Partida Rol por web

Tras levantarte de tu lugar, notas que los tres hombres no se asombran en lo más mínimo. Sus sonrisas se ensanchan, como si hubieran sabido todo el tiempo que estabas allí. Además, dos llevan pistolas, y el tercero un cuchillo serrado de horripilante aspecto.

- Poli. No nos gustan tu tipo... ahí, espiando a los chicos mientras hablan de sus cosas. Pero podemos jugar contigo, oh sí, verdad? dice el más alto, el del centro, lamiéndose los labios.

Escuchas también a tu espalda, desde la calle, los pasos de más personas, y el inconfundible sonido de alguien que comprueba un rifle. Tal vez aún no te han visto esos, pero estos tres...

La puerta trasera del galpón, aunque a primera vista parece cerrada, no tiene un cerrojo visible por lo puede que esté abierta si pretendes correr hacia ella; la lucha seguramente será muy desigual si nadie viene en tu ayuda.

Nop, es 1 d 10 + 3, a secas, al menos sin municion especial... Una pena... A ver en cuanto se quedan los impactos... Puede que el unico que entre es el de 10+3+ 5(Daño extra del 10)... Veremos...

Nixios levanta su escopeta y deja salir un grupo de tres andanadas contra el lado contrario que Tarkov. Las postas se incrustan en las planchas de acero  y uno de los cartuchos alcanza su blanco.

Uno de los hombres, a la izquierda de la puerta, no es suficientemente rápido para escapar a la balacera de Tarkov y se segado del suelo por los disparos. Con un alarido, cae al suelo retorciéndose, quedando completamente fuera de la vista de todos excepto Anthat.

A la derecha el avance de los otros dos hombres se ve recibido por una andanada de postas que dejan marcas en la gruesa pared. Por suerte para ellos, los hombre han evitado el disparo y se pusieron a cubierto justo a tiempo!

El psíquico ya sabía que las cosas acabarían mal. Casi instintivamente, se escondió tras el amparo de unas altas cajas de madera y allí intentó concentarse para canalizar las energías de la disformidad. A su alrededor, la gente corría y chillaba desconsolada ante el sonido de los disparos.

Sin embargo, 13 estaba en su veradera salsa. lucha, dolor y miedo... ¿quién podía pedir más? Caos al servicio de los fines del Emperador. Todo un contasentido, ¡¿no?! Sonrió y visualizó a su próxima víctima. Alguien sufriría sus ansias de doloroso placer...

Me encanta jugar- digo mientras intento propina una patada en la entrepierna a uno de los hombres con pistola, antes de que me pueda disparar. Revolviendome tras fallar, saco mi espada y mi escudo tan rapido como me lo permita la acción, escudandome sin darle la espalda a los atacantes.

Chicos, normalmente el cinco contra uno no me desagrada, pero ahora mismo me viene un pelin pero que muy mal- Digo por el comunicador para todos mis compañeros esperando algun apoyo o al menos unas palabras de despedida...

Si os apañáis con los tres de la puerta iré ha echarle una mano.

Profesionalmente, los hombres a ambos lados de la puerta se vuelven para presentar los cañones de sus armas hacia el interior.

El movimiento se corta en un gesto de duda al caer el compañero, entre gritos, del lado exterior.

Finalmente uno comienza a escupir balas de su rifle automático hacia la dirección de Tarkov y Nixios. Una bala rebota en el duro suelo de cemento y se incrusta profundamente en su pernera, generándole un impacto incómodo.

El otro, aprevechando que aquellos del interior agachan la cabeza, arroja al interior una bomba incendiaria. El frasco gira un par de veces por el aire y se estrella con fuerza justo sobre la caja que cubre a Nixios. El líquido inflamable se derrama sobre él, prendiendo todo a su paso, incluyendo la cabeza del Guardia.

Con un Swooosh! el lugar se convierte en un infierno. Tarkov y 13 se ven envueltos en las llamas, mientras intentan desesperadamente apagarlas de sus cuerpos.

El Clérigo se hace a un lado, retrocediendo forzado por la gente que corre desesperada y a los gritos hacia la parte trasera del lugar. Cae al piso momentáneamente, consigue recuperar el equilibrio para ver a sus compañeros, medio galpón, y varias figuras humanas en llamas.

Golpeas al tipo en la entrepierna pero este se mueve, esquivando el golpe. Él mismo usa el impulso para asestarte un golpe lateral con el cuchillo que tiene en la mano; pero consigues agacharte y pasa por sobre tu cabeza.

Los otros dos abren fuego contra tí, sin importales la cercanía del tipo de la cuchilla. Ambos disparos impactan contra la pared detrás tuyo.

Dentro, se oye una explosión y la luz se tiñe de rojo y naranja. Una oleada de calor revienta una pequeña ventana arriba tuyo, ante no ves llamas en el interior, inmediatamente junto a la ventana y la puerta.