Partida Rol por web

Jon anotó mentalmente todos los datos que las marujas les fueron dando, al parecer la vida en aquel barrio no era tan tranquila desde que se abrió una nueva tienta en el callejón... tendría que investigar más a fondo, pues le daba en la nariz que en aquel local estaría parte del misterio... una pista era una pista y no había por qué desedeñarla, viniera de la fuente que viniera.

- Me hago cargo, me hago cargo... esta juventud... creo que el problema está en la educación. Yo a mi hijos he tratado siempre que estudiaran en los mejores colegios...- el inglés iba a hacer uno de esos discursitos para congraciarse con las abuelas pero fue interrumpido por el sonido del whasap- vaya... con las nuevas tecnologías. Ya veo hija... cof, cof- se le había olvidado toser, le dijo a Celine tras leer rápidamente el washap- me apena tener que dejar una conversación tan agradable pero debemos irnos. No necesito nada más, cof,cof- tosió otra vez- nos vemos otro día señoras, caballero- se despidió cortes de las abuelas y el farmacéutico. Saliendo de la farmacia al lado de Celine.

Una vez en la calle

- Bueno... a ver que ha descubierto Arkady... me gustaría echarlñe un vistazo al rincón, pero si nos esperan no es conveniente hacerlo ¿Vamos?- sonrió a su compañera

- Gracias, que tenga buen día.

Se despidió Céline del muchacho sin perder la sonrisa entre tímida y distraída, Jon estaba mirando también su teléfono y las señoras se habían despedido y ya salían, al mirar al exterior pudo ver más allá que Arkady les estaba esperando enfundado en sus gafas de sol, realmente parecía un espía ruso, daban pocas ganas de meterse con él, así tan serio y tan... ruso.

La chica salió tomada del brazo del inglés tan tranquilamente y con tanta naturalidad que realmente parecían padre e hija. 

- Creo que también deberíamos echar un vistazo a la tienda de esoterismo, papá...- Medio bromeó Céline hablando bajito a Jon cuando ya estaban alejándose de la tienda.- Estaba cerrada, pero podríamos mirar el horario y volver en algún otro momento. Y dicho sea de paso, quizá vendría bien preguntar a los policías quiénes eran las víctimas para interrogar a parientes o amigos...

Dos señoras salieron de la farmacia. Al pasar por mi lado oí a una de ellas hablar de la capa de uno de los clientes del establecimiento. Esbocé una sonrisa. -Jon está dentro sin duda.

Jon y Cécile venían cogidos del brazo, en lo que entendí como un papel de padre e hija... O eso espero.

-Empiezo yo, si me permitis, por que es poco. Tras una mínima pausa continué. -El camarero no sabe mucho, pero si ve algo raro tiene mi contacto. Esto es lo que sabe:

Cita:

Les cuento levantando los ojos por encima de la montura de las gafas y mirando de reojo por si no estuviéramos solos.
-... Creo que deberíamos ver que tiene la policía, que sabe la policía, o cree que sabe, y si alguien mas vio al hombre. Alguien así no pasa desapercibido.

¿Que tenéis vosotros?

Céline escuchó a Arkady con atención, sin soltarse del brazo de Jon, asintió finalmente cuando el ruso acabó de hablar, parecía de nuevo pensativa, su expresión era algo distante, y sus ojos tras los cristales de las gafas estaban ligeramente entrecerrados, sin duda pensaba en algo.

- Vaya... Esa descripción... Es exacta a la de un personaje de comic llamado Alucard...- Comentó como si hablase para sí misma, con la mano derecha que tenía libre se enrollaba y desenrollaba un mechón suelto de cabello que le caía a un lado del rostro. Al darse cuenta de cómo la miraban sus dos compañeros, sonrió un poco, de nuevo pareció una niña tímida.- Oh... Ya sabéis, Alucard es un personaje de Hellsing... Ammm... Es un manga... y también un anime... Es... se trata de un vampiro, de hecho su nombre es Dracula al revés... 

Al ver que las expresiones tanto de Jon como de Arkady eran de fijeza e interés, pero también de incomprensión, Céline sacó su teléfono y tecleó en él, tras un momento de búsqueda, les mostró una imagen del personaje del que hablaba. Una imagen vale más que mil palabras, pensó.

- Quizá ese tipo iba disfrazado o algo así... - Argulló - La descripción del sospechoso es bastante parecida a la de la imagen ¿No os parece? Demasiada coincidencia...

Fantaseo con la idea de preguntar de nuevo al joven del Pakistaní para ver si el traje se asemeja a lo que vio. Pero al girar la cabeza veo que esta el restaurante empezando a llenarse. Y no iba a ser útil molestarle de nuevo

-Pásame esa imagen al teléfono Celine, por favor. Se que volveremos aquí. Y volveré a preguntarle si se parece.

-No tenemos mucho. Pero tenemos por donde empezar con estos datos. Comento tras meditar unos segundos.

-El próximo día nos tomamos un té. ¿Que te parece? le digo a Jon como buscando una excusa para volver al restaurante.

Jon salió de al farmacia con un paquetito de pastillas para la tos con Céline enganchada a su brazo, ambos podían pasar perfectamente por padre e hija y parecía que el dandy estaba encantado con aquellan idea, a tenor por la abierta sonrisa que esbozó cuando la muchacha lo llamó papá, siguiendo con la tapadera que habían utilizado en la farmacia para conseguir información.

- Sí... creo que es lo más conveniente ya que estamos aquí... Oh, señor Arkady ¿Qué tal le ha ido?- lo saludó con su habitual buen humor y amabilidad.

Entonces tanto el ruso como su hija postiza, hablaron sobre lo que habían descubierto... el inglés se amntuvo pensativo tratando de analizar las cosas mientras acariciaba el mentón.

Cuando la señorita Walker comenzó a hablar sonbre le manga, Jon puso cara de poker... no tenía ni idea, odbiamente, de lo que hablaba. Cuando les mostró la imagen de aquel Alucard Jon no pudo evitar hacer un guiño.

- Ha cambiado a peor este hombre... yo lo recuerdo así... hace unos años- tecleo el también en su móvil con un dedo... y mostró la fotografía- las capas siempre, siempre... son un acierto.

- Pero es muy posible que tengas razón Céline, pásamela a mi también querida- pidió a la muchacha- El te siempre es bien recibido... incluso estaría dispuesto a tomarlo ahora si tenemos tiempo- sonrió al ruso al tiempo que consultaba su reloj

El grupo se encontraba en la calle frente a la farmacia, y desde donde podían ver el principio del callejón, pero no podían ver más allá de la tienda de golosinas. La tienda esotérica y el restaurante quedaban ocultos ante las miradas indiscretas desde fuera del callejón. Casi no se habían dado cuenta de la hora que era hasta que olieron la comida, era la hora de comer y algunos puestos de comida rápida y algunos restaurantes más habían abierto y empezaban a llenarse.

Céline asintió con la cabeza y les pasó la imagen de Alucard a Arkady y Jon, sonriendo aún con la foto de Drácula que su padre adoptivo les había mostrado y el comentario sobre las capas... Desde luego Jon era único, se preguntó si tendría esposa o hijos, y se descubrió imaginando que sería genial conocerlos, seguro que eran tan originales y divertidos como él. 

- ¿Os parece si le envío un wassap a Sándara para pedirle toda la información de la que dispongan sobre nuestro caso?- Preguntó la chica cuando hubo terminado de pasar la imagen.- Casi no sabemos nada de las víctimas, y seguro que hay mucho más, quizá nos ayude saber quiénes son la pareja, o cómo se denunció su desaparición... Incluso si han interrogado a testigos y demás... 

Hizo una pausa y miró a uno y a otro, con los ojos muy abiertos en una expresión interesada y curiosa.

- ¿Dónde vamos ahora? 

Jon asintió complacido ante la sugerencia de su hija adoptiva, había sido todo un acierto contad con ella... estaba claro que su olfato era extraordinario cuando se trataba encontrar a personas extraordinarias... pensó en su hija, la de verdad... seguro que hacían buenas migas.

- Céline has tenido una magnífica idea, necesitamos toda la información que nos puedan facilitar. Cuando terminemos de resolver este misterio me gustaría presentarte a mi hija...- esbozó una nueva sonrisa- creo que ambas llevaríais muy bien. ¿Echamos un vistazo al horario de la tienda de esoterismo y comemos algo en el restaurante?- sugirió

Asiento a lo de hablar con Sandara. Necesitamos tener toda la información posible. No obstante comer en el mismo sitio donde estamos investigado no me acaba de convencer. Así que propongo si comemos algo en otro sitio y volvemos hacia la oficina para analizar lo que tenga Sandara o la policía. No obstante somos tres así que supongo que tendremos que votar... no se me hace fácil trabajar con gente.

Cuando le pidieron la información a Sandara esta les envió un archivo con una imagen de una pareja joven normal y corriente, además de los nombres de ambos, Aarón y Priscilla, ambos eran de la ciudad, una pareja normal y corriente que trabajaban el como informático y ella como enfermera en un hospital local.

Cuando el trio entro en el restaurante el chico que hablo con el ruso les atendió con una sonrisa, el lugar era bastante normal, un restaurante pakistaní bastante normal, no destacaba especialmente por nada, pero cuando llegó la comida se dieron cuenta del porque se había puesto tan de moda, la comida era realmente buena y de diseño, muy sabrosa.

Casi no se dieron cuenta cuando paso la hora de la comida, ante ellos tenían el restaurante que empezaba a vaciarse.

Jon estaba realmente emocionado cuando entraron en el restaurante, había escuchado y visto muchas cosas sobre la comida exhótica... en su tiempos como militar recordaba haber estado un par de veces en la India y degustado platos extraños... pero que el supiera no había llegado a probar la sopa de escarabajos, los sesos de mono ni arañas fritas... y si los indios lo comían debía de ser por algo... desgraciadamente ninguno de esos platos estaba en la carta, porque era un restaurante Pakistaní y había albergado la esperanza de encontrar algo extraño... aún así tuvo que admitir que todo estaba muy bueno y la compañia era enteramente de su agrado... el ruso le caía bien por lo ruso que era, y Céline ya era como su hija.

- Se ve que son buenos chicos...- dijo al ver la foto de la pareja- tenemos que encontrarlos- resolvió aún más decidido tras leer la información facilitada por Sandara- Vaya... parece que nos estamos quedando solos- observó con su habitual sonrisa mirando a su alrededor... pero tengo entendido que en Pakistan preparan un te magnífico.

Sinceramente. Tengo poca esperanza respecto a ellos. Ojala me equivoque. Pero alguien que desaparece "tan bien" o lo tenia organizado y no quieren que les encuentren. Lo cual veo difícil por que son gente sencilla y sin excesivos recursos. O si no han sido ellos mismos quien les haya hecho desaparecer... tampoco querrán que les encuentren. Asiento al comentario del té. Pero hay algo más. No nos juntarían a una estudiante... señalo a Céline con la cucharilla. ...A un militar retirado... Inclinando la cabeza hacia Jon ...Ex-policías, ladrones... espías... La pausa antes de espías hizo mas obvia la impresión de que me refería a mi mismo. Tengo la sensación de que hay... no se... algo raro en todo esto... en los casos...
No me gusta hacer públicos mis pensamientos. Pero hay cosas raras. Una organización que tiene agentes tan... así. Esto no son casos normales. Asíque prefiero tener la mente abierta y la confianza absoluta al menos en Céline y Jon. ¿Bueno Céline, que tal las clases? Pregunté casi de manera familiar.

No tardaron en servirles los tés y lo que pidieron, mientras seguían hablando el chico con el que el ruso había hablado antes se acercó y se agacho para decirle:

• Disculpe… pero supongo que como le llamo la atención antes puede interesarle saber que la tienda de aquí al lado abrió hará unos 10-15 minutos, por si querían ir a hablar con el dueño

Se notaba que el chico había supuesto que habían comido allí para hacer tiempo a esperar que la tienda abriera

Los tres nos miramos. Tras ganar el duelo a Jon desenfundando la cartera antes que el. Pago la cuenta. Creo que a Celine no le ha gustado que no pensemos en ella para pagar. Jon y yo estamos echos de otra pasta. Una pasta mas... vieja. Y no podemos evitar pagar nosotros. Pero suavizo la situación. La próxima es vuestra. Salgo el último para agradecerle al joven su ayuda y su discreción

Jon miró ofendido al ruso cuando este le ganó en rapidez con la cuenta, en aquella ocasión se le había anticipado pero la próxima correría de su cuenta así se pusiera en cruz.

- Parece que tiene usted un muelle en el sobaco y un brazo extensible señor Iulianov...- dijo tamborileando los dedos sobre la mesa- pero aprendo rápido- advirtió odbiando las palabras del ruso, no consentiría que la encantadora Céline pagase la próxima vez ni que el ruso se le volviera a adelantar... ¡Cómo que se llamaba Jon Pertwee!

Ya más calmado, abandonó el restaurante junto con Céline y Arkady, iba siendo hora de echar un vistazo a la famosa tienda.

Céline se centró en la carta de las bebidas mientras escuchaba a Jon y a Arkadi, estaba de acuerdo con Arkadi en el tema de que en aquel caso había algo que se salía de lo normal, así como en la agencia que los había contratado. ¿Qué clase de empresa se dedica a emplear a personas tan dispares para resolver casos "difíciles" o "extraños"?. Asintió pensativamente y parpadeó cuando oyó que Arkadi se dirigía a ella preguntándole por las clases. Miró al hombre (que por lo visto era o había sido espía en su país (Guau... Qué pasada, un espía... Si tan solo tuviese amigos ante los que poder presumir de codearse con espías y ex militares británicos con capa...)

- Uh... ¿Cómo? - Preguntó algo confundida, ¿De verdad él le estaba preguntando por algo que no tuviese que ver con el trabajo? Hubiese esperado una pregunta personal viniendo de Jon, pero no de Iulianov, tan serio y tan ruso. Volvió a parpadear, de nuevo sintiéndose un poco estúpida por su incapacidad de responder con naturalidad en según qué situaciones - ¿Las ...? ¿Mis clases? Oh, pues bien... Bien... Gracias.

En ese momento, les sirvieron el té y ella sonrió al camarero, quien además les informó de que la tienda de esoterismo ya había abierto. Genial.

Dio un sorbo largo a su vaso sin ser consciente de que los dos hombres se enzarzaban en un duelo para ver quién era más rápido en pagar, ella había vuelto a sus cavilaciones, si por Cel hubiese sido, seguramente al terminar se hubiese levantado y salido del local sin pagar; no estaba acostumbrada a tomar consumiciones en sitios públicos y su despiste ocasional la llevaba a veces a cometer errores como aquel, así que le vino bien que los dos caballeros se encargaran de ese detalle.

Pocos minutos después ya estaban en la calle de nuevo, rumbo a la curiosa tienda. 

- Señores... ¿Creen ustedes en lo sobrenatural? - Preguntó de repente con la vista fija en la entrada del local que iban a visitar.- Yo sí.

El grupo se dirigió hacia la tienda de esoterismo, estaba abierta y de ella salía un aroma muy intenso a incienso, realmente el aroma era bastante fuerte y resultaba algo cargante en la nariz de los que allí entraban. El trio pudo ver que había toda clase de objetos para el esoterismo, desde velas a extraños tarros pasando por toda clase de tableros y libros que según los títulos de estos debían ser de magia y de cosas similares, es entonces cuando escuchan un sonido de pasos al girarse pueden ver a un hombre menudo vestido de forma algo llamativa de blanco con un sombrero y un bastón, el sombrero hace que apenas se le vea el rostro

• ¿Que desean señores y señorita?

Céline entró a la tienda la primera, no por nada, pero sus compañeros se encargaron de abrirle la puerta y cederle el paso caballerosamente. Ella sonrió y les agradeció el gesto, aunque no estaba acostumbrada a un trato tan... cortés por parte del género masculino (Para ser del todos sinceros, habría que decir que no recibía absolutamente ningún trato por parte de ese género), tampoco le molestó. Quedaba claro que ambos hombres estaban hechos "de esa pasta" y ella no iba a criticarlo ni a menospreciarlo. 

El interior del local era tal como esperaba, y enseguida la chica se puso a curiosear objetos y libros expuestos aunque sin atreverse a tocar nada, en su expresión se veía que le encantaba todo lo relacionado con el esoterismo, si bien tampoco estaba muy familiarizada con ese mundillo, sí que sabía algo... Llamaron su atención sobretodo los libros, iba a tomar uno para echarle un vistazo, cuando un sonido de pasos llamó su atención; al girarse vio al que sin duda debía ser el dueño de la tienda.

Caray, los sombreros de ala ancha deben estar de moda en este barrio. Pensó Céline al ver la apariencia del tendero. Lanzó una mirada a Jon y otra a Arkadi antes de hablar.

- Buenos días...- Saludó con media sonrisa.- ¿Qué precio tienen los libros? 

Aquel sitio olía a incienso, y a algunos aromas que reconocía que pero que no era capaz de situar en mi cabeza donde podía haberlos percibido. Los libros de los estantes tenían caracteres chinos, en francés, y en cirílico. Aunque no ruso...¿Rumano? No lo se.

El polvo se apila como un producto más. El olor a cerrado se mete en el cerebro y me dice que pasa algo malo. Mantengo una distancia y espero que sea Jon el primero en tantear el terreno. Sin embargo Celine se nos adelanta y pregunta por los libros. ¿Los querrá de verdad o será solo una tapadera?