Partida Rol por web

La Anunciación: Hefesto

Portada

Datos de la partida

La Anunciación: Hefesto

 

Director: Valimyr
Reglamento: Scion
Sistema: Rol por web
Jugadores: 1
Nivel requerido: Novato: no hace falta ni conocer el juego
Ritmo de juego: Bajo: un mensaje semanal o menos
Fecha de comienzo: 01/08/2013
Estado: Suspendida

Introducción

A veces la realidad supera la ficción...
A veces las leyendas se hacen realidad...
A veces el mito... es historia

Sinopsis

Los mitos y leyendas se hacen patentes, los dioses olvidados vuelven a buscar a sus vástagos, el destino juega en la contra de la humanidad.
Y los mayores enemigos de esta... vuelven a estar libres.

Notas sobre la partida

Partida restringida, no apuntarse

Monte Olimpo: Off-topic

Como el lugar en la tierra que porta el mismo nombre, el Olimpo es parte de una escabrosa cordillera montañosa, en la cima de la cual los dioses del Dodecateon hacen sus nobles hogares. Las murallas, los profundos cañones y las furiosas cataratas hacen del Olimpo un lugar duro y difícil de olvidar, separando a los, física y metafísicamente, dignos de llegar a su cumbre de los que no. El Monte Olimpo es el pináculo de esa cordillera, y allí reside la corte de los Dioses.

Los inclinados pasos del Monte Olimpo son casi imposibles de sobrepasar para los mortales. A no ser que se posea el don del vuelo, el peticionario debe trepar hasta la cumbre para obtener audición con el Dodecateon.

Este hecho, por capricho del mismo Zeus, hace imprescindible que aquel que pida audiencia con los dioses sea merecedor de tal honor

Existe otra razón. La profecía dicta que uno de los propios hijos de Zeus terminara con él, y el desafío adicional en buscar audiencia le da tiempo al Padre del Cielo para prepararse, juzgar las intenciones y capacidades de aquellos que pueden buscar herirlo.

En la cima se encuentra el Palacio de Zeus. Diseñado por Hefesto y construido por gigantes de un solo ojo, los ciclopes, el enorme palacio sirve como centro de la actividad divina en el reino. Sus columnas de mármol de estilo dórico y sus paredes son típicas de la arquitectura Griega clásica.

Desde el exterior, el palacio es un templo grande y rectangular situado en el más alto del Monte Olimpo. Sus 12 columnas principales, las cuales están en línea con la cara externa del templo, son tan altas y anchas como una secuoya. Justo tras ellas el palacio propiamente dicho comienza, un pórtico increíblemente grande deja paso al interior del edificio. De techo abierto, esta área posee una profunda charca. Sus paredes poseen un mosaico de cobalto y plata que forma imágenes de nubes, y el agua es tan limpia que parece que no se encuentra en el lugar. En el centro de la charca se encuentra una estatua a tamaño real de los dioses del Dodecateon (liderada por Zeus, en la cual los otros dioses parecen algo menos impresionantes que en la realidad) conmemorando la victoria sobre los titanes.

Más allá de la charca conmemorativa se encuentran las cámaras del palacio. Una ancha entrada lleva a la cámara del trono. Una línea doble de columnas de estilo dórico soporta el techo de esta estancia. Las columnas guían a la vista a una serie de plataformas donde se sientan el consejo del Dodecateon. La mayor y la más alta (centrada donde nadie puede evitar perderse su gloriosa figura), por supuesto, es el trono de Zeus. Esta bajo la sombra de un roble escarbado en altorrelieve del mármol de la pared.

Theoi: Creación del Personaje

Los Theoi son indiscutiblemente el panteón más reconocido en el mundo occidental, y su influencia se extiende a través del globo; venerados por las grandes civilizaciones de Grecia y Roma antes de ser el alimento básico de los estudios artísticos y filosóficos de la historia humana, poseen una imagen saludable como unos de los dioses mas reverenciados. Por supuesto otras civilizaciones no están de acuerdo, pero los Theoi no se molesta en escuchar otros puntos de vista diferentes a los suyos. Productos de un tumultuoso árbol familiar se revelaron a sus padres titánicos en cada momento, el Dodecateon es una de las voces más ruidosas y una de las fuerzas más proclives en seguir un Guerra contra los titanes (aunque su deseo sobre desarrollado de venganza ante aquellos que los han contrariado suele causar más problemas que soluciones).

Los antiguos griegos fueron nombrados como los mejores artistas del mundo antiguo, y los trabajos que realizaron inspirados por los dioses revivieron en el Renacimiento y en el periodo de Iluminación Europea, llegando a ser el fundamento de donde florecía el arte de la época. Los Theoi precian de tales creaciones como inspiraciones divinas, algunas veces incluso como Musas, y veneran al artista con suficiente visión como para otorgar vida a sus creaciones, ya sea a través de la música, pintura, escultura, o cualquier otra expresión artística.

Independientemente de su bien ganada reputación como un grupo disonante que riñe constantemente, el Dodecateon también se consideran creadores de la filosofía y ciencias, y recompensan la sabiduría y la astucia tanto como la eficacia en combate. Para los Theoi superar a un enemigo haciendo uso de un intelecto o una estrategia superior, es tan válido como aplastar su cráneo (y normalmente mucho más divertido).

El Dodecateon posee guerreros tanto como filósofos y artistas; las guerras entre ellos son legendarias, y las guerras contra otras civilizaciones son material de historia (como la expansión del imperio romano o las conquistas de Alejandro Magno). Creen absolutamente en la lucha honesta, encontrándose en el campo de batalla armado con sus tácticas y espada como único apoyo, y mirando estrechamente a aquellos que usan la guerra como un vehículo para satisfacer su crueldad o hacer jugadas ocultas.

El más legendario de todos sus rasgos en la historia del Dodecateon es sin duda e incluso por encima de los mismos titanes, es su torrencial ira. El mínimo desplante personal es suficiente para desencadenar una furia desmedida, algo que normalmente les lleva a inventar castigos desmedidos fuera de toda escala para aquellos que los ofendieron.

Hades: Reglamento

El inframundo del panteón griego es un lugar oscuro lleno almas en pena marcadas por el eterno sonido del chapoteo de los ríos en las orillas lodosas. Las sombras de los muertos aquí son como volutas de humo, sus extremidades van desapareciendo y sus cuerpos parecen muñecos de trapo desmadejados. El muerto típico se lamenta sin cesar y de forma lastimera, no ruidosamente.

El Hades no es amigable, con las almas del hombre típico. Solo aquellos que han vivido existencias de gran heroísmo, creatividad o excelencia pueden tener una forma física solida en este lugar. La mediocridad es recompensada con más de lo mismo, y las almas de los muertos patéticos son difíciles de tener en consideración.

El Rio Estigio separa el Hades del Mundo, fluyendo en círculos alrededor de la tierra de los muertos. Al otro lado del Rio Estigio de forma concéntrica, discurre el Flegeton, de color de llamas oscuras, que arde sin necesidad de combustible. Prácticamente, el resultado de la visión de los dos ríos es el de dos barreras que separan las tierras de los hombres con las de los muertos, un rio de agua y otro de fuego

El Barquero Flegyas rema su barcaza a través del Rio Estigia, llevando a cualquier alma que vagabundee por el lado mortal del rio negro, ya sean vivos o muertos. Su deber es hacerlos pasar.

Este círculo de agua y fuego se rompe por la presencia de otros dos ríos: el Cocytus y el Aqueronte. Flegyas viaja rio arriba por el Cocytus, dejando su carga en las tierras inertes entre los dos ríos. En este lugar las almas piden la ayuda de Caronte para cruzar, aquel que no pague al barquero deberá esperar 100 años para poder ganar su derecho de vado del rio Aqueronte.

Aquellos que Cruzan el Aqueronte se encuentran con el olor a flores (el olor de las asfódelos). El aroma va desapareciendo lentamente hasta que el alma se encuentra en una vasta planicie, El Campo de Asfódelos. Esta planicie atrapa con su olor a las almas no heroicas sumiéndolas en una paz serena y eterna.