Partida Rol por web

La Amarga Cruzada[inconclusa]

PRIMER CAPITULO: NOCHES VENECIANAS (III)

Cargando editor
09/03/2009, 23:43

ACTO 3: CONOCERAS LA VERDAD

Cargando editor
13/03/2009, 22:30

Una nueva noche se avalanza sobre vosotros... La Luna brilla de una forma especial. Mantiene un tono rojizo entre alguna nube que la oculta parcialmente. Es una noche de verano bastante calurosa y a penas corre el aire.

Hoy es el día del juicio... la verdad sera revelada por vuestro propio bien.

En el edificio que Narses os ha facilitado aun permanecen gran cantidad de guardias que vigilan cada uno de vuestros pasos dentro del recinto.

Una vez que os vais despertando un emisario que espera en el salón os informa que Narses os estará esperando en su palacio a partir de media noche. Si al llegar el amanecer no aparecéis se os declarara de inmediato culpables con lo que ello supone.

Una vez el mensaje es transmitido se retira para marcharse.

Notas de juego

Bueno, aquí comenzamos el tercer acto... Arrancamos en el edificio de Narses donde todos regresáis a descansar. Escribid vuestro despertar en función de la breve introducción que os he preparado. Es decir, que bajéis al salón, recibáis el mensaje del emisario y os reencontréis todos allí.

En esta escena estáis presentes: Edward Gotrich, Guillaume, Mihali, Frey Ramiro y Kristoff Vlaszy

Cargando editor
16/03/2009, 18:08
Frey Ramiro de Urgel

Una noche más despierto del sueño eterno... Pero hay algo distinto en este despertar; hoy puede ser mi última noche en este mundo. Intento apartar estos pensamientos de mi cabeza mientras hago repaso de todo lo vivido la noche anterior y me adecento para bajar al salón a esperar a mis compañeros. En este momento caigo en la cuenta de la presencia de nuestro "invitado", por lo que busco a uno de los guardias que se encuentran por la casa.

-La persona que se encuentra encerrada en ese cuarto es importante para nuestra investigación. Haga el favor de llevarle algo de comida, y condúzcalo al salón cuando nos encontremos todos presentes.

Entro en el salón, y compruebo que soy el primero, por lo que busco un libro por las estanterías y tomo asiento para esperar a los demás mientras lo hojeo con escaso interés; pues no puedo aparcar mis preocupaciones un momento.

Notas de juego

-1 sangre

Cargando editor
16/03/2009, 20:35
Edward Gotrich

el descanso reparador ha cicatrizado algo los daños de la última noche, me incorporo pesadamente, comprobando mi estado físico, camino un poco y vuelvo la vista a los presentes. Con un gesto de la cabeza les hago entendes que hay mucho de qué hablar y cosas por poner en común. Pero de momento me limito a descender a los lugares comunes

Cargando editor
17/03/2009, 21:47
Kristóf Vlaszy

Abro los ojos. Aún es de día. No, no puede ser. Es de noche, si. Pero lo veo todo con total claridad, como si la habitación estuviera iluminada por cientos de antorchas.

Sin embargo, apenas puedo ver, pues los objetos proyectan sombras negras como la noche sin luna, sombras que se mueven, que se arrastran como serpientes. De hecho, son serpientes, serpientes negras que se arrastran por el suelo en dirección a mi camastro.

Trato de moverme, de alcanzar mi espada, pero mi cuerpo no responde. Estoy sentado en mi cama, con las manos apoyadas a ambos lados de mi cuerpo entumecido, incapaz de mover nada mayor que mis ojos. Y las negras serpientes se acercan a mi, mirándome con sus brillantes ojos de luz ígnea, mientras una sombra se aleja tras ellas, escondiéndose tras unos cortinones. Oigo sus pasos retumbando sobre el suelo de piedra, alejándose. Siento una punzada lacerando mi piel, en mi costado.

¿Cuando he resultado herido?

Las serpientes retroceden. No necesitan seguir acosándome. No necesitan acercarse para inocular su maldito veneno.

Su veneno ya está en mi.

La muerte se acerca...

Abro los ojos. Es de noche ya. Mi piel está cubierta de frío sudor... no, no estoy sudado. Ni siquiera de sangre. Era solo una sensación, un recuerdo de las reacciones del inferior cuerpo mortal. Mi mente está confusa, tanto que no termina de amoldarse a mi actual cascarón inmortal.

Me pongo en pie, a medias entre enfurecido e indignado. Aún tengo arrojo para afrontar un mal despertar, no dejaré que un entumecimiento pasajero coarte un día -noche, una noche- tan importante como éste. Vital.

Tomo mis cosas, mi ropa y mi espada, y salgo de la alcoba. Mi celda. Me dirijo al salón, con paso raudo y firme. Abro las puertas a dos manos, sin apenas frenarme, en una demostración de fuerza más mental que física que es a su vez más dirigida a mi mismo que a quien estuviera presente.

He visto a Gotrich entrar poco antes que yo. Al entrar, me doy cuenta de que también Frey Ramiro está presente. Sin embargo, faltan los demás, y yo no estoy de humor para conversaciones valdías. Me mantengo en un segundo plano hasta que estemos todos.

Solo entones será momento de exponer cuanto sabemos.

Cargando editor
17/03/2009, 23:05

Guillaume se despierta de su sueño.. o de su pesadilla, sea como sea ha nacido una vez más, otra noche listo para vivir.

Se levanta de su descanso y lo asimila, a la vez que se viste, toma sus pertenencias y sale por la puerta.

Camina despacio, sin ganas, tranquilamente.. hasta llegar al lugar mencionado por el mensajero, dónde se encuentran parte de mis compañeros.

Buenas noches. - pronuncia con tono entre severo y respetioso tomando asiento en cualquier sillón de por ahí.

Cargando editor
18/03/2009, 01:03
Mihali de los cuatro vientos

Realmente no deseaba despertar, pero a diferencia de otras muchas aventuras, esta vez debia mantener la compostura, dar la cara y ello me incomodaba, seguramente por que ni siquiera estaba acostumbrado.

Baje de malas ganas hasta las habitaciones de la plata baja cuando descubri que era el ultimo en llegar. No me alarme al no ver por alli Lucius, el sabria donde se estaba metiendo... espero que mis compañeros tengan mas que nosotors pense mientras le dedicaba una mirada seria a mi compañero de aventuras (Gotich).

Cargando editor
18/03/2009, 01:07

Cuando llegas a la casa que Narses os presto para que os alojarais te das cuenta que esta vez varios guardias del Principe estan custodiando la entrada.

Las tres noches han pasado y hoy se celebrara el juicio... la conclusión... la vida o la muerte...

Escuchas de nuevo la voz de Nicolo que se rie miras a tu alrededor pero no consigues verle ni esforzandote al maximo.

Entre sus risas te dirige algunas palabras: - Dependes de tus lindos amiguitos... ahora si deseas segyuir viviendo necesitas tragarte tu orgullo y ponerte de rodillas ante ellos. jajajaja.

El Nosferatu parece que disfruta de tu situación.

Cargando editor
18/03/2009, 15:12
Luccius Sedentian
Sólo para el director

No sufras, no estoy vivo despues de todo este tiempo solo por mi cara bonita y mi suerte, ya veremos si tu tambien la tienes cuando todo esto acabe querido Nicolo. Luego me dirijo a la puerta esperando que los guardias del principe me dejen paso.

Cargando editor
18/03/2009, 23:39
Frey Ramiro de Urgel

Mihali es el último en entrar en el salón. Le sigo con la mirada, buscando la suya y esperando encontrar algún gesto de satisfacción, algo que delate que ha encontrado alguna prueba que nos salve... Pero no descubro nada.

Este mismo ritual lo he repetido hoy ya dos veces más, sin descubrir a nadie con ganas de compartir una información salvadora con el resto.

-No queda nadie por acudir, ¿me equivoco?- Sin esperar respuesta alguna continuo -Bueno, ¿cómo les ha ido en sus investigaciones? Por nuestra parte, Kristóf y yo, hemos encontrado a un posible...- Dejo un pequeño lapso de tiempo, como queriendo buscar la palabra adecuada que describa a Rodrigo -testigo del asesinato; pero no se si nos podrá valer de mucho su testimonio, ni los objetos que le requisamos.

Espero alguna reacción por parte de mis oyentes, pero la apatía parece general, y no creo que esta información tan vaga pueda obtener de ellos algún gesto de complacencia.

Espero hayan conseguido algo de provecho; algo más tangible que lo nuestro...

Cargando editor
19/03/2009, 12:27
Kristóf Vlaszy

Cita :

...pero no se si nos podrá valer de mucho su testimonio, ni los objetos que le requisamos.

 

Mi turno.

Frey Ramiro comienza su exposición dando inicio a nuestro concilio. Mucho hemos de aportar, si queremos salvaguardar nuestras existencias inmortales. Mas poco tengo en mis manos en estos momentos. Al menos, así se me antoja.

Se me escapa una furtiva mirada hacia la puerta, esperando quizás que nuestro colaborador prisionero apareciera escoltado por guardias y por mi escudero. Sin embargo, no permanezco esperando. En el fondo es incluso mejor que no esté presente de momento. Eso nos permite parlamentar con mayor libertad.

Doy unos pasos al frente, lentos, meditados, hasta situarme casi en el centro. Observo a mis compañeros detenidamente mientras mis manos cuidadosas extraen de entre los pliegues de mis ropas los objetos requisados.

Dos dedos putrefactos, corrompidos por el paso del tiempo.

Una daga en su vaina, junto a un elaborado cinturón de cuero.

  • El mortal al que hemos encontrado fue testigo del asesinato, pero no logró ver al asesino. Tan solo le vio escapar entre las sombras, y a Roland retorcerse de dolor hasta la Muerte definitiva, mientras un polvo negro surgía de sus orificios faciales.

No es momento para escatimar información. Cuanto antes compartamos cuanto poseemos, mucho mejor para nuestros intereses.

  • Ésto... -muestro los objetos en alto, haciendo una pausa dramática- son las pruebas que quiso conservar de lo sucedido. Los dedos de Roland, -muestro los dedos a los presentes- al que identificó como una criatura de la noche, y de cuyo cadáver los seccionó. Y esta daga -extiendo la daga, enrollada por el cinturón que se adhiere a su vaina- que obraba en su poder.

El recuerdo del dolor de Roland, la experiencia de sentir su propia muerte, aún lacera mi espíritu. Me hace sentir débil, decaído, pero al mismo tiempo me recuerda lo que todos aquí tratamos de evitar. Ya he sentido la fría mano de la muerte, yo mejor que nadie se que hemos de evitarla a toda costa.

  • Temo que las impresiones espirituales adscritas a estos objetos no me hayan proporcionado información relevate, más allá de que la muerte de Roland fue tremendamente dolorosa. Quizás alguien más versado que yo pudiera obtener mayor informacón de las impresiones de estos objetos, pero no considero el confiar en la lectura que las eminencias de esta ciudad puedan hacer, estrategia válida salvo como último y desesperado recurso. Sin embargo, si que he podido determinar que la daga es un objeto ceremonial del Clan de los Seguidores de Set. No soy una eminencia en la cultura de esas serpientes, pero reconozco los grabados de antiguos libros que consulté años atrás. Ahora bien ¿Que papel juegan los setitas en todo esto? Eso es algo que, de momento, se me escapa...

Comienzo a guardar los objetos entre los pliegues de mi ropa, regresando lentamente a mi lugar...

Cargando editor
19/03/2009, 14:49
Edward Gotrich

asintiendo hacia Mihalli para solicitar su confirmación empiezo a hablar:

no es poca cosa lo que tenemos, ciertamente, considero muy reveladora nuestra vigilia pasada.

me siento y cruzo los dedos mirando al suelo, mientras continuo mis pensamientos en voz alta

como sabeis el compañero TetraVentum y yo acudimos al puerto en busca del simpático procurador que nos pasó lista abordando nuestra nave en el viaje a este infierno veneciano, subimos a bordo de su navío y pude acercarme lo suficiente para oir una conversación entre nuestro amigo Attilio y un desconocido, un hombre grande con una túnica negra, con voz aguda y acento árabe.

la conversación, si mi memoria no me falla, transcurrió de la siguiente manera:
Desconocido - Finalmente, me has sorprendido... no creía que fueses capaz de engañar a mas de un cainita al mismo tiempo... Me temo que subestime tu capacidad.

Attilio - Ya os lo dije, los forasteros han caido en la trampa, ahora nadie podra sospechar de vuestra actuación en la ciudad. Seria imposible hallaros.

Desconocido - No cantes victoria tan aprisa, el Principe les ha permitido demostrar su inocencia, por eso he venido en tu busca, para asegurarme de que no falles en este momento. Si los forasteros son culpados y procesados quedando el asunto zanjado y olvidado, entonces y solo entonces obtendras tu parte.

Attilio - Os comprendo, (no recuerdo bien sus términos pero fue algo como...pero no tenéis por que preocuparos, es imposible que los forasteros conozcan la verdad)

Desconocido - Espero que asi sea, porque si me fallas no tendrás el oro y tampoco te dejare seguir con "vida".
tras lo cual nuestra situación se complicó....

 

Cargando editor
19/03/2009, 15:00
Edward Gotrich

La suerte cesó, pues los acontecimientos se desencadenaron, fue confuso, pero el caso es que Attilio apareció sin vida poco después, había ceniza negra por todas partes y también le salía de la boca, los oídos y los ojos. Toda es parafernalia es tristemente conocida ya por todos, el cadáver estaba en el mismo estado que el del conde asesinado hace unos días y por el que hemos sido culpados.

me froto los ojos con expresión cansada y preocupada, abatido, levanto por fin la mirada a los presentes.

El otro personaje fue tragado por la noche marina, fuimos desscubiertos y a duras penas conseguimos huir...

Cargando editor
19/03/2009, 16:21

Llaman a la puerta... y aun queda bastante para que comience el concilio. Uno de los guardias se acerca.

- Disculpen la interrupción, se trata de otro de los vuestros...

Cargando editor
19/03/2009, 16:23

Finalmente los guardias parecen reconocerte como uno de los forasteros acusados. Te deja pasar y uno de ellos te guía hasta la sala donde todos están reunidos.

Cargando editor
19/03/2009, 16:24

Detras del guardia aparece por la puerta Luccius... y entonces el guardia se despide y os deja a solas cerrando la puerta.

Cargando editor
19/03/2009, 16:27
Mihali de los cuatro vientos

Mihali asintio serio ante la narración de su compañero Gotrich... Meditaba las palabras de Kristoff en busca de algun sentido a este mal entendido, pero la reunión fue pausada.

Me imaginaba que regresaria... nosotros en grupos hemos tenido problemas para investigar...

- ¿Que tal viejo compañero? le dije de forma picaresca.

Cargando editor
19/03/2009, 19:09

Guillaume sólo suspira mientras intenta sacar en claro las palabras de sus compañeros. Se sorprende del considerable retraso de Luccius. - ¿Ha pasado algo, amigo? - le pregunta serio.

Cargando editor
19/03/2009, 20:50
Edward Gotrich

quizas separárnos no haya sido muy buena idea, aunque ya es tarde para lamentaciones, propongo organizar una estrategia de defensa, pues nos van a emplumar como a simples bandidos de pueblo.

Cargando editor
19/03/2009, 21:04
Frey Ramiro de Urgel

Seguidores de Set, participando en los juegos de poder de la ciudad; del lado de alguna de las facciones... Espero alguien sepa ver más allá de donde yo llego.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpe mis pensamientos, y un pequeño gesto de sorpresa al ver a Luccius asoma en mi semblante.

Me sorprende que no haya huído... Espero no moleste a la investigación; incluso que pueda aportar algo

Sin hacer caso a su presencia sigo atento a las conversaciones que se desarrollan por el salón, esperando ver entrar en algún momento a Rodrigo, siendo acompañado por un guardia, o por el escudero de Kristóf.