargo, +continua, mirando al gunso+ le solicitaria que haga el favor de comunicarle, si fuera tan amable, de permitir la presencia en el interrogatorio de algunos de nuestros discipulos. Les seria instructivo y tiene mi promesa... no estorbaran. Incluso puede que sean de ayuda...

El hombre escucha las palabras de ambos, y asiente levemente. Su respuesta es seca, educada pero totalmente impersonal. No es un hombre de matices, evidentemente no le gusta la idea, pero las reglas de cortesia...

-Le comunicare su solicitud, sensei... Si no necesitan nada mas, nos retiraremos y les dejaremos descansar.

Los soldados ya tienen cargando entre dos el cuerpo del hombre de negro.... 

El joven Shiba mira con curiosidad a los hombres del gunso y a él. En su cabeza empiezan a bullir ramificaciones de ideas y por unos momentos se queda absorto, hasta que parece despertar tras unos segundos.

-No hará falta Tsuruchi-sama, mis heridas no son tan graves como aparentan y serán bien atendidas por mis compañeros.

Hace una pequeña y dolida reverencia para indicar que por él asunto zanjado. Después observa a sus compañeros para intentar interpretar sus rostros.

Higetora entrecerró los ojos y miró a los cinco hombres, que no portaban mon ni sello de identificación. Cuando estos agarraron al hombre de negro, Higetora echó mano al mismo.- Por supuesto, Tsuruchi. Tan sólo quisiera ver un sello que muestre vuestra autoridad antes de entregároslo.- Había acero en la voz del Shugenja.

No, la int es por otra cosa. Recuerdas que durante el combate, esa coraza incluso resistio las flechas especiales de Daidoji, que deberian atravesar cualquier proteccion. Las heridas fueron en zonas no protegidas por la misma, pero nada pudo atravesar esa armadura. Ademas el hombre se movia como si no llevara nada encima...

Por otro lado, tu mismo mandaste a Denbe a por un Yoriki o Doshin, ni bien llegaste a la posada (post del 23 /01, fue hace mucho XD, pero solo un par de paginas aqui). Si quieres corregir, puedes. 

Bayushi asintio y agradecio can una reverencia a su Sensei, se aparto unos metros para que los sujetos que parecian ser la policia local se llevaran al Prisionero, por un momento dudo pero por otro solo espero a una favorable respuesta del Magistrado.

Su mano aparto el cabello de su rostro dejando ver la cicatriz que tenia sobre su ojo, aquella armadura que jamas habia visto le habia traido una curiosidad peligrosa.

Higetora miró pensativo la pieza metálica. A su mente vinieron los problemas que tuvieron tanto Shiba-san como el Daidoji a la hora de perforarla con sus golpes. A pesar de la artesanía claramente inferior, algo debía haber en el diseño gaijin para que fuese capaz de soportar esos golpes. Tomó nota mental de comentárselo a su señor. Un Hida sabría valorar la calidad real de la armadura.

Observó a los guardias que venían a llevarse al prisionero con cierto recelo, pues no portaban mon ni sello de autoridad. ¿Habían venido con el posadero? ¿Debería seguirlos para asegurarse de que eran quienes decían ser? No quería montar una escena en la posada y el bushi fénix necesitaba que lo parcheasen, pero la sospecha estaba anidando en la mente del Shugenja.

Ordenadamente, los 5 hombres se van, llevandose al prisionero y dejando solo a los bushi y sus sensei en la posada. 

Denble tiene listos los materiales pedidos por Kuni, y los invita a pasar a la parte posterior, donde estan las habitaciones, para una atencion mas privada de las heridas.

El robusto Hida se levanta, así como el resto. Parece que todos estan de acuerdo en dormir. Solo el anciano Yoritomo declina.

-A mi edad, uno ya no necesita preocuparse demasiado por las horas de sueño, siendo que se aproxima el descanso final...+sonrrie+ Me quedare para hablar con Tsuruchi-sama cuando termine... y tal vez, reciba alguna noticia mas de Anzai y Daidoji-kun. Oiasuminasai, jovenes.