Partida Rol por web

El cotilleo de Tala y los otros dos no pasa desapercibido para la unidad de inteligencia del 99. Miradas suspicaces se posan en los soldados que hablan por lo bajo en la distancia media de la fogata.

Charles dibuja una media sonrisa antes de responder al doctor. Es una de esas sonrisas doblemente intencionadas, que vaticinan un desenlace imposible de adivinar.

-No. Dios no tiene espacio en esta guerra. Solo su habilidad para coser heridas. – responde luego de guardar los papeles en sus ropas.

Luego, siguiendo al resto de su unidad, Charles pasa revisión a su arma y su vestimenta, para luego continuar con la conversación.

-No recuerdo esa película ¿De qué trata? Cuénteme sobre ella y le haré un mapa para regresar a salvo. Hasta quizás los acompañemos un poco – añade, sin tocar el resto de la conversación de Walter y señala con la punta de su arma en dirección al sur, donde comienza el otro tramo del interminable bosque belga.

Luego el profesor se pone nervioso y pierde su jarro, que cae directo al fuego.

El sorpresivo nerviosismo de Randall y sus siguientes movimientos torpes parecían ligados a los recién llegados, porque él no podía dejar de mirarlos y retroceder torpemente.

-E…esa flor…- masculla sin dejar de temblar como una hoja.

Entonces la atención se vuelve hacia la unidad de Charles y aquellos próximos a Owen, quien momentos antes había compartido gratamente un momento con ellos.

Esos soldados, sin mediar palabras, levantan sus armas y disparan contra Randall y Marcus, que era el más próximo a ellos.

El resto de la unidad, junto a Charles, reacciona velozmente y se proponen acribillar a tantos como puedan. La muerte pronto se llevará a muchos de los allí presentes…

-Que la gente haya abandonado a Dios es el motivo de esta guerra-decía Franklyn en contestación a la chorrada que acababa de decir el tal Simpson cuando notó algo sospecho en la forma en que cogió el arma para supervisarla.

Hizo un rápido movimiento para desenfundar su propia pistola y exigirle que la guardara, pero todo se precipitó de repente. Sus acompañantes comenzaron a quitar las armas dispuestos a coserlos a tiros. Franklyn vio la muerte muy cerca. Pensó en devolver el fuego, pero expuesto como estaba, su prioridad debería ser ponerse a salvo, Así que corrió y salgó intentando alcanzar la primera cobertura practicable que tuviera en alcance. Quizá una roca de gran tamaño o un árbol.

No se si fue el tono... probablemente fuese eso, el tono usado más que la frase. Que Dios no tenga papel en esta guerra, bueno, quien más quien menos había blasfemado. Joder, estábamos en un conflicto armado, por un lado los fascistas alemanes, por otro, el resto. Dios no tenía nada que ver, eso estaba claro. Y no hubiera pasado de ahí. Al fin y al cabo, Tala, Mike y yo comenzábamos lo que parecía una amigable conversación, que con toda la mierda que habíamos tragado, era de agradecer.

Joder, si solo nos faltaba un jodido transistor y sintonizar algún partido de los Red Sox para estar como en casa...

Pero no...

Tuvo que ser el tono...

No. Dios no tiene espacio en esta guerra. Solo su habilidad para coser heridas

Alcé la vista hacia Charles, cuya expresión era oscura, muy oscura... vi el resto de su unidad y la sensación era la misma... sus buenas maneras parecían ser una mera fachada...

Y Randall... se le veía especialmente nervioso... y eso no era buena señal. Joder, el tío a veces daba miedo, parecía que oía cosas que al resto se nos escapaban. 

Un escalofrío me recorrió la espina dorsal, los pelos se me erizaron. Miré a Tala, que me devolvió la mirada desconcertado, y entonces...

Las ametralladoras se alzaron, descargando todo el fuego infernal que llevaban en sus macabras tripas...

¡¡A CUBIERTO!!

- Ratas, malditas ratas.... murmura mientras se lanza a buscar cobertura mientras saca la pistola. Su animal totémico era un cuervo; no para menos tenía uno de nacimiento en la espinilla, pero, esto no sera un "pájaro de mal agüero", sino una panda de hijosdeputa redomados.... ratas.

¡Mierda! Walter hubiera querido tener más redaños o más estómago para la violencia y haber ordenado fuego en cuanto el tal Charles no reaccionó a su mención de la compañía Z... Lo de Gary Cooper y James Stewart fue demasiado. Pero ninguno de los chicos pareció darse cuenta y la partida de engaños acabó de improviso. Realmente, Walter pensaba que los alemanes lo dejarían pasar antes de arriesgarse a un tiroteo al más puro far west...

Todos esos pensamientos pasan por su mente cuando comienza el jaleo y justo antes de gritar:

-¡Alemanes!

...que se solapa con la advertencia de Billy.

Demasiado lejos para empujar al alemán, el tipo se había distanciado para indicar el camino (tomar puntería, más bien), Walter se echa hacia atrás y trata de deslizarse ladera abajo, hacia la posición de Vincent y Aaron, buscando un lugar donde cubrirse.

Y de vuelta al combate, pensaba que tendríamos que reducir a los miembros de la compañía 99 con tal de que no informaran sobre nuestra dirección y mantener nuestra misión en secreto pero a todos nos sorprendió una partida de alemanes que nos encontró y el infierno volvió y los dos primeros en ser alcanzados por el enemigo fueron Randall y Marcus. 

Inmediatamente me agaché y corrí hacia los árboles a medida que zigzagueaba para dificultar al enemigo y así evitar que me alcanzaran. 

Y por supuesto, nada bueno podía durar. Al parecer Randall había notado algo, una flor, y por la forma en que habló ya me dejaba claro que algo estaba mal. Volteé para ver a Billy, antes de escuchar el primer disparo, y lo primero fue soltar el plato, cayendo parte de la comida en la pantorilla y zapatos, antes de tomar con mi mano derecha el rifle que tenía al lado y tirarme hacia atrás, casi rodando por encima del tronco donde estaba sentado y así quedando en el suelo.

El movimiento fue algo repentino, una mierda que me salió natural, pero ese giro y el terminar ahora boca abajo contra la nieve me desorientó un poco, antes de tomar el rifle con ambas manos y asomarme por el tronco, disparando al primer cabrón que tenía el frente mientras sentía la fría nieve contra mi pecho, con mi corazón empezando a latir rápido.

La feroz balacera comienza con los primeros abatidos. Randall y Marcus son quienes caen gravemente heridos por los ataques a bocajarro de la unidad de Charles.

Y mientras que la mitad también busca cobertura Charles y otro dispara contra el grupo de la fogata, hiriendo a traición a Walter en su huida hacia el área de pastura de las vacas colina abajo y posteriormente a Boris, quien había hallado algo de cobertura detrás de un pino congelado.

Desde el otro extremo Tala abre fuego con su BAR, hiriendo al soldado que instantes previos derribaba a Marcus.

Vincent y Aaron, sorprendidos por los disparos, huyen junto a las vacas en dirección a la granja abandonada porque habiendo dejado sus armas y equipo al lado de la fogata ahora no tienen con que defenderse.

Quien ha desaparecido desde antes de la llegada de Charles y su unidad es Steve, que probablemente se encuentre explorando por enésima vez los posibles caminos a la fabrica.

Con la poca cobertura que le daba el tronco ese, y posicionándose por el lado disparó contra el blanco más sencillo de los enemigos que les atacaban: - Si queríamos ser discretos ... a la mierda con ello. Protestaba para sus adentros, disparando su 1911. ESta distancia para la pistola era óptima, pero, aunque los hiriera y neutralizase, estaba gastando una preciosa y escasa munición que en principio necesitarían para ... otra cosa. - Habrá que recuperar armas y municiones de estos idiotas.

Mientras se desliza buscando cobertura Walter nota el impacto de las balas en el costado, rueda y cae al suelo. Milagrosamente, los correajes han desviado la trayectoria de las balas (*), nota las costillas crujir y moverse al rodar hasta chocar contra unas rocas. Se detiene un instante a recuperar el resuello y nota con alivio que puede respirar sin pinchazos, las costillas estarán fisuradas pero no parecen ninguna amenaza para los pulmones.

Termina de cubrirse, tumbándose completamente junto a las rocas (**) y le hace un gesto a su compañero indicándole que está bien. Aunque la adrenalina corre por sus venas el dolor le martillea, empieza a palparse la herida cuando observa asombrado un tenue brillo a través del agujero ensangrentado de la guerrera y nota que el dolor disminuye...

¿Qué demon...?

Walter no tiene tiempo de pensar más, pues el tiroteo reclama su atención, desenfunda su M1911 y dispara agarrando con las dos manos la pistola (***)

Steve revisaba los alrededores cuando todo sucedió muy rápido, los primeros disparos alertaron al francotirador de que algo no marchaba bien.  Rápidamente el Halcón busco ganar la altura necesaria para ver la posición de sus compañeros y ver lo que estaba sucediendo.

Fueron unos angustiosos momentos en los que Steve se temió lo peor imaginándose abatidos a los pocos compañeros que le quedaban en pie, tras unos últimos metros al fin pudo divisar lo que estaba sucediendo.  El combate era a muy corta distancia y los disparos de unos y otros hacían una escena terrible.

Sin pensarserlo dos veces, Steve puso el cuerpo en tierra al tiempo que quitaba la tapa protectora a su mirilla, apenas habían pasado unos segundos cuando el Halcón localizó la primera cabeza y disparó.

Mike se había quedado un momento congelado, dudando que estaba pasando, no esperaba esa reacción de unos soldados que parecía amigos y había bajado la guardia.

Al ver que lograban herir a algunos de sus compañeros Mike decidió disparar para, la menos, dar tiempo a sus amigos a ocultarse. Disparó tres veces sin pararse demasiado a apuntar y se sorprendió cuando comprobó que su tercer tiro hacía blanco.

Confiando en que había ganado algo de tiempo buscó una cobertura cercana y a alguno de sus compañeros, se tiró tras una roca cerca de Tala, y rezó por que fuera suficiente cobertura.

-¡Mierda Billy, me acaban de pillar en pañales!- Gritó frustrado, realmente no esperaba aquella reacción. -¿Donde está Oncon?.- Se le ocurrió que "Longinus" podía ser capaz de acabar con ellos, como si tuviera superpoderes.

Logro alcanzar un árbol congelado, que me cubre lo suficiente como para soportar los disparos del enemigo. Veo como prácticamente todos empiezan a devolver el fuego, extraigo el cargador del arma para revisar cómo está:-La mitad, bien tengo para destrozar a uno, al menos.-pienso para mi mientras vuelvo a insertar el cargador en el arma y amartillarla para insertar la primera bala en la recámara.

Asomo ligeramente la cabeza y veo al que me ha disparado, aún sigue mirando y apuntando su arma en mi dirección. Aferro bien la Thompson y me preparo para disparar contra él:-Una.......dos.....tres.-asomo medio cuerpo, apunto y disparo contra el nazi que acababa de dispararme, vaciando el cargador y haciendo que muerda el polvo. 

Las balas volaban por todas partes... en esos momentos, todo se volvió lento, como una jodida máquina trabajando al cinco por ciento. Pasé junto a un pequeño árbol del que saltaron un millón de astillas. Algún eunuco gilipollas me había seleccionado como blanco, la madre que lo parió. 

Traté de correr más agachado si cabe, en ese preciso instante estuve a punto de perder pie...

¡¡Joder!! - exclamé, enderezándome un poco. Entonce lo vi, una protuberancia cubierta de nieve y maleza, pequeña pero suficiente para agazaparme tras ella. Apoyé la espalda y miré a mi salvadora. Una risa histérica me salió desde lo más profundo, y acabé besando la roca. Si, era una jodida roca en mitad de la nada.

Comprobé el estado de mi carabina, quité el seguro y, cuando me iba a posicionar para devolver el fuego, Walter cayó a mi lado, respirando profusamente pero vivo, herido pero no crítico, al parecer. Me hizo la señal de ok y se puso a disparar como un loco con su pistola.

¡Dales duro, doc!

Y apoyé mi fusil en la roca y abrí fuego hacia el suroeste, pues disparar al centro, por donde debía de estar el hijo de puta de Charles, cogería en fuego cruzado a mis compañeros.

Parapetado tras la frágil protección de un arbol, Frank afianzó su posición y abrió fuego con su Thompson contra el enemigo. Esperaba darles su merecido antes de caer, cosa que a estas alturas, dudaba que pudiese evitar.

Aguantó estoicamente el retroceso mientras el cañón de su Thompson escupía balas contra el enemigo.

-¡Dadle recuerdos de mi parte al puto Di Maggio!.