Partida Rol por web

Los valerosos hombres de Minas Tirith habían caído. La edad del hombre podía estar llegando a su fin si Sauron extendía la oscuridad más allá de sus tierras, como ya estaba sucediendo.

Mientras, en el oeste, elfos y enanos luchaban para mantener las esperanzas y lograr resistir el empuje de las sombras. La traición de Saruman y el difícil viaje de la compañía del anillo, que debía haber llegado ya a Rivendel, no hacía presagiar nada bueno.

El señor Elrond,lady Galadriel, Lord Celeborn, Arwen, Legolas... todos los elfos reunían a sus huestes para hacerse fuertes, mientras en el norte contaban con que los enanos no se aliaran ni con el señor oscuro ni con Saruman, y en el sur, el rey Theoden no sucumbiera a las fuerzas de los orcos.

Ataco las colinas Evenin con 6 batallones y mi lider.

Retiro un batallón de Lebenin y lo envío a Belfalas

Ataco Lorien con 5 batallones más mi líder procedentes de paso de rohan. Dejo dos tiradas hechas.

Muevo 1 batallón de paso de rohan a rohan occidental (abismo de helm)

Saruman no esperó a que la Tierra Media se recuperase de la pérdida de Minas Tirith. Sus huestes siguieron avanzando hacia el norte, tomando las Colinas de Evendim y acercándose a los territorios de los enanos. El mago blanco mostraba así su intención de dominar todo el norte de la Tierra Media y por el momento, nadie podía oponérsele.

La proximidad de las fuerzas de Sauron no disminuyó el ansia de victoria del Rey Theoden, que tomó Lorien y con ello, acercó su territorio un paso más a las fuerzas de Lady Galadriel y Lord Celeborn. ¿Elfos y humanos? Todo podía suceder, paz o guerra. aunque sería la amenaza de las sombras procedentes de Mordor la que inclinaría la balanza al final, buscando la supervivencia.

Viendo que los Rohirrin abandonaron el paso, un campo de batalla glorioso donde se habían derramado litros de sangre de Uruks y humanos por igual, decidí que este era el mejor momento de atacar y dominar tan basto territorio.

Elrond se removía angustiado en el trono de Rivendel. No le gustaban las nuevas que llegaban desde el Oeste y mucho menos, el recibir la noticia de que Minas Tirith había caido.

No era iluso el señor élfico y sabía que gracias a Gondor, durante mucho tiempo, la Sombra había podido ser mantenida y ahora con la pérdida de un valioso aliado, las fuerzas del Mal tomaban un nuevo impulso.

Por suerte, todavía podia contar con amigos, pocos eso sí, pero que como los elfos, estaban dispuestos a no ceder ante el señor Oscuro.

Envió a varios emisarios a Fangorn, en tal de reunirse con los Ents, los pastores de árboles para que ayudaran a los hombres de Rohan, de ahora en adelante.

Por lo que pudo saber, algunos de los árboles, convencidos por sus buenas palabras, se unieron a Théoden.

El Gran Ojo no perdía detalle de los recientes acontecimientos a lo largo y ancho de la Tierra Media. Theoden cabalgaba raudo hacia el Norte masacrando y conquistando los que por derecho eran los dominios de los elfos de los bosques. No en vano Lady Galadriel era conocida como la dama de Lorien, aunque quizá ahora debiese cambiar su sobrenombre y denominarse la Dama blanca despojada de su legítimo hogar. 

Consciente de que Theoden "el usurpador" extendía sus dominios hacia el Norte, desprotegiendo el Paso de Rohan y su capital Edoras, el Rey Brujo de Angmar no dudó en comandar sus huestes para adquirir y controlar aquel importante lugar. No por nada se denominaba El Paso, y fue consciente de que expandiendo su dominio en aquella zona, en breves podría sitiar el abismo de Helm y planificar la inminente destrucción del penoso rey domador de caballos. 

A su vez avanzarían parte de sus hordas desde Ithilien del sur a Harondor para ir reclutando a los poderosos Haradrim del sur a lomos de Mûmakils, y al este para conquistar Lebenin. Sauron no dejaría de expandirse.

Como era de esperarse Sauron había decidido que había llegado el momento de avanzar, mis uruks nada pudieron hacer contra sus fuerzas, las cuales arrasaron con todo a su paso como una marea de muerte y destrucción.

Mis uruks pelearon con ferocidad, y dieron todo de si, incluso lograron destruir a una de las legiones de Sauron, pero al final el cansancio acumulado por las múltiples batallas contra los Rohirrin cobraron su cuota, además, pocos ejércitos son capaces de derrotar a una compañía de orcos liderados por un Nazghul.

Antaño fueron poderosos reyes ahora son imparables espectros capaces de destruir a cualquier mortal que ose encararlos.

Sauron había determinado que era el momento de aprovechar la caída de Minas Tirith y ordenó que sus tropas atacasen desde aquella región al mismo tiempo que otras lo hacían desde puntos distintos. 

Sus fuerzas eran imparables y tomaron un territorio tras otro, acabando con la resistencia de Saruman en aquellas zonas y de unos pocos ingenuos que osaron enfrentarse a él.

Elrond ordenó continuar el avance hacia el Sur, las órdenes eran claras, tomar la ciudad de Tharbad y controlar Minhiriath, uno de los territorios que más apoyo ofrecía al Mago Blanco.

Gandalf aceptó las órdenes aunque estuvo dubitativo al principio, ya que se enfrentaba al maestro de su Orden. Pero al ver que eran los Orcos los que controlaban aquella ciudad y que los pocos hombres que habitaban allí eran poco más que animales a su servicio, no dudó en reestablecer el orden en Tharbad.
 

Arwen recibió noticias del avance de Saruman hacia las tierras ancestrales de su pueblo, las Colinas de Evendim, la paz había reestablecida en La Comarca, pero no podia quedarse allí esperando mientras el enemigo se hacía fuerte en Eriador.

La sola idea de que dominaran los Puertos Grises los sucios orcos, era algo que le hacía irritaba sobremanera.

Desoyendo a su padre y abandonando las improvisadas empalizadas de Hobbiton, decide marchar hacía el Oeste, varios batallones elfos se les unieron y su ejército aumentó.

Arwen lideró la avanzadilla que atacó las posiciones orcas. Los gritos de Undómiel, Undómiel resoban mientras cabalgaba su caballo blanco.