Partida Rol por web

La batalla de la Carroca era dura, perdimos elfos, pero los que quedaban decidieron luchar hasta el final por el bien de los bosques.

Retiro mis fuerzas y lanzo un segundo ataque sin líder 6 batallones

Retiro 1 unidad y mi líder a rohan occifental, dejando solo una unidad en edoras.

Espero confirmación de que puedo

Arwen avanzó preocupada, la Comarca había sido tomada por Saruman.
Hobbiton saqueada y el humo se alzaba como testigo del paso de los orcos por la región.
Los ejércitos elfos avanzaron en perfecto orden con la intención de eliminar a aquellas alimañas.

Las piezas ya estaban sobre el tablero y el Gran Ojo no quería perder detalle de lo que acontecería. Previsiblemente esperaba lograr la victoria, tenía muchas más hordas de orcos que hombres el senescal de Gondor, y esperaba que con la llegada de las huestes de los hombres de Harad, con sus mûmakil, y todas las torres de asedio empujadas por Trolls de las cavernas fuese suficiente para romper la Gran Puerta de la Ciudad de Minas Tirith.

Durante varios días fueron agrupándose y cruzando con botes el río una ingente cantidad de batallones, que con la llegada del rey brujo de Angmar desde el Norte, lideraría el asedio hasta que la desesperanza y desasosiego fuese calando y medrasen la voluntad de los habitantes y soldados de Gondor. No obstante, se dieron algunas circunstancias que enfurecieron en demasía a Sauron. Los hijos de Elrond, Elladan y Elrohir, capitaneados por Halbarad, primo de Aragorn, y sus montaraces del Norte conocidos como la Compañía Gris, y otros tantos ejércitos del sur de Gondor que habían logrado reclutar, poblaron las almenaras y ocuparon los distintos niveles y puestos defensivos de la ciudad. La batalla sería durísima, muchísimo más de lo calculado por el señor oscuro en un primer momento.

Maldita sea, Elrond medio-elfo... Sigues tratando de entorpecer mis planes incluso desde la distancia... ¿Pretendes que el combate se alargue hasta la llegada de los Rohirrim? Dudo mucho que estén en condiciones de venir a ayudar a Gondor, ahora mismo el paso debe de estar siendo atacado y ese viejo Rey se verá forzado a encerrarse en el Abismo de Helm...

Después de mandar a Faramir, segundo hijo del senescal, asaeteado y siendo arrastrado por su caballo hasta la entrada, llegó el momento de mandarles un bonito regalo con las catapultas, las cabezas cortadas de los combatientes en Ciudad de Osgiliath, y a toque de tambor y gritos de "Muerte" se inició la contienda. Duraría varias jornadas, pero Sauron confiaba en que su lugarteniente acabase con los rebeldes. Gondor debía caer.

Por otro lado, Sauron quería ocupar Ithilien del sur e ir descendiendo hacia el vasto dominio de Haradwaith. Los corsarios de Umbar serían una importante adquisición a las huestes del Señor Oscuro con las cuales seguir asediando Minas Tirith si se negaba a caer en el primer lance, que no el último.

Defiendo con fortaleza

Master ¿vuelvo a tirar entonces?

Sauron continuó su avance hacia el Sur, marchando sobre Ithilien del Sur casi sin encontrar oposición ante sus orcos, que tenían la sensación de que eran invencibles.

Rohan estaba pasando por momentos desesperados, tanto que nuevos ejércitos llegaron procedente de El Páramo para intentar resistir el poderoso ataque del mago blanco, que no deseaba dejar pasar la oportunidad de acabar de una vez por todas con los habitantes de Rohan.

La batalla contra las fuerzas del mal están en su momento álgido. Ni con los refuerzos de el páramo sé si podré detener a saruman. Pero lucharemos hasta el final.

Éomer se plantó frente a las casas, viendo a lo lejos las huestes dd uruks. Maldito mago blanco. Y lo peor, no me han apoyado, estoy solo en esta lucha. Observo a mis hombres, y los cuernos de batalla resuenan. ¡Hasta el último aliento!

Como una magistral arma de guerra, los ejércitos élficos se desenvolvían perfectamente en el fragor de la batalla.
Cuando la primera línea se cansaba, era sustituida rápidamente por las tropas de detrás.
Los orcos de Saruman estaban hechos de otra pasta, eran duros y fuertes, pero Arwen se movía a los lugares donde era más cruenta la batalla.
Sus batallones se lo agradecían gritando- Undómiel! Undómiel!

El corazón de los elfos se llenaba de esperanza al ver a "la estrella de la tarde" combatir a su lado.