Partida Rol por web

Drerick se mantenia a distancia mientras aquel grotesco ser hablaba retumbando en sus oidos. Aun mirando apollado en Lomy escuchaba las palabras de aquel supuesto hijo del dios Pifo.

"¿Un mundo de solo humanos? ¡Maldita sea! La profecia era distinta, sin duda a cambiado por culpa de esa niñata al robarme el cetro... Es ahora su raza quien se alzara y ella como reina de todo... Nunca se lo perdonare... Cuando este sin magia si entonces..."

Apretaba los dientes con fuerza tanto por miedo a aquella criatura y a sus palabras, como por odio hacia los humanos, pues una vez mas uno de ellos le habia traicionado en el ultimo momento.

-Me pregunto que pasaria si alguna de ellas muere, El bicho de los tentaculos a dicho que son necesarias para el nuevo mundo...-Comento en alto para ser escuchado por Lomy y Gornomus.

¿Un nuevo mundo sin magia? No parecía algo tan terrible, desde luego. Pero no le gusto tanto lo de que solo los humanos perdurarían. ¿Que ocurriría con el resto de razas? Enanos, elfos, hobbits…goblins… Lomy mira a Drerick, el cual permanece aferrado a su pierna.
¿Porque ha de ser la raza humana la única que perdure, Poral? ¿Que ocurrirá con el resto? Y si la magia desaparece, el cetro perderá su poder… Lo necesitamos para enfrentarnos al ejercito lunar que nos acosa en la entrada de esta cueva…

Lomy parecía dubitativo, cuando las palabras de Drerick resuenan en su oído.
¿A que te refieres, Drerick?- comenta mirando al goblin con cierta sospecha.

Poral baja de la atalaya para hablar cerca de Lomy.

Con el despertar de mi padre el mundo cambiará y la magia no reaparecerá. Con la siguiente profecía los humanos permanecerán en la tierra, pero las demás criaturas inteligentes dejarán de vivir en esta realidad, para vivir en otra.

El monstruo adopta una postura más diplomática.

Para cumplirse la segunda profecía aún pasarán más de 1000 años, cuando el cielo se cubra de sangre y el mar hierva. Para esa profecía aún queda mucho.

Mira hacia la entrada que han utilizado para llegar hasta la Aldea Maldita.

Del ejército de los lunares, yo me encargaré. Pues sus intenciones para con el cetro son tan malvadas, que sumirían al mundo en le caos que el goblin salvará.

Drerick alzo la mirada cuando Lomy le hubiera preguntado por sus palabras.
-Veras... segun a di...¡¡GRIÑECK!!-Señala tembloroso a aquella criatura, que una vez les ayudo, la cual se acerca hacia ellos, Drerick calla al instante.

Escucha el retumbar de sus palabras en sus grasientos oidos y al escuchar sus ultimas palabras, reuniendo el valor suficiente habla a aquella criatura.
-¿Porque tenemos que desaparecer nosotros? Ya se que sera dentro de mucho y que ni siquiera sabre de ello, ¿Pero porque solo tiene que perdurar una raza? ¿Entonces los dioses tambien moriran con nosotros?-El pequeño goblin aun no habia entendido eso de "otra dimension"-Y que es eso de que el nuevo mundo de los humanos lo creara uno de los mios.-Por primera vez en mucho tiempo las palabras del pequeño verde parecian mas humildes, seguramente por culpa de la presencia del hijo de Pifo.

Las palabras del semidios parecen calmar algo a Lomy. La desaparición de las demás razas no será hasta dentro de 1000 años, además de que no desaparecerán tal cual, si no que vivirán en otra realidad.
Vamos, Drerick, queda mucho para eso, y además seguirán existiendo en otra realidad. Sea como sea, poco podemos hacer al respecto, pues no estaremos aquí…Mejor preocuparnos por el presente.

Lomy vuelve a mirar a Poral, quien les ha prometido ayudarlos con el ejército Lunar.
Poral…- le dice algo cohibido… puede que si tardas mucho en ocuparte del ejercito Lunar, tal vez sea demasiado tarde. Cuando dejamos al resto ya estaban a punto de entrar. Puede que nuestros amigos ya estén muriendo a manos de los lunares.

No lo hago por tus amigos, sino por mi labor como hijo de Pifo. Proteger su alma recogidas en sus antorchas. Yo os traeré las otras 5 antorchas que faltan y con la que vosotros portáis despertaréis a Pifo.

Dicho esto el gigante semidios se encarama de nuevo a la pared de la plaza cerrada y natural, subiendo ágilmente por sus escarpadas paredes para desparecer por uno de sus bordes en la superficie.

Al cabo de un instante un temblor de tierra llama la atención de todos, Poral, desde el otro extremo del crater de la aldea maldita golpea con su puño en dirección al túnel por el que los viajeros entraron en la misma. El puño penetra en la roca como un gigantesco martillo llegando hasta donde debe encontrarse el salón del trono, en el que reposan tres de las antorchas junto con los cuerpos del senescal goblin, el elfo Ashram y las dos galjas.

El túnel no tarda en desplomarse cerrando la entrada a la aldea maldita.

Poral se levanta con tres de las antorchas lanzándolas al interior del cráter que ocupan Lomy, Drerick, Kaa, Leanan y Gornomus.

Cogerlas, traeré el resto en breve.

Dicho esto desapareció del campo visual de los viajeros, en dirección a la entrada de la cueva, montaña arriba.

La presencia de Kaa, en cambio, no ayudó en absoluto a la joven en su profundo dilema. No la conocía y tampoco la inspiraba para contar con ella. Estaba claro que la misión de sus compañeros había sido llevada a cabo para alcanzar un poder a un precio terrible. ¿Quiénes eran ellos para exterminar las razas de aquel mundo? "No... no es justo... no"

- ¡¡NO!! -gritó a pleno pulmón la joven- ¡¡No voy a hacerlo Poral!! -aseguró con mucho énfasis- Tu padre sería despertado si algo malo sucediera, pero la ambición de unos pocos no va a exterminar al resto de las razas. ¡¡ME HAS ENTENDIDO!! -apretó con fuerza el cetro- Si aquí me quedo condenada a la eternidad por utilizar el cetro en defensa de los inocentes... ¡¡QUE ASÍ SEA!!

.

Miro atonico como aquel monstruo venido de ningun lado dejaba a sus pies aquellas antorchas y del simple echo de que sabia que el portaba una.
Trago entonces saliva al ver desaparecer aquella figura llena de tentaculos.
-No me gusta mi querida ex-montura, no me gusta nada.-Dijo al parecer sinceramente a Lomy.-Creo que esto es algo muy malo, Yo no quiero que el mundo cambie no me consuela el hecho de que sean dentro de mucho, ¿NO LO ENTENDEIS? Esto quiere decir que solo esa asquerosa raza de ponposos presumidos como ellas.-Señalando a ambas mujeres virginales.-Seran los hijos verdaderos de esta tierra y los demas seremos olvidados, no hay nada peor que ser olvidado, no importa la muerte mientras alguien os recuerde, pero el hecho de desaparecer de la faz de la tierra significa el olvido ¡Y eso no lo puedo admitir! La tierra ya es ignorante de por si y dentro de mil años ¡Sera estupida!-Dejase caer al suelo lloriqueando amargamente.

Sus sueños se parecian romper a medida que los gritos de quienes aun luchaban se hacian mas agudos.
"¿Por que e venido hasta aqui? Destino... JA!! mentiras!! siempre engañado, os ODIO! odio todo esto... nunca, nunca podre ser nadie, maldita zorra humana, si tuviera yo ahora ese cetro... ¡¡Y porque narices lloro!!, deberia de estar sacandole las tripas y no aqui sin poder moverme o pensar con claridad!!, ¡MALDITA! ¡MALDITA!"-Se llevo las manos a la cabeza mientras el suelo a su alrededor se mojaba por culpa de sus grandes lagrimas de impotencia.

Lomy mira a Drerick con cara de ofendido.
Esa asquerosa raza a la que te refieres es la mía también… Yo nunca he insultado a la tuya.
Lomy se acerca hasta las antorchas que ha tirado Poral, para recogerlas. Luego vuelve junto a Drerick, hablándole más amablemente ahora.
Mira, Drerick, a mi tampoco me gusta. Siempre me ha gustado la diversidad de razas… Pero poco podremos hacer para cambiar eso. Cuando ocurra llevaremos muchos años muertos, así que es inútil pensar en ello…

Miro a Lomy con curiosidad, hacia tiempo que habia olvidado que el tambien era un ignorante humano.
-¿Tu? Pero no eras un centauro... MMmmmm A CLARO la maldicion que me diste... ¡BUENO Y QUE! A eso es la lo que me refiero, sois unos conformistas siempre y cuando zepais que pa entonces no viireis. ¡No hay futuro para una raza de pensamiento tan simple!-Y eso que lo dice un goblin.

-¡Tu puedes conformarte zi quieres, pero yo segire escupiendo a quien me de la gana! No me parece justo, y de injusticias creo que soy el que mas sabe.-Se cruzo de brazos aun sentado en el suelo, mientras sus lagrimas se secaban y un fruncido de rabia se mostraba en su verdoso rostro.

Kaa mira a Leanan.

Creo que no tenemos más remedio si queremos salvar a nuestros amigos. De todas formas ha asegurado que no será seguro que desaparezcan las razas, y que aunque lo hagan estarán en otra dimensión. Nop se que quiere decir eso, pero supongo que vivirán de alguna manera y dentro de 1000 años. - La ladrona calla un instante. - Lo cierto es que, si no hacemos nada nuestro viaje se habrá perdido en el olvido.

Se escucha un grito de Leanan dirigido a Poral.

¡NOO! ¡NO LO HARÉ! ¿ME HAS ENTENDIDO? ¡QUÉ ASÍ SEA!

El que fuera gran mago clama a pleno pulmón a la joven dueña del cetro.

¡AHORA ERES LA DUEÑA DEL CETRO! ES DEMASIADO PODER PARA UNA SOLA MORTAL. DESPIERTA A PIFO, ÉL SERÁ JUSTO. NO HAY MÁS REMEDIO.

Leanan podía resultar bastante cabezota, así que no fue fácil que las palabras de Kaa se hicieran un hueco en su sentido común.

- Claro, ¿y cómo sabes que te está diciendo la verdad? ¿Y si es mentira? -dudaba hocicuda- Si aceptamos el ritual... y que te quede claro que no pienso morir en ello... puede que todo cambie de inmediato.

Realmente estaba triste porque, pensándolo mejor...

- Pasarán mil años y todos se irán a otra dimensión, dices... -recapacitaba- Pero entonces, cuando pasen siglos las otras razas pasaran a ser leyendas, hasta que llegue un día en que nadie crea que existieron una vez. Llegará un día en que sean cuentos para niños... ¿por qué? ¿Por qué tenemos que privar de tantas maravillas al futuro?

Se encontraba muy triste, y sólo con recordar sus propias palabras se apenaba... "Serán sólo leyendas, cuentos para niños..."

- ¡Está bien! -alza el cetro- ¡Despertemos a Pifo!

Leanan levanta el cetro tras los matorrales.

Nada ocurre cuando la joven retorana alza el váculo.

¿Cómo hay que hacerlo? - Se encoje de hombros. - El mago no nos ha dicho nada.

Se gira hacia sus compañeros y grita.

GORNOMUS, ¿QUÉ HEMOS DE HACER?